miércoles, 21 de enero de 2009

EL RING A MITAD DE PLAZA


Por Eugenio Guerrero
PITÓN IZQUIERDO
Las dos únicas criaturas que he sabido fueron toreros y púgiles en distintas épocas de sus, necesariamente divertidas, vidas, son Juan Orol y Luís Folledo, ambos españoles. Juan Orol terminó siendo un cineasta famoso con gran aporte al folclore mexicano (Tiene algunos célebres disparates filmados), pero no descolló, ni como torero ni como boxeador. Luis Folledo si tuvo alguna permanencia en las listas de los principales boxeadores, según The Ring, pero como torero no fue notable. Ambos ejercieron las profesiones que nosotros encontramos, como espectáculo, entre las más fascinantes.
PITÓN DERECHO
La obligada celeridad con que los medios tratan los miles de eventos que día a día se presentan, obliga a los cronistas a obnubilar sus descripciones. Por ejemplo dicen que un pateador de balones es un artista de la cancha aunque meta los goles con la mano o aseste cabezazos deliberados a sus contrincantes. Que un repartidor de moquetes es un esteta del ring, aunque tenga el tabique nasal al ras, las orejas como muéganos y la mente divagante y que su tarea sobre el encordado sea aplicar los suficientes cancos para que su contrincante adquiera la misma condición deplorable. Que un deporte es el Rey de ellos, aunque sus oficiantes pasen una buena porción del juego masticando tabaco, acomodando la concha en las ingles y echando los jugos del tabaco a diestra y siniestra.
PITÓN DERECHO, OTRA VEZ
En cambio el torero que empezó hace siglos como acosador de toros para matarlos, ha ido evolucionando hasta quedar en la actualidad como un artista trágico, porque siempre termina con la muerte de su alter ego. Ya no es la muerte del toro la obra final de la lidia, que empezó a conocerse básicamente como preparativo para matar toros y ahora es más frecuente identificarla como obra artística Ahora la obra sustancial se realiza antes de la muerte y se culmina con la estocada.
PITÓN DERECHO, UNA VEZ MÁS
También, paralelamente a ese cambio de identificación del oficio, el ejercicio taurómaco se ha convertido en un rito de lentitud, de creación de belleza lánguida y efímera, de manera tan ostensible que, creemos nosotros, es la razón por la que las multitudes no asocian la densidad de los pases lentos e hinchados de emociones con la necesaria muerte del toro. ¿Cómo es que tiene que terminarse matando al animal? Por eso, creemos, se han retirado de los tendidos: quieren ver belleza sin que el toro sea herido. Esa repulsión a la sangre, tan vinculada con los movimientos promovidos por ecologistas puritanos, es lo que según Carlos Hernández González el autor de la obra Sin Sangre Pajarito, aquel que voló hasta las primeras barreras, es la razón de la poca asistencia. La muchedumbre iría a las corridas en mayor cantidad si se eliminaran las banderillas, la pica y la muerte en la arena. Tal como se hace en Portugal.
PERDIÉNDOLE LA CARA AL TORO
A propósito de boxeo y toreo, recientemente falleció uno de nuestros mejores boxeadores: Memo Valero. Pude verlo en la Plaza de Toros Alberto Balderas, en Ciudad Juárez, por allá por 1949. Fue contra un negro que yo creí recordar se llamaba Bolton Bob Ford, pero el Google me dijo que era Cecil Shoemaker. Ganó Memo y antes del combate me pude colar a los vestidores donde lo vi doblado tocando el piso con los guantes, haciendo que la sangre le fluyera llenara el torso y cabeza. También recuerdo que peleó contra Manny Ortega, pero esto fue en el llamado Coliseo, en El Paso Texas, a donde nunca fui por los precios tan en dólares.
DESPLANTE
Por cierto este Manny Ortega, que fue uno de tantos que perdieron contra Memo Valero, se distingue por ser el único que noqueó a Manuel Ortiz . Ese Manny era un pocho sangre de cochi, a quien la mitad de los aficionados iba a verlo perder y la otra a ganar, entre éstos estaba yo. Tenía un avión como tatuaje sobre un muslo que se alcanzaba a ver por lo corto del calzoncillo. Si hubiera sido en estos tiempos, en que los pugilistas visten como bongoseros de carnaval, no se hubiera apreciado. Creo recordar que esa vez que perdió contra Valero, en El Paso, Texas, subió al templete encordado sin mucha condición, sustituyendo a otro que no se apareció. Valero lo puso parejo y la mitad de la afición que no apreciaba al pocho, apenas entonces le reconoció su valentía y pundonor.
SIGUE EL DESPLANTE
Otros boxeadores que he me tocó ver en la plaza de toros Alberto Balderas, adonde me colaba un día sí y otro también, son ilustres: Kid Azteca, Chebo Hernández, Tonny Mar, Nicolás Morán, Ludwig Lightburn, Charlie Salas (Vencedor de Ike Williams quien a su vez había arrumbado en el rincón de los vencidos oprobiosos a Juan Zurita), Luís Castillo y otros del establo de Kid Alzheimer. En la México, Ratón Macías, Mantequilla Nápoles, ¿Ultiminio Ramos? Battling Torres. En Calafia a Pipino Cuevas, Fili Montoya. Peleas de box en las plazas de toros, también deportes X, exhibiciones de autos, payasos y cantantes, comediantes y mítines políticos, luchadores e hipnotistas. ¿Cuándo volveremos a asistir a una plaza de toros para ver corridas de toros?

martes, 13 de enero de 2009

DE OAXAQUEÑOS Y DE JOSÉ TOMÁS

DE OAXAQUEÑOS Y DE JOSÉ TOMÁS

PITÓN DERECHO El 75% de los lectores de esta columna se comunicaron para pedir informes sobre tres de los cuatro oaxaqueños cuyas vidas son pistas viables para entender un buen tanto de México. El 25% puso en duda que Porfirio Díaz haya impreso los menús de los banquetes oficiales en francés. Lo remito (Es solamente un lector) a la obra del cheff francés Jacques Paire, quien se encargó por un tiempo, de los banquetes oficiales incluyendo con el que conmemoró el Centenario. Posteriormente escribió sus andanzas mexicanas en DE CARACOLES Y ESCAMOLES que, por cierto, después de cada capítulo aporta recetas una de las cuales, Volovanes de Ostiones es una delicia como lectura y una novedosa visión culinaria de lo que es el aporte galo a la mesa mestiza mexicana. Tengo la impresión que el título original debería hacer referencia a Escargot y no a los Caracoles.

