miércoles, 28 de diciembre de 2011

LOS PABLITOS

Para Xavier González Fisher, aficionado de Aguascalientes

PITÓN DERECHO Cuando salió Pablito de Campo Hermoso, de 550 kilos, durante el desarrollo de la 8ª corrida de la temporada recordamos a otro con el mismo nombre, pero del hierro de Reyes Huerta,  protagonista de un suceso digno de ser tópico de tertulia. Ocurrió que aquel Pablito I fue devuelto al corral por alfeñique y cuando no había otro con el cual acabalar el encierro, tuvieron que echarlo otra vez y sin que el público descubriera su pasado bochornoso recibió la lidia normal. Órale.
PITÓN IZQUIERDO Como no pudo ser que el animal hubiera embarnecido y mejorado su magra catadura en tan corto tiempo, debemos de concluir que el público, más que dictaminar como conocedor avezado, simplemente tuvo una exigencia cercana al capricho y siendo algo desmemoriado disfrutó la lidia del pupilo de Reyes Huerta, cuando salió un poco más tarde. Un solo toro bastó para exhibir algo del voluble talante del aficionado. Por cierto Pablito I hirió al torero
PITÓN DERECHO Por su cuenta Pablito II divulgó en tiempo real y por la red televisiva la falta de oficio de un torero con pocas tardes y se caminó vivo a los corrales. Fue una lamentable carencia de recursos ante un toro descastado, mansurrón, de dos pasos de recorrido y además, distraído del cite final. Tuvo tan poca raza que no tuvieron que salir los cabestros para recogerlo. Bastó con que deslizaran los capotes sobre la barrera para guiarlo mansamente a los chiqueros alentado por un tsunami de rechiflas e improperios,  más al diestro que al cornúpeta. .   
PITÓN IZQUIERDO Han sido pues, dos toros con el mismo nombre de dos encastes diferentes que han puesto en su lugar al complemento humano que los justificaría sobre la arena, Pablito II, el de Campo Hermoso con su errática condición lo hizo con el torero falto de sitio y corto de recursos y Pablito I, el de Reyes Huerta a la muchedumbre anónima y sofista que lo repudió y lo aceptó la misma tarde. 
PITÓN DERECHO Por supuesto que hay centenares de toros lidiados que pudieron ser tomados como referencia para ilustrar la veleidad popular y la falta de oficio de los toreros con pocas tardes. Pero por la curiosa coincidencia de los nombres les hemos asignado esta modesta exposición cibernética. En la columna titulada Joselito Huerta y el toro devuelto, me divierto con unos párrafos dedicados a la vuelta en U de Pablito I.


 PITÓN IZQUIERDO La misma tarde de la 8ª corrida, el último tuvo algunos rasgos similares al Pablito, Sólo que aquí encontró en Eduardo Gallo a un torero con sitio, recursos y capacidad de improvisación. Sonó el primer cornetazo sí, pero pudo matarlo antes del segundo. En el de su confirmación nos deleitó con el temple y con la muleta en cierto momento de paralizante magia, nos pareció que, por lo interrumpido de un viaje, había templado “2 Veces 2”  en el mismo pase. Óle.  
RECORTE Por las pantallas de fin de año que atraen a los niños vacacionistas se proyecta una cinta que ensalza la proeza de uno que compró la finca de sus sueños con un zoológico y cuadrilla de curadores, incluidos. Resulta enternecedora la aventura basada en un hecho real, hasta que pensándola bien, en el fondo trata de un colectivo de animales tipo Arca de Noé, que están cercados o enjaulados de por vida, por humanos muy cariñosos. Órale.
Nota: Pablito II es el berrendo en cárdeno. 

No hay comentarios: