domingo, 26 de abril de 2009

Toros en la TV norteamericana

PITÓN DERECHO Debajo de las vestimentas culturales tan variadas, existe la sustancia humana tan homogénea. Por muy humanitarias que aparentan ser algunas culturas que impiden la celebración de las corridas de toros, no por eso sus miembros cancelan su proclividad a la práctica de actividades violentas como la cacería, la guerra exportadora de la democracia, los abortos, los torneos boxísticos, los topes que se dan con cascos diseñados para el efecto, la lucha olímpica y torsiones de brazos y piernas de volúmenes esteróidicos (Si se permite el neologismo), las atroces leyes anti migrantes, el arrobo con que contemplan películas que borbotean sangre, la humillante discriminación a mujeres, el diseño de video juegos que desembocan en lagos hemáticos, el arponeo certero de ballenas, los garrotazos a focas recién nacidas, el sádico arrasamiento de regímenes no afines. Et cétera.
PITÓN DERECHO, OTRA VEZ Como la propensión a la violencia de las sociedades no encuentra desembocaduras en todos los países, entonces la condición humana las busca en el extranjero. En el caso de las corridas de toros, a la usanza española, la afición que no cuenta con permiso para realizarlas y no tienen la oportunidad de ir al extranjero, llevan a cabo simulacros taurinos dentro de sus fronteras. Por ejemplo, los anglos efectúan corridas con toros sin picadores, banderilleros ni estocadas. Es decir lo hacen sin rasguñarlos. Por eso creo que resultará interesante lo que a continuación relato:
PITÓN IZQUIERDO Este domingo 19 de abril atestigüé en un canal de televisión el programa 60 Minutes, que es una de las muchas ideas de la TV norteamericana copiadas diligentemente por nuestros creadores de programas “mexicanos” que clonan a los que se dejan pero que, sin duda alguna lo hacen para vigorizar nuestra cultura tan desguanzada por la globalización.
PITÓN DERECHO En este programa dominical, uno de los tres sectores que lo forman, fue dedicado a los dos hijos toreros del español Paquirri Rivera quien murió casi en cuanto se descolgó del astifino Avispado, de Sayalero y Bandrés, en 1984. Lo sorprendente del caso es que pasaron trozos de algunas faenas de los hijos de Paquirri ya con los toros picados, banderillados y con cordeles de hemoglobina. También vimos las entradas a matar sin que se les diera mucho espacio en pantalla, pero se reconocía la espada, el cite, la carga y la clavada. Esto en TV norteamericana, en hora de gran audiencia.
PITÓN DERECHO, OTRA VEZ Sorprendente. Además, ambos hermanos tuvieron sendas entrevistas con preguntas que orbitaban su afición, sus miedos y su forma personal de hacer el efímero arte taurino. Aunque, como es sabido por todos, los anglos dicen bullfight y bullfighters (Combate de toros y combatientes de toros, respectivamente), lo que es un disparate que arraiga la idea de una actividad de gladiadores que se afanan en un deporte extremo. Sólo que en este caso, por el sentido dado a las entrevistas no quedó la impresión que el reportero cubriera un X- Sport, sino que en verdad, se adentraba a un arte lleno de miedo y de un ballet en el que la materia prima con que se complementa el torero, resulta ser una fiera que puede herirlo mortalmente. Esto, tengo que repetirlo, en TV norteamericana y en tiempo de gran audiencia.
PITÓN IZQUIERDO Increíblemente hasta osaron pasar el momento de la cornada a Paquirri, su penoso traslado a la enfermería precaria de Pozoblanco y las últimas instrucciones, ya muy demacrado, a los mirones pasmados por el percance. Era de esperar que presentaran también al torero que mató a Avispado, El Yiyo, quien a su vez, murió cornado en Madrid un año después por el agónico sexto de la tarde Burlero, de Marcos Núñez Este toro herido de muerte lo tiró a la arena y lo levantó con el cuerno metido en el corazón. Algún periodista aventura la sospecha que ambos murieron al mismo tiempo. Pero en el programa de TV ni mencionaron a este único torero que ha matado dos toros que han causado la muerte a sus respectivos lidiadores. Tal vez hubiera colmado la tolerancia del público norteamericano tan afecto a los records.
PITÓN IZQUIERDO, OTRA VEZ Esperemos el próximo domingo el sabroso comentario colectivo de la audiencia, si es que se inconforma con la aparición de los bullfighters en la pantalla cada vez menos puritana. El canal acostumbra sacar al aire las opiniones adversas a sus programas; nunca las favorables, ya que éstas las miden con el por ciento de los mirones habituales.
PITÓN DERECHO Una golondrina no hace verano, de acuerdo, pero cómo nos gustaría que ese programa fuera una luz por donde se colara la afición taurina norteamericana (Recuerden que hay unas cincuenta peñas taurinas en el Internet, localizadas en territorio de los EUA) para realizar más corridas incruentas y que por las modalidades que necesariamente incorporarían, aportarían otro elemento autóctono del continente americano que, eventualmente, enriqueciera la fiesta nacional española, para agüite de los carpetovetónicos y júbilo de los demás aficionados.
PITÓN IZQUIERDO La pesadilla para los carpetovetónicos sería que, así como ahora los norteamericanos son ya una potencia continental en el soccer varonil y campeones mundiales en el femenil, después de pocos años y de inversiones millonarias en las escuelas, lo descollaran en la tauromaquia incruenta con sus respectivas ganaderías fumigadas y escuelas de bullfighters, con porristas en levis, peinetas multicolores y la hermosura y desparpajo de las american girls evolucionando en las arenas con aire acondicionado.¿Llegará ese día?
DESPLANTE Ozú.

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