PITÓN IZQUIERDO Otro 25% de los lectores registrados dudó que el filósofo José Vasconcelos hubiera aprobado las corridas de toros. Lo pondría a leer LOS TOROS, FIESTA DE LA RAZA / MÉXICO ESPAÑA. La obra es una colección que hizo Jorge Fosado de una veintena de opiniones de personajes notables del México de mediados del Siglo XX. Esa pléyade externó, en sendos escritos las opiniones sobre la fiesta de toros. José Vasconcelos, a la sazón en la Biblioteca México, la pondera y compara con las bofetadas que se dan los boxeadores. Una diversión anglo-sajona que él considera como merecedora de incluirse en la barbarie y no la fiesta ibérica de los toros que escandaliza tanto. Habría que recordar que José Vasconcelos fue rector de la Universidad Nacional y además es el autor tanto del emblema del Cóndor y el Águila que acotan Iberoamérica, como de la genial predicción aquella de POR MI RAZA HABLARÁ EL ESPÍRITU.

PITÓN IZQUIERDO OTRA VEZ Todavía el otro 25% duda que haya sido Benito Juárez el responsable de la falta de plazas de toros en Oaxaca. No tengo como probarlo o refutarlo. Cuando fue presidente prohibió las corridas. Pero cualquier oaxaqueño avecindado en Mexicali, pudiera informar al 25% consultante (No sería tan tardado), si conoce alguna plaza de toros en Oaxaca. El otro 25% guardó silencio y no pidió información alguna sobre Andrés Henestrosa.

“AL TORO, AL TORO” José Tomás no es del montón. Es el torero que mejor encaja en el talante de los tiempos actuales. El talante a que me refiero es la parsimonia con que se empiezan a manifestar muchos exponentes de distintas floraciones de la estética. Los artistas despliegan, no siempre conscientemente, su concepto de belleza ante los amantes del arte. Necesitan, pues, a quien disfruta de su empeño. Parece ser que los disfrutantes del arte, en este arranque de siglo, están listos para apreciar el aplomo, estoicismo, languidez, sencillez en las obras. Puede uno detectar cómo algunos artistas conmueven a los espectadores mediante esos rasgos que antes no eran apreciados. En el cine Tom Hanks, Denzel Washington, Diego Luna, en la literatura García Márquez, Skármeta, Noah Gordon, en los toros José Tomás, Sebastian Castella, Enrique Ponce. Todos ellos discurren en su particular rama artística sin esfuerzo aparente, sin ser aparatosos. Claro, esto no elimina a los de otro sello, quienes siempre tendrán coro. José Tomás tiene la más conmovedora sencillez en su descansado andar y profundos pases sobre los cuales parece meditar cuando los ejecuta. Hasta pensaríamos que los pases transcurren frente a él trazados por alguien fuera de su cuerpo, mientras que él asume una actitud de recogimiento. Así vimos sus verónicas, las chicuelinas, sus manoletinas. Pases sin pasos correctores, mando de la muñeca articulada.

PITÓN IZQUIERDO Muchos otros toreros, con el encierro del 5 de febrero del 2008, hubieran hecho el ridículo. No así Flores, Garibay ni Tomás. Los toros no permitían lucimiento a quien no supiera torear en serio. Mi vecino de barrera, que llegó sin boleto. “La empresa me permite sentarme en los lugares vacíos” (Claro, sería incómodo hacerlo de otra manera), durante la primera mitad se la pasó dando clases de apreciación taurómaca. Y sostuvo que los toreros estaban por debajo de los toros. Salvo uno que no le gustó porque salió contrario. Cuando lo pillé en un disparate, no aguantó la carrilla que sentí que era mi obligación darle durante la lidia de ese toro, y desapareció al rato. Uno que lo conocía me dijo que era Facundo, Juez de Plaza en una ciudad vecina. ¡Órale! Pronto una doña ocupó su lugar, tal vez con el mismo permiso de la empresa.

PITÓN DERECHO Esas chicuelinas y manoletinas suntuosas en su sencillez de Tomás. Los naturales y los ayudados. En una butaca cercana el impresionante Nicolás Alvarado (El memorioso de La Dichosa Palabra), con quien intercambié saludos, me había dicho que era su primera corrida, aunque provenía de una familia taurófila. Cada ocasión en Tomás remataba un tanda en la que había meditado, buscaba su opinión y Alvarado con el pulgar en alto daba el visto bueno. Su primera corrida, y vio a José Tomás; en la mía vi a Manolete y Silverio. Los hay afortunados.

PITÓN IZQUIERDO Las voces de los aficionados flotan sonoramente sobre los tendidos. Alguien gritó desde allá: “Como dijo el profesor: Take it easy” lo que fue respondido, desde acá, por un defensor del idioma, con voz de ñeris: “Parece que estamos en Tijuana”. Mis vecinos tijuanenses Mario Alvarado y esposa, solamente alzaron las cejas. Aguantaron al chilango. Horas antes, tuve una conversación amena, antes de entrar al coso, con Alfonso Osuna, El Perico (Alias Javier Rodríguez), con sus respectivas esposas y el torero Bolaños. Ese tipo de coincidencias debiera darse más seguido hasta convertirse en costumbre. Quiero con esto decir que el 5 de Febrero como fecha taurina, debiera darse más seguido.

PITON DERECHO Muy emotiva la despedida del picador Efrén Acosta. Esos toreros de a caballo, tan incomprendidos y receptores de rechiflas rutinarias, arriesgan la vida en una suerte indispensable para el desarrollo de los 2 tercios finales. Una vez en Las Ventas, toreando con El Zotoluco los aficionados le hicieron dar una vuelta al ruedo por una vara chorreada. Que es como se conoce aquel lance en que el picador deja resbalar la vara conforme se acerca el toro y lo recibe, en lo alto, poco antes del encuentro y con su peso, el toro empuja la vara a su posición normal de pica..

