martes, 5 de octubre de 2010

¿HAY DE MUERTES A MUERTES?


AVISANDO AL TORO Un fundamentalista repudiado por aquellos que toleran todo, menos los principios religiosos, al ver cementerios de mascotas, servicio de clonación para favoritos entrañables y gastos para la educación, atención “estética” y cuidado quirúrgico de perros, gatos, pericos, cuyos, tortugas y demás alimañas caras al hombre y su salud, se preguntaba ¿Qué no hay niños en esa sociedad?

PITÓN DERECHO El 27 de septiembre de 2010, se dijo que en la ciudad de México, se había interrumpido “legalmente el embarazo” a 46, 777 mujeres. Es un eufemismo para informar sobre el infanticidio autorizado. Se puede afirmar que si hubieran llegado a término esos embarazos la sociedad habría albergado, con el paso del tiempo, pederastas, benefactores, ladrones, atletas, políticos, premios literarios, artistas, genios, asesinos, artesanos y ninis. La sociedad se hubiera renovado con sus lacras, pero también con las esperanzas de trascenderlas.

PITÓN IZQUIERDO En ese período que va de abril del 2007 a la fecha, se mataron en las corridas de la ciudad de México, unos 600 toros. Una vez muertos, los toros fueron destinados a ser alimento y ser transformados en artículos de piel. Ninguno de los restos de esos toros tuvo un destino distinto a los que se engordan para consumo humano en los corrales o praderas.

PITÓN IZQUIERDO, OTRA VEZ 46,777 abortos, 600 toros estoqueados. Esto significa que por cada unidad de Bos Taurus “atormentado”, hubo 78 “embarazos legalmente interrumpidos” del Homo sapiens. Ojo, por cada corrida normal en que se torea y da muerte a seis toros, corresponderían 468 “embarazos interrumpidos legalmente”.

PITÓN DERECHO La lidia de reses bravas, se realiza buscando la emoción estética (lo que la define como arte). El torero expone la vida el torero en cada pase durante cuya ejecución busca esa dimensión estética. En el mundo cibernético, donde realmente se practica la libertad de expresión, como en ningún otro ámbito de la vida, alguien dice que son pocos los toreros que mueren (En realidad dijo “que deberían morir”) y en cambio son centenares de toros que son sacrificados. No hay pues, equilibrio entre los participantes del “deporte” salvaje. Se pudiera solicitar, para ser congruentes, estadísticas de cuántas mujeres mueren en los abortos “legalmente producidos” o cuántos médicos que los practican.

PITÓN IZQUIERDO La fiesta taurina está bajo la presión ecologista. La hermandad franciscana con los animales es, indudablemente, un espacio amplísimo para armonizare con la naturaleza. Pero este vuelco verde recientemente dado se hace para mantenerse en el planeta sin desquiciar su composición biológica. Parece ser una especie de consuelo que tiene la humanidad, por no haber logrado durante tantos milenios la paz entre las etnias, nacionalidades y religiones planetarias que saben encontrar o inventar, cualquier razón para enredarse en su naturaleza humana belicista. Parecen proponer, los ecologistas, que si no se construye la paz entre los humanos, después de tantos milenios, puede conseguirse, en cambio, vivir en paz con la naturaleza.

PITÓN DERECHO Esto hace del toreo, que es una rara avis, un blanco inmóvil para los cazadores verdes. Decimos rara avis porque siendo un arte, le hacen un campito en las secciones de deporte y aunque menudo se habla de los toreros como artistas, pocas veces reciben menciones oficiales como tales. Los ataques invariablemente lo enfocan como deporte salvaje.

PITÓN IZQUIERDO Recientemente en uno de esos espacios televisivos en que se embelesa a la audiencia con noticias tremendistas, gritadas por silicones y botox restirados, chatarra visual en toda la extensión de la palabra, echaron las campanas al vuelo por los abortos “legalmente producidos” Llegaron a congratularse porque esos 46, 777 abortos, habían impedido muertes de las madres. Entiéndase: hubo satisfacción porque con los 46, 777 abortos se habían evitado “muchas” otras muertes. En su descargo hemos de reconocer que la persona encargada de una de las asociaciones promotoras de los decesos, se veía apesadumbrada.

PITÓN DERECHO Ya que estamos tratando actividades mortales echemos un vistazo, sin mencionar los caídos en las guerras, “justas” e “injustas”, a las muertes producidas por los topes y caballazos que se dan en el fut americano. De 1931 al 2007, se registraron 1006 muertes de jóvenes deportistas en los emparrillados escolares y profesionales de la USA. ¿Qué hacer?

PITÓN IZQUIERDO En el espacio cibernético se dio difusión de alta definición a la cornada tremenda del matador de toros Aparicio en la que el cuerno le hendió ascendentemente el maxilar inferior con salida por la boca. Abrumadoramente el comentario estuvo integrado por cibernautas anti taurinos: “Lo tuvo merecido”, “Así sabrá lo que siente el toro”, “No cuenta con mi empatía”, “¡Qué bueno!” Solamente uno dijo que si se dolían por los toros muertos, deberían pensar en los abortos humanos. El mensaje siguiente fue: “Estamos hablando de toros, no de abortos”
RECORTE En esta columna si hablamos de toros y de abortos y no puede uno menos que cavilar en la naturaleza humana. Como ya comentamos en otra, la naturaleza humana nos da la opción de ser mortíferos. La pregunta es, fue y será: ¿Al servicio de qué idea ponemos esa capacidad letal? ¿En qué, en dónde ponemos en práctica ese abrumador legado?

DESPLANTE ¿En el arte taurino? ¿En el deseo de cadenas de oro y autos polarizados? ¿En la fortaleza de nuestra religión, del sistema político que esté de moda? ¿En la extensión de la promiscuidad? ¿En qué momentos estamos dispuestos a causar la muerte? ¿En favor de la estabilidad política y eliminación de quienes la trastabillan? ¿En la utopía de un lugar sin tanto pobre? ¿En el esfuerzo para liberar a la mujer de la maternidad, sin despojarla de su compañero de alcoba? ¿En la pureza racial? La contestación que los mexicalenses, los mexicanos, los iberoamericanos, nosotros los terrícolas, ofrezcamos (Los globalizados dirían: ofertemos), es lo que nos definirá como individuos y como grupo.

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