PATIO DE CUADRILLAS En este
primer quinto del Siglo XXI cuando se ha revolucionado la comunicación de
manera tal que los mayores de 50 años no se rebajan a hablar a una pantallita portátil y por lo tanto están incomunicados, nos vamos a referir a un diálogo que
ha sobrevivido al tsunami tecnológico y que además, es singular. Singular porque
se hace a gritos, de un tendido al otro, en una plaza de toros. El respetable
acusa recibo de todos los gritos y celebra con risas o reprueba la exclamación
con silbatinas. Pero si el grito va al que está en la arena jugándose la vida, casi nunca tiene respuesta del torero, como no
sea alguna mirada hosca.
LIÁNDOSE EL CAPOTE DE PASEO Antes
de seguir con el tema, aquí habría que recordar que todas las plazas taurinas
del mundo, todas, tienen dos reglamentos: A) El impreso por las autoridades municipales que es el oficial y otro
B), que sin tener texto escrito es
de cabal observancia: se trata del conjunto de Usos y Costumbres (UyC) de
la plaza particular. Este reglamento apócrifo tiene la fuerza suficiente para revocar
muchas de las decisiones basadas en el texto escrito y tomadas por la Autoridad,
el Delegado, el Juez o el Presidente de la corrida. Es más, los gritos de los
aficionados por levantiscos que sean, incluyendo a los antis nunca son objeto de sanción porque son exclamaciones
protegidas por el UyC que tiene
autoría anónima y ratificación colectiva por la solidaridad (o tolerancia), del
público asistente.
TALLANDO LA TIZA También esos
gritos son aceptados porque son opiniones atinadas que jamás se verán en las crónicas acicaladas aunque ambos sean –gritos
y crónicas decentes--componentes de la fiesta: es más, no se puede pensar en una tarde de toros
sin gritos o un cronista que los consigne en su narración escrita. No hay tal
lugar: es una utopía. Órale.
CIELO ANDALUZ El Grito Taurino viene
a ser pues un ejercicio democrático en tiempo real blindado por
la costumbre. Es cierto que esas genialidades anónimas a menudo timbran la
procacidad plebeya y aún así son agudísimas campanadas que no tienen otra
finalidad que poner en su lugar al destinatario del grito o sacar al autor de
la anonimia dominical.
PERCAL POR LA SEDA El siguiente
es un exclamatorio a cielo abierto con excepción de dos o tres comentos que se dieron
sin gritar y que son merecedores del registro.
LOS GRITOS MEXICANO DEL DOMINIO PÚBLICO
PITÓN DERECHO 1 Plaza México. Una
tarde en que los toros del sorteo no embestían y estando presente María Félix con
fama de cortesana, un aburrido aficionado le gritó: ¨ ¡María, regala un toro de tu
ganadería!¨
PITÓN IZQUIERDO 2 Plaza México. María
Félix traía una blusa con su nombre en el lado izquierdo: ¨ ¡María!
¿Cómo se llama la otra?¨
PITÓN DERECHO 3 Plaza La
Condesa. Presenciaba la corrida el Presidente Plutarco Elías Calles con fama de
violento y el diestro ¨se quedaba sin toro¨ a la hora de matar. Un aficionado a
los toros y además enterado de los rumores políticos gritó: ¨Tú, toréalos;
¡que los mate Plutarco!¨
PITÓN IZQUIERDO 4 Plaza La
Condesa. Toreaba Armillita y en barrera estaba el Presidente interino Emilio
Portes Gil. Armillita le brindó el toro. Alguno, percatándose del tinte moreno
de ambos, gritó: ¨ ¡Los
dos van a la misma tintorería!¨
PITÓN
IZQUIERDO 6 Plaza
México. Al mismo médico. La misma voz. Otra corrida: ¨ ¡Doctor, llevo ya dos semanas de
retraso, ¿qué vamos a hacer?!¨
PITÓN DERECHO 5 Plaza México. ¨ ¡Doctor, grita una mujer al Jefe de Servicios
Médicos Rafael Vázquez Bayod, a la noche te voy a hacer feliz!¨
PITÓN DERECHO 7 Manolo Martínez salió
de su retiro después de años, toreando en Querétaro; se encerró con seis
toros de su propia ganadería, mismos que resultaron de rebaño. Toda la tarde
fue de pesadilla espesa y al finalizar el viacrucis un aficionado famoso apodado
El Pato echa el graznido genial: ¨ ¡Manolo, miéntale la madre al ganadero!¨
PITÓN IZQUIERDO 8 Piden a El Pana que, desde la banqueta diga algo
al paso de la procesión de la Virgen del pueblo, para que los demás se enteren
que los taurinos no son ajenos a la religión; El Pana acata la manda y grita: ¨ ¡Chingue
a su madre el diablo!¨
PITÓN DERECHO 9 Plaza México.
