domingo, 13 de julio de 2014

SOL Y MOSCAS

PITÓN DERECHO Tal es el título de una obra escrita en 2013, por el ganadero Gabriel Lecumberri quien abre su narrativa con un tono desenfadado, fácil de leer y difícil de abandonar. Las 386 páginas acomodan 64 capítulos de los que 60 están titulados con refranes o frases del dominio público, particularmente del mexicano.

PITÓN IZQUIERDO Su propósito manifiesto como ganadero es insólito, porque busca ligar dos encastes: Saltillos y Navarros, en el campo bravo mexicano. De acuerdo al tubo de ensayos de Gabriel Lecumberri, la amalgama que un toro suyo debe presentar es de ¾ de San Mateo, mexicano y ¼ de Navarros, del norte de España.

PITÓN DERECHO Se instaló en Querétaro y empezó por construir una casa, un cortijo, habitaciones, capilla  y cantina. Cocina, bodegas y despacho. Después un ruedo, chiqueros y embarcadero, así como corrales. Vinieron los caballos que salieron prolíficos. Además, una pareja de perros San Huberto,  cuya amplia descendencia diezmó las parvadas de aves de corral, tan escandalosas como vulnerables.

 PITÓN IZQUIERDO Finalmente llegó el día del festejo y lo hicieron con una becerrada que compraron al vecino Lebrija. La adrenalina desbordada en toda la familia les animó a pensar en el siguiente festejo. Es cuando toma una decisión toral: los animales que se buscarían para ese segundo evento deberían tener bravura, nobleza y buen tipo.

PITÓN DERECHO Ese trío de virtudes permanecerían en lo sucesivo como parangón para seleccionar lo que se criará y lidiará en los llanos y cortijos de la ganadería. Bravura, nobleza y tipo; siempre en esa fila inalterable. También, por la impresión que le dejó la hermosa hacienda de un vecino, se convenció que las cosas deben ser hechas con cariño, paciencia y buen gusto.

PITÓN IZQUIERDO Desde entonces, parece que los años del ganadero Lecumberri se abren con la idea de bravura, nobleza, buen tipo en cuanto a la crianza de sus toros y el resto del calendario lo vive con paciencia, cariño y buen gusto. En sus andanzas para seleccionar vientres y sementales recurre a lo próximo y lo lejano, viaja a España. Utiliza los métodos de la naturaleza y los de la inseminación artificial, con variados resultados.

PITÓN DERECHO Nos divierte e instruye con sus andanzas y cuando nos tiene navegando en su trajinera sorpresivamente deja de mojar el remo en la tinta narrativa y lo zambulle en la sorna para acabar con algún personaje pernicioso. En su desempeño de ganadero de bravo, conoce rufianes y amigos, golfos y obreros hacendosos. Burócratas corruptos y funcionarios rectos. Resulta sorprendente la frialdad con que narra las atrocidades que le cometen a él y a sus pupilos. Los cuernos despuntados por los empresarios, las alteraciones del sorteo de parte de las Figuras, los engaños y tranzas de pago, las pillerías frecuentes, los pedigüeños insaciables y chantajistas.

PITÓN IZQUIERDO Por supuesto que en el reparto de personajes que lo han rodeado o acechado los hay probos y dilectos, confiables socios y amigos entrañables. Empresarios confiables y toreros valientes. Los varones cabales que no firman los tratos y que los cumplen.

PITÓN DERECHO Además, hace un aporte a la historia de la fiesta brava en México al insinuar la verosimilitud de la hipótesis que los primeros toros toreados en México si fueron navarros; aunque luego enmienda diciendo que es poco probable. Aquí es pertinente acomodar, por nuestra parte, lo conocido por varios autores que asocian a los Navarros con los Betizus y la bravura que se aviene al papel de guardias de terrenos y horizontes ganaderos. Recordemos que las llanuras y cañadas pobladas por el ganado europeo, aclimatado a estas latitudes, eran inmensas y difíciles de vigilar y proteger.

PITÓN IZQUIERDO De donde deducimos que si los Navarros en la Iberia desempeñaban ese papel guardián, muy bien pudieron haber sido traídos para reactivarlo aquí y organizar la autodefensa, como ahora diríamos, no tanto para torearlos, sino para disuadir a los abigeos merodeadores. Y ya que estaban aquí (los toros), pues…

PITÓN DERECHO Es sugestiva la lectura de Sol y Moscas. Como bibliófilo Lecumberri tiene un acervo general y otro taurino. Nos da al cierre de cada capítulo notas muy pertinentes y jugosas y al terminar los 64, acumula 366 apuntes de su visión panorámica. De éstos, 193 son biografías mínimas de toreros. Además, ofrece otras 72 notas sobre sendas ganaderías; aunque son pocas, da una visión provechosa.  

PITÓN IZQUIERDO Es indudable que si se asimilara la lectura de las notas que rematan los capítulos, uno tendría información para pasar por aficionado serio.

PITÓN DERECHO De los 64 capítulos, cuando menos 60, ya lo anotamos, son titulados por refranes o frases harto conocidas y el último termina con las líneas iniciales de la Marsellesa. Pero dentro de cada capítulo aparecen las gracejadas merecedoras de una glosa. Toreros y empresarios que no le hacen asco a la bravura toreable. Lecumberri no mira bien el futuro de la Fiesta, porque está en las manos que no debieran tenerla.

DESPLANTE FINAL Aun así su última nota es un alegato irreprochable para quienes sepan leer y escuchar la razón. Como fresa sobre la crema, nos quiebra la lectura con versos inesperados que después de la sorpresa, encontramos divertidísimos.(Continuará.)