DESPLANTE El 29 del presente mes alternará El Pana con Morante de la Puebla, allá en Vista Alegre, en las goteras de Madrid. El puro cogollo de los carpetovetónicos. No le van a perdonar nada y tiene muchas cosas que molestan. Pero si chisporrotean las bengalas de su genio, tal vez le aplaudan. Si logra algo parecido al triunfo, entonces en Sevilla dirán como acostumbran: “Algo ha de hacer mal, porque ha gustao en Madrí”

NOVILLEROS

NOVILLEROS
PITÓN DERECHO Es domingo 31 de marzo del 2008, pasan de las cuatro y se siente la nerviosidad de los novilleros. Cualquiera que alguna vez haya dado algún sabroso capotazo a un becerro temible, sabe que la tardanza para hacer el paseíllo es un verdadero molcajete en el pecho y el corazón apenas puede bombearlo. La novillada empezó tan tarde y las lidias fueron tan destartaladas que a las 19 horas estaban picando al 6º de la tarde. Eso de creer que retrasando los parches acudirá más gente a los tendidos...
PITÓN DERECHO OTRA VEZ Los novilleros tan jóvenes y entusiastas. Todos con muchas ganas visibles, salvo a Patricio Ochoa (5º en el orden) que no se le veían. No que no tuviera; porque si realmente estuviera desganado, pues no sale y ya. Por cierto Campos Licastro, el ex-médico de la México, dice que los toreros no debieran en salir de negro porque en caso de una cornada, el color de la sangre no es aparente y no se sabe si es de venosa o arterial y se pierden valiosos instantes para adelantar un diagnóstico. Ochoa salió de obsidiana y oro. Afortunadamente no fue en su desventaja. Cuando se le fue vivo al corral “Norteño”, cómo se vio desolado y por si fuera poco, iba de luto.
PITÓN IZQUIERDO Muchas veces nos tocó ver a Chucho Solórzano intentarlo, pero nunca exitosamente. Finalmente este domingo si pudimos ver la proeza, no del diestro, sino de un subalterno: sacar la espada mal colocada, deslizar la muerte sobre el cuello, hacia la nuca y detenerla en el punto del descabello y dar el puntazo fulminante. Eso lo hizo un subalterno al novillo “Comprometido”, de Fernando Cantú (4º en el orden). Claro que debió hacerlo éste, pero... Fernando maneja bien la derecha con la muleta. Hubo un momento, dentro de una serie buena, que se le paró el toro a medio pase y Cantú detuvo el brazo en apropiada sincronización, seña que si lo estaba toreando. ¡Ole! Le dieron la oreja.
PITÓN IZQUIERDO OTRA VEZ Al novillo de Jorge Reyna, “Andaluz” (3º en el orden), le sacaron la espada trasera desde el callejón. Ya habían hecho el chistecito en el anterior toro hilvanado, así que ésta fue la segunda de la tarde. Esta estocada trasera la dio aguantando la embestida, lo que habla bien del valor del novillero, no de su tranquillo. Por cierto, el viento no dejó asentarse a ninguno de los novilleros, pero de hecho, ninguno naufragó. No triunfaron, pero estuvieron muy lejos de hacer el ridículo.
PITÓN DERECHO El llamado Loco de Tijuana (1º en el orden) nos recordó al Loco Amado Ramírez, de allá por los cincuentas en la Plaza México. Pero por el apodo, no por la algarabía generada. Este fue el novillero de la variedad de pases, bueno, de intentos. Mucha variedad en su turno: el farol de rodillas, las caídas del picador, una sin toro. Quites con pasitos, tres pares de banderillas en buen lugar, con rara figura, fallido uno de Calafia y logrado otro que pudiera llamarse de la guadaña, porque no elevó el brazo, como en el de Calafia, ni como cuando se pone el del violín, sino que trazó una línea horizontal de derecha a izquierda. Luego con la muleta, fue el más cercano al naufragio, pero un derechazo y las ranas, junto con la mortandad de su espadazo, le mereció una oreja desmedida. La entrada a matar casi pareció hacerla al cambio.
PITÓN IZQUIERDO No quisiera equivocarme con Fernando Labastida. Lo vi sereno, capaz de pensar frente al toro y enredado con el viento. Entendió al toro y pidió, al igual que Reyna, solamente dos pares que no concedió el juez. En ambos casos se tuvieron que poner los tres. La muchedumbre en la arena, los capotazos e intentos fallidos de los banderilleros, le quitaron al toro embestidas. Con el capote Labastida citó cerca de tablas, rumbo al Arrastre y se echó encima al novillo. Por un instante eterno pensamos en el encontronazo, pero sus reflejos juveniles y su oficio, lo salvaron. Uff. Fue en su turno cuando cayó el picador cerca de Cuadrillas. Labastida estuvo muy por encima de “Quico”, pero al matar, lo hilvanó. Aún así, sería una lástima que no lo volviéramos a ver.
DESPLANTE La dirección de la lidia le debió tocarle a El Loco Ortega, por ser el que abrió. Pero no hubo orden en sus subalternos, tal vez porque no tuviera. En dos ocasiones a El Loco lo dejaron solo al clavar. No hubo un capote de alivio y tuvo que ganarle, dos veces, al miedo y a la cornada. Si los novilleros, precisamente porque empiezan, no pueden pagar subalternos, las autoridades deberían de pactar con los apoderados y asegurarse de que alguien se encargue de dirigir la lidia. El picador que cayó cerca de Cuadrillas no tuvo protección. Los clarinazos parecían ser más llamadas de atención, que cambios de tercios. Lo mejor, un trincherazo de José Rodríguez (6º en el orden), buenos los naturales dados a “Cachanilla”, principalmente el último que fue de 10 y luego se perdió. El grito oportuno de un aficionado aburrido: “Ai, cuando quieras” por la tardanza del paseíllo. De lo peor: puede uno comprar comida chatarra por kilos y bolsones de carbohidratos, pero no un vaporoso elote “con todo”.

