lunes, 1 de abril de 2019

CORTIJO UX


PATIO DE CUADRILLAS Después de dos horas y media de vuelo desde Tenoxtitlan se descubre  la Blanca Mérida. La alfombra de bienvenida es verde y se extiende tres cuartos de hora; una vasta planicie con matorrales que ninguna cadena montañosa recorta en el horizonte. Vamos a la segunda tarde del encuentro de dos escuelas taurinas, la CTM de Mérida, Yucatán con apenas un año de vida y la de Pachuca, Hidalgo La Jorge Gutiérrez Argüelles que tiene ya nueve años. Nos recibe Alejandro Segovia con una comilona de Panuchos, Brazos de Reina y cerveza que se le agradece hasta el infinito y más allá. Fue la introducción in situ a la culinaria yucateca. Él y su familia se encargaron de encantarnos con la creación artística de los platillos irresistibles que sorpresivamente no me trastabillaron mi primer sueño en tierras del Mayab.


LÍANDOSE EL CAPOTE DE PASEO A  la siguiente mañana tuvimos la experiencia de conocer a Antonio Rivera presidente fundador de la Federación de Escuelas Taurinas y actual del Capítulo Yucateco de Tauromaquia Mexicana. Es generoso con su hondo conocimiento de Los Toros. Ya finiquitados los jugos de fruta y tacos de morcilla del desayuno nos acomodamos en el Cortijo Ux a las orillas de la ciudad. Es un complejo campestre aún inconcluso  que además del redondel tiene piscinas, chapoteaderos y espacios abiertos para juegos. El patrón Eugenio Ux  generosamente atiende el evento. Sobre las mesas a la entrada del Cortijo Ux humean tortas, tostadas  y tacos de cochinita pibil que tuve que ver de reojo --por el momento.           

 TALLANDO LA TIZA Saldrán becerras de la ganadería Los Tres Hermanos de  Xaya, con sangre de Jalpa, Sinkehuel y Loret de Mola. Lejos están de ser del Agarradero; en alguna entrevista hecha a Manolete se refirió a uno de Sinkehuel como el toro que mejor había toreado en su vida pero luego en otra entrevista cambio de preferencia y dijo que fue de Torrecillas, también mexicana. Luego dijo…


ME CAI DE LA NUBE Para esta la segunda parte del Encuentro la chiquillada es más variada y hasta internacional porque incluye a un adolescente peruano que sale primero y es Misael Castillo. Mariángel Segovia ¨La Princesa Maya¨, Gilda González ¨La Paloma¨, Julio Ventura ¨Venturita¨, Miguel Castro ¨Miguelín¨ son los oriundos. Los invitados hidalguenses Cristóbal Arenas ¨El Maletilla¨ y Alejandro Moreno ¨Castelita¨, extrañé la ausencia de Ximena Linares. Nos dio gusto ver a la matadora Lupita López entre el público. Óle.


PERCAL POR LA SEDA ¡Que juego dieron las becerras y cómo aprovecharon su bravura los torerillos! Nunca mejor empleada la expresión de fiesta taurina. Hasta la última que pareció que arruinaría el encierro con su aparente mansedumbre huidiza, fue reconvenida y traída a la fiesta por el capote convincente del matador Luis Gallardo. Luego ¨Castelita¨ se encargó del asunto y nos subyugó a fondo. Por su cuenta el Maestro José Buenaventura Chuc se hizo ver toda la tarde en el desempeño artístico de sus pupilos.

PORTA GAYOLA  Chuc y Gallardo parecen haber resuelto el dilema que todo enseñante enfrenta, ¿dónde marcar la línea que separa la disciplina que les salvará la vida a sus pupilos y la creatividad artística que cada uno de ellos trae y que no se le deben poner limites? El arte le dará sentido a la vida del artista (y a nosotros que los disfrutamos), pero antes esa vida tiene que protegerse por el conocimiento inculcado por los maestros Gallardo y Chuc quienes por su lado están marcados por cornadas. Menuda tarea. Como Maestros que ya se reflejan en sus alumnos nos dejan la idea que cualquiera puede hacer lo que sus discípulos hicieron esta tarde. Mmhh.

