martes, 28 de julio de 2015

LA RÉPLICA DE LOS AFICIONADOS

PITÓN DERECHO En Cuautlalpan, Estado de México, cerca de Pentecostés, donde hace cien años mecieron al Faraón Silverio, el sábado 20 de junio de 2015, en la Plaza Cinco Villas, a medio día, empezaron a correrse seis novillos para sendos novilleros. Las ganaderías que alternaron por toriles fueron Lecumberri Hermanos y Carlos Castañeda. Ambas vecinas de Querétaro, aquélla con sangre Navarra y de Saltillo, afluentes ibéricos mezclados por los hermanos y ésta irrigada con sangre de Piedras Negras y de Haro, de los veneros de Tlaxcala.

PITÓN IZQUIERDO Menudo remolino de ADN, que al poco tiempo se convertiría en caudal que terminó en los Rápidos de Cinco  Villas.

PITÓN DERECHO Acostumbrados a la pulcritud y honradez que distingue los sábados taurinos de Luis Marco y Lucero Domínguez, desde la fecha en que se anunció el cartel cavilamos entre el augurio de un espectáculo serio y convincente hasta el presagio oscuro de un desempeño atolondrado y peligroso de los jóvenes toreros, frente a tales encastes.

PITÓN IZQUIERDO ¿Qué pasó? Nuestro informe de la tarde sería que hubo un gran vacío técnico por la falta de un Jefe de Lidia y que vimos cómo flotaron las carencias de los novilleros, aunque los picadores hicieron lo suyo para medio taparlas.

PITÓN DERECHO Los pocos momentos en que los noveles lidiaron con propiedad, no tuvieron la calidad suficiente para someter a los novillos y obtener pases bien hechos. No les pudieron. Cuando aplaudimos el arrastre del primero, una comentarista se extrañó. Escuchamos dos óles en el segundo toro y un medio en el tercero y palmas en el cuarto.

PITÓN IZQUIERDO No supieron los novilleros qué hacer. Órale. Por momentos querían torear animales que requerían de ser lidiados vigorosamente y en otros ratos intentaron lidiarlos pero sin un plan visible y pensamos, sólo para gastar el tiempo. Estamos convencidos que si hubiéramos recogido el comentario de los novilleros, de los peones, picadores y demás partiquinos y empastáramos lo dicho en un Tomo, se nos antojaría llamarlo Diálogo con Naufragantes.

PITÓN DERECHO El premio que era un capote de paseo, mismo que debió declararse desierto no pospuesto, como lo fue,  para otra fecha, en el mismo lugar y con las mismas cuadrillas y público, para que no encontraran nada extraño, pero eso sí, diferente ganadería. 

PITÓN IZQUIERDO Pocas horas después de esa tarde, que debió distinguirse por otras mejores razones, Lecumberri Hermanos, en su sitio de Internet, develó un comentario llamado Derecho de Réplica, que contiene su apreciación de lo visto en ese sábado.
PITÓN DERECHO El contenido es de suma seriedad y, suponiendo que no fuera sostenido por evidencias, el reclamo sigue siendo grave porque es verosímil; las marrullerías, inmoralidades, engaños y simulaciones que abundan en La Fiesta, fuerzan a uno a ver como muy probable cualquier reclamo, sin el trámite de buscar los referentes empíricos que lo sustenten.

PITÓN IZQUIERDO ¿Y qué tal si se puede comprobar lo sustentado? Se trataría de la poliorcética que parece empezar a acechar a Cinco Villas.  Tal vez la explicación sensata sea que, además de lo bisoño de los mozalbetes, Lecumberri Hermanos y Carlos Castañeda son ganaderías que buscan preservar la bravura en la sangre, no modelar el trapío dócil y muy lucidor en  las pasarelas dominicales. Tal como es el ideal de la gran mayoría de los ganaderos de aquí, de allá y de acullá, que respiran muy orondos al crear cromos no siempre acometedores.  

PITÓN DERECHO Volviendo a la tarde sabatina. Preguntaríamos: esos cánticos por eso que llaman trasmisión de los toros, que no es otra cosa que evidenciar el peligro en que ponen a los toreros, inexplicablemente se acallaron cuando salió la bravura. ¿En qué quedamos?  Tal vez lo que quiere la afición y algunos toreros, es la condición que popularmente dice ¨Ni muy muy, ni tan tan¨ Órale. 

PITÓN IZQUIERDO Es decir, nosotros a quienes nos conmueve la bravura, vimos  que no la descifraron los toreros, ni con la ayuda marrullera de los picadores. ¿Cuándo podremos disfrutar, en todas las plazas, la ética del artista honesto que debe rechazar la manipulación de las astas, del sobrevuelo del sorteo, las fechas  de nacimiento adulteradas, La Leona, el pinturero pasito atrás?

SALIÉNDOSE DE LA SUERTE Por cierto, La Leona es una especie animal lejos del peligro de la extinción y por lo tanto no asimilable a la estulticia electoral; pero el Jefe de Lidia sí que está en las últimas bocanadas.   






VOLVIENDO AL TORO Nuestro derecho de réplica de aficionado nos permite proponer algo: Queremos ver toros y toreros, nada más, nada menos. Y para lograrlo, las ganaderías serias tal vez necesitarían, además de los toreros de casa que todas tienen, invitar a escogidos novilleros a tentar y hacer a esos novilleros habituales de sus corraletas. Asentarlos, quitarles lo nómada, arraigarlos.  Afinarlos con el genio de los navarros-saltillo, de Los Piedras Negras--de Haro.


PITÓN DERECHO No es que nos pongamos nuestros moños: no queremos que algunos de los falsarios taurinos nos sigan doblando con sus mañas. La fiesta siempre ha tenido varones aviesos pero también varones honestos. Mientras la historia decide cuál prevalece por los siglos de los siglos, ¿Tendremos que conformarnos con dos o tres detalles por corrida o con tres o cuatro diestros por temporada? Órale







lunes, 15 de junio de 2015

EL HIJO PRODIGIO





PITÓN DERECHO Y acontece que a los aficionados se nos fija en la memoria visual el quehacer estético de algún torero; y no se nos borra. Misterio. Se genera la sumisión personal y quedamos convertidos en sus seguidores. Tomamos por cuenta nuestra la difusión y defensa de tal concepto artístico. Emprendemos viajes arrebatados a otras ciudades para refrendar el apego al éxtasis y atestiguar el ritual del torero que lo genera.

