martes, 13 de febrero de 2018

EL PESO DE LA AFICIÓN

PATIO DE CUADRILLAS Los que estamos atrapados por el rito del toreo, al igual que sus oficiantes, también tenemos un fardo que cargar. El peso de la afición nos activa cuando revisamos los carteles de las corridas fuera de nuestra ciudad. Si encontramos el nombre de quien usualmente nos genera la estética con su arte entonces procedemos a la ensoñación  del éxito que no podemos perder por ningún motivo.


CIELO ANDALUZ Si el festejo se da en nuestra ciudad, no hay mayor sobresalto que acudir a las taquillas por el boleto. Pero si es fuera de nuestra ciudad ( CDMX, Puebla, Tlaxcala, Juriquilla, Tepeapulco. Cinco Villas) o país (España, Francia, Colombia, USA), entonces la afición me acogota en una manda de perfiles religiosos.

PITÓN DERECHO Hace muchísimas temporadas Iba a torear Manolo Martínez en Sevilla. A su usanza no le pareció ambientarse en faenas de campo bravo español. Sería una sola corrida y flotaba la sospecha que los carpetovetónicos lo esperaban con tamañas mañas. Por mi cuenta hice los ejercicios de fantasía usuales y me propuse ir. 

PITÓN IZQUIERDO Durante un mes las cuentas no me cuadraban. Después de borronear una resma de hojas con tachaduras y cuentas nueves, tuve que resignarme a no ir. ¡La Figura iba a torear en territorio hostil y yo no iba a estar! Me perdí  la aventura. El consuelo fue una foto borrosa que les mereció a los cronistas ibéricos la actuación de la Figura. Mas si un extraño enemigo me hubiera presagiado aquella actuación y yo contando con recursos, yo me había hecho presente de todos modos. Es el peso de la afición.

PITÓN IZQUIERDO, OTRA VEZ En otra incitación más reciente torearían en Las Ventas Ponce, El Juli y El Zotoluco. Una tarde para dos figuras españolas y una mexicana. De nuevo sumé, resté, dividí, multipliqué, saqué derivadas e integrales y pude ir. La corrida no trascendió pero me di el gusto sin arrepentirme de nada.

PITÓN DERECHO Hay más tardes mediocres que buenas y las verdaderamente esplendorosas se entresacan con pinzas de joyero. La triste realidad es que la mayoría de las tardes que anticipamos como buenas, nosotros los secuestrados por Los Toros tenemos que refugiarnos en el síndrome de Estocolmo: adoramos a nuestros captores aunque nos decepcionen con sus medianías: un trapazo aquí, una carrerita allá.  


ITÓN IZQUIERDO Hace dos semanas anunciaron en la plaza de Tlaxcala un mano a mano de El Juli y Sergio Flores. La cercanía de la plaza me avivó la adrenalina y al no haber necesidad de cuadrar estados financieros considerables ni gastar días de viaje, decidí ir. Sólo son doscientos kilómetros.

PITÓN DERECHO Una cosa es lo que dicen los folletos para turistas y otra las tres horas de viaje  con paradas en cuanto pueblo pintoresco o árido se atraviesa. No me es permitido manejar autos por razones de edad ( como adolescente estuve en el mano a mano de Manolete y Silverio, en la México, en 1946) y para no poner en riesgo la vida de los demás y la mía propia tengo que utilizar el transporte público, que es casi la única opción. Mis calendarios me hacen blanco apetecible para quienes tienen adicción al robo cómodo. Siempre estoy atento al despojo sorpresivo. Es uno de los costos de mi afición. Esta vez el viacrucis resultó una revisión interminable de folklore y gastronomía a bordo en donde el personal de apoyo ambulante atiende a los pasajeros; luego en el siguiente pueblo descienden ya sin mercancía. El vehículo recibe y entrega su carga humana. Por las ventanillas veo a lo largo del camino los cenotafios abandonados a su suerte y llantas lisas a la intemperie. Por momentos me olvido del temor de llegar tarde; abrazo mi mochila y cabeceo un poco.

