miércoles, 1 de septiembre de 2010

LO TAURINO COMO ELEMENTO DE NACIONALISMO

PITÓN DERECHO El arte taurino puede llegar a ser un componente de la identidad del grupo que lo practique. Por lo tanto, puede ser un elemento de nacionalismo en cuanto sirva de distinción y cohesión grupal cuando hay cotejos, que pueden llevar a enfrentamientos, con entidades distintas que no lo poseen. Tal ocurre con otras manifestaciones populares como el criquet, los deportes a caballo en los que el objetivo arrebatar el cadáver de una cabra a los otros jinetes. El ulama, la charrería, etc.

PITÓN IZQUIERDO En el caso que nos ocupa, los catalanes habían asimilado las corridas de toros, a la usanza española, y como están un proceso independentista la tauromaquia que es la ¨fiesta nacional española¨ tenía sus días contados y era un buen blanco y que además atrajo las simpatías de los protectores de animales.
PITÓN DERECHO Antes de la prohibición ya en Cataluña habían decidido multar a los que anunciaran su comercio en español. Han prohibido las corridas de toros y a diferencia de algunos grupos vascos que son violentos en sus aspiraciones separatistas, los catalanes lo hacen pergeñado las leyes conducentes. Este planteamiento legal, comparándole con el terrorista, promete resultados duraderos, aunque más tardados. Sin embargo las corridas de toros, a la usanza española en tierras vascas, continúan dando a la región un sello que se diferencia del resto del panorama taurino español. Ellos mismos se encargan de pregonar su Feria. Mientras tanto en Catalunya estarán prohibidas a partir del 12. ¿Por qué los vascos no sienten en riesgo su identidad realizando corridas de toros a la usanza española? ¿Por qué los catalanes sí?

PITÓN DERECHO, OTRA VEZ La Feria de Bilbao nos hace ver que las cornamentas amedrentadoras aun en el arrastre, son indispensables para que el arte taurino se eleve a emoción trágica. El miedo pánico que se hincha ante media tonelada encornada, se armoniza con la coreografía que lo amalgama en una casi inefable emoción única. En esta Feria de Bilbao, en el país vasco, cinco veces tuvimos que interrumpir el arrebozo porque resultaron heridos, con mayor o menor seriedad, cinco toreros.

PITÓN IZQUIERDO Los bilbaínos se ufanan, justificadamente, del tamaño de la cuerna, de la seriedad de las caras, de la báscula honesta comparando sus encierros con los lidiados en otras ferias. Los comentaristas (Muñoz, Caballero, Chenel), fueron de primera por su experiencia como toreros. Los apuntes que hacían de momentos claves fueron estupendos. En alguna ocasión que por nuestra ignorancia lo que se daba sobre la arena no tenía elementos novedosos, ellos con dos o tres observaciones transformaban lo ¨trivial¨ en enseñanza. Lo que habían aprendido esforzadamente nos heredaban generosamente.

PITÓN DERECHO Tenemos que recordar que ya algunas veces lo hemos dicho: Nosotros los mexicanos hemos suavizado dos de las importaciones españolas: el habla, que no nos sale tan áspera, y la embestida de los toros, tan suave que obliga a torearlos con temple. Pues bien, esos comentaristas mencionaron el temple mexicano en varias ocasiones. Aunque también el tamaño y presencia de lo lidiado en nuestras plazas. Inconscientemente también ilustraron lo áspero del habla española: hubo momentos en que no pescábamos lo que Muñoz y Caballero decían, aunque mal que bien nos beneficiamos de su sabiduría, pero fue imposible discernir el habla de Chenel, que se la pasó crepitando como leño húmedo.

PITÓN IZQUIERDO A propósito de un toro que ¨estaba hecho un marmolillo¨ Muñoz recordó que los mexicanos decimos, en los casos en que el toro ya no embiste ni camina, que ¨se agarra al piso¨. Muñoz no dijo por qué traía a colación nuestra expresión, pero nosotros entendimos el disparate, porque que los toros no tienen garras, sino pezuñas.

PITÓN DERECHO Muchas imágenes perdurables nos dejó la Feria de Bilbao: Tres alguacilillos. El lanzamiento de la llave que hace el Presidente a la alguacililla, quien trata de embocarla en el sombrero de tres picos. Luego la música que es a criterio del Presidente porque al diestro no le conceden la facultad de pedir ¨la de aquí¨. Cuando el torero brinda al público es porque presiente un buen desempeño con las condiciones del astado. En otros lados frecuentemente el diestro brinda al público para conchabárselo, no porque haya visto condiciones aprovechables en el toro. Otro descubrimiento: la salida final a campo abierto, partiendo de nuevo la plaza que tienen que hacer los diestros, uno por uno, para recibir las palmas o rechiflas por su desempeño.

PITÓN IZQUIERDO La ausencia de vendedores de bocadillos y líquidos durante la lidia. Que ideas tan buenas. Las butacas se ven cómodas y holgadas, no como las de La Maestranza. Luego esas tomas de cámara sensual sobre aficionadas de Bilbao tan hermosas como las de Calafia, que tienen lo suyo.

REMATE ¿Vieron la eficacia con que Ponce se libró del marrajo perpetrador de las cornadas de Fandiño? Le bastó un abaniqueo, la entrada a matar y un descabello que desplomó al astifino que había hecho ver su suerte al matador herido.

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