PITÓN IZQUIERDO Quienes estuvimos esa mágica tarde en el Cortijo UX no tuvimos que entresacar lances dados aquí, ni aquel muletazo de allá. Fue una vitrina abastecida con la joyería taurina infantil. Todos resplandecieron sin más límite que el carácter y condiciones de las becerras. Fue muy visible el conocimiento que han adquirido y disfrutable la manera en que sus talentos individuales nos hicieron disfrutar la tarde. Al salir pudimos aligerar las mesas de su carga de tacos, tortas y tostadas  de cochinita pibil. Óle.   

PITÓN DERECHO Al día siguiente nos metimos al Cenote de San Ignacio, en Xoxolá. Es una caverna con las aguas más límpidas que la naturaleza ha filtrado al subsuelo. La transparencia acuática hace ver muy inmediatas las rocas del fondo –a catorce metros, lo que disuade al nadador timorato –ese soy yo, de clavarse. Nadar en un cenote es recuperar el paraíso perdido pero con algo de miedo porque siente uno el agua pero no la ve y se tiene que nadar en el aire. Órale.

PITÓN DERECHO, OTRA VEZ  Después de la experiencia acuática Alejandro Segovia nos invitó  a un festín de pescado pargo preparado a la Tikinxic. Qué maestría.  Además, pulpo frito, vino, cerveza y la conversación amena. En mi caso el viaje a Mérida es más que un meme porque necesito un USB para captar lo que significó. Órale.    



PITÓN IZQUIERDO Hace cuatro años que estuvimos en La Petatera de Villa de Álvarez, Colima. Centenaria plaza de toros que –paradójicamente, no dura más de una temporada, porque la construyen cada año con troncos, barrotes, petates, tablones y cordeles. Una vez terminada la feria la desarman para volver a construirla al siguiente año. Ahora en el Mayab conocemos  la versión yucateca de tan notable prodigio.

ENGANCHÓN Y DESARME Pues no; ésta no es una versión local. Aquí se originó la idea. Ésta es la madre de todas las petateras hechas y por hacer. Me informan que en el centenar de municipios yucatecos la gran mayoría conservan esa costumbre de construir y reconstruir  los cosos taurinos. Estamos en Hunucmá cerca de Mérida. Al ras del piso los aficionados ven la corrida entre barrotes porque que no hay redondel que lo impida. Los troncos soportan las eventuales cargas de los toros. Al igual que en Villa de Álvarez, allá en Colima.


PITÓN DERECHO El rejoneador divierte al público tanto como  que el torero en su turno. Los recortadores  se juegan la vida. El alborozo es unánime. Los vendedores no paran de vender rodajas de elote preparado quién sabe cómo. El torero de a pié pincha tres veces, falla con el descabello y cuando se pone a meditar profundamente frente al toro impasible que no dobla, alguien le ofrece un sabio consejo: ¨ ¡Mátalo ya!¨

 TORO DE REGALO El año pasado, cuando la Señora Alondra descubrió unos moretones en los muslos de Mariángel y pidió explicaciones a su niña ésta le confesó que después de la escuela, se iba a torear. Alarmada la quiso disuadir de la arriesgada afición; Mariángel, la futura Princesa Maya, se justificó: ¨Mamá, es que no sabes lo que se siente¨. Por su parte, Alejandro Moreno de tres años y a las tres de la mañana cuando los muñecos salen a pasear, despierta a su abuelo ¨Papá Nufo¨ para que lo vea torear con su capote infantil. A esa edad le gustaba ver una y otra vez el video de ¨Davidiveti¨ (David Silveti). Ahora con ocho años y nombre artístico de ¨Castelita¨ y afortunadamente bajo la luz del sol, nos mantiene a todos insomnes con su soltura frente a la embestida de la becerra.