SAN GANO

PITÓN DERECHO La edad del animal lidiado en cualquier plaza de toros, siempre será un misterio. Casi tan profundo como el sigilo con que se mueve el veterinario de la plaza. ¿Qué hará? Los toros de lidia pasan por distintas edades identificadas, en el sabroso argot taurino, como chotos, becerros, añojos, erales, utreros, cuatreños, cinqueños, etc. Aunque hay que decir que nunca se nos informa a los aficionados, con evidencia irreprochable, en cual cohorte de edad se encuentran los animales lidiados.

PITÓN IZQUIERDO La novillada del pasado 1º de junio fue muy divertida. Un compendio de lo que es la fiesta de los toros, salvo el caso que no hubo toros toros. Por cierto que hubo un novillo, el segundo de la tarde, bien presentado y armado, pequeño pero con pinta de toro. Algo así es conocido como toro Cortejano.

PITÓN IZQUIERDO OTRA VEZ Le tocó en suerte a Juan Fernando y se llamó El Ceri. Raro nombre éste. Me hace recordar a un subalterno de la Alberto Balderas, de Ciudad Juárez, hace ya más de medio siglo, que vivía muy quitado de la pena con el remoquete de San Gano. Yo, que por aquel entonces cursaba la primaria y ya me moría por hacer correcciones públicas, alguna vez corregí y propuse la esdrújula ZÁNGANO. Me dijeron que no, que el mentado peón tenía ese apodo porque gustaba de jugar a las cartas y siempre, cuando exponía sus exiguos ingresos en alguna combinación improbable, se encomendaba al santo del que era devoto: San Gano.

PITÓN DERECHO Eso viene al cuento porque cuando leí El Ceri, pensé en la etnia Seri, que se asienta cerca de la Isla del Tiburón, frente a Bahía Kino y Punta Chueca. Pero, ¿Qué tal si el cortejano fue nombrado así para celebrar a alguien conocido como El Cerillo y que por brevedad se haya quedado como El Ceri? Lo de San Gano no me vuelve a pasar.

PITÓN IZQUIERDO También a Juan Fernando le tocó una oreja. La otra ya se le había concedido a El Chihuahua que toreó a Pollo, primero de la tarde. El Chihuahua escenificó unas chicuelinas retiradillas y pares de banderillas que le valieron el premio. Recuerdo un trincherazo suntuoso que sobresalió de la medianía de los demás pases.

PITÓN DERECHO Con frecuencia descubro que en una corrida hay varias. Me explico, cada uno ve una corrida diferente. Para mí Villarreal, que empezó con pasitos zacatones con el capote y que luego se asentó, dio los mejores naturales de las novilladas que hemos visto. Sereno, mandando, meditando la suerte, quedándose un rato en la reunión. Muy bueno. Debiera estar en el cartel de triunfadores, como recompensa a esos naturales. Pinchó y le levantaron al animal. Escuchó avisos.

PITÓN IZQUIERDO Miguel Alejandro merece, junto a Labastida (Quien por cierto torea este domingo 8 en la México), con quien ya alternó la anterior novillada en Calafia, integrar el cartel de triunfadores. Miguel Alejandro hizo dos veces el cite llamado cucurucho. Se toma la muleta plegada con la izquierda y al llegar el toro se extiende para recoger la embestida, el primero de ellos estupendo. Luego también realizó la dosantina por partida doble.

PITÓN IZQUIERDO OTRA VEZ. Ese subalterno que se pasó la tarde estrellando el animal en el burladero, merece una multa. ¿Cuál ética les trasmite a los novilleros si estrella al animal para disminuirlo alevosamente, no por medio del arte ni de la técnica noble? Si la fiesta brava, ya por su cuenta, tiene en contra los gustos ablandados de este mundo globalizado, esa calaña de estrelladores de toros colabora irresponsablemente para su debilitamiento, del toro y de la fiesta.

DESPLANTE El novillero Rodríguez (?) se dio vuelo con el toro de los forcados y lo hizo bien. Son pocas las oportunidades que les dan a los novilleros, tal vez por eso habría que perdonar su agandalle.

DON ANDRÉS HENESTROSA Y LOS TOROS

PITON IZQUIERDO A mediados del mes de mayo de 1958, cuando Don Andrés era Diputado Federal por algún distrito de Oaxaca, pudimos conversar con él, un grupo de estudiantes, sobre distintos asuntos de política, de historia, de personajes y, como después veremos, de toros. El lugar era una casona de su propiedad que rodeaba un amplio jardín enmarañado, allá en Juchitán, Oaxaca, ciudad que, desde entonces no estaba gobernada por el PRI: Por su generosidad y visión un tanto desacostumbrada en los políticos de entonces (Y de ahora), había invitado a un pequeño grupo de pasantes de la Escuela de Ciencias Sociales de la UNAM, a conocer el Istmo y realizar algunas prácticas profesionales que nosotros pomposamente decidimos titular de Análisis Político.

PITON IZQUIERDO OTRA VEZ Pronto encontraríamos dos peñascos que nos impidieron el tránsito libre rumbo a tan desorbitada idea. Por un lado la fiesta del Istmo y por otro la cultura de variadas raíces indígenas incomprendida por la nuestra, urbana mestiza. En cuanto a la fiesta no tuvimos problemas en incorporarnos. Pero sí con la, para nosotros, incomprensible cultura indígena. Allí aprendimos estupefactos que los llamados “indios mexicanos “ ni son ni se sienten mexicanos. Que los mestizos mexicanos somos la etnia más abrumadora y hegemónica.

PITON DERECHO Así que fue un encontronazo que no habíamos anticipado. Queríamos penetrar la cultura nativa con cuestionarios y cédulas de entrevistas. Pobres artefactos académicos diseñados por urbanos y mal esgrimidos por nosotros, que sólo éramos universitarios bien intencionados. Nunca imaginamos, por otro lado, que una fiesta durara más de 15 días cuyas noches estuvimos dispuestos a disfrutar.

PITON DERECHO OTRA VEZ Las Velas, como sabe, cada año se encienden, allá por la segunda quincena de mayo, que consiste en el relevo que hacen de las Mayordomías. Fue la época en que cayó la invitación de Don Andrés. Cada año relevan al Mayordomo y esto es motivo de cambio del Bastón que se hace con fiestas aderezadas con comida regional exquisita y abundante donde se cuelga “la gorra” sólo por invitación. Don Andrés, político del rumbo, durante esos quince días fue invitado consuetudinario por todas las Mayordomías y con él llegaba la jauría de universitarios con hambre y sed permanentes. Fue un desastre para el desarrollo del Análisis Político y una gran enseñanza en nuestra comprensión del México desconocido, fiestero y glotón.

