PATIO DE CUADRILLAS Después de
dos horas y media de vuelo desde Tenoxtitlan se descubre la Blanca Mérida. La alfombra de bienvenida
es verde y se extiende tres cuartos de hora; una vasta planicie con matorrales
que ninguna cadena montañosa recorta en el horizonte. Vamos a la segunda tarde del
encuentro de dos escuelas taurinas, la CTM de Mérida, Yucatán con apenas un año
de vida y la de Pachuca, Hidalgo La Jorge Gutiérrez Argüelles que tiene ya
nueve años. Nos recibe Alejandro Segovia con una comilona de Panuchos, Brazos
de Reina y cerveza que se le agradece hasta el infinito y más allá. Fue la
introducción in situ a la culinaria yucateca. Él y su familia se encargaron de
encantarnos con la creación artística de los platillos irresistibles que
sorpresivamente no me trastabillaron mi primer sueño en tierras del Mayab.
LÍANDOSE EL CAPOTE DE PASEO A la siguiente mañana tuvimos la experiencia de
conocer a Antonio Rivera presidente fundador de la Federación de Escuelas
Taurinas y actual del Capítulo Yucateco de Tauromaquia Mexicana. Es generoso
con su hondo conocimiento de Los Toros. Ya finiquitados los jugos de fruta y
tacos de morcilla del desayuno nos acomodamos en el Cortijo Ux a las orillas de
la ciudad. Es un complejo campestre aún inconcluso que además del redondel tiene piscinas, chapoteaderos
y espacios abiertos para juegos. El patrón Eugenio Ux generosamente atiende el evento. Sobre las
mesas a la entrada del Cortijo Ux humean tortas, tostadas y tacos de cochinita pibil que tuve que ver de
reojo --por el momento.
ME CAI DE LA NUBE Para esta la
segunda parte del Encuentro la chiquillada es más variada y hasta internacional
porque incluye a un adolescente peruano que sale primero y es Misael Castillo.
Mariángel Segovia ¨La Princesa Maya¨, Gilda González ¨La Paloma¨, Julio Ventura
¨Venturita¨, Miguel Castro ¨Miguelín¨ son los oriundos. Los invitados hidalguenses
Cristóbal Arenas ¨El Maletilla¨ y Alejandro Moreno ¨Castelita¨, extrañé la ausencia
de Ximena Linares. Nos dio gusto ver a la matadora Lupita López entre el público.
Óle.
PERCAL POR LA SEDA ¡Que juego
dieron las becerras y cómo aprovecharon su bravura los torerillos! Nunca mejor
empleada la expresión de fiesta taurina. Hasta la última que pareció que
arruinaría el encierro con su aparente mansedumbre huidiza, fue reconvenida y traída
a la fiesta por el capote convincente del matador Luis Gallardo. Luego ¨Castelita¨
se encargó del asunto y nos subyugó a fondo. Por su cuenta el Maestro José
Buenaventura Chuc se hizo ver toda la tarde en el desempeño artístico de sus
pupilos.
PORTA GAYOLA Chuc y Gallardo parecen haber resuelto el
dilema que todo enseñante enfrenta, ¿dónde marcar la línea que separa la
disciplina que les salvará la vida a sus pupilos y la creatividad artística que
cada uno de ellos trae y que no se le deben poner limites? El arte le dará
sentido a la vida del artista (y a nosotros que los disfrutamos), pero antes
esa vida tiene que protegerse por el conocimiento inculcado por los maestros
Gallardo y Chuc quienes por su lado están marcados por cornadas. Menuda tarea. Como
Maestros que ya se reflejan en sus alumnos nos dejan la idea que cualquiera puede hacer
lo que sus discípulos hicieron esta tarde. Mmhh.
