domingo, 24 de noviembre de 2024

El Robo y El Despeje.

 


PATIO DE CUADRILLAS
Trataré en esta ocasión de vincular el robo de algunas pinturas icónicas con un minúsculo momento del ceremonial de la Tauromaquia. Por años hemos sido empapados con la frase del poeta quien dijo, palabras más, palabras menos que ¨la tauromaquia es la fiesta más culta. ¨ Locución empleada mil veces para resaltar uno de los adornos más socorridos de la Fiesta.


TALLANDO LA TIZA Poetas, novelistas, escritores, pintores, músicos, escultores, danzantes y otros buscadores de la emoción estética, han aportado apreciaciones de sus personales ámbitos artísticos para engalanar la Fiesta con sus respectivos talentos. La frase de Lorca sobre la cultura de la Fiesta es bella, pero … incompleta.

 

PASEILLO Enfurruñados aceptamos que la tauromaquia sea la fiesta más culta, pero no podemos soportar la tentación de complementar esta aseveración: Por muy cultivada que sea dicha fiesta los resultados de todos sus avatares dependen más de la decisión de las masas, que del dictamen de los cultos. Por supuesto que todo mundo ya lo sabía.

CAMBIO DE SEDA POR PERCAL Aunque el párrafo merecería un texto más amplio por ahora me dedicaré a disertar sobre unos Robos y un Despeje. ¡A taparse todo mundo!

VERÓNICAS Uno de los robos fue el perpetrado en Paris teniendo a la Mona Lisa como botín. Sí, se trata del cuadro de Leonardo da Vinci que el 21 de agosto de 1911 fue desaparecido del muro del Louvre, sobre el que se exhibía. Durante dos años nadie supo de su paradero. Sí, es uno de los robos de tesoros mundiales más escandalosos que se haya vivido en este planeta que resulta ser el nuestro. (El planeta, no el robo).

PICADORES Darian Leader es un psicoanalista quien ha escrito sobre tal evento en su libro titulado ¨EL ROBO DE LA MONA LISA. Lo que el arte nos impide ver¨ Y menciona que días después del latrocinio las multitudes empezaron a hacer cola frente al espacio vacío en el que había colocado el cuadro; es decir, el muro ya despojado de su joya atrajo más interés del público que cuando estaba exhibiéndola. El análisis del autor en las 189 páginas culmina con señalamientos crípticos sobre este interesante fenómeno.



BANDERRILAS Hay otro libro asaz de interesante LAS MADONAS DE LENINGRADO de Debra Dean en el que se trata también de muros desnudos donde antes resplandecían pinturas valiosas. En esta novela las pérdidas no habían sido usuales latrocinios sino desvergonzados saqueos perpetrados por algunos funcionarios barbajanes del régimen soviético. Cuando la ciudad recuperó el nombre de San Petersburgo (Antes tuvo que caer el régimen), los visitantes provenientes de todo el mundo en su visita al museo eran detenidos frente a los muros desolados porque la encargada de la visita guiada los hacía imaginar con conmovedoras descripciones las pinturas perdidas. Frente a los muros desolados los visitantes arrobados escuchaban la descripción hecha por la guía Marina. Luego pasaban a otra sala donde volvían a escuchar el lamento de la experta y tal vez hasta pudieran vislumbrar entrecerrando los ojos la hermosura de las obras.



MULETA Bueno, todo eso está bien.  ¿Y el toro, qué?

DE PITÓN A PITÓN Tápense. Durante cuando menos cinco siglos, transcurridos desde la construcción de la primera arena circular, los taurinos hemos puesto nuestra atención a un vacío que si no se escenificara nos haría protestar.

PERFILÁNDOSE ¿Un vacío que si no se escenificara? Sería un fenómeno rarísimo el protestar por la ausencia de algo que los taurinos nunca hemos visto. Pues bien, se trata de nada más ni nada menos que de El Despeje.


PINCHAZO Al igual que el   espacio donde estuviera la  Mona Lisa y las Madonas del Hermitage lugares en que el público se extasiaba en ver donde habían estado las obras, pudiéramos asegurar que la gran mayoría de los taurinos nos gusta el momento del despeje, ¡sin haber visto ninguno!

TRASERA Y CAÍDA Veamos. Eso del Despeje nos obliga a reflexionar en lo que se daba realmente cuando en un pueblo cualquiera la Plaza Cívica con motivo de la feria pueblerina, debía de transformarse en una Plaza de Toros.  Esa tarde de la Fiesta de las Fiestas, se tenía que evacuar la plaza cívica. Evacuarla. Vaciarla de quienes no fueran toreadores. ¡Fuera los paseantes, merolico, buhoneros, charlatanes, malabaristas, carteristas, falenas, curiosos, rapazuelos y caterva de desocupados! Y esto tenía que darse antes de que se soltaran a los toros. Por eso la plaza era evacuada de imprudentes que pudieran convertirse en víctimas folclóricas de las embestidas.

AMORCILLADO En Bilbao salen dos alguacilillos que después de informar al presidente que el espacio taurino ha sido despejado emprenden sendos galopes en círculos contrarios y el público se regocija atronadoramente cuando las cabalgaduras parecen darse un encontrón. Es decir, el despeje bilbaíno ha sido enriquecido.   

DOBLA POR ABURRIDO Por eso el alguacil o los alguacilillos entraban a caballo lento para despejar la plaza. Nosotros los aficionados que vivimos en el Siglo XXI sin saberlo gozamos del Despeje de la chusma inexistente que hacen las autoridades y no perdonaríamos la ausencia de esa ceremonia.

ARRASTRE ¿Qué rechifla ensordecedora se daría en una tarde de toros en la que no salieran los alguacilillos a despejar?   Por mucho que les cuestionáramos a los arriba silbantes por su comportamiento soez, contestarían que el despeje siendo parte de la tradición tiene que cumplirse, y ya.  No podrían ahondar en esa tropelía de lesa tradición porque muchos no sabrían que es eso del despeje.

SALIDA AL TERCIO Sería como si los visitantes del Louvre o del Hermitage protestaran por la prohibición de contemplar los muros vacíos.

OPINIÓN DIVIDIDA Próximamente en las celebraciones de Tepeapulco, Hidalgo (La ciudad tiene tres plazas de toros y una de ellas tal vez sea el redondel taurino más antiguo del mundo), veremos una reconstrucción histórica del despeje. No me lo pierdo. Órale.


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