miércoles, 3 de octubre de 2012

MÁS QUE FIGURAS, LA FIESTA NECESITA SEGUIDORES




PITÓN DERECHO Al leer los diarios, revistas y pantallas saltan a la vista, y al recoger las redes sociales, quedan atrapados sorprendentes ejercicios democráticos que hierven a campo abierto en varias repúblicas. Se trata de decenas de millares de ciudadanos que se desgargantan para obligar a dar solución democrática a ciertos asuntos públicos de sus respectivas repúblicas. Necesariamente entre ellos hay muchos que escogieron a esos dirigentes políticos a quienes ahora encuentran faltos y tratan de revocarles el mandato.

PITÓN IZQUIERDO Como muchas veces esas manifestaciones logran lo que se proponen, este comportamiento plebeyo sugiere que, en ciertos momentos históricos, la democracia no necesita a los líderes formales para sus logros, porque le basta ser llevada en hombros y pancartas por las muchedumbres indignadas que se agazapan en los cubiles estratégicos. ¿Será que la democracia no es cosa de líderes y que para extenderse le basta tener seguidores?

¡AL TORO, AL TORO! Bueno ¿Y la tauromaquia?

PITÓN IZQUIERDO Sufre de similares achaques. Si repasáramos el elenco con los toreros más conspicuos, que en esos días están poniendo su valor, su técnica y su misión de trascender al servicio de la estética taurina, veríamos que son los mismos taurófilos quienes han redactado esa lista: Fabián Barba, Sebastián Castella, Duffau, Sergio Flores, El Juli, Manzanares, Enrique Ponce, José Tomás, Arturo Saldívar, Juan Pablo Sánchez, David Silveti, Talavante, El Zotoluco.

PITÓN IZQUIERDO, OTRA VEZ Por figuras no queda (Por supuesto que faltan algunas otras en esta lista), y a muchas de ellas se les endilga la responsabilidad de no meter aficionados a las plazas. ¿Entonces por qué no asisten los aficionados-seguidores, si ellos mismos son los que pergeñaron la lista?

DESPLANTE Decimos que la Tauromaquia, como la Democracia, no requiere, en este caso de figuras, sino de seguidores.

PITÓN DERECHO ¿Cómo lograrlo? En la explanada de Las Ventas en el Espacio Arte & Cultura, Año de Hemingway, en 2012 un aficionado certero propuso que, para evitar el reciclaje de ganaderías a modo y toreros ventajosos (palabras mías, pero la idea de él), convendría sortear los encierros para que ningún torero ¨de casa¨ tuviera ¨su ganadería¨ (Ídem) De esta maneras tendríamos toreros que se enfrentarían a encierros no escogidos buscando la comodidad del torero (Ídem).

SALIÉNDOSE DE LA SUERTE En otro ambiente, pero con el mismo criterio de aleatoriedad, Bobby Fischer el genio del ajedrez hace casi medio siglo propuso que para realmente probar la imaginación ajedrecista de los maestros y evitar el aburrimiento de la primera decena de movimientos de cualquier apertura y defensa, que se colocaran aleatoriamente las piezas, no los peones, y así se impedirían las aperturas y defensas rutinarias. También que se prescribieran las tablas.

PITÓN DERECHO De haberse aceptado oficialmente las propuestas del genio Fischer o puestas en práctica las del aficionado taurófilo, cuyo nombre quisiera rescatar del olvido, ahora sí que los alucinados por ambas expresiones exquisitas hubiéramos visto finalmente ¨de qué color tiñe el verde¨ y podríamos separar, en el mejor sentido de la palabra a los innovadores auténticos de aquellos aprovechados del empate táctico o, en el caso de los toreros, dejar a un lado a los cebados en los encierros buffet y entronizar, en otro, a los tenaces lidiadores que lo llevan a uno al éxtasis con su estética temeraria frente a un toro no escogido.

PITÓN IZQUIERDO Aquí es donde se puede iterar que la tauromaquia no necesita de figuras; porque ya las tiene. Necesita seguidores, que son insuficientes. Y estos no pueden ser sino del toro. A diferencia de Pamplona donde los taurófilos tratan de alejarse de los jadeos con cuernos demasiado cercanos, en esta proposición cambiamos el orden de presentación y ponemos a los aficionados como seguidores de los verdaderos toros.

PITÓN DERECHO Así como la Democracia no necesita líderes sino seguidores, la Tauromaquia ya con figuras, también necesita seguidores y éstos se agolparán en las taquillas cuando la severidad del encierro le dé dignidad al desempeño artístico de las figuras establecidas.

 ABANICO FINAL Esto es casi inventar el agua tibia: se necesitan toros bravos, impredecibles. Ojalá que ya estuvieran pastando en las dehesas.

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