Alfredo Leal (1.90 mts), brincaba de puntitas para atraer al toro y ponerle
banderillas. Insistía. Alguien le previno: ¨ ¡No saltes tanto, te van a ver
desde la calle!¨
LOS GRITOS ESCUCHADOS EN TIEMPO REAL
PITÓN IZQUIERDO 10 Plaza Vicente
Segura, de Pachuca, Hidalgo. Oscurecía durante la lidia del penúltimo toro. Al encenderse
las luminarias, apenas se notó la diferencia. Una parpadeó, luego se apagó; afortunadamente
la plaza se incendió con la rechifla. Por si fuera poco se tuvo que sustituir al
último por mal presentado. El de reserva resultó igual de escurrido y manso. La
rechifla fue verdaderamente de plaza de toros. Observaba el animal los
capotazos de los peones, en la penumbra, sin atender ninguno. Alguien se
percató de lo que pasaba: ¨ ¡Es un toro manso y débil!¨ Pero
otro aficionado más observador gritó: ¨ No. ¡Está encandilado!¨
PITÓN DERECHO 11 Plaza Vicente
Segura, de Pachuca, Hidalgo. Juan Pablo
Sánchez, para alegrar su desempeño pidió acompañamiento musical y señaló el
piso, que es el ademán conocido de los UyC
para que se toque una pieza musical, precisamente la de la ciudad donde se
encuentra la plaza. El director activó su banda y escuchamos ¨La Feria de San
Marcos¨ (Aguascalientes es lugar de nacimiento de Sánchez) Cuando terminó la
faena y la música, un melómano corrigió al Director: ¨ ¡Era El Hidalguense, pendejo!¨
PITÓN IZQUIERDO 12 Plaza México.
El Juli se desempeñaba sin mucho éxito ante un toro difícil. Un aficionado
patriota, para acuciarlo le gritó: ¨ ¡Estás en La México, Juli!¨ Otro desde
el tendido de enfrente tal vez activando el GPS, lo ubicó: ¨ ¡Tú
también!´¨
PITÓN DERECHO 13 Plaza México. ¨Estoy
feliz. Estoy feliz. ¡No traje a mi vieja!¨, gritó uno. Ya disueltas las
carcajadas, otro grito las avivó: ¨ ¡Ahorita… a tu vieja… la tienen más feliz! ¨
PITÓN IZQUIERDO 14 Plaza México.
Al recoger el torero la montera por un brindis hecho a un aficionado conocido,
un coro preguntó: ¨ ¿En dónde va a ser la cena?¨ Después del brindis de otro
torero, esta vez a un Cardenal católico asistente el mismo grupo se interesó: ¨ ¿En
dónde va a ser la misa?¨
PITÓN DERECHO 15 Plaza México. ¨Regular,
regular¨, dictaminó un aficionado no del todo convencido de la faena
con la que El Juli casi tumba la plaza. Luego, otro reviró: ¨Regular,
regular… tu hermana¨.