PITON IZQUIERDO No es posible que Don Andrés haya pasado por alto que nos había hecho la invitación en temporada de Las Velas. ¿Sería algo de su naturaleza socarrona y ladina? Todas las mañanas, en sendas hamacas, y la mayoría desvelada e inmóvil para no molestar el dolor de cabeza, los integrantes del grupo escuchábamos a Don Andrés, en ese jardín de la película La Zandunga. No recuerdo si entre todos llegamos a la conclusión, o fue aporte de Don Andrés, pero descubrimos que las biografías y obras de tres oaxaqueños pudieran bastar para entender a México: serían las vidas y andanzas de Benito Juárez, Porfirio Díaz y José Vasconcelos. Discurrimos muchas horas sobre sus respectivos aportes al entendimiento patrio y esas tertulias dejaron huellas incalculables en el que escribe, quien 50 años después, se siente obligado a añadir al mismo Don Andrés Henestrosa, como cuarto miembro del grupo selecto.

PITON DERECHO Hubo una pregunta que recuerdo haberle hecho: “Don Andrés, Porfirio Díaz era partidario de Gaona, asistía a las corridas y el diestro le brindaba faenas y el General, por su cuenta, correspondía con generosos obsequios. José Vasconcelos escribió de toros y tiene un opúsculo sobre el tema. El Presidente Juárez en algún momento tomó una decisión que fue una virtual prohibición de las corridas de toros, que duró unos años. ¿Será Benito Juárez el que decidió que no haya plazas de toros en el Estado de Oaxaca?”

PITON DERECHO Quien sabe qué contestaría. Tampoco recuerdo si aceptó, o negó, ser taurófilo. Bien que sabía evadirse, lo que es suficiente para hacer del trío, una cuarteta. Juárez con su terquedad republicana unidimensional y anticlerical. Díaz con unicornio y embelesado con la cultura francesa (Los menús de las comidas oficiales se escribían en francés y él descansa en el cementerio Piere Lachaise, de París) y la mucha administración, Vasconcelos, prolífico hombre de ideas, católico, enamoradizo, escritor, su soberbia como la riposta a la incomprensión de la chusma. Don Andrés, con las evasivas indígenas derivadas de la superioridad ética del conocedor de la cultura donde nació y que se adentra a otra, en la que merodea con reservas. ¿Habrá alguno de la etnia mexicana, que no se sienta hermanado, por ciertos rasgos, con cualquiera de esas personalidades?

PITON DERECHO OTRA VEZ Regresemos al tema de los toros. Los toros llegaron con los españoles, o los castellanos, si así lo prefieren. Antes de ellos, no había quesos que se les hicieran bolas, leche, cajetas, chongos, jocoques, botas, cinturones, chamarras ni corridas. Es decir, los derivados del ganado vacuno. Esto que es tan obvio, nos permite entender que empezamos a construir nuestra tradición taurómaca sobre la tradición ibérica. En todos lados, menos en Oaxaca. Cuesta trabajo imaginar a la población oriunda, de las demás provincias, que nunca había visto el deambular masivo de los vacunos comparada con los evasivos venados autóctonos, a la hora de aceptar como fiesta de los toros. “Jugar” con los embates de los animalazos con un trapo y que los arponearan, acosaran con perros y mataran con fierros. Una de nuestras figuras, Ponciano Díaz, mataba los toros con más valentía que arte taurino, tal como ahora lo conocemos. Su tauromaquia y el bigotazo que paseaba, le mereció el epíteto de “espantajo” cuando tomó la alternativa en Madrid. Y eso, a fines del siglo XIX, es decir después de casi cuatrocientos años de haberse escuchado el primer mugido en el Anáhuac.

PITON IZQUIERDO Todo esto porque hay quienes creen que el toreo mexicano tiene que seguir el modelo español Hay hasta un programa que se llama Por la Puerta Grande. Es que en España el triunfo máximo en una tarde, es abrir la Puerta. En México, no la abren como premio. La idea es que el toreo mexicano no tiene que españolizarse para valer. Si pedimos que suelten toros toros no es porque quisiéramos que nuestras corridas se parecieran a las españolas. No. Lo que buscamos es que si anuncian que es corrida de toros, que sean toros los que salgan, con trapío, cuernos, condiciones y genealogía belicosa. Y luego que los toreen a la usanza mexicana, con suavidad y largueza. Nada más, ni nada menos. Ojalá que la corrida del Aniversario, con Tomás, Garibay y Adame, se dé con toros toros. Luego les cuento.

DESPLANTE De todas maneras, todavía no sabemos, ¿Por qué no hay plazas de toros en Oaxaca? (Y a la fecha, según Lafranchi, tampoco en Campeche o Baja California Sur) Mientras tanto podemos releer la obra de Don Andrés Henestrosa, que no es tan voluminosa y entresacar, si es que las hay y las hemos olvidado, referencias a la tauromaquia. También recuerdo, ya de salida, algunos chistes zapotecos que nos contó y que lo alborozaban mucho, mientras que a nosotros, ñeris albureros, solamente nos provocaban rictus de cortesía.

EL PANA

PITÓN IZQUIERDO En su momento se supo que Manolo Martínez tapaba a El Pana. Supuestamente no le caía bien y Manolo tenía el poder verdadero de escoger alternantes y ganaderías y, por supuesto de vetar a alguien, que como El Pana, resultara alternante molesto, no tanto por su desempeño en la arena, sino por el comentario previo y posterior a la corrida.

PITÓN DERECHO Esto último resulta muy creible habida cuenta que en muchísimas ocasiones Mariano, Eloy y, creo que Curro, salían por delante cuando alternaban con Manolo. Y de éste nunca se supo que los vetara. El Pana tal vez resultara demasiado extrovertido para lo taciturno que era Manolo.

PITON IZQUIERDO En una entrevista Eloy dice que una vez dio un capotazo para liberar a Manolo de una posible cornada y luego, cuando Eloy creía que se lo iba a agradecer, le dijo que no se metiera en sus asuntos.

