PITON DERECHO Es el nombre de la
obra de Luis Fernández Salcedo, bisnieto de Vicente Martínez. Su lectura es
amena por la variedad de experiencias que ofrece y la espontaneidad en los
diálogos, tan sabrosos y provechosos. Relata los avatares de la sangre de los
Martínez, en 20 pupilos toreados con y sin éxito por las figuras de la época. Los
20 fueron lidiados desde 1911 hasta 1933. Por ese acotamiento de fechas, no se
narra la lidia de Clavelito, el 26 de julio de 1934, cuando en Barcelona,
Armillita hizo la Faena incomparable en una fecha que los poncianistas y los
carpetovetónicos, celebran o ignoran, según sea el caso.
PITÓN IZQUIERDO Se encerraría
Joselito con seis de Martínez y visita la dehesa para inspeccionar los toros.
Aquí se ve, según se relata, el peso que tenía el ganadero porque era él y no
la figura ni sus adláteres, quien decidía cómo integrar el encierro. Y pese a
las reticencias de Joselito se impuso mayoritariamente el ganadero, aunque si
hubo espacio para sustituir alguno de los objetados por el de Gelvez, para la
encerrona en Madrid el 3 de julio de 1911.
PITON DERECHO Aunque serían seis
los toros de Martínez, lidiados por Gallito en esa fecha, para fines del libro,
sólo cuenta uno, ¨Presumido¨. Joselito había objetado dos berrendos porque
quería sólo negros, y ¡se impuso el ganadero! Pero a la hora de lidiarlos a
ambos les hizo buenas faenas y cortó una
oreja al nombrado Presumido. Un séptimo toro, que Joselito agregó pesar de la
opinión del ganadero, el nombrado Mulato, resultó el único manso de la tarde.
PITÓN IZQUIERDO Relata Luis
Fernández Salcedo que también el otro berrendo, Nevadito, debió ser desorejado
ya que fue toreado con el sello de la casa. Esto es, los dos berrendos que
Joselito había aceptado a regañadientes, fueron los que mejor oportunidad le
dieron para realizar su estética. En cambio el que escogió libremente no se prestó al juego
esperado.
PITON DERECHO Resulta
interesante cotejar esas dos decisiones de Joselito con lo que señala Francisco
Montes, ¨Paquiro¨ en su tauromaquia, escrita cuando menos medio siglo antes.
Ahí el chiclanero dice que la pinta del toro tiene poco o nada que ver con su
desempeño. Pero Joselito se opone a que se lidien los berrendos, aunque Martínez
se impone y salen los dos.
PITÓN IZQUIERDO También Paquiro al
definir el trapío dice que el toro lo
tiene cuando, entre otras características, luce cuernos cortos, fuertes y
negros, mas Joselito quiere bajar a uno del encierro precisamente por la cornicortedad.
PITON DERECHO En la misma crónica
nos enteramos que Joselito sabía cumplir con su papel de Director de Lidia,
responsabilidad que pocos actualmente asumen. Díganlo si no, los frecuentes
¨herraderos¨ que se organizan cuando algún incidente convoca a todos a la arena. Los capotazos, las
carreritas, los gritos, las espantadas y algunas veces las cornadas, se
producen por falta de una dirección de
lidia, que le corresponde al que ostente
la alternativa más antigua.
PITÓN IZQUIERDO Hay también un
hermoso episodio de generosidad, de
compañerismo entre la Figura y uno de sus banderilleros. Joselito pone un par
del que sale comprometido y luego invita a su subalterno Blanquet, quien le
hizo el quite, a que pusiera un par mientras que Joselito en el papel de peón
se mantiene atento para, si es necesario, corresponder al desahogo con tanta
oportunidad recibido.
PITON DERECHO Esta narración
tiene uno de sus momentos más sorprendentes cuando se hace referencia que en
los siete toros Joselito hizo veintiséis quites diferentes. Debió ser un
espectáculo estupendo, vedado a partir del 29 cuando aparecieron los petos. ¿Veintiséis
quites diferentes? El aficionado del Siglo XXI no puede imaginar.
RECORTE FINAL ¿Y si puede uno
imaginar a una Figura de la actualidad a la que no se le permitiera escoger sus
toros?
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