RECORTE FINAL Afortunadamente llegué a tiempo y pude apreciar con atención y calmadamente a los alternantes. Me acuerdo más del viaje que de la corrida.


martes, 6 de febrero de 2018

EL PESO DEL TALENTO


PATIO DE CUADRILLAS El talento no puede ocultarse. Es tan singular que convoca el interés si lo tiene un adulto, admiración si es un adolescente y el asombro si se trata de un infante. En ese  caso nos pasma conocer una criatura con hechuras inesperadas que quién sabe dónde las encontró.  Un pintor, una acróbata, una dibujante, un políglota infantil, un torerillo ¿Quién le dio el genio? La criatura agazapada todavía flotando tibiamente dentro de la madre, ¿ya portaba el genio con el que nos deslumbró cuando estuvo al aire libre? ¿Estaría consciente que iba a ser uno de los preferidos de los dioses?

CIELO ANDALUZ Ya había visto y disfrutado varias veces el talento del chamaco Cristóbal  Arenas, El Maletilla. Dos o tres veces en Cinco Villas, el enclave taurino de Luis y Lucero, otras en Tlaxcoapan y ahora, alternando con matadores en Tepeapulco, Hidalgo y le tocó abrir y cerrar el festejo con sendos becerros. ¡Que no se pierda la creatividad de su arte al acotarlo con la técnica taurómaca indispensable!

RECORTE Ya se han visto casos de cómo el arte fresco termina por marchitarse al someterse a la técnica madura. Sería lastimoso que terminemos elogiando la destreza del lidiador sin sobrecogernos ante  sus arrebatos dionisiacos. 

OTRO RECORTE ¨Hay tanta adolescencia apresurada…¨ dice un aire suramericano. Puede haber talentos apresurados.

PITÓN DERECHO El matador Luis Gallardo dirige la escuela taurina Jorge Gutiérrez, en Pachuca, Hidalgo. Ahí tiene una decena de muchachos aprendiendo a torear a quienes generosamente suelta sus secretos en la imaginación fértil de sus atentos pupilos. ¿Cuántos llegarán? Con uno que lo haga…

PITÓN IZQUIERDO O una, porque entre el grupo sobresale Ximena Linares  una chamaca con sus pases límpidos y tersos. El escritor taurino Fernando Del Arco construyó una lista de 21 toreros que tomaron la alternativa antes de los 19 años. Registra a dos mexicanos: Fermín Espiinosa Armillita y Eloy Cavazos quienes lo hicieron a los 16 y 17 años, respectivamente.  El Juli aparece como el más joven al hacerlo, 15 años. 

PITÓN DERECHO No deja de ser un indicador de la precocidad de los que integran la lista, algunos de los cuales llegaron a ser figuras del toro. Pero fuera de ella, hay muchos que sobresalieron ya ¨viejos¨ y que también llegaron a ser ¨figurones¨ En el caso de El Maletilla no creo que se deba buscar, no más  porque sí, la marca del más joven. La alternativa es una maduración de creatividad, valor, técnica, sitio, conocimientos y demás, que como todas las graduaciones puede resultar prematura o tardía.


SALIÈNOSE DE LA SUERTE La plaza San Marcos, de Tepeapulco está techada y tiene servicios sanitarios en el callejón ya que es un espacio de usos múltiples. Además las cuadrillas, los toriles y los caballos de arrastre, utilizan la misma entrada-salida. Es pues, una plaza donde siempre acude uno en son de fiesta popular. Así, no vimos con extrañeza que un becerrista abriera y cerrara el festejo. ¡Y qué naturales dio El Maletilla a su segundo!

PITÓN IZQUIERDO Ahí constatamos la sapiencia de su mentor el matador Luis Gallardo a quien vimos aconsejarle en esa corrida donde el matador toreó con El Zapata, Martínez Vértiz y Duque, español. Un encierro intrascendente.

PITÓN DERECHO  El desempeño de El Maletilla nos hace pensar:  El peso del talento sobre hombros infantiles, ¿impide a su portador a vivir con plenitud su infancia o adolescencia? ¿La criatura talentosa, que ejerce su talento, navega una niñez interrumpida? ¿O es para lo que nació?


DEL ARCO, Fernando EL JULI Historia de una voluntad. (España, 1999) Egartorrre Libros. 325 pp., la lista mencionada aparece en la 42.