PITÓN IZQUIERDO Claro que hay otros toreros que nos interesan y respetamos, pero el nuestro nos trastorna, nos lleva al estupor. Nos tiene.

PITÓN DERECHO Guillermo H. Cantú cayó en cuenta que cuando Manolo estaba bajo el sol, sobre la arena y frente al toro tomaba sus pausas para ensartar lentamente como joyero, una tanda con las siguientes. Y era precisamente el espacio en que nosotros en los tendidos casi sin respirar cultivábamos los óles que después adornarían los pases del Maestro.

PITÓN IZQUIERDO En el caso de José Tomás él se toma meses de preámbulo para someternos, finalmente, al cautiverio de su alto oficio. No son instantes sino semanas de peregrinación sobre las brasas de la reventa a lo que estamos obligados, para verlo. Desde aquí hasta Juriquilla, Querétaro, luego al año siguiente a la Feria de San Marcos, en Aguascalientes.  Antes a Nimes. Antes a Valencia.

PITÓN DERECHO Este sábado regresa José Tomás a las arenas sobre las que empieza a ser figura. Hay clamores en la calle porque no hay entradas. Regresa José Tomás después de cuatro años y con varios litros de sangre de mexicanos en las venas; vuelve a donde los requirió por la cornada de Navegante. Al saberse el cartel, se activan los teclados en los sitios electrónicos para conseguir boletos y un batir de puños en las ventanillas cerradas. José Tomás volverá a torear y todos queremos ser uno de los 16 mil afortunados que lo vean.

PITÓN IZQUIERDO Se hace el paseíllo. Los toreros conscientes que podría ser el último, pisan cruces que ellos mismos trazan. El público se da por afortunado por ver el desfile de esta tarde y espera el de mañana, que encabezará El Juli. Por el momento la comitiva se dirige al burladero y lo hace como si fuera a la muerte, con la lentitud que roza el letargo para cumplir con el destino.

PITÓN DERECHO Estamos ya en el bullicio. En el ruedo se da el hervor de la gran faena y el tropel de corazones de la Vieja Guardia, curtidos por tantas corridas, galopa rumbo al infarto. Se despliega una catatonia multitudinaria, pasmo en el tendido, éxtasis de muchedumbre, euforia de las legiones extranjeras. Estupor público porque José Tomás torea como nunca, como siempre.

PAUSA Así es la muerte: cuando nos roza, nos afecta como nunca; cuando es lejana, la vemos como siempre. El torero es el único artista que puede morir por serlo. La muerte simple cumple con el rango de natural, cuando llega en la vejez. En los demás casos es llana advenediza del accidente o del malestar terminal. Lo natural es morirse de viejo- Cualquier otro mutis final trastoca el orden. Menos la muerte de un torero sobre el ruedo; morir entre los cuernos, es fenecer en las orillas del arte; es la muerte artística.

PITÓN DERECHO Recordemos que la Palabra no mata al Literato. El Músico no sucumbe mortalmente ante el ritmo, ni la melodía, o la armonía con que apresa el Sonido, su elemento esencial; ni la Coreografía mata a la Prima Ballerina, ni  el Arco Iris al Pintor.

PITÓN IZQUIERDO Pero si Matajacas a Montes, Chicharrón a Gaviño, Michín a Carmelo. Cobijero a Balderas. Tal vez por eso resulta casi aterrador el sentimiento que genera José Tomás y que bien va con El Concierto de Aranjuez, de Rodrigo. Sus roces con la muerte duran pocos latidos. ¿Será que en la vida todo sea efímero y denso como esos rasgueos, como los pálpitos que me desbordan, como fue ella y también como fueron y serán los amaneceres, como son los pases de José Tomás?

RECORTE La recurrencia de lo efímero hace que valga la pena una larga vida. Órale.

PITÓN DERECHO José Tomás está toreando. ¨El hijo prodigio regresó a casa¨ nos recuerda una manta puesta por el Grupo Taurino por Amor al Arte. Su soledad sobre el ruedo nos sobrecoge con la inminencia de la cornada íntima, como la cuchillada de Borges. Quedamos arropados por aquel pase en que nos puso en el centro de la circunferencia eterna. Con su ministerio ha convertido la muchedumbre feriante y ruidosa, en una asamblea del arte.

PITÓN IZQUIERDO Como ya está aclarado: filosofar es pensar en la muerte. El torero piensa en su muerte al torear. Entonces, torear es una forma de filosofar y los espectadores filosofamos en carne ajena.

PITÓN DERECHO Ninguna de las materias primas, dijimos arriba, mata al taumaturgo que les da forma; salvo el torero que tiene en la bravura de Navegante la inminencia de la cornada final. Al Arquitecto Urbanista no lo mata la Visión del Espacio que ha de limitar con su proyecto; ni al Escultor la materia plástica de su concepción. El Torero sí puede morir frente a su materia prima, la Bravura del Toro. Es un artista que nos trasmite el misterio singular de exponerse para lograr belleza. Y ahí está José Tomás en la penumbra de la muerte para descubrir la luminosidad de la tauromaquia.

PITÓN IZQUIERDO Lo sólito de experimentar un portento es que cuando uno lo comenta, en la sabrosa tertulia inmediata, con vino de la región, bocadillos de ensueño, rodeado de sabihondos que nos ponen en nuestro lugar, vuelve uno a lo cotidiano, desaparece el prodigio bajo las palabras y el comentario interminable resulta insulso como tortas de jícama y tacos de avena.


DESPLANTE FINAL Mañana empieza la espera para la siguiente. 

sábado, 16 de mayo de 2015

¿DE QUIÉN ES LA FIESTA?





