miércoles, 3 de febrero de 2010

SIGUE LA FIESTA VERDE Y TAL VEZ LA ROJA

PITÓN DERECHO La fiesta se resiste a morir. Está debilitada, pero vive. Aunque ya se ven ciertos signos vitales: nuevas figuras mexicanas y la usual generación de españolas, no llega más allá del “ya merito” Este repunte fue por arte de magia, si entendemos como magia el riesgo que toman los empresarios que se juegan la lana, los toreros que arriesgan la vida, los aficionados que nos resistimos al aburrimiento. Todos integraríamos la tauro magia. Entonces sí, la fiesta sonríe desde los tendidos ralos, por arte de magia.

PITÓN DERECHO, OTRA VEZ Pisan fuerte El Cejas, Garibay, Adame, El Conde, Israel, Ochoa y más allá vienen Michelito y las enésimas generaciones de LLagunos y Silvetis.

PITÓN IZQUIERDO Eso en México y en el extranjero Don Bull empresario mexicano en Las Vegas, anuncia corridas cuando menos una por mes (Excepto abril), a lo largo del 2010. La pregunta sigue con los pies clavados en la arena del Equestrian Center, del South Point Hotel ¿Podrá sobrevivir la fiesta en clima artificial? Pensamos en el clima cultural puritano, que para la esencia de la tauromaquia resultaría artificial. El otro, el operado con el termostato, no ofrece problema tercermundista.

PITÓN DERECHO No sólo las promesas alivian el presagio de la extinción de uno de los más ancestrales espectáculos, sino también el desempeño de los consagrados como El Juli, José Tomás, Sebastián Castella, El Cejas, El Zotoluco.

PITÓN IZQUIERDO Los cofrades de Por la Puerta Grande, se pronunciaron por Castella, porque les gustó más que José Tomás. Particularmente después de la reciente faena magistral que hizo el francés en la México. Es un asunto de personalidad. Ambos son referentes para justificar por qué el toreo es un arte. Ambos no dejan que en vez de un óle, salga un bostezo. Les gusta José Tomás, pero menos que Castella. ¿Qué puede decirse?

PITÓN IZQUIERDO, OTRA VEZ Una pregunta, ¿A quién quieren imitar algunos toreros actuales? La respuesta que cualquier aficionado conoce, nos recuerda que la personalidad es fundamental para dibujar íconos en todas las degustaciones. Por nuestra parte, nos inclinamos por la personalidad, no por el oficio. Por supuesto que disfrutamos a una personalidad que sepa torear y a un artista que tenga oficio. Por decirlo de otra manera, preferimos a un torero con más personalidad que oficio, y no a un torero cuyo oficio sea mayor que su personalidad.

Aún así marcada nuestra preferencia creemos que El Juli es el más torero de todos. El de mayor personalidad, José Tomás.

PITÓN DERECHO ¿Vieron la estocada de El Juli y cómo no paseó las dos orejas tan merecidas que le concedieron, pero que por algunos chiflidos dejó? ¿Vieron la estocada de El Cejas y cómo paseó las dos orejas, no tan merecidas como las de El Juli?

DESPLANTE La pasión ciega a los apasionados. Los que creen que El Cejas estuvo a la altura de El Juli, son tan apasionados como los que creemos que fue superior El Juli. Nosotros no le vamos al mexicano nomás por serlo. Bueno, sí. Le voy cuando el mexicano soy yo y el otro no tiene el mismo privilegio. Pero fuera de esa situación insólita, no soy nacionalista en el arte, ni en los espectáculos. Y lo que percibo es que cuando torea un español y un tenoshca, en México, de salida el mexicano lleva las simpatías que pueden causar tolerancia y hasta ceguera al momento de apreciar los méritos de su desempeño.

PITÓN DERECHO, OTRA VEZ Pero de esta fiesta con coros en el campanario nacionalista y eventuales bofetadas, a una fiesta celebrada lánguida y sensatamente, como la de estos días, prefiero la apasionada. Por qué, ¿Qué tan bueno puede ser un torero que no esté uno, frenético seguidor dispuesto a enseñar el cobre, con tal que los demás lo reconozcan como el mejor?

RECORTE FINAL Como dijeron de un licenciado: Bueno, es honrado, pero honrado, honrado, lo que se llama honrado, no. También así pueden decir algunos aficionados de su torero: Bueno, es mucho mejor que el tuyo, pero como para darme un tirito contigo, todavía le falta

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