martes, 24 de noviembre de 2009

GUANAMÉ



PITÓN DERECHO Quedamos en que nos había gustado el encierro. Faltó decir que fue más por su presencia que por su desempeño, que tampoco estuvo mal. Es que la presencia del toro es tan apreciada por nosotros que estamos dispuestos a sobre volar algunas de sus cortedades para el combate taurómaco. Tal fue el caso del encierro con que se celebraron los 34 noviembres de Calafia.

PITÓN IZQUIERDO La ganadería Guanamé no aparece registrada en el libro Hierros y Encastes del Toro de Lidia, quien menciona 274 ganaderías mexicanas. Esto no debiera extrañarnos porque se trata de un español que viajó a México para pergeñar muchas de sus hojas estupendamente bien documentadas. Además, en el programa Por la Puerta Grande (18 VIII 09), se mencionó que en México pastaban 285 ganaderías de reses bravas, es decir once más de las que menciona el escrito español, adenda en la que tal vez quepa Guanamé.

PITÓN DERECHO Pero disfrutando la lectura de Novísima Grandeza de la tauromaquia Mexicana, de José Francisco Coello Ugalde, encontramos que la ganadería Guanamé es de las más añejas de las mexicanas; y habría que agregar que fue nada menos que el virrey Conde Bernardo de Gálvez, entre 1785 y 1786 trajo de Salamanca y Castilla ganado que pastó en la hacienda de Guanamé, en San Luis Potosí.

PITÓN IZQUIERDO Nos damos tanta precisión temporal en el evento, porque esos años definen la totalidad de su virreinato, de solamente un año. Dice Coello que no tuvo éxito esta simiente. Ya entrado el XIX Guanamé aparece como ganadería que lidió mucho. No dice si eran sangre de las mismas reses virreinales o de origen distinto. Si a esas vamos, entonces también las ganaderías de Atenco y Jaripeo, tuvieron señeros fundadores arraigados en época novo hispana: Hernán Cortés y Miguel Hidalgo, respectivamente.

PITÓN DERECHO, OTRA VEZ Para concluir con Gálvez y su aporte a la estirpe de Guanamé; él fue el guerrero español vencedor de los británicos, gobernador de Luisiana y epónimo de la ciudad de Galveston, que en el bautizo deja caer la z por la s y el acento desaparece. Noble prosapia de Guanamé: fundada por un virrey, aunque Lafranchi dice que fue el hijo del virrey quien la herró. Cualquiera que haya sido su origen, nosotros disfrutamos su presencia de esta ganadería potosina, que debe tener alguna liga con Garfias.

PITÓN IZQUIERDO En esta última corrida un toro salió dos veces y fue lidiado una. Ya hace tiempo siendo el Dr. Alfonso Osuna Juez un toro fue soltado sin que le correspondiera el orden. Cuando se dejó ver los flancos el ayudante de callejón cotejó la numeración y detectó el error. Inmediatamente lo hizo del conocimiento del Dr. Osuna y ambos imploraron (¿A Santa Verónica?) que no se extendiera la noticia. Mientras el ejemplar rodeaba la arena ni los ayudantes ni el propio diestro se percataron del error. El toro fue toreado normalmente y una vez apuntillado fue arrastrado a su examen dental post mortem. Cuando salió el toro que había sido relegado en el orden de lidia, tampoco fue percibido por los lidiadores.

PITÓN DERECHO Esto es, salieron dos toros dos en orden equivocado y ninguno activó la alarma de los responsables de sus lidias. En descarga del descuido de diestros y autoridades, el Dr. Osuna recuerda que se trató de un lote muy homogéneo en pinta, pesos y cornamentas.

PERDIÉNDOLE LA CARA AL TORO Que una estrella mundial de cualquier espectáculo haga chanchullo a la vista de todo mundo no es raro, dentro del cinismo imbuido en los que ven resultados oficiales y no las trapacerías ni las artimañas. Pero que los comentaristas lo exoneren diciendo que si no lo vieron los jueces, no es su culpa y vale la jugada. Eso es como para preguntarse ¿Quién está más alejado del mundo de la ética, el tramposo deliberado o el que dice que lo que vale es lo oficial?

DESPLANTE Un grupo de periodistas comentaron el suceso. Uno de ellos dijo que todos los jugadores de ese deporte engañaban al árbitro. Otro enardecido replicó que ningún jugador entrenaba para engañar. El otro simplemente contestó: ¿Qué tal si lo hicieran?¿Alguien recuerda la Mano de Dios? ¿O la carnicería que hizo Colunga (portugués) con Pelé, para eliminar a Brasil durante el campeonato que “ganó” Inglaterra? Terminaríamos diciendo que, desgraciadamente, lo que cuenta es lo oficial, pero afortunadamente lo que vale es lo ético.

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