PITÓN DERECHO Donde florece un pleito campal surge un llamado al júbilo atávico de participar de los moquetes tribales. Un buen ejemplo lo aportan los léperos intercalados con las Damas y Caballeros del Respetable, en algunas peleoneras tardes de toros.

PITÓN IZQUIERDO En la arena el torero traza su elegancia  en las  orillas de la cornada y en las escalinatas incómodamente algunos asistentes con los brazos muy cortitos trastabillan al prepararse para contender entre ellos.

PITÓN DERECHO Hasta ese  momento la corrida se había desarrollado de acuerdo a la tradición y con un elemento novedoso. Se había anunciado un rejoneador y también a una cantaora. El Caballero por delante y los alternantes en su orden. Un lapso para humedecer y aplanar la arena. Momento en que volvió la cantaora que había abierto el espectáculo; con su voz entrona volvió a inundar con aires flamencos la Monumental de Pachuca. Por la resonancia indescifrable del sistema y tal vez por lo inusitado del ¨cante¨, la multitud no apreció el esfuerzo. En un momento de silencio, ya durante la lidia a pié, alguien pidió la música a la banda: ¨ ¡Música, música, antes que cante la loca!¨

DE REGRESO AL PLEITO Se induce por el clamor de la reyerta que no se dirimen las afiliaciones taurinas ni de apreciación equivocada de la lidia en el ruedo, sino que es un pretexto público para divulgar la supuesta ocupación de las mamás respectivas, o las preferencias sexuales, acalladas, de ellos.

PITÓN IZQUIERDO Inmediatamente, o así parece, la algarabía prende con entusiasmo sobrevolando los óles. Los de gradas más altas aprovechan la fuerza de gravedad para arrojar vasos precisos con cerveza a los pleitistas.  Nosotros, los recatados, estamos conmovidos de inmediato por la gresca que parece  amacizarse.



PITÓN IZQUIERDO Antiguamente, cuando había menos vigilancia policiaca o eran precarios los servicios higiénicos los proyectiles eran vasos de cartón encerado habilitados como mingitorios. Cuando se daba la bronca la canalla, ya aliviada, mataba dos pájaros de un tiro: se deshacían de su micción y entraban a la lucha campal.

PITÓN DERECHO El inconveniente del asunto es que un espectador concentrado en el pleito podía ser salpicado por el ¨Agua de Riñón¨ en el mejor de los casos, o recibir el tibio estallido en plena nuca, en tardes de mal fario.

PITÓN IZQUIERDO Sigue el zipizape mientras el Caballero Hermoso de Mendoza, encarándose desde abajo a la trifulca escandalosa sonríe y pide atención a las orejas, que no se supo de dónde habían salido. ¨Se parece a Gene Wilder¨ dijo una fisonomista, arriba de mí.

PITÓN DERECHO La bronca sigue. Muchos gritan y vociferan ¨ ¡Duro, duro!¨ sin saber uno a cuál apoyan. Pero los vasos con cerveza llueven sobre los remolinos de nuevos brazos y los mismos insultos.

PITÓN IZQUIERDO Se acerca ya el operativo policial y la caterva veleidosa cambia de reclamo; y ahora solicitan ¨ ¡Fuera, fuera!¨ exigiendo la expulsión de los combatientes, para que se recupere la civilidad. Mas sigue la trifulca que, evaluando los moquetes lanzados, no se da entre buenos cateadores. En realidad es un aleteo de manotazos lanzados con manos empuñadas, pero sin apoyarse en los riñones. No hay ganchos a las zonas blandas ni rectos fulminantes; pero divirtieron más que los rejones puestos cuando las puntas achatadas ya tenían tiempo de haber pasado el estribo.

PITÓN DERECHO Vuelve la calma. El operativo cumplió. Cuando quiero sentarme me doy cuenta que me han escamoteado el asiento plegadizo. Busco a la derecha, luego a la izquierda. Nada. Después oteo por otras gradas; alguien dice: ¨ ¿Por qué se lo quitas?¨ De mi lado ciego un brazo me regresa el asiento. Todavía hay honestos que no se hacen cómplices del despojo.  

PITÓN IZQUIERDO El Frutas es un taurino, el segundo de los Ángeles taurinos pachuqueños. Arma coros a los toreros y como además de entusiasta taurino, es el dueño generoso de una fonda, ofrece sustanciosos descuentos a quien presenta la entrada al día siguiente de la corrida. Su costumbre es organizar una triple llamada a los toreros que alternan para que reciban aplausos. En este domingo sólo llamó a Sergio Flores y Joselito Adame; hizo menos a Hermoso.

PITÓN IZQUIERDO, OTRA VEZ Pero uno de los corifeos ha leído los periódicos o visitado el Internet y aprovechó oportunamente su información para cambiar  ¨ ¡Adame!¨ por ¨ ¡Alambre!¨

PITÓN DERECHO El gritón hizo así referencia a la marrullería cometida a un toro que lidió recientemente en Mérida y que en el examen post mortem, apareció con un pitón fracturado con muy bien disimulada prótesis de alambre; trabajo tan mañoso que pudo soportar los puntazos contra el peto. El aditamento tampoco fue descubierto por el diestro que se pasó la cornamenta a milímetros de los muslos. Pues bien, fue la razón del gritó y El Frutas no se churió,  como se dice por acá, cuando quedan enjutos los frutos.  

PITÓN IZQUIERDO El lleno fue total, con reventa previa, aunque nosotros pudimos comprar las entradas la misma tarde, en taquilla. Un diligente empleado nos llevó a la localidad, pero al segundo toro llegaron los portadores de los boletos asignados. Fuimos guiados por el mismo empleado que amablemente señaló nuestros lugares, ahora sí, definitivos.

PITÓN DERECHO Los alternantes eran de primera y la atención que recibieron, al menos en el sector nuestro, fue de segunda. Los Villamelones, simplemente por ser la mayoría son quienes sostienen económicamente la fiesta; hacen sentir su  importancia.


