PITÓN DERECHO Alguien interesado
encontraría rápidamente los malestares que aquejan a la Fiesta Brava, en La
Plaza México. Al ingresar al coso vería la desolación de los tendidos. La
corrida no ha ocupado ni la décima parte del espacio que los medios otorgan al
buffet de espectáculos y diversiones. ¿Se puede afirmar que la escasa
concurrencia se debe a esa falta de difusión? ¿O será que un ente agónico no la amerita? ¿Ciertos
antiguos patrocinadores ahora tienen el prurito ecologista?
PITÓN IZQUIERDO El siguiente
hallazgo, si suponemos que se sienta junto a algún ¨conocedor agrio
¨ (¿Habrá de otro encaste?), sabrá que ese torero, a quien le festejan hasta el
terno, al torear ¨abusa¨ de la punta del engaño y que se le perdona todo porque
es una ¨Figura¨. Es decir, diría el asesor accidental; hay toreros que son
tramposos, que no torean. Ése es uno. Por eso la gente no viene. Punto.
PITÓN IZQUIERDO Díganlo si no,
Urdiales (Ovación) y Castella (Una oreja; con autogestión vana de la segunda), que han tenido buenas actuaciones. En el caso
de Urdiales no pudo atizar la entrada en su siguiente aparición. Y por el lado
de Castella ha sido incluido en la fecha del Aniversario y no se podrá saber si
es por su jalón en las taquillas o simplemente porque lo quieran muestrear en la
fecha más importante del calendario taurino; para ver si pega el chicle y se
hace torero de La México, ahora que Ponce busca las tablas.

PITÓN IZQUIERDO En cierta medida
las entradas desalentadoras pueden acreditarse a los anti taurinos. Esos
animalistas, tanto como los Villamelones son parte de la Fiesta, aunque con
diferente papel.
PITÓN IZQUIERDO, OTRA VEZ Ya
resulta obvio que la principal arma de los anti taurinos es su ignorancia
blindada. Su logística bélica no incluye estudiar la esencia de lo que
combaten. Si mucho, llegan a la localización GPS de las plazas y arenas para
exhibir sus camisetas y pancartas. En donde mejor logros se han anotado es el acceso
a los recursos necesarios para moverse entre los ayuntamientos y congresos.
Están muy lejos de documentarse para entablar una polémica centrada en la
tradición y además, los animalistas son insensibles a la estética bárbara de la
lidia, que no alcanzan a atisbar. Ahí es cuando su ignorancia los acoraza. La abismal
tragedia del pas de deux de toro y hombre, que es la tauromaquia, les
resulta inasible y la historia de cinco siglos, descartable.
PITÓN DERECHO Tal vez esa atroz
ignorancia, que es su principal arma, termine siendo su debilidad como
corriente de opinión. Si. Reconozcamos la paradoja: Goethe había observado que
el hombre tiene en su fortaleza, su principal debilidad. Lo que lo lleva a la
culminación, es la causa de su derrumbe. Por el momento los anti taurinos están
acorazados por su ignorancia: posteriormente, es nuestro deseo, la misma causará
su debacle.
PITÓN IZQUIERDO ¿Y los Villamelones?
En lo que va de la temporada la injusticia mayor cometida es la que se les aplica.
Una injusticia porque son los que mantendrían la temporada apetecible económica
y visualmente. La deserción de ellos es
lo que se ve en los tendidos. Y esto da motivo a disertaciones de los
¨conocedores¨ que para explicar su ausencia dicen que porque ¨la gente¨ sabe
que los toros no son toros, que las figuras no merecen serlo y que no va a los
toros porque no hay ¨verdad¨ sobre el ruedo.
ARRIÓN CON DESARME Entonces, ¿No
que son Villamelones?
PITÓN IZQUIERDO Es decir, las malas
entradas se deben a que la gente es sabia, no se deja engañar, y cuando medio
llenan y le aplauden a otro que no sea el preferido, los conocedores hablan de
la oclocracia, esto es, el poder excesivo de la chusma para conceder trofeos. Ahora
sí que se antoja gritarles a los aficionados: ¡No se hagan bolas!
PITÓN DERECHO ¿Y el toro? Esos
toros con ruta de entrada y vuelta en U, sin tirar cornadas y que llevan en las
puntas la ¨nobleza¨. Según algunos lo hacen porque como pastan en las dehesas,
tan encogida por la reforma agraria, se acostumbran a convivir con los humanos
de quienes no reciben agresiones ni provocación. Por lo tanto, la mayor parte
de las veces, cuando llegan a la plaza son incapaces de considerar al torero como
enemigo para acosarlo a cornadas. Es el
capote y la muleta, que no han visto, lo que les provoca su enojo, cuando son
bravos y ya están sobre la arena. Tal es una explicación no del todo desechable.
Aunque Coello Ugalde, menciona un caso contrario que vivió Bernardo Gaviño, en
Venezuela. (Bernardo Gaviño y Rueda.
Español que (…) México, 2012.
UNL. 453 pp. El relato aparece en la pág. 244) Cuando la convivencia con los
humanos no impidió la bravura frente al torero. Bueno, pues esos toros ya acostumbrados a los humanos y seleccionados
por su inocencia, no dan emoción a sus embestidas, o como algunos dicen, ¨no
trasmiten¨. Es lo que usualmente pasa en La México.
PITÓN IZQUIERDO ¿Y qué decir de
la empresa, que es el villano favorito de tiros y troyanos? Los empresarios no
están para perder dinero, aunque si hay algunos que están para darse el gusto taurino y el desgano numismático. Y
si perdieran, la mayoría se ¨taparía¨ ipso facto. ¿Pero qué no ganaría aún más dinero
si pusiera buenas corridas en La México? ¿Por qué no lo hace? Luego la pregunta
obligada que tiene tantas contestaciones como consultados haya, ¿Cuáles serían
las buenas corridas?
PITÓN DERECHO Un punto que hay
que tener presente siempre es el curioso efecto del jet lag entre Iberia y
Anáhuac. Curioso porque hace que los valores éticos de los toreros españoles se
sustituyan. En efecto, el trastorno por el cambio de horario derrumba la arrogancia
torista de las figuras hispanas y construye la complacencia ante los toros
aclimatados mexicanos. En el viaje contrario los mexicanos se destartalan con el toro español. Aún así los
toreros españoles que vienen a decir cómo se torea, no siempre le encuentran al
¨aire¨ al torito mexicano. Y los nuestros cuando van a torear aquellos toros,
algunos de éstos deliberadamente escogidos para que aflore la falta de sitio, no
encuentran el ¨son¨ del toro hispano y cuando lo hacen, el rigor de Usía se impone; mientras aquí nuestro Unodostrés algunas tardes se retuerce entre
los silbidos y el timbrazo.

