martes, 25 de agosto de 2009
LAS VEGAS, LÁZARO CÁRDENAS, CORRIDAS VERDES
PITÓN IZQUIERDO Durante un siglo lo hicieron. Además, el desierto fue paso entre el Este y Oeste lo que dejó ciudades fantasmas como pasiles sobre el mar de arena. Hasta que se juntaron tres hechos torales para el surgimiento de Las Vegas: la construcción de la presa Hoover, la prohibición cardenista de los casinos mexicanos y la conducta peliculesca de los mafiosos italianos. Además de lo hacendoso de la población con valores anglos, estos son los pilares sobre los que Las Vegas deslumbra. La ciudad fue dotada de tanta electricidad que es la única urbe que puede verse por las noches desde las cápsulas espaciales. Para su mayor beneficio, el cierre de los casinos mexicanos canalizó muchos tahúres y adoradores de Birján a los tapetes y ruletas de Nevada. El resto de la existencia real puede verse en el mundo virtual cinematográfico de El Padrino.
¡AL TORO, AL TORO! Habrá que recordar que la prohibición puritana que imperó desde 1928 hasta 1933 solamente resecó la garganta de los alejados de la frontera del sur, down Mexico way. Muchas de las cervecerías de la frontera mexicana instaladas en Tijuana, Tecate, Mexicali, Ciudad Juárez, Reynosa, Piedras Negras, fermentaron océanos de ámbar, precisamente por dicha necesidad. Después, cuando los anglos reconsideraron el negocio que dejaban de hacer siendo abstemios, levantaron tanto la prohibición como los tarros y las copas y el negocio fronterizo mexicano trastabilló momentáneamente y mantuvo el equilibrio porque recurrió al apoyo del elemento nacional.
AHORA SÍ, PITÓN DERECHO Percibo algo similar a la próxima temporada taurina de Las Vegas. Durante años la más cercana fuente de corridas de toros, para los aficionados anglos, eran las fronteras mexicanas. Eso significó el auge para algunos empresarios fronterizos. Por ejemplo el bien recordado Mayor López Hurtado llegó a accionar una ganadería y cuatro plazas de toros en la frontera.
PITÓN IZQUIERDO Pero con el tiempo la sangre ritual derramada en las corridas y la necesaria muerte del toro, como alegoría misteriosa no fue comprendida por el público que se empezó a hacer caras porque paulatinamente era ablandado por la cultura de las sodas light y pastelillos aderezados con tocino y melazas indescriptibles. Se escandalizaron por la sangre y esa repulsión hizo que se abandonaran las plazas, algunas de las cuales cedieron sus espacios a los centros comerciales, donde precisamente, se expenden trozos refrigerados de los animales defendidos. Y en eso estábamos cuando suenan los clarines y aparecen los toros que serán corridos en el Equestrian Center of Las Vegas, Nevada, de la Unión Sajona Americana, (USA, por sus siglas en inglés) Órale.
PITÓN IZQUIERDO, OTRA VEZ Para utilizar el caló imperante entre los chavos del barrio diríamos que así como nosotros les hicimos el paro cuando había prohibición del pisto, chelas y casinos, ahora les toca agarrar la onda y que nos hagan el paro con las corridas incruentas para que, última hora, se recupere la fiesta y todos felices y contentos.
PITÓN DERECHO Por su cuenta, la empresa BUSA ha asentado lo que pudiera ser el regreso a los ruedos de la fiesta brava en Tijuana. Lleva una media docena de corridas y dos pamplonadas. Entonces el augurio es que así como los anglos explotaron como solamente ellos saben hacerlo, la necesidad de muchos de arriesgar el sueldo en dos dados saltarines o en una mano de poker, también sepan alborotar a los que necesitan la emoción estética que emana de una serie de pases ligado con suavidad a un toro corniabierto y musculoso. Que se reparta la suerte y Santa Verónica lo quiera, para que la afición anglo se despabile en Las Vegas y regrese a la frontera mexicana donde seguirán, más que vislumbradas deseadas, las corridas rojas.
martes, 11 de agosto de 2009
MELINA PARRA

PITÓN DERECHO Mi amigo el Bichi Americano, me dijo que si él pudiera cambiar algo de la fiesta sería el color de las medias. Le parece que las medias rojas de los toreros son ridículas. Con criterio de calidez o frialdad de los colores, es decir de armonía de colores, tiene razón, son incompatibles. El terno puede ser azul cobalto, marino, cerúleo o pavo, todos ellos colores culturalmente asimilables al oro o plata, pero irreconciliables con el rojo.
PITÓN DERECHO, OTRA VEZ Claro, se trata de la tradición que impone los colores. La hermosura femenina, que no pasa de moda, soporta cualquier amalgama cromática. Pero la tradición taurina nos muestra una paleta con ordenamientos que, por ser los acostumbrados, son gratos a la vista. Aún así, tenemos que los novilleros no acostumbran ternos con bordados en oro, ni los becerristas. Pero llegó Michelito y se presentó con un terno con discretos bordados en oro y pasamanería en negro, sobre seda blanca. También Melinda lució medias blancas, igual que su terno.
PITÓN IZQUIERDO Otra tradición que sonó bofa el sábado de la vinotauromaquia, fue la puntualidad. Todavía podemos decir que entre los pocos casos de puntualidad mexicana están (Además de los cobradores quincenales), las corridas de toros. Este sábado, empezó el evento una hora después de lo anunciado y el público ni se dio por ofendido. El vino es buen apaciguador de ánimos exaltados por la demora. ¿Y los ausentes bigotes de los toreros? Esa tradición lampiña se mantiene. Son más de 100 años desde que los últimos, mexicanos por cierto, desaparecieron. Ponciano Díaz entre ellos.
PITÓN DERECHO Primero tuvimos la oportunidad de apreciar la belleza de la cuadra del Rancho San Carlos. Unos cuacos, me parece que Fratzia, parecidos a los percherones, pero sin su corpulencia bailaron, se hincaron, corvetearon, hicieron cabriolas y parados sobre las piernas, posaron como monumentos ecuestres. Rigo Navarro, El Heredero cantante de ranchero sobre uno ellos, deleitó a la concurrencia que, además, coreó algunas estrofas. También se presentó una bailarina flamenca sobre la arena y taconeó junto a un caballo grácil que levantó un poco más de polvo que ella. La tarde transcurría y ya el ánimo necesitab