RECORTE FINAL Entonces, en tardes como la narrada se cumple lo que podemos llamar la justicia lépera: dos toreros salen a hombros entre el alborozo de la misma runfla de patanes que por largo rato los ignoraron y que les engordaron las talegas.  

lunes, 27 de abril de 2015

HIJOS BELLOS DE LA FIESTA

PASE DE TANTEO Cuando a Alejandro Dumas le reprochaban que las andanzas de sus personajes ¨históricos¨ no eran sino sabrosas invenciones suyas y que tamañas proezas carecían de documentos fehacientes,  el autor se defendía diciendo que si bien era cierto que él violaba la Historia, sus detractores tenían que aceptar que con tales violaciones, le había hecho, a la Historia, hijos muy bellos.

¡AL TORO! En el mundo de los toros, ojalá pudiéramos atrapar a la caterva formada por empresarios mezquinos y parciales, comentaristas que toman dictado, ganaderos apoltronados en la mina de oro que es el trapío dócil, toreros cebados en la teatralidad y pedigüeños de orejas. Aficionados conocedores de muchas plazas y ninguna de sus taquillas, reventadores comisionados, subalternos duchos en colisionar toros y desactivar los diamantes.

PITÓN DERECHO Una vez asegurada pandilla tal, los enfrentaríamos a la pregunta: ¿Cuáles son los hijos bellos que le han dado a la Fiesta, con tantas violaciones? (Si fueran honestos y quisieran contestar, pudiera ser que se entramparan el resto de su vida, hincados a porta gayola frente a la oscuridad, porque no saldrá nada por Toriles.)

PITÓN IZQUIERDO Luego aprehenderíamos a los revendedores y los Usías, ambos prestanombres de la empresa, a los arrogantes carpetovetónicos, también a los críticos poncianistas y demás reclutas de la gavilla Lesa Fiesta, aunque algunos de ellos sólo aportan granitos de arena hay otros que echan rebosantes paladas de porquerías y todos son ultrajantes de la Fiesta.

PITÓN DERECHO Una vez acorralados les soltaría la misma pregunta: ¿Cuáles son los hijos bellos que le han dado a la Fiesta, con tantas violaciones? (Si fueran honestos y quisieran contestar, pudiera ser que se entramparan el resto de su vida hincados a porta gayola frente a la oscuridad, porque no saldrá nada por Toriles.)

PITÓN IZQUIERDO Pero hay otro ambiente de salud; el alivio nos espera en tantos lugares del mundo taurino, que hemos de ir allá donde la Fiesta es tratada con respeto y diligencia.

PITÓN DERECHO Por enésima vez estuvimos en Cinco Villas, en el Estado de México, vivero de novilleros que se enfrentan a animales en puntas, dentro de todo el protocolo formal de la tradición centenaria. Además, las entradas benefician un asilo infantil. ¡Óle, Luis Marco, Lucero Domínguez, El Maletilla Cristóbal, Manuel Gutiérrez, Héctor Gabriel!    

PITÓN IZQUIERDO El domingo 4 de enero conocimos la plaza de Tepeapulco, techada; construcción sólida. Una sola entrada para cuadrillas, toriles, picadores, arrastre y en su caso, salida en hombros. Pero con la seriedad evidente en el hecho que el encierro completo fue sustituido días antes ¨por respeto a los aficionados¨ según se anunció a la entrada. Toros con presencia para Padilla, El Zapata, Joselito Adame.

PITÓN DERECHO Qué decir de La Petatera, una plaza más famosa que visitada. Petate es la palabra prehispánica que significa estera. La estructura de esta plaza está hecha con troncos, barrotes, tablas que se complementan con petates, cada año. Eso significa que, prácticamente, los lugareños estrenan plaza cada feria, porque la arman semanas antes. Es una plaza sui generis, que no tiene callejón, aunque sí burladeros. La falta de callejón permite a los poseedores de espacios exclusivos, ver la corrida a ras de arena, entre los troncos horizontales y barrotes. El techo que los protege aloja la sillería de sus invitados. La mitad de los asistentes aprecian los dos volcanes del paisaje local, uno de los cuales echa fumarolas intermitentes mientras que el otro, solemne, se corona de nieve. ¡Estar aquí es hincharse de aire fresco! El 16 de febrero vimos torear a Talavante, Adame, El Calita.

PITÓN IZQUIERDO Fuimos a un festival en Huichapan, Hidalgo, el domingo 12 de abril. Toreaba entre otros, un nuestro amigo en esa pequeña población de raíz Otomí. Se trataba de la feria regional dedicada al Señor del Calvario. El puro viaje por tierra bien valdría una narración. Don Adrián, compañero de asiento en el autobús y perceptible gourmand de birria con cebolla y cilantro,  me instruyó que si mi amigo mostraba valor, yo le gritara ¡shara-boica!; en caso contrario sería ¡shara-duse!

PITÓN DERECHO Todo el aforo fue de cortesía y los animales de casta y el desarrollo del evento, justo, divertido y reglamentario. A la hora de su desempeño Humberto Ruiz, mi amigo aficionado, mereció óles míos, que tuve que reciclar porque no me vino a la garganta la somera lección de lengua regional. ¡Shara-boica, Humberto! y también  ¡Shara-boica, Huichapan!


RECORTE FINAL Plazas como 5 Villas, Huichapan, La Petatera, Tepeapulco y muchas otras, dan oportunidad para reconciliarnos con la Fiesta y tal como figuró el monasterio de Cluny, de la Francia medieval como vivero de la Fe, estos ruedos también son refugios de la autenticidad, del gusto, la tradición, el respeto y hasta cariño festivo por la Fiesta.      




miércoles, 18 de marzo de 2015

CON EL CARISMA HEMOS TOPADO


ENGANCHÓN Para iterar lo dicho en el anterior envío y ampliar la idea, diremos que además del temple de la bravura, hay otras emociones arrebatadoras taurómacas que no se derivan de la bravura, sino de la nobleza, del carácter pastueño y de los temperamentales envites bravos que la sapiencia del torero sabe provocar y acompasar.

PITÓN DERECHO Al aceptar el ENGANCHÓN comprendemos que la materia prima para el éxtasis hondo es al momento del temple de la bravura, pero que también brotan deliquios de la coreografía del diestro que guía las embestidas francas del astado ingenuo. Si el torero tiene carisma que es ese encanto que lo diferencia de sus iguales y que fascina a las tribunas haciendo lo mismo, entonces tenemos el milagro de la Figura.