PITÓN IZQUIERDO Quienes estuvimos
esa mágica tarde en el Cortijo UX no tuvimos que entresacar lances dados aquí,
ni aquel muletazo de allá. Fue una vitrina abastecida con la joyería taurina
infantil. Todos resplandecieron sin más límite que el carácter y condiciones de
las becerras. Fue muy visible el conocimiento que han adquirido y disfrutable la
manera en que sus talentos individuales nos hicieron disfrutar la tarde. Al
salir pudimos aligerar las mesas de su carga de tacos, tortas y tostadas de cochinita pibil. Óle.
PITÓN DERECHO Al día siguiente
nos metimos al Cenote de San Ignacio, en Xoxolá. Es una caverna con las aguas
más límpidas que la naturaleza ha filtrado al subsuelo. La transparencia
acuática hace ver muy inmediatas las rocas del fondo –a catorce metros, lo que
disuade al nadador timorato –ese soy yo, de clavarse. Nadar en un cenote es
recuperar el paraíso perdido pero con algo de miedo porque siente uno el agua pero no la ve y se tiene que nadar en el aire.
Órale.
PITÓN DERECHO, OTRA VEZ Después de la experiencia acuática Alejandro
Segovia nos invitó a un festín de
pescado pargo preparado a la Tikinxic. Qué maestría. Además, pulpo frito, vino, cerveza y la
conversación amena. En mi caso el viaje a Mérida es más que un meme porque
necesito un USB para captar lo que significó. Órale.
PITÓN IZQUIERDO Hace cuatro años
que estuvimos en La Petatera de Villa de Álvarez, Colima. Centenaria plaza de toros que –paradójicamente, no dura más de una
temporada, porque la construyen cada año con troncos, barrotes, petates,
tablones y cordeles. Una vez terminada la feria la desarman para volver a
construirla al siguiente año. Ahora en el Mayab conocemos la versión yucateca de tan notable prodigio.
ENGANCHÓN Y DESARME Pues no;
ésta no es una versión local. Aquí se
originó la idea. Ésta es la madre de todas las petateras hechas y por hacer. Me
informan que en el centenar de municipios yucatecos la gran mayoría conservan
esa costumbre de construir y reconstruir los cosos taurinos. Estamos en Hunucmá cerca
de Mérida. Al ras del piso los aficionados ven la corrida entre barrotes porque
que no hay redondel que lo impida. Los troncos soportan las eventuales cargas
de los toros. Al igual que en Villa de Álvarez, allá en Colima.
PITÓN DERECHO El rejoneador
divierte al público tanto como que el
torero en su turno. Los recortadores se
juegan la vida. El alborozo es unánime. Los vendedores no paran de vender
rodajas de elote preparado quién sabe cómo. El torero de a pié pincha tres
veces, falla con el descabello y cuando se pone a meditar profundamente frente
al toro impasible que no dobla, alguien le ofrece un sabio consejo: ¨ ¡Mátalo ya!¨
TORO DE
REGALO El año pasado, cuando la
Señora Alondra descubrió unos moretones en los muslos de Mariángel y pidió
explicaciones a su niña ésta le confesó que después de la escuela, se iba a
torear. Alarmada la quiso disuadir de la arriesgada afición; Mariángel, la
futura Princesa Maya, se justificó: ¨Mamá,
es que no sabes lo que se siente¨. Por
su parte, Alejandro Moreno de tres
años y a las tres de la mañana cuando los muñecos salen a pasear, despierta a
su abuelo ¨Papá Nufo¨ para que lo vea torear con su capote infantil. A esa edad
le gustaba ver una y otra vez el video de ¨Davidiveti¨ (David Silveti). Ahora con
ocho años y nombre artístico de ¨Castelita¨ y afortunadamente bajo la luz del
sol, nos mantiene a todos insomnes con su soltura frente a la embestida de la
becerra.
2 comentarios:
Gracias mi Bibliofilo, se le quiere acá en peninsula
Gracias por tenernos en cuenta mi amigo Bibliofilo, se le estima en la península Yucateca.
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