domingo, 25 de marzo de 2018

SAN JOSÉ ATLÁN


PATIO DE CUADRILLAS La Feria de San José Atlán de cinco días, incluye una tarde taurina. En ésta figuran una rejoneadora, un matador hecho y derecho, un novillero y un aficionado práctico.

CIELO ANDALUZ No soporté la tentación  tomé el autobús que en viaje de tres horas pueblea, porque se detiene en cuanto pueblo aparece en la ventanilla. Recoge y suelta el pasaje en el recorrido somnoliento. También renueva, de pueblo en pueblo, a los vendedores de bocadillos, refrescos, canciones y hasta llegan a presentarse comediantes que escenifican una conversación cómica de la que sólo se escucha la mitad debido a que el otro interlocutor del entremés queda al fondo extremo de la nave. La niña maquillada interviene en el diálogo con un discurso monótono e incomprensible, porque a falta de audio, uno tiene que adivinar o inventar la otra mitad lejana.  Así no se puede.

PITÓN DERECHO El Estado de Hidalgo acoge infinidad de pueblos que celebran a San José a cuyo día les tocó estar adscritos y del que son devotos desde la fundación. San José de El Arenal, San José Boxay, San José de Palma Gorda, San José Jiquilpan, San José  Ocotillos, San José Zoquital. Al que voy de visita es a San José Atlán, no confundirlo. Desciendo del taxi (mi hotel quedó a seis kilómetros), cohetes del júbilo, convertidos en drones silbantes, se deshacen en nubecillas que tardan segundos en convertirse en estallidos audibles sobre el tianguis que eleva como riposta al hedor de pólvora fragancias de frutas y guisados de la región.  

PITÓN IZQUIERDO Las explosiones espantan a los perros en situación de calle, pero no ahuyentan de las mesas al aire libre a los que socarronamente esperan les arrojan huesos con algunas prestaciones roíbles.

PITÓN DERECHO La corrida de toros es, como todo mundo sabe, La Fiesta de las Fiestas. Las Ferias pueblerinas son por lo general una sarta de Fiestas. La de artesanías, la procesión religiosa, la de bailes regionales, la del rodeo, la de la inspiración de los poetas que le cantan a las flores, a los atardeceres, a las mujeres, a los héroes. La coronación de la Reina tiene también un día asignado.

PITÓN IZQUIERDO Y cuando es el caso de un pueblo aún intacto por los caminos importantes, pueden transcurrir lustros hasta que el Obispo aparece para confirmar a los bautizados de años pasados. El día de la confirmación se convierte en otro evento ferial. De ahí la expresión ¨Cada venida de Obispo¨ que aunque las ferias tienen una floración anual, la agenda de los Obispos no siempre les da espacio.

PITÓN DERECHO De todos modos, del collar de Fiestas se entresaca la más brillante joya que resulta ser la Corrida de Toros, Aunque ya no siempre es el caso. La generación educada en las pantallas planas de Disneylandia, ha perdido el sabor a la verdad del riesgo verdadero.

PITÓN IZQUIERDO Una de las dos ventanillas para los boletos tiene a dos personas esperando. Me acerco y descubro que son los vendedores que ¨todavía no tienen la llave¨ Compro mi entrada y para disfrutar algo de la hora que falta, me dirijo a los corredores de puestos de comida humeante.

PITÓN DERECHO Es entretenido detectar los aromas la birria, los sopes, los tlacoyos, las memelas, los huaraches, los elotes, las carnitas, el pan de feria, las aguas de horchata, chia, fresa, mango, sandía, naraja. En fin, el menú es interminable- Desdeño una leve premonición de salmonelosis y me enfrento a tres tacos de cabeza ¨con todo¨ y una cerveza a falta de un cabernet sauvignon. Un perro no se inmuta con un trozo de carne que le arrojo y que no deja llegar al piso. Me sigue viendo con su mirada impasible. Órale.

PITÓN IZQUIERDO Pasa media hora. El acceso a la plaza es singular: me recuerda a…¡les arenes de Nimes! Entro por un pasillo reducido por muros y aunque son las 5 de la tarde, está en penumbras. Tanteo mis pasos sobre los escalones  mal espaciados. 