OTRO ENGANCHÓN Ese carisma se presta a trucos y simulaciones sin duda, pero es lo que decide el paso de la Tauromaquia a la Tauromagia. Porque digamos: ¿qué torero de primer nivel, aclamado por los tendidos de ayer y de hoy, no tiene en su closet alguna alimaña a la que hizo una de las faenas del siglo?

PITÓN DERECHO Con el carisma hemos topado. Miguelín demostró el 19 de mayo de 1968, que la bravura del toro no era necesaria al incendio que El Cordobés atizaba en los tendidos. Porque para que se diera el furor taurino en las andanadas bastaba con el carisma de El Cordobés y su dominio sobre el animal con trapío dócil (con el que muchísimos se dan por bien servidos). Miguelín vestido de paisano brincó a la arena, luego palmeó y acarició al toro con el que El Califa hacía de las suyas.

PITÓN IZQUIERDO ¿Qué develó Miguelín? En rigor, nada nuevo. Después del episodio iconoclasta, el de Palma del Río siguió como si nada, no sólo en esa tarde, sino  por varias temporadas, sin que la descobijada le provocara un gélido rubor (si vale la expresión), y con el público haciendo las mismas filas frente  a las taquillas,

PITÓN IZQUIERDO, OTRA VEZ Los escándalos nunca acaban con las figuras. Sino fuera así, entonces las carretadas de orejas cortadas a novillos gordos y las cornadas por cuernos mochos dejarían desolado el escenario taurómaco, porque las figuras ya hubieran desaparecido. El carisma los tiene blindados ante esas ¨pequeñeces¨. Si el carisma no es componente de la personalidad del torero, entonces hasta un alambre bastaría para enredarle los pies y dar con él en el suelo del olvido.  

PITÓN DERECHO Por el lado de los aficionados  y demás asistentes a las corridas, los hay que están fuera de la esfera del carisma de algún torero en particular. Nada les place aunque llegan a tener una apreciación documentada del desempeño del diestro, pero no los arrebata. Son foráneos al dominio territorial y emocional de la Figura y nunca quedan dentro de su burbuja. No entienden el por qué ese torero es tan aclamado porque ¨tiene sus cosas, pero de ahí no pasa y hasta fijándose bien, llega a tener ratitos en que le sale lo mamarracho.¨

PITÓN IZQUIERDO Recordemos al periodista taurino Carlos León. Su temperamento de conocedor despiadado y personalidad sarcástica le costó un coletazo de El Ciclón Arruza y un libro de L. Romero (El Cordobés y sus Enemigos) que más que páginas de apoyo a este torero resultó ser un catálogo de insultos empastados dedicado al cronista docto y de ponzoña, que jamás cayó en el fogón de la pasión permanente por ningún torero; aunque tiene en su closet la admiración por El Loco Amado Ramírez.     

PERDIENDO LA CARA AL TORO Por cierto, la obra contra Carlos León, lleva la presentación de Cantinflas, el cómico que tiene una estatua taurina en la plaza México y que defiende a su manera a El Cordobés y, por consiguiente desacredita a Carlos León, quien es el autor de guiones de películas del mismo cómico.  


DESPLANTE FINAL Dijimos al principio: torear es templar la bravura, no aprovechar el viaje, pero llega un diestro con oficio taurino y muy bien que provoca y aprovecha el viaje y nos alborota las tardes, nos da argumentos interminables para tertulias que lastimosamente acaban tan pronto y de paso nos salva, no sólo los domingos, ni las temporadas, sino la misma afición vital. Órale.




martes, 3 de febrero de 2015

EL TOREO ACOMPASADO


PITÓN DERECHO Partimos de la premisa que Torear es Templar la Bravura, lo que nos impele a concluir que a falta de la bravura pues no habría temple y, por ende, tampoco toreo. La fortuna es que en una tarde con esas ausencias encadenadas, no todo estaría perdido, porque quedaría el recurso, como sucedáneo del toreo altivo: El Acompañamiento de la arremetida ingenua, atemperada por la pica, a cargo del diestro para embraguetarse con la lentitud de la cornamenta, con elegancia de éxtasis, con la coreografía acompasada.

PITÓN IZQUIERDO Por eso cada que triunfa Enrique Ponce, y lleva años haciéndolo entre nosotros, se pospone el regreso del toro bravo. La destreza del valenciano hace innecesaria la bravura del toro para arrobar a los tendidos ya que cuenta con su capote y muleta de caricias, armonizadas con los envites del toro que (¿Saborearon los pases circulares, sin solución de continuidad?), cuando son lentos, da la impresión que los templa. La cámara de Daniela Magdaleno registra dos momentos atesorables. Óle

PITÓN DERECHO Ninguno de los cronistas de esa 13ª corrida de la temporada mexicana 2014-2015, ninguno, repito, mencionó la bravura en la nota de alguno de los siete toros, al menos en forma afirmativa. Llegan a elogiar, eso sí, el temple del valenciano; pero nos preguntamos: si no salió la bravura por toriles, ¿qué cosa fue lo que templó el torero?

PITÓN IZQUIERDO ¿La boyantía? Pero si esa no ha menester temple. La docilidad no se templa: simplemente se acompaña. Lo que vimos en su máxima expresión fue el acompañamiento, el aprovechamiento acompasado del viaje, la pincelada sobre la arena con la muleta a la misma velocidad que las pezuñas, con una ligazón estupenda.

DE REGRESO A LA QUERENCIA Torear es Templar la Bravura, no Acompañar el Viaje.



PITÓN IZQUIERDO Esta frase merece atención, porque intenta explicar no sólo  lo acontecido esa tarde, sino también la configuración de la fiesta taurina, a la usanza mexicana. 