PITÓN IZQUIERDO 16 Plaza El
Toreo de Tijuana. El torero pinturero feliz de la vida estaba dando los pases a
sus anchas con el toro allá. Alguien percibió el espacio entre ambos y dijo: ¨No le
tengas miedo, toro: ¡acércatele!¨
PITÓN DERECHO 17 Nuevo Progreso,
Guadalajara. Morante se perfiló con el
estoque horizontal, apuntando con cuidado y sin prisa, tomó puntería… esperó un
rato. Un tapatío le aconsejó: ¨Ahí donde veas pelitos, ¡dale duro!¨
PITÓN IZQUIERDO 18 Varias plazas.
Aunque ya muy desgastado por el uso, persiste el grito de ¨ ¡Llévalo al Seguro!¨ cuando
el toro no dobla y el torero falla con el descabello o se dan ambas
calamidades.
PITÓN
DERECHO 19 Plaza Calafia de Mexicali. El abúlico torero no quería ni ver su
toro y encontró la excusa con las rachas. En su turno El Zotoluco, llevó al
toro al mismo sitio del remolino y se aplicó. Alguien gritó: ¨Zotoluco,
¿a quién quieres apantallar?¨ El empresario Herrerías miraba desde el
callejón. El Zotoluco no se dio por enterado, se hizo del toro cortó una oreja
y cuando terminó la vuelta al ruedo y se metió a su burladero, entonces atronó
una voz: ¨Hocicón, ¿ya te educaste?¨
PITÓN IZQUIERDO 20 Plaza Vicente Segura de
Pachuca, Hidalgo. Toreaba un
torero esbelto y una aficionada apreciando el cuerpo arrogante cubierto de oro con
la ceñida cintura arqueada y brillante de seda, gritó: ¨ ¡Qué bonito rabo!¨
PITÓN DERECHO 21 Plaza Silverio Pérez, de Texcoco. Espera el picador que
le coloquen al toro, es voluminoso y llenaba el cannon como modelo de Botero.
Una voz le aconsejó: ¨ ¡Hay que cagar!¨
PITÓN IZQUIERDO 22 La corrida en La México se había hecho nocturna
y además, se necesitó media hora para retirar a un toro inutilizado. Fue noche
fría aquella la del Aniversario 69 y los toreros sentían el compromiso de
aprovechar el escaparate; un torero anunció que regalaba un toro. Las rachas bajaban
aún más percepción de los 8º C. Un aficionado debatiéndose en la hipotermia suplicó:
¨Tu,
Payo, ¡regala una cobija!¨
PITÓN DERECHO 23 En Cinco Villas la joven maestra del grupo del Orfanatorio
receptor de la taquilla, organizó el coro infantil para animar al joven
novillero. Hizo que los niños repitieran una y otra vez el nombre del
novillero, hasta que uno del mismo grupo le grito: ¨ Tía, ¡ya te enamoraste del
torero!¨
PITÓN IZQUIERDO 24 En Cinco Villas lo taurino inicia a medio día y
el patrón Luis Marco Sirvent empieza con exhibiciones de caballos finos, de
cante, etc. Bajo un sol picante. En esa hora no existe la posibilidad
astronómica para que se alivie a la gran mayoría de los asistentes con un sol
en retirada. Se organiza un coro: ¨ ¡Señor Empresario: su plaza es muy bonita,
pero mejor sería que le pusiera una sombrita o un domo para no quemarnos el
lomo! ¨ A las semanas el Cortijo
tuvo sombra para todos.
PITÓN DERECHO 25 Plaza México El Zotoluco, con 20 años de alternativa
terminó por generar el hastío de quienes antes lo aplaudían y para los que lustró
la Fiesta Mexicana muchas tardes, incluyendo algunas en España, de todas
maneras le gritan: ¨¡Ya vete, Zotorruco!¨
PITÓN IZQUIERDO 26 También cuando se desempeña frente al toro le recomiendan:
¨Zotoluco,
no te retires de los toros, acércateles¨, lo que no es del todo justo.