PITÓN DERECHO El redondel tiene un poco más de 30 metros de diámetro. Tres burladeros, entrada para cuadrillas, la salida de arrastre y la puerta de toriles. No le construyeron callejón y el muro circular que rodea la arena es a la vez el andador que distribuye a los asistentes para que  encuentren acomodo en alguna de las cinco filas de asientos. De nuevo recuerdo a Nimes con sus vendedores de bocadillos caminando sobe el muro que, en el caso francés separa el callejón de la primera fila.

PITÓN IZQUIERDO Así que me encuentro sobre ese andador y procedo al acomodo. Pocos aficionados. La banda ameniza la tarde fresca. En cuanto termina una pieza, un grupo junto a mí, se encarga de incitarlos soezmente a que desquiten el pago que han recibido.¨¡A tocar, güevones, para eso les pagan!¨ Insulto que deleita con su albur embozado. El bien diseñado balcón de la autoridad está desocupado y así permanecerá durante todo el festejo porque el Juez ocupa un lugar común y corriente. Tiene su sito al lado del encargado de las espuertas y los enseres de los toreros.

PITÓN DERECHO No abre la rejoneadora como el cartel anunciaba. Inicia el matador que yo había visto en Tepeapulco, también en el Estado de Hidalgo, hacia un mes. En aquella ocasión conjuntó tres tandas de derechazos sin reponer terreno ni corregir ángulo de embestida. Ahora naufragó frente al novillo incierto y hasta se llevó a casa una cornada interna en un muslo. El público enfiestado se encargaba de orientarlo sin mucho efecto, con indicaciones sin ton ni son. Lo describen cruelmente.

PITÓN IZQUIERDO El turno del novillero lleva la diversión a nivel de risotadas. El desaforado desempeño incluye una estampida de diez metros tallándose como mano de metate en el muro con los bufidos del novillo muy cercanos. Las polvorosas caídas del infortunado artista hacen que los asistentes sientan que valió la tarde. La rejoneadora recibe una oreja como jinete y otra por torear a pie. En ambos casos merecidamente habida cuenta de lo que habíamos visto. Dio una estocada que tumbó al novillo más por tropiezo que por efectos. Un peón eficaz cubrió con su capote el pisotón del rabo con lo que impidió que se recuperara el animal, mientras lo apuntillaban. Un capote flamante extendido para encubrir la desvergüenza reciclada. Apenas una de las mil y una mañas que la tauromaquia, mal que bien, ha superado para subsistir como algo verdadero en el mundo empalagoso de la ficción animalista.  

PITÓN DERECHO La participación del aficionado fue lo más consistente. Capote lento con ligazón. La noche casi encime de la plaza que carece de iluminación, pero encendida con gritos,  envuelve el desempeño de Humberto Ruiz. La banda toca ¨Jinetes del Cielo¨ de Dan  Jones, que tiene ritmo de paso doble en varios compases y luego la languidez del lamento vaquero que no va mal con lo que veíamos sobre el ruedo.

PITÓN IZQUIERDO Brinda a su padre ¨y que haya muchas otras tardes como ésta¨ Muleta de tanteo de corta duración y con la mano baja pases bien trazados, en contra querencia. Un cambio de mano muy terso e interminable tiene como fondo la penumbra mágica. Mata bien. Dos orejas.

PITÓN IZQUIERDO, OTRA VEZ Gonzalo Santonja ha documentado que desde el Siglo XVII el arrastre de loa despojos de la arena al destazadero, dejó de ser un esfuerzo de humanos fortachones para ser labor de mulillas. En San Josè de Atlàn, como un tributo accidental a tales días, dos animales fueron arrastrados por peones pero otros dos por automotor.

PITÓN DERECHO Cuando estuve en mi hotel en la vecina Huichapan, me metí a mi habitación directamente. A la mañana siguiente me reporté por teléfono a mi casa donde estaban activados los focos rojos, ya que mi anfitriona la noche anterior se alarmó por mi tardanza y  habló a mi casa en La Higa, para informar que me había recogido un amigo (el taxista que me llevó a la plaza), y que no había vuelto y ya era muy noche y quería saber qué hacer. Me percaté que los mensajes y fotos enviados con mi celular a mi hija, durante la corrida, no tenían  marca de salida y menos de lectura. ¨Es que aquí se va y viene la señal.¨ me dijo la ahora compungida anfitriona una vez aclarada mi ¨desaparición¨. El peso de la afición.