PITÓN DERECHO Ya habíamos caído en cuenta que en México hemos suavizados dos ultramarinos ibéricos: el Habla y la Embestida de los Toros Bravos y, como todos los fenómenos resultantes de naciones que comparten sangre, religión y lengua, son vistos por los carpetovetónicos (tanto los oriundos como los naturalizados), más que ambientaciones regionales de las mercancías culturales, verdaderas corrupciones que llegan al escándalo.

PITÓN IZQUIERDO Afortunadamente para el futuro de la fiesta, en las dehesas mexicanas, en caso de alguien que los requiera, hay también ganaderos que tratan de cumplir con su altiva tarea de Preservar la Bravura, no Buscar el Trapío Dócil. Pero aún así las figuras, éstas y aquellas, quieren al pastueño y los recalcitrantes que buscan los días de bravura tienen que ir a las corridas del segundo escalafón, en parajes no muy hollados, o con carteles de mujeres.

PITÓN DERECHO Mas vayamos al entendimiento del toro mexicano. Algunos toreros españoles lo han logrado: y al asimilar este cornúpeta suave esparcen destellos de otra estética a la acostumbrada, para honda felicidad de ellos mismos y de la afición mexicana. Tal es, entre algunos otros, el caso de Ponce.

PITÓN IZQUIERDO El de Chiva desde un principio pudo avenirse con relativa facilidad a las exigencias de la suavidad y transitó de la casta áspera y envite recio, a la lentitud prolongada del ataque pastueño. Hay que decir que el toro con trapío dócil en algunos de sus envites lo hace con bravura y cuando Ponce lo percibe, puede templar esa fugaz muestra de casta.   

PITÓN DERECHO Aunque las campañas mexicanas son demeritadas frecuentemente a simples tientas en traje de luces, se tiene que reconocer que no todos pueden ufanarse de tener a la afición mexicana convencida.  No saben qué hacer con la suavidad.

PITÓN IZQUIERDO Al doblar el Siglo XIX se dibujaba la confrontación de dos formas de jugar con los toros. Ponciano Díaz y Mazzantini fueron tocados por la historia para que, anegados por las griterías, vivieran los momentos irrepetibles de la transculturación taurina. Fue una epopeya porque las razas aclimatadas durante siglos en terreno mexica, derivadas de una especie animal de origen ibérico, más las importaciones frescas fueron la materia prima para el toreo a la usanza española, pero obligado por el ritmo del toro aclimatado y por el gusto de la afición. 

PITÓN IZQUIERDO, OTRA VEZ Con el tiempo, resultaron dos concepciones atrincheradas del toreo, derivadas del toro que se prefirió jugar, aquí y allá. Quedaron así los poncianistas y los carpetovetónicos en las terminales del carril de colisión inevitable.

PITÓN DERECHO Hay un solo protocolo taurino; un reglamento universal con ligeras modificaciones. … para dos tipos de toros y de aficiones. Tal es el momento en que nos encontramos ahora: afligidos por los ecologistas correos del mensaje puritano de la USA que lo divulgan en los tendidos ralos.


¡PUERTA!  La Fusión Internacional para la Tauromaquia casi obliga a especular que bien pudiera se el amarre o la ligazón necesaria para que estas dos fiestas, o las que pudieran aparecer, se amalgamaran. No en un serial de festejos, con ganaderías y toreros de todos los puntos cardinales, sino que su misión lograra que los aficionados convengamos que un toro no excluye al otro, lo que nos llevaría reconocer, por fin, que una fiesta tampoco excluye a la otra.  


viernes, 31 de octubre de 2014

VICTUS, Barcelona 1714



TOQUE DESDE LEJOS Leer esta novela es abordar un libro de doble travesía; la primera nos lleva con sus páginas hinchadas de inspiración, siglos atrás, hacia el asedio de Barcelona que culminó en 1714, durante la guerra  de sucesión monárquica. Luego, tal vez sin la intención franca de su autor Albert Sánchez Piñol, el segundo trecho nos trae al 2014, también a Barcelona la bella, que encontramos bajo otro tipo de asedio, que ya significó la enésima frustración en su entrañable afán independentista.

RECOGER AL TORO La analogía que nos insinúa Sánchez Piñol, puede ir más allá del muy visible doble fallido acto. Mas esta página cibernética carece de información para proceder a imaginarla. Por ejemplo: aquellos miqueletes, los estrategas de la defensa, los botifleros, las legiones de heroínas y héroes y el grupo catalán que estableció la alianza con la pérfida Albión, hace trescientos años  ¿en quienes reencarnaron?  ¿Y Villarroel? ¿Y el seny? ¿Y Nan, Anfán y sobre todo, Amelis? ¿La mismísima Crida comparte la genealogía legalista y psicológica con el  Referéndum?

TAPÁNDOSE Hay que esperar otra novela genial. Venga.  

¡AL TORO, AL TORO! La anterior parrafada tiene cabida entre estos pitones, por dos razones: primera: la agenda de la separación de España incluye la abolición de la fiesta de los toros; una de esas  costumbres populares que están de más en el ideal de la independencia catalana, y la otra razón es que hablar de toros es nuestro gusto.

 PITÓN DERECHO Como recordarán los taurinos y los anti taurinos La Fiesta fue prohibida el año pasado en Barcelona. A partir del hecho afloró más el júbilo de los que disfrutaron el chasquido de una liga reventada que los ceñía a España, que la algarabía de los animalistas que fue mínima, tal vez porque la industria de los artículos y alimentos de origen vacuno no aminoró el tableteo de sus certeros  Pistones Cautivos.

PITÓN IZQUIERDO Otro asunto para armar la analogía, ¿Cuáles serían los pormenores equivalentes a la alianza con la Pérfida en el siglo XVIII, con la que tal vez se pactó en este siglo con los ecologistas animalistas, para librarse de la Fiesta Nacional de España? En fin, en el cubil del sospechosismo, uno de nuestros deportes nacionales, se oye que los toros se presentan, en todo el mundo  como La Fiesta Nacional Española y entonces los separatistas catalanes la repudiaron ya que al prohibirla, cercenaban, según ellos, un garfio de la metrópoli. Por supuesto los ecologistas, polizontes de un viaje que apenas prorratearon, están que se desbordan.

