PITÓN DERECHO Partimos de la premisa
que Torear
es Templar la Bravura, lo que nos impele a concluir que a falta de la bravura
pues no habría temple y, por ende, tampoco toreo. La fortuna es que en una
tarde con esas ausencias encadenadas, no todo estaría perdido, porque quedaría
el recurso, como sucedáneo del toreo altivo: El Acompañamiento de la
arremetida ingenua, atemperada por la pica, a cargo del diestro para embraguetarse
con la lentitud de la cornamenta, con elegancia de éxtasis, con la coreografía
acompasada.
PITÓN IZQUIERDO Por eso cada que
triunfa Enrique Ponce, y lleva años haciéndolo entre nosotros, se pospone el
regreso del toro bravo. La destreza del valenciano hace innecesaria la bravura
del toro para arrobar a los tendidos ya que cuenta con su capote y muleta de caricias, armonizadas con los envites del toro que (¿Saborearon los pases circulares, sin solución de
continuidad?), cuando son lentos, da la impresión que los templa. La cámara de Daniela Magdaleno registra dos momentos atesorables. Óle
PITÓN DERECHO Ninguno de los
cronistas de esa 13ª corrida de la temporada mexicana 2014-2015, ninguno,
repito, mencionó la bravura en la nota de alguno de los siete toros, al menos
en forma afirmativa. Llegan a elogiar, eso sí, el temple del valenciano; pero nos
preguntamos: si no salió la bravura por toriles, ¿qué cosa fue lo que templó el
torero?
PITÓN IZQUIERDO ¿La boyantía?
Pero si esa no ha menester temple. La docilidad no se templa: simplemente se acompaña.
Lo que vimos en su máxima expresión fue el acompañamiento, el aprovechamiento acompasado
del viaje, la pincelada sobre la arena con la muleta a la misma velocidad que
las pezuñas, con una ligazón estupenda.
DE REGRESO A LA QUERENCIA Torear es Templar la Bravura, no Acompañar el Viaje.
PITÓN IZQUIERDO Esta frase
merece atención, porque intenta explicar no sólo lo acontecido esa tarde, sino también la
configuración de la fiesta taurina, a la usanza mexicana.
PITÓN DERECHO Ya habíamos caído
en cuenta que en México hemos suavizados dos ultramarinos ibéricos: el Habla y
la Embestida de los Toros Bravos y, como todos los fenómenos resultantes de
naciones que comparten sangre, religión y lengua, son vistos por los
carpetovetónicos (tanto los oriundos como los naturalizados), más que ambientaciones
regionales de las mercancías culturales, verdaderas corrupciones que llegan al escándalo.
PITÓN IZQUIERDO Afortunadamente
para el futuro de la fiesta, en las dehesas mexicanas, en caso de alguien que
los requiera, hay también ganaderos que tratan de cumplir con su altiva tarea
de Preservar
la Bravura, no Buscar el Trapío Dócil. Pero aún así las figuras, éstas
y aquellas, quieren al pastueño y los recalcitrantes que buscan los días de bravura
tienen que ir a las corridas del segundo escalafón, en parajes no muy hollados,
o con carteles de mujeres.
PITÓN DERECHO Mas vayamos al entendimiento
del toro mexicano. Algunos toreros españoles lo han logrado: y al asimilar este
cornúpeta suave esparcen destellos de otra estética a la acostumbrada, para honda
felicidad de ellos mismos y de la afición mexicana. Tal es, entre algunos otros,
el caso de Ponce.
PITÓN IZQUIERDO El de Chiva desde
un principio pudo avenirse con relativa facilidad a las exigencias de la suavidad
y transitó de la casta áspera y envite recio, a la lentitud prolongada del
ataque pastueño. Hay que decir que el toro con trapío dócil en algunos de sus
envites lo hace con bravura y cuando Ponce lo percibe, puede templar esa fugaz
muestra de casta.
PITÓN DERECHO Aunque las
campañas mexicanas son demeritadas frecuentemente a simples tientas en traje de
luces, se tiene que reconocer que no todos pueden ufanarse de tener a la
afición mexicana convencida. No saben
qué hacer con la suavidad.
PITÓN IZQUIERDO Al doblar el Siglo
XIX se dibujaba la confrontación de dos formas de jugar con los toros. Ponciano
Díaz y Mazzantini fueron tocados por la historia para que, anegados por las
griterías, vivieran los momentos irrepetibles de la transculturación taurina.
Fue una epopeya porque las razas aclimatadas durante siglos en terreno mexica,
derivadas de una especie animal de origen ibérico, más las importaciones frescas
fueron la materia prima para el toreo a la usanza española, pero obligado por
el ritmo del toro aclimatado y por el gusto de la afición.
PITÓN IZQUIERDO, OTRA VEZ Con el
tiempo, resultaron dos concepciones atrincheradas
del toreo, derivadas del toro que se prefirió jugar, aquí y allá. Quedaron así los
poncianistas y los carpetovetónicos en las terminales del carril de colisión
inevitable.
PITÓN DERECHO Hay un solo protocolo
taurino; un reglamento universal con ligeras modificaciones. … para dos tipos
de toros y de aficiones. Tal es el momento en que nos encontramos ahora: afligidos
por los ecologistas correos del mensaje puritano de la USA que lo divulgan en los
tendidos ralos.
¡PUERTA! La Fusión Internacional para la
Tauromaquia casi obliga a especular que bien pudiera se el amarre o la
ligazón necesaria para que estas dos fiestas, o las que pudieran aparecer, se
amalgamaran. No en un serial de festejos, con ganaderías y toreros de todos los
puntos cardinales, sino que su misión lograra que los aficionados convengamos que
un toro no excluye al otro, lo que nos llevaría reconocer, por fin, que una
fiesta tampoco excluye a la otra.
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