jueves, 28 de septiembre de 2017

LES ARÉNES D´ARLÉS


PATIO DE CUADRILLAS Para sentirme detective francés me bastan Leblanc y Simenon. Con Camus y Durás estoy sobrado para ser galán en Argelia o Indochina. Lo aventurero me brota con Dumas o Verne. Renoir y Monet me llenan de luz con sus pinceles; Meliès  y Cocteau con sus películas en blanco y negro. Massenet y Bizet me levantan en vilo musical.

CIELO ANDALUZ Pero haber escuchado La Marsellesa entonada por miles en Arlés fue como recibir una segunda Patria. Uno de los tesoros de mi memoria profunda es la voz y rostro de Mireille Mathieu cantando La Marsellesa, así que fue un milagro cuando sentí que ella había llegado a Les Arenes de Arlés desde años atrás  y había cantado en el coro arlesiano.   

PITÓN IZQUIERDO Uff,  uff, y uff. El Juli había intuido el carácter de su primer toro para formarle la personalidad haciendo uso de su valor y técnica e imaginó la faena con su creatividad. Luego con el conocimiento de los terrenos y de las condiciones particulares de la arena oval (Arles fue construida para gladiadores y bestiarios, en el Siglo II, A.D.), toreó como siempre lo ha hecho, como pocas veces lo he visto y también como nunca antes y eso con el mismo toro.

PITÓN DERECHO Cuando paseaba la oreja (falló con el estoque), un disneylandés brincó la barrera y forcejeó para arrebatarle el capote con que El Juli había pintado hacía quince minutos, uno de los ramilletes de chicuelinas más hermosos de la creación.

PITÓN IZQUIERDO Entonces el tazón oval de Les Arenes de Arlés que había iniciado el abucheo, pasó de la estridencia de silbidos y gritos de rechazo al retumbo multitudinario de La Marsellesa.

PITÓN DERECHO ¡Qué transmutación de una arena de toros a una asamblea de identidad nacional! El Día de Gloria había llegado. Nos enseñaron los arlesianos que se puede blindar la tauromaquia con un clamor que al mismo tiempo sea la muralla de la  identidad.

PITÓN IZQUIERDO En la Marsellesa el cantor se pregunta ¿Qué quiere esta horda de esclavos? Y nosotros preguntamos, ¿Cuál es el grito sin pulmones de esa runfla de disneylandeses?

PITÓN DERECHO Recordemos que el Mediodía de Francia es taurino. Al Norte, en los parajes parisinos las corridas están prohibidas, pero al sur hace casi cien años el Presidente Gastón Doumergue autorizó su práctica, propiciando que las fiestas de júbilo vernáculo se transformaran en concentración pública para apretar la identidad regional.

SALIÉNDOME DE LA SUERTE La Suite L´Arlésienne, de Bizet tiene algunos aires regionales que no son de su autoría, pero que vienen al caso. Recordamos la  Danza de los Caballos Fogosos.

REGRESANDO AL TORO Cuando escuchamos la Marsellesa nos pareció ver los caballos fogosos en tropel sobre las marismas de La Camarga, dispersándose como motas blancas fugaces en una exploración hecha para descubrir el misterio de la tauromaquia y arraigar la identidad regional. Órale.

PITÓN IZQUIERDO Primo Thomy sí estuvo en les gradins aux les arenes de Arlés, nosotros nos asomamos por la pantalla del celular diminuto. Decisiones de la Fortuna. Por mi lado, recuerdo el Padre Nuestro colectivo elevado por miles en la Vicente Segura, de Pachuca, en ocasión de la atroz cornada que recibió Silis cuya vida estuvo en peligro.


RECORTE FINAL También vibré con aquel Himno Nacional en el centenario de la constitución mexicana, entonado en la Plaza México y que me pareció más que coro republicano un canto bravío contra Donald Trump (Naranja y Henequén), quien por aquellos días había vociferado la inminencia de El Muro. Órale. 







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