PITÓN DERECHO Hace 300 años a miles de beligerantes y civiles les acortaron sus vidas. Es la bienvenida diferencia con el actual asedio de Barcelona; todos sobrevivieron VICTUS Barcelona 2014. Aquellos creyeron que con sus vidas lograrían la paz pero, como lo escribió Sánchez Piñol, sólo los que mueren en batalla ven el fin de la guerra; los que se salvan tienen que vivir con el presagio de la siguiente.

PITÓN IZQUIERDO Con el tiempo aumentará la intensidad de la reyerta por la independencia, o tal vez amainará, pero no se extinguirá antes del Juicio Final. No se puede adivinar la colocación, a corto plazo, que haga el azar de las piezas revueltas; o si haya un pliego ya grabado que develará el mensaje al final de los calendarios. Se desconoce La Palabra que se dictará a la sufrida y eficiente Waltraud pero lo que escriba en la última página, como siempre ha pasado en los textos de La Historia, no dibujará sonrisas en todos los labios.


RECORTE CON DESPLANTE Antes hubiéramos pedido que el asedio no fuera esos donde pagan justos por pecadores, pero ahora, con la globalizada jerga de los belicistas empedernidos dados a los eufemismos, nuestro deseo es que La Fiesta en Barcelona no sea un daño colateral de la pugna del 2014. Órale.

martes, 16 de septiembre de 2014

TRES MARÍAS

PITÓN DERECHO Tal como las figuras del toreo ascienden al Grupo Especial por su arte, técnica y valor, también debería crearse un Grupo Especial para las bibliotecas taurómacas del planeta, como aprecio a la singularidad de las piezas guardadas, la cantidad y la diversidad de ellas y un sistema para el crecimiento indefinido de su acervo.

PITÓN IZQUIERDO Habría que echarse un interesantísimo periplo para conocer los tesoros encuadernados que existen en Colombia, Ecuador, Estados Unidos, España, Francia, México, Perú, Portugal, Venezuela.

PITÓN IZQUIERDO, OTRA VEZ Una vez hecho ese Viaje Alrededor del Mundo Taurino en Ochenta Bibliotecas, e integrado ese listado de sitios de excelencia bibliográfica, quedaría inscrito, sin duda alguna, El Centro Cultural y de Convenciones de Tres Marías. Porque además de poseer un muy respetable lote de libros y documentos ha  dispuesto, en unas salas contiguas a la biblioteca, una colección de pinturas y piezas taurinas del mundo entero.

PITÓN DERECHO El Centro Cultural y de Convenciones de Tres Marías, creación de Marco Antonio Ramírez Villalón, está posado en un sistema de verdes colinas cercanas a Morelia, del Estado de Michoacán. Lo identifica un dibujo con las iniciales CCC y MMM que formaron, una vez pasado por el talento del diseñador, una mariposa que hace alusión a las célebres Monarcas; aquellas del asombroso peregrinaje aéreo anual que, después de miles de kilómetros, baten sus alas en los bosques de los santuarios de El Rosario y Chincuac, también en el estado de Michoacán.

PITÓN IZQUIERDO El jardín del Centro de Convenciones es un prólogo a lo que después veremos: Un broncíneo toro esculpido por Humberto Peraza, parece embestir a otro toro hecho con placas metálicas rojas y obra de Salvador Manzano y que parece esperarlo, a cuarenta metros. Tal embestida insinuada es una franca alegoría de lo que vive La Fiesta: lo tradicional que se encara a lo contemporáneo. Cada escultura siente que su derecho territorial está  amenazado; el toro tradicional porque el tiempo legitima ritos, usos y costumbres; el toro contemporáneo porque se trata de ¨renovarse o morir¨.  

PITÓN DERECHO Ya dentro del edificio está un caballo colosal –casi troyano-- de Botero que separa con su mole broncínea las respectivas entradas: a la biblioteca y al museo. Las dos puertas parecen invitar al coloso. El amplio vestíbulo está flanqueado con pinturas murales: Derribo y Quite, de Manuel Rangel y Noche de Libros, una alucinante obra de Rafael Sánchez de Icaza, que pinta los libros que lee el Quijote como entes que al volar truecan sus pastas y hojas en toros multicolores. De nuevo: la tradición y la contemporaneidad. Nos detiene una hilera de banderas correspondientes a las naciones donde se practica el llamado arte de Cúchares.
 ENGANCHÓN  A propósito, las frecuentes corridas incruentas en California y Nevada y el casi centenar de peñas taurinas en los EUA, ¿No serían merecedoras de un reconocimiento colocando la bandera de las Barras y Estrellas, en Tres Marías?

PITÓN IZQUIERDO Los Bibliófilos Taurinos de México muy distinguidos por la invitación al Centro, cedimos a nuestra vocación y guiados por María Dolores Reyes, nos adentramos a la Biblioteca.

ARREÓN  Lo que nos esperaba.

PITÓN IZQUIERDO La Biblioteca tiene en sus nobles estantes 15 mil títulos y documentos ordenados de la historia taurina mundial. Además, constantemente cosecha los que se van generando en todo el mundo y en varios idiomas. La totalidad los títulos están digitalizados, así como muchas obras y documentos.

PITÓN IZQUIERDO, OTRA VEZ  Cualquier título taurino que uno recuerde está captado en los anaqueles y en la digitalización. Bueno, casi cualquiera. Un manuscrito del Emperador Maximiliano nos avisa de una corrida de toros.

PITÓN DERECHO Las filas de libros evocan ese sabor que sólo las bibliotecas tienen: estar frente a la memoria externa de los hombres. Miles de tomos formados para que uno los consulte a placer y con todo el tiempo y el silencio del mundo. La lectura se hace como si uno estuviera en un silencioso claustro de un castillo taurino; sabedor que los libros reposan a un lado y que no tienen a dónde irse.

ADORNO El sistema de adquisiciones de Tres Marías sigue una subasta electrónica en una ciudad del medio oeste de los EUA. , se trata de un óleo de Ruano LLópis: un toro haciendo una musculosa salida natural, acompañando el vuelo de un sombrero. Salvador García Bolio está atento  a la puja.