PITÓN IZQUIERDO Ya en la lidia Gastón Santos, montado en caballos hermosos y educados, hizo lo suficiente para cortar dos orejas. Algunos de sus lances más lucidos reunieron, al momento de su ejecución, la cornamenta con al estribo. No recuerdo haber leído los nombres de sus monturas al momento de presentar los de los toros lidiados, como es la costumbre.
PITÓN IZQUIERDO La vitivinícola Santo Tomás además de la Embotelladora Vieja tiene el orgullo de sus vinos con nombres de vientos: Siroco, Alisios, Mistral, Xaloc, Galerna, Cierzo. Dos toros recibieron sus nombre de esa línea: Siroco y Cierzo. Y de otro vino, vino el nombre de Tempranillo, el primero de Gastón. Siroco, para Michelito y Cierzo para Melina quien tiene un corte asilverado, sobre todo con la derecha. Me gustó y volvería a verla con interés. No pudo matar y cayó dos veces. No sabe cortarse del viaje, sino que quiere ganarle a toro retirándose hacia atrás, sin sesgarse. Tuvo fallas con el estoque. El primer intento le salió a un tiempo. Cuando inició el volapié, el toro embistió. Ella llevaba la espada horizontal y falló.
PITÓN IQUIERDO, OTRA VEZ. Michelito no tuvo mejor suerte con la espada. Toreó con aseo y serenidad. Se fracturó un dedo a la hora de matar ¿Su primer percance? Las corridas incruentas tal vez harán que sobresalgan muchos toreros y toreras porque como no se mata al toro, entonces todos aquellos que no toman en llamado tranquillo, estarán a salvo de frustrar faenas de triunfo.
DESPLANTE Mi amigo americano Cristóbal, El Bichi, me habló para contarme que los pasados sábado 8 y domingo 9 tuvieron dos corridas exangües ¡En Toronto, Canadá! Toreó él y un Fernando Martí. Con toros de un ganadero portugués avecindado en Vancouver. “Those toros were mean” ¿Habráse visto algo similar? http://www.thestar.com/news/ontario/article/671989 Y nosotros en Calafia ayunos de emociones taurómacas. También me dijo que los toros en las Vegas serán de 5 años y algo más. ¿Hay alguno que no sienta ñáñaras por ir a Las Vegas a ver a toros, sin ser picados ni banderilleados? Órale.
sábado, 1 de agosto de 2009
LA FERIA DE LAS VEGAS

PERDIÉNDOLE LA CARA AL TORO No pudimos empezar a leer la novela taurina Sin sangre Pajarito, de Carlos Hernández González, hasta que troquelamos la coma faltante entre los dos sustantivos. Quedó, como debe ser Sin sangre, Pajarito. Si el autor no tuvo cuidado en pulir el texto ¿Por qué voy a tener yo el cuidado de leer lo que tan a la brava mandó a la prensa? Porque me interesa el tema. También me pasa con las verónicas pasito atrás. Si el torero recula cada vez que veroniquea y luego compone la figura para que la cámara lo registre bien, ¿Por qué voy a mantener la atención? Porque me gustan las corridas.
AHORA SÍ, AL TORO En esta novela publicada en septiembre del 2007 y de la que ya hice alguna referencia, el autor ganadero, novillero y defensor de los animales, tiene la ocurrencia de enfundarse en el toro Pajarito, aquél que brincó e hirió a algunos y asustó a muchos cuando terminó en las primeras filas de la barrera de sombra, en la Plaza México, el 29 de enero de 2006. Esa misma tarde, aquí en Calafia nos preparábamos para ver a Alfredo Ríos “El Conde”, Angelino e Israel Téllez. Por la diferencia de horarios cuando empezaba la corrida en Calafia, ya Pajarito había pasado a la historia. En una de las vendimias de Ensenada, creo que la del 2007, salieron a la venta camisetas con dibujos alusivos al brinco de Pajarito rumbo a la barrera de la México y a la historia taurina. .
PITÓN IZQUIERDO En la novela el narrador es el propio Pajarito, de la ganadería Cuatro Caminos. Es un toro parlante que nos informa y conmueve, nos ilustra y nos convence en ocasiones y se hace escuchar porque sabe historia. Después uno como lector, inevitablemente pondera la cosmovisión de Pajarito. Aunque es una obra de ficción algunos párrafos no parecen haber sido escritos por Pajarito, porque no puede filosofar tanto un toro. Carlos Hernández González no se tapa bien y bajo la piel de Pajarito se nota que como tiene un hermano muerto por las heridas de un novillo, tal vez encuentra, por no sé que caminos, la reconciliación del dolor por el hermano perdido vinculando la defensa de los toros y la profesión de ganadero de reses bravas. Esto hace que sea patético su papel de Pajarito.