PITON IZQUIERDO OTRA VEZ. Pero regresando con El Pana. De veras que es un desperdicio para la fiesta de los toros en México, que ahora que es cincuentón vea más cuernos que cuando pudo desarrollar muchísimo más. En su primer toro, dio solamente un trincherazo. Y fue suficiente. Nadie se acuerda que recibió un aviso. Pero todos el trincherazo. Es decir, si a estas alturas conmueve con un lance, ¿Qué hubiera sido de haber recibido más oportunidades?

PITÓN DERECHO No hay muchos toreros que con un solo pase puedan poner de cabeza al aficionado. En su momento lo hizo Garza, nosotros vimos a El Loco Ramírez, Valente Arellano y a El Pana. ¿Queda algún otro? Claro que las faenas armadas con decenas de pases ligados, como las de Mariano, El Zotoluco, Manolo, fueron hermosas e inolvidables, pero el arranque de emoción trepidante que generan los pases aislados de los privilegiados, ese tipo de vivencia no se da en macetas.

PITÓN DERECHO OTRA VEZ A Belmonte lo veían maltrecho y aun así, le celebraban su elegancia. El Pana no es ninguna escultura toreando y hasta pensaríamos que su figura crispada nos hace verlo más vulnerable que lo que realmente es. Esperamos la cornada por tanta luz que aparenta dejar. Sus pies no le ayudan a torear, sino que le dan más suspenso a su lento temple. Es un prodigio de inminencia trágica. ¿Recuerdan los péndulos y el par de Calafia con Consejero? Cuando quedó boca arriba, después de la cornada, los brazos los mantenía como en el último momento de un par común, como dejando que le atendieran la herida. Parecía decir “Vean esa cornada”

PITÓN IZQUIERDO Recuerdo y cómo olvidarlos, esos cinco naturales que dio en Calafia hace unos 20 años, cerca de la puerta de toriles. ¿Y el espadazo que le dio a l pastel con que celebraron los 30 años de Calafia, y el abandono a media corrida? ¿Y el robo de la Rosa de Mexicali? Tiene sus genialidades pero también parece aceptar las sugerencias de algún gandaya que cree que así construye un magneto para la taquilla.

PITÓN IZQUIERDO OTRA VEZ ¿Cuándo lo veremos en Calafia?

LOS DESPRENDIMIENTOS Y DOLOR DE CODO

JOSELINO Como siempre, le agradezco su hospitalidad y le envío este artículo

DE PITON A PITON

LOS DESPRENDIMIENTOS Y DOLOR DEL CODO

PITON DERECHO Esta columna la ocuparé con anécdotas tomadas de varios libros y una que escuché en vivo, para ilustrar como hay tacañerías, mezquindades, pechicaterías, así como ejemplos de verdadero altruismo y desprendimiento, entre la gente del toro. Por supuesto que estas conductas se dan en todos los ámbitos de la vida humana y ningún humano escapa de haber atestiguado actos generosos o demostraciones del “cobre”. Resulta muy sabrosa la colección de ejemplos que pude entresacar de algunos libros dedicados al toro.

PITON IZQUIERDO Rafael Molina, “Lagartijo” fue el primero de los Califas de Córdoba y fue célebre su rivalidad taurina con Frascuelo, allá en la segunda mitad del siglo XIX Rivalidad que no impidió que en una tarde éste último le brindara una faena y Lagartijo le correspondió con un reloj de oro. En otra ocasión le pagó a un torerillo la “cuota” que tenían que cubrir los reclutados a fuerzas, para liberarse del servicio militar y evitar ir a las guerras del encono republicano-realista. La cantidad donada era aproximadamente la mitad del pago recibido por corrida. Y era de los mejores pagados.

Piense el lector en un torero actual del primer grupo, que cediera la mitad de lo que cobra una tarde, para ayudarle a un recluta amigo a permanecer con la familia y no ir a echar bala.

PITON DERECHO Francisco Arjona “Cúchares”, que iluminó el cielo ibérico taurino a mediados del siglo XIX, un día inflamado por el patriotismo al ver desfilar una brigada militar, que iba a ser embarcada a África, dio cuanto llevaba en los bolsillos y luego dirigiéndose al General a cargo, hasta ofreció su ganado caprino. Ya en la pobreza motivada, entre otras causas, por su prodigalidad que llegó al despilfarro, quiso procurarse algo de dinero y, a los cincuenta años se embarca a Cuba donde, sin llegar a torear muere de alguna enfermedad tropical. Antes, a su amigo Juan Álvarez, le había asegurado sus días finales mediante la entrega de monedas de oro.

PITON DERECHO, OTRA VEZ. Por su parte nuestra Ave de las Tempestades, Lorenzo Garza accedió a brindarle un toro a su amigo, un bohemio de nombre Rachini que tenía tiempo pidiendo la distinción. Pero éste le dijo que se sentiría mal si al brindárselo, no pudiera corresponder el gesto con algún obsequio. Garza le prestó su reloj de oro, para que cuando regresara la montera, Rachini la usara como estuche y quedara bien con todo mundo. Garza le cortó el rabo al toro del brindis, Siemprevivo y cuando recibió la montera en lugar del reloj, con un alfiler venia prendida, dentro de la montera, la boleta de empeño.


PITON IZQUIERDO Luís Castro, El Soldado, tuvo dos amigos taxistas, El Sol y El Fonda, con quienes pasó hambres durante los años de las vacas flacas. Cuando llegaron los de los toros bien pagados, les obsequio sendos taxis. En otra ocasión a un pordiosero le regaló un abrigo de cashemere (Con 20 mil pesos en la bolsa interior)

PITON DERECHO El estoqueador de Atenco, Ponciano Díaz, tumbador de carnes, como le decían para describir su bastedad, también tuvo fama de generoso protector de viudas y dadivoso con pordioseros.

PITON IZQUIERDO Rafael González, Machaquito con las ganancias que obtuvo, jugándose la vida, fundó el Monte Pío de los Toreros cuando se retiró. Es decir cuando no lo podía necesitar.