PITÓN IZQUIERDO Ya dentro del museo, al lado derecho del cuaco enorme, se exhiben pinturas taurinas originales de Ruano Llópis, Pancho Flores, Roberto Domingo, Dalí, Picasso, Goya, Rivera, Siqueiros y otros. Además de las pinturas se encuentran dibujos, platones de cerámica, barajas, máscaras mortuorias, esculturas, todos sobre temas taurinos de conocidos y algunos (injustamente) desconocidos autores internacionales. Ternos, capotes de brega y de paseo, muletas, estoques  y utilería de Manolete, Manolo, Gaona, Garza, Camino.

PITÓN DERECHO El acondicionamiento de la temperatura y humedad que reciben las obras en las modernas y amplias salas es la garantía de años de disfrute. Unas escaleras eléctricas facilitan las re visitas necesarias a los dos niveles. Los servicios de comedor, cafetería y convenciones están acordes a la calidad con que todo el CCCMMM está diseñado  y construido.

PITÓN IZQUIERDO A diferencia de las Figuras del Grupo Especial a los que en una tarde afortunada el aficionado puede ver hasta tres de ellas, sobre el mismo albero, en el caso de los acervos que atesora la bibliofilia taurina planetaria, se tendría que calendarizar un feriado fuera de la querencia natural para ver sólo uno de ellos. Aún así, valdría la pena.


RECORTE FINAL Después de la comida, nos alcanzó la noticia que la subasta del óleo había sido ganada por el CCCMMM; otro tesoro que compartirá Marco Antonio Ramírez. Órale.

lunes, 18 de agosto de 2014

MÁS DE LECUMBERRI

PITÓN DERECHO Jorge Espinosa de los Monteros fue quien nos anunció desde la contraportada, la originalidad de la lectura de Lecumberri, lo que para nuestra suerte, se corrobora. Encontramos que la originalidad es la sobriedad con la que los Lecumberri atienden su vocación a la crianza del bravo. Agrega a lo anterior una muestra de refranes, entre los miles del folclor y los emplea como hierros para marcar los capítulos. También echa frecuentes vistazos a su, por lo visto, amplia biblioteca familiar.  

PITÓN IZQUIERDO José Antonio Luna es el prologuista de esa aventura ganadera y, como ya se dijo, la piedra filosofal debe combinar sangres: ¾ de San Mateo, aclimatación mexicana de Saltillos y ¼ de Navarros, de allá, del sur de los Pirineos.

PITÓN DERECHO En sus elucubraciones para aislar los vientres y sementales necesarios para el menjunje ansiado, Lecumberri recurre a lo próximo y lo lejano, tanto histórica como geográficamente. Y hace un recorrido larguísimo con episodios y anécdotas de sabores varios que para bien de los ausentes los encuaderna en el libro mencionado.

PITÓN IZQUIERDO En el Diario de Viaje resultante aparece la fauna y flora completa del pensil taurino. Fauna, los insaciables comensales del hartazgo en que han convertido la fiesta y la flora de los personajes probos y honestos. Los rufianes y amigos; golfos y obreros hacendosos. Burócratas corruptos y funcionarios rectos. Resulta sorprendente la tolerancia con la que los lectores reconocemos tales especímenes como los asistentes a la Fiesta. .  

PITÓN DERECHO Es bueno encontrar en los retratos hablados varones probos y dilectos cuates, confiables socios y amigos entrañables; empresarios confiables y toreros valientes. Los varones justos que no firman los tratos y que, aún así,  los cumplen cabalmente.

PITÓN IZQUIERDO Sobre la arena la preocupación por el juego que den sus toros no le cancela la apreciación festiva de la circunstancia folclórica de plazas como la de Vizarrón, las de Atengo y Arroyo y las tientas en su cortijo. Nos invita a una divertidísima fiesta taurina con el pretexto de los esponsales de un hijo.En esta ocasión  así como en muchas, se revela como un confiable observador participante de las costumbres folclóricas.

PITÓN DERECHO La feria de Atengo es un ejemplo divertidísimo de su cuaderno etnográfico así como las participaciones de las Reinas de tacón alto sobre los alberos: luego el paseíllo, no bajo el Cielo Andaluz, sino sobre la marcha Zacazonapan.  

PITÓN IZQUIERDO La portada de



Óscar Matchain Martínez cercena a Navarrito, el semental de lujo, en dos mitades que se acomodan en las pastas. Tal diseño nos obliga a espantar las moscas y recordar que la Fiesta tiene las suyas, igual de molestas. Esas tres moscas tan inevitables que casi llegan a ser indispensables en los chiqueros, nos recuerdan el título y el sol difuso nos hace arder de ganas de la lectura.

PITÓN DERECHO Las ilustraciones de Jorge Matchain Martínez hacen juego con la narración porque presenta a las vaquillas, toros, vacas y novillos con rasgos anchos que les va bien a la imagen de dureza de la ganadería. Los que sobrevivimos a la tecnología del revelado del negativo y pasamos  por  la maravilla del polaroid y apenas entendemos la imaginación digitalizada, celebramos el talento del dibujante cuando monta rostros de bibliófilos del siglo XXI sobre una pintura del XIX.

PITÓN IZQUIERDO La manipulación de Jorge es tal que los rostros incluidos muestran cierta complacencia para posar. Ese ensamble de caras nos hace recordar que los fotógrafos de nuestra  Villa de Guadalupe, nos hacían sacar la cabeza por los huecos ovales recortados sobre una escena aérea. La foto resultante, una vez revelada en la cubeta rebosada, nos hacía copilotos de Sarabia o Lindbergh. Aquí, en la página 256, los Bibliófilos Taurinos de México comparten el patio de cuadrillas con peones, toreros y aficionados de hace doscientos años.


RECORTE En un exceso reduccionista pudiéramos trazar dos triángulos para albergar la obra de Lecumberri: el triángulo de cúspides de Bravura, Nobleza y Tipo, para el reino animal y los vértices en que se engloba su comportamiento de ganadero: Cariño, Paciencia y Buen Gusto. Órale.