PITÓN IZQUIERDO En el viaje de retorno, mientras el autobús hendía la espesa muchedumbre de la Feria de San José El Arenal, pensé en las varias escuelas taurinas mexicanas que bien pudieran programar su presencia  en cuanta feria pueblerina convoque a los lugareños. Tarde que temprano surgiría un chamaco o chamaca becerrista que incorporara la futura Figura a la Fiesta de las Fiestas. Óle.

PITÓN DERECHO ¨¿Por qué no mencionó San José Tepelnené como otro San Josè hidalguense? Queda rumbo a Los Frailes ¨ Me dijo un taxista confesor, y divulgador de los secretos .No soporto la tentación de ir.

SANTONJA,  Gonzalo LUCES SOBRE UNA EPOCA OSCURA. (El toreo a pie del siglo XVII) España 2010. Editorial Everest. 358 pp. La observación está en la 22.






jueves, 1 de marzo de 2018

SIGUE EL PESO


 PATIO DE CUADRILLAS  Regresa la actividad taurina a Cinco Villas de Cuautlalpan, México. Bueno, eso de  regresa es un decir porque nunca se fue. La más reciente actividad fue esa reunión de aficionados prácticos de todo el mundo taurino y que incluyó el enfrentamiento a los animales en dos días de nervios, valor y desahogos. Asistí como espectador el primer día con afición y ganas más melancólicas que viables de torear. Ya sin la elasticidad indispensable descarté saltar de espontáneo.

CIELO ANDALUZ El sábado 24 de febrero del 2018 Cinco Villas se vistió de corto para un festival taurino con tres toreros de España y tres de México. Además, El Maletila, Luis y Grisel Marco que también se enfrentarían a sendos cornúpetas.

PITÓN IZQUIERDO ¡Cinco Villas! De nuevo al autobús, de nuevo al ritual del viaje folclórico, de la gastronomía de múltiples sabores y los correspondientes sobresaltos. Tener un estómago solvente es una bendición que me visita tres veces al día, no importa el rumbo del país.

PITÓN DERECHO El Maletilla toreó antes del paseíllo y Luis y Grisel Marco después de Fermín Rivera. Singular evento en que participan una incipiente Figura y uno de sus principales promotores ¿Estarán documentados casos similares? El lapso cronológico que hay entre Cristóbal Arenas, El Maletilla y Luis Marco, el patrón de Cinco Villas resulta ser un contraste de la afición por el Toro a la vez que una enseñanza práctica de cómo ligar las generaciones taurófilas.  .

PITÓN IZQUIERDO Acotados por ambos extremos torearon Manolo Sánchez ( ¡cómo enhebra un pase con el siguiente, qué tersura, qué suavemente incita al animal para que embista, qué poco tiene que enmendar!), Sergio Flores ( con la ebullición de novillero y poderío de matador. Óle), Javier Conde (bastaron esas trincherillas para que le creyéramos futuras tardes de estruendo), Juan Pablo Sánchez ( el inmediato milagro del temple, de la suspensión del tiempo), Eduardo Gallo ( la seriedad y la parsimonia frente al peligro), luego Fermín Rivera ( ¡cómo metió a su dominio territorial al toro, al público con todo y tarde!).

PITÓN DERECHO Un placer haber estado en Cinco Villas. Los participantes sin excepción iluminaron la tarde con sus verónicas, incluyendo las de Luis Marco. Un lleno para alivio de la Casa Hogar La Divina Providencia beneficiaria de lo recaudado. El sol de medio día detenido por el toldo circular que protege a la totalidad de la afición con su sombra; menos a la arena azafranada que queda, durante todo el festejo bajo el sol.

PITÓN IZQUIERDO La arena cimbrada por los frisones y cruzada por las cuadrillas. Extrañamos los percherones de arrastre aunque las mulillas no tuvieron ningún pero ni en el desempeño, ni en el enjaezado.

RECORTE FINAL ¡Qué bien te salen las cosas, Luis Marco! Óle.