PITÓN DERECHO 27 Plaza Silverio Pérez de Texcoco, un aficionado repudia
al picador que se ensaña: ¨ ¡No estás en tu casa, cabrón!¨
PITÓN IZQUIERDO 28 Plaza Vicente Segura, de
Pachuca, Hidalgo. El aficionado reconoce
el desempeño de Garibay: ¨ ¡Torero bueno!¨ Pero otra aficionada
con diferente criterio y yéndose hacia otros atributos, grita a su vez: ¨ ¡Torero
buenote!¨
PITÓN DERECHO 29 Plaza Vicente Segura, de Pachuca,
Hidalgo. Joselito Adame pasea sonriente
su trofeo una aficionada, tal vez la misma del anterior grito, casi suplica esperanzada:
¨ ¡Joselito,
ya dame!¨
PITÓN IZQUIERDO 30 Plaza Vicente Segura, de
Pachuca, Hidalgo. Un banderillero
en apuros avienta y clava el par casi en zona de descabello. Un gritón dictamina:
¨ ¡Quedó
muy trasero!¨ Otro que no
captó la ironía lo corrige: ¨ ¡Sólo que el toro hubiera embestido de
reversa, güey!¨
PITÓN DERECHO 31 En la corrida de Aniversario 73 de la México (2019),
un hombre trajeado de negro y con varias micheladas eleva con voz alta y autoridad
las razones por las cuales encontró justa la oreja y reconstruye con minucia los
detalles a sus circundantes distraídos unos y otros indiferentes. ¨ ¿Se
fijaron cómo mandó y la manera en que recogía al toro para el siguiente pase?
Luego esos recortes, qué temple, cómo se ceñía señores, acepten…¨ Un aburrido
aficionado no aguantó más: ¨ ¡Ya cállate, Vende Biblias!¨
PITÓN IZQUIERDO 32 Plaza Vicente Segura, de
Pachuca, Hidalgo A un torero le devuelven el toro unicornio que según las malas
lenguas generalmente bien informadas, ya se había estropeado justamente después
del sorteo. La corrida se hizo larga y otro alternante ofreció reglar un toro.
Un aficionado ocurrente gritó: ¨Y tú, regala de perdida un cuerno de tu
colección¨
PITÓN DERECHO 33 Plaza Vicente Segura, de Pachuca,
Hidalgo Después del escándalo
que se hizo porque Joselito Adame no se percató que había lidiado un toro con
cuerno roto zurcido con alambres (descubiertos en el examen post mortem), allá
en Mérida, un aficionado le gritó cuando paseaba una oreja: ¨ Óle,
Joselito Alambre¨
PITÓN IZQUIERDO 34 La plaza Nuevo Progreso de Guadalajara El torero falla con el estoque y pierde un
premio. Se ve frustrado cuando se refugia en el burladero. Un grito reconfortante
llega: ¨No te apures, mañana te hacen otra entrevista ternurita en la tele ¨
PITÓN DERECHO 35 Plaza Playas de Tijuana En la reunión post corrida, un
elevado crítico taurino que ha estado en muchas plazas y –dicen--nunca frente a
sus taquillas, instruye doctamente a Manolo Martínez sobre la maniobra para matar
eficientemente y así ya no perder tantos premios. Desde la altivez de su sabiduría
deja caer los consejos como soltando granizo. Manolo parece escuchar el
tamborileo luego a su vez deja caer una pregunta con su personal estilo
desdeñoso, como su pase: ¨ Y tú, ¿cuántos toros has matado? ¨
PITÓN IZQUIERDO 36 Villa Charra, de Tijuana. El Pana aceptaba
torear en lienzos charros habilitados como plazas. Después de la misa que se
celebró en la arena, me acerqué. Un diálogo con palabras secas del Brujo de
Apizaco. Luego vino la pregunta de la tarde: ¨Maestro, se dice que su bronca con
Manolo hizo que a Usted lo taparan y le cerraran las plazas. ¿Lo volvería a
hacer?¨-- por esas fechas Manolo tendría unos diez años de fallecido-- Parpadeó
con lentitud, me miró sin verme, aventó la mirada hacia allá y cuando yo creí que
no contestaría, entrecerrando los ojos dijo: ¨Sí. Creo que sí¨
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