PITON DERECHO Cuenta Xavier Campos Licastro que una vez en una plaza pueblerina atendió a Eloy Cavazos de un pisotón de toro. Tan doloroso fue que, una vez cumplido el arrastre, tuvo que interrumpir la vuelta al anillo. La curación fue exitosa y como el regiomontano había quedo tan agradecido de la curación, hizo la promesa que él se encargaría de que nunca le faltara aire a las llantas de la ambulancia.

PITON IZQUIERDO En la novillada del pasado abril dos novilleros traían sendos capotes con el nombre de Antonio Amaya y de César Pastor. Quiere decir que los capotes siendo baratos comparados con los ternos y tuvieron que ser prestados, entonces pudiéramos pensar que algunos matadores son generosos y les regalan los trajes a los novilleros.

PITON DERECHO Una de las acaudaladas figuras nuestras no aceptó la invitación a la una boda de la hija de un taurino amigo íntimo, porque salía muy caro el pasaje. Y lo dijo.

PITON IZQUIERDO

PITON DERECHO Pero las anteriores anécdotas de “codos” no descubren a una gavilla de tacaños, porque de serlo, sería una tacañería muy sui generis, porque un torero, por definición es alguien que ofrece lo más valioso que posee y no lo hace cada tarde que sale, sino en cada lance que intenta con el animal. Expone la vida. Se trata de una generosidad insólita porque ningún otro artista la despliega. Claro que los ciclista de los deportes extremos, los de peleas en que vale de todo, los boxeadores, los jinetes de toros salvajes, los paracaidistas de caída libre, los que comen tacos en las banquetas, exponen la vida cada que ofician su particular alarde, pero están muy lejos de ser artistas, porque no quieren generar la belleza, sino el puro asombro para tener acceso a la página amarilla.

ALEBRIJE

JOSELINO, como siempre, le agradezco su generosidad. Gracias

DE PITON A PITON

LAS SIETE MARAVILLAS DE LA FIESTA

PITON IZQUIERDO Esta columna va para quienes empiezan a buscar, y encuentran cada vez más joyas y conocimientos para entender el rito de las corridas de toros. Hay que recordar que jamás se logrará el entendimiento completo, porque nadie lo ha hecho, ni lo hará, ya que se trata del mundo elusivo de la estética que es uno, entre muchos, misterios de nosotros los humanos. Si no es el caso de Usted, porque ya no es de los recientemente iniciados, entonces no le divertirá la lectura, misma que le sugiero, deje aquí.

PITON DERECHO (Qué bueno que siguió leyendo) La fiesta tiene muchos rasgos que nos pueden guiar para su entendimiento: 1º La tradición que le da peso histórico, 2º La estética que hace de la tauromaquia un arte incomparable, 3º La evolución histórica que la modifica, 4º El negocio que la hace apetecible, 5º El espectáculo que la viste y, 6º La esperanza de encontrar quien la perpetúe.

PITON IZQUIERDO Luego propondremos uno más.

PITON IZQUIERDO, OTRA VEZ Cada fiesta popular es un microcosmos que podemos escudriñar y obtener conocimientos más amplios, por eso creemos que cualquier corrida de toros, analizada con cierto cuidado, nos puede ilustrar cada uno de los puntos mencionados en el pitón anterior. Tomemos, por ejemplo, la del sábado 11 de noviembre de 2007, en la plaza Calafia, de Mexicali, Baja California, México, Continente americano.

PITON IZQUIERDO Empecemos con la tradición. Mexicali con poco más de un siglo de fundada, ha tenido 4 plazas de toros. Calafia la última, está con nosotros desde 1975. Tenemos pues, una tradición local cercana a los 100 años. En México, la 1ª corrida puede tener 478, 481 o 479 años de haberse efectuado. Unos la fechan el 13 de agosto de 1529, otros el 24 de junio de 1526, otros más, en septiembre de 1528. Por supuesto que no se realizó como las que ahora conocemos, los toros eran viejos y algunos toreados varias veces. Usaban distintos aperos y algunas veces perros, además de los caballos. La fiesta es venerable aunque los lances y la coreografía hayan cambiado, pero queda el hecho incuestionable que los hombres y mujeres mexicanos (Antes del Siglo XX ya hay registros de toreras mexicanas), se enfrentan desde hace centurias, a los toros con otra motivación que la de hacerlos tacos para engullirlos. Aunque les vaya la vida en la proeza. La corrida de toros es una tradición que hasta el Vaticano ha fracasado en erradicar planetariamente, sin olvidar a nuestros presidentes Juárez y Carranza, que tampoco pudieron en el territorio nacional. Las autoridades que despejan la plaza, el paseíllo, la entrega de trofeos que inicialmente era para que el torero recogiera parte del toro, los matadores que se convierten al final del primer tercio en auxiliares del picador. El que solamente los matadores y picadores acostumbren lucir oro en sus bordados, y sigue la lista. Como ejemplo de leve quebranto, este sábado hubo una infracción a la costumbre de pedir autorización para matar al toro. El torero Villaseñor no lo hizo, porque el Juez Barajas no accedió a pasar a Alebrije con dos pares de banderillas, así que cuando llegó el turno del tercio final, para corresponder con una descortesía la aplicación del reglamento, no pidió permiso para matar.

PITON DERECHO En cuanto a la búsqueda de la estética es, simplemente, tratar de crear belleza, de buscar al arrobamiento de los aficionados, el propio del diestro. Cualquier exploración de la belleza es un arte, porque se trata de llegar a la emoción estética. Claro que hay obras de arte frustradas, que no florecen en belleza, pero eso no las elimina de ser obras de arte, a lo sumo las clasifica como actos fallidos. La mayoría de los pases que intentan, en este caso los toreros, buscan crear la belleza y, por lo tanto, generar la emoción estética. Sólo que el aire, el miedo, la falta de técnica, las condiciones del toro, la misma afición del torero impiden a menudo, ese arrobamiento que las figuras afamadas si logran con frecuencia. El otorgamiento de orejas no tiene otro sentido sino el premiar la belleza con que nos deleitó el diestro. Ya hace tiempo que dejaron de ser vales para porciones de la res lidiada.

