Patio de Cuadrillas Se dice que los Huevos se aprovechan de las Gallinas
para persistir en la naturaleza. Otros opinan que la Corrupción y el Cinismo son
abstracciones que se valen de los políticos para materializarse y revolcarse entre
las naciones. Nosotros aseguramos que la Belleza en abrazo con la Muerte, o la Muerte
ceñida por la Belleza es la dualidad con que la Tauromaquia lava el sabor
empalagoso de la cultura animalista Disney. Órale.
Cielo Andaluz Y la enseñanza de
la Tauromaquia tiene que ser asunto de las Escuelas Taurinas; al menos en su aspecto técnico y
sistemático. Porque la enseñanza empírica que la mayoría de los aficionados hemos
recibido ha sido a la buena de Dios, en las tientas, por lo general serias,
asistiendo a corridas o remedos. Hemos aprendido de las exclamaciones
aprobatorias o gritos en desacuerdo, escuchando a los comentaristas autónomos y
a los que son voceros de terceros. Chiflándole tanto a los Jueces sabios o a
los atolondrados, y aplaudiendo o corrigiendo a los toreros genuinos y de asombro
o aplaudiendo a esos tan elegantes como artificiosos; asimismo aprendimos por
la lectura de libros serios o algunos bodrios de comercialismo oportunista.
PITÓN IZQUIERDO Entonces frente
a los aficionados se abren varios caminos que nos llevan a la tauromaquia; unos
más directos y frescos, algunos otros penosos y con rodeos. Los alumnos de las
Escuelas han escogido el mejor de todos, aunque como vimos, no es el único.
PITÓN DERECHO En tales centros
los instructores generosos con sus conocimientos los entregan a los discípulos ávidos
de poner orden en su afición incipiente. Llegarán a ser toreros y si no fuera
el caso, aficionados de envidiable formación.
PITÓN IZQUIERDO Promovido por la Escuela Taurina
Jorge Gutiérrez Argüelles de Pachuca, se realizó del 12 al 14 de mayo de
2017, el cuarto encuentro de Escuelas Taurinas, en Tlaxcoapan, Hidalgo. Ahí se
encuentra el Cortijo Prismas habilitado con un ruedo cuyas viguetas metálicas fueron
tapadas con petates para no dar luz a los becerros. Anselmo Hernández, el Patrón nos da la bienvenida.
PITÓN IZQUIERDO, OTRA VEZ Asistieron cinco escuelas taurinas: Tlaxcala,
Querétaro, San Miguel de Allende, Guadalajara y la anfitriona. Una veintena de chamacos entre
ellos una niña, de los siete a los catorce años tenían asignados otros tantos becerros
y becerras. Los instructores tensos por dentro y con semblante apacible tomaban
las decisiones del evento. Se dejó a la suerte el orden de salida. El viernes torearían
seis alumnos, los dos mejores pasarían a torear el domingo. El sábado torearían
otros tantos y se repetiría la selección.
PITÓN DERECHO Así al término de
dos festejos, cuatro tendrían una segunda oportunidad para demostrar su nivel.
La calificación la harían los directores de las escuelas (que no podían votar
por sus pupilos) y agregando la opinión del Juez, sin importar los trofeos
conseguidos. Fui nombrado Juez de Plaza y me sentí aliviado porque mi decisión
iba a temperarse con la opinión de los demás.
PITÓN DERECHO Ver a la
chiquillada nacida en este milenio preparándose para partir plaza fue un
relámpago de revelación. De repente me encontré
en medio de un relevo de generaciones. No fui simple taurino presidiendo
un festival, sino miembro de un grupo que entregaba la carga a otros hombros.
Estábamos en vivo al momento de depositar en custodia los valores de nuestra
cultura.
DESPLANTE Con gran seriedad
intercambiamos saludos.
PITÓN IZQUIERDO Aquí vale la pena meditar sobre la manera cómo el Arte Taurino se vale
de niños talentosos para asegurarnos, a los que vamos de salida, que alguien recibe
en resguardo el cofre de la Tauromaquia. En ese Encuentro de Escuelas Taurinas
estábamos confiando a una parvada de niños mexicanos la responsabilidad de
mantener una estética.
RECORTE Menudo compromiso de los
lances y pases infantiles: llevar a cuestas la Tauromaquia. ¨Si son unos niños¨
Tal encomienda no tiene parangón en el mundo occidental porque los taurinos
encaminamos a las generaciones tiernas a una singular forma de arte en la que
se tiene que pasar sobre el miedo de perder la vida con tal de crear belleza.
OTRO RECORTE También por otros
rumbos hay evidencias del relevo de generaciones. Por aquel lado se enseña a
los niños a utilizar armas de juguetería y aprender a guerrear. Pero esa banda
de transmisión generacional no culmina en la emoción estética, como pasa con lo
taurino, sino en el estruendo de las explosiones.
PITÓN DERECHO Vuelvo a
Tlaxcoapan: ya di la orden para que soltaran el primer becerro. El arte milenario
sería recibido por capotes y muletas diminutas. ¡Suerte!
Continuará.
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