PITÓN DERECHO Un argumento para
los incrédulos de la existencia de la escuela mexicana de toreo, ¿Existe la
escuela peruana del toreo? ¿La
colombiana, la ecuatoriana, la venezolana? En esos países, que tienen en su elenco de ayer y
hoy estupendos toreros no se han esculpido todavía encastes que les de perfiles
distintivos, y por ende, no puede florecer un toreo peculiar con estampa. Es
obvio que el acarreo de encierros ultramarinos para corridas importantes, que
con frecuencia se da en esos cosos coloniales, pospone la generación de
encastes oriundos y distintivos en sus exigencias.
PITÓN IZQUIERDO Toda esta sarta de
asuntos del nacionalismo es porque frecuentemente se postula, como posible
solución a la crisis de la fiesta mexicana, el cultivo y posterior fomento de
toreros mexicanos como Silis, Rivera, J.P. Sánchez y otros quienes apenas rebasan la veintena de
corridas al año.

PITÓN IZQUIERDO Usted,
aficionado de los buenos, ¿Por dónde empezaría a meter orden? ¿Cuál sería el
primer factor que abordaría? Suponiendo que fuera todopoderoso, ¿Y el segundo…?
Y Usted, otro aficionado, ¿Cuál pondría en el paredón primero, y luego…? etc.
PITÓN DERECHO Pues bien, siguiendo
ese ejercicio podríamos tener, en todos los posibles arreglos, 362,880
listas diferentes. Más de los que asistiremos a toda la temporada. Para consensar
(ahora así se dice), una logística de ataque a la charada y resolverla, necesitaríamos
recurrir a todos los aficionados y Villamelones para encuestarlos y suponiendo
llenos, nos sobrarían volantes. Y luego,… ¿Qué plan de análisis se diseñaría? ¿Quién
haría el recuento?
REMATE ¡Atórele a este toro!