PITON IZQUIERDO Hablemos algo de la evolución histórica. Como cualquier otra conducta social humana los tiempos le dejan su impronta. Porque está sujeta, la actividad, a exigencias de la moda y a las leyes de su propia condición. Dijimos arriba que la fiesta había cambiado. Ahora añadiremos que no solamente en los utensilios de lidia o en la indumentaria o la coreografía, sino también, y esto es básico, en el tipo del toro que también fue cambiando por sus criadores y por el movedizo gusto de la multitud, y seguirán los cambios, en el toro por razones de ligas genéticas, encastes, refrescos de sangre, cruzas y alimentación manufacturada ex profeso. En cuanto al gusto de la multitud, cambia por la influencia de otros espectáculos, de las ideas ecológicas, del ablandamiento de determinadas costumbres. En la antigüedad las suertes con las telas, eran la preparación para la muerte del cornúpeta y, si eso siguiera vigente, ¿Cuál sería entonces, el caso de las suertes con el percal y franela en Portugal, ya que allá no se matan a los toros sobre el ruedo? ¿Ya no habría matadores de toros? ¿O solamente toreros? Por lo que se aprecia a simple vista, la muerte del toro no empieza cuando el torero abre el capote y recoge la fuerza virginal del toro, que da su primera embestida de su vida, que durará solamente unos 20 minutos más. No, el primer tercio es una fase de la corta vida del toro, es un acto de la tauromaquia. Las ondulaciones del capote acompañando al toro son más parecidas a un pas de deux usando bugambilias, rosas, azucenas, alcatraces, para templar la embestida de cuernos potencialmente mortales, y no a una preparación de la muerte de su portador. ¿Vieron las gaoneras de Villaseñor? ¿Y las chicuelinas de El Geno? ¿Dirían que estaban preparando la muerte de sus toros?

PITON DERECHO La fiesta también es negocio, no siempre pingüe, porque necesita figuras para serlo, en las plazas importantes. En las que no lo son, basta con la afición base que acude a todos los eventos programados. En Sevilla impiden llevar cámaras o grabadoras, para que uno no se robe las imágenes. En Mexicali no dejan introducir comida, ni bebidas, ni cámaras, ni filmadoras, pero afortunadamente no es buena la vigilancia tratándose de botas con vino, ni de cámaras, pero si de comida. Pude atestiguar como a unas mujeres les quitaron unas cajas de plástico, tal vez con papitas a la francesa, o hamburguesas. Eso, sin duda alguna, para proteger la franquicia interna. Por cierto, y hablando de bocadillos, esta vez no pude cumplir con el rito personal de comer un elote “con todo” a la salida de la corrida, porque tampoco permitieron a los eloteros vender en las afueras su producto prehispánico, no así a los hatdogueros, coleros, pregoneros de aguas teñidas y azucaradas y otros vendedores de chuchulucos del mundo globalizado.

PITON IZQUIERDO Como espectáculo, la fiesta es única Los hombres vestidos con oro y seda, con medias enrojecidas, siguiendo un rito del que la mayoría está pendiente para que sea cumplido. Visten como nunca nadie lo hizo, fuera de las corridas. Los machos con que ciñen Las corvas, son tan parte de su vestido como las hombreras, sin olvidar el chaleco que también puede estar bordado en oro. Son actores a los que les suceden cosas reales. El toro no es de mentiras, puede matar y no pueden hacer que aprenda su papel de partiquino sumiso. No pueden ponerlo de acuerdo. El reglamento vigente es la acotación del espectáculo. No importa que los asistentes no sepan mucho de él, exigen el cumplimiento de la mayor parte del rito, aunque olviden o ignoren lo que diga el reglamento. Se dan cuenta cuando el torero torea de lejecitos y da el paso atrás, cuando se saca, cuando corre y no se cuadra elegantemente. Chillan cuando el picador se excede, aplauden cuando cumple, exigen al matador que ponga banderillas. Es el único espectáculo artístico donde el artista realiza su obra con los críticos gritándole, aplaudiendo sus éxitos y atronando sus titubeos. Es el único que recibe la censura o aprobación en el acto mismo de la creación. Otros artistas, como los pintores, músicos, escritores pueden morir sin saber si fueron aclamados o repudiados porque sus pinturas no fueron expuestas en vida del autor, ni los libros publicados, ni su música ejecutada frente a una audiencia. Eso no les pasa a los toreros. Es un espectáculo artístico único.

PITON DERECHO Siempre habrá una esperanza en el tendido de encontrar quien perpetúe la fiesta, cambiándola. Con frecuencia nos equivocamos porque muchas veces creemos haber encontrado al que iría a cambiar la fiesta. Eso le pasó al que escribe con Luís Fernando Sánchez, con el Callao. Este sábado he renovado mis esperanzas con Omar Villaseñor, después de tanto tiempo de extrañar a Manolo. La quietud de su cuerpo, la parsimonia de sus pasos, el juego de los brazos, la estocada fulminante. ¿Será? Si le quitaran el entusiasmo frenético de novillero y lo metieran en el sosiego de un matador...

PITON DERECHO, OTRA VEZ José Tomás está consolidando la fiesta y, simultáneamente cambiándola. Tiene el don de sintetizar a todos los que, antes que él, se han aquietado frente al toro, y por otro lado va a obligar a muchos a asentar las zapatillas y a no molestar al toro. No todos podrán hacerlo. Eso es vivir esperanzado a ver a un torero del que se pueda decir, Antes de él y Después de él. Ponciano Díaz, Gaona, Silverio, Belmonte, Manolete, El Cordobés, Camino, Manolo, Hermoso de Mendoza. (Hay otras listas, obviamente) ¿Podríamos decir ya, Antes de Tomás y después de Tomás? ¿Algún día diremos, Antes de Omar y después de Omar?

DESPLANTE El Toreo de Tijuana es ya un recuerdo. También la Monumental de Ciudad Juárez. En aquella vimos una faena inolvidable de El Juli. En ésta una de Mariano. Se mantienen afortunadamente, la de Playas y la Balderas, respectivamente. Junto a las demás ciudades fronterizas donde se dan corridas, entre todas forman una retahíla de custodias donde reposa la identidad nacional de gran parte de los mexicanos, que sería el 7º rasgo de la fiesta de toros, tal como la vemos.