domingo, 27 de mayo de 2012

NIMES, JUAN PABLO

PITÓN DERECHO Tuvimos la oportunidad de ver Juan Pablo en dos plazas que significan mucho para cualquier torero y en el caso del de Aguascalientes aún más, porque fue en Las Ventas donde confirmó una tarde en la que fue el único decoroso y luego al día siguiente en Nimes, plaza de su alternativa. En la corrida nimeña después de un pinchazo cortó la única oreja de la tarde. Este seguimiento a la figura, nos obligó al trajín de media semana típico de los viajeros que hablan solos cuando colocan por riguroso orden de uso doméstico lo que después aparecerá en otra maleta.

PITÓN DERECHO, OTRA VEZ En Nimes, descubrimos el hilo negro: es otro tipo de afición. Los alrededores del coso romano de dos mil años de antigüedad bullen con puestos bien ordenados, con baratijas toreras, libros taurinos que uno quisiera beberlos, comida y mujeres típicas, una y otras olorosas a leña de otro hogar; cerveza oscura helada muy al tono del calor nimeño de fines de mayo.

RECORTE Lo intrigante es que es otra afición, pero con el mismo toro español. Son pocas las ganaderías de toros bravos que pastan en sur de Francia, así que, si es el mismo toro lidiado en las arenas españolas, ¿cómo se explica la diferencia del comportamiento de la afición? Tendría uno que recurrir a la tradición, al gusto, a la idiosincrasia del francés del MIDI que ha defendido la permanencia de la fiesta, lo que no ha ocurrido en la amplia zona del norte de Francia, que incluye a Paris, donde las corridas de toros están prohibidas.

PITÓN IZQUIERDO La plaza de Nimes, ya se sabe, es oblonga. Una sola entrada para las cuadrillas, el arrastre y la del Cónsul, la triunfal. La banda de música toca a su criterio y la afición palmea. Escuchamos Las Chiapanecas con tonos y palmas francesas. Las escalinatas reconstruidas algunas y otras construidas modernamente pero instaladas con cuidado para no romper la visión romana. Se ofrece, dentro de las restricciones propias, la comodidad del espectador moderno a gusto disfrutando de una corrida de toros, dos mil años después de que se hubieran apagado los gritos en bajo latín. 
  
PITÓN DERECHO  En el folletón francés de la corrida 18 de la feria de Nimes, aparece un párrafo que más que anunciar, parece denunciar el cartel: dos figuras “médiatiques”, Paquirri y El Fandi y Juan Pablo Sánchez, el otro torero. Y así fue la corrida, el Paquirri a quien no se le extingue la facha de novillero voluntarioso, apuesto y El Fandi un acróbata de las banderillas. Así torearon pero como dicen los chavos, “luego llegó la verdura”. Es decir llegó la verdad.

PITÓN IZQUIERDO Y la verdad en el toreo se llama ligazón pausada. El aporte fue de Juan Pablo; le dio continuidad a las embestidas de un toro serio, le metió los muslos, giro la cintura, dirigió con lentitud, pinchó y estocada; oreja. La  única. Dieron a ganas de gritar, “¡Arriba Aguascalientesnn!”

PITÓN DERECHO Pero los nimeños tan silenciosos como los sevillanos, se hubieran extrañado del grito. Estamos hablando de un coso donde los bestiarios durante siglos habían lidiado leones y, según sugiere una fuente antiquísima, cocodrilos. Pero por algún mutante cultural enmudeció el palenque y en estos días un alarido de ese tipo hubiera significado salirse de la costumbre local. Qué silencio tan respetuoso. Viva la France.

PITÓN DERECHO El silencio de Nimes es consanguíneo del sevillano. Unas tandas, en este caso las de Juan  Pablo que valdrían, cada una, cinco óles en México, aquí fueron aplaudidas hasta que se remataron. Pero durante el engarce de las tandas de cinco pases, tal silencio incomoda a nosotros los gritones de los pases uno por uno. Es tanto el silencio que en un momento un chillido infantil se pudo escuchar en el coso (que además, fue en francés), cuando toreaba bien Juan Pablo.

 PITÓN IZQUIERDO El viaje había sido un sacrificio con la esperanza de ver el triunfo de uno de casa. Las instrucciones en las terminales de trenes y autobuses son tan despiadadas en su celeridad para farfullar tres idiomas incluyendo el español, que es un milagro que uno no termine de turista despistado en otra ciudad. Pero el mundo taurino es otro planeta. El toro pone a todos en su lugar. Uno queda donde debe estar. Es un regalo que tanta diferencia en el idioma, en la indumentaria, en los rostros, en la cultura del antojito (vi a un francés comiendo churros con nieve), nos ponga a todos en fila para entrar a ver los toros. 

PITÓN DERECHO Y a la salida vimos a los aficionados toreando y dando explicaciones en un idioma que nos parece, a primera vista (¿a primera oreja?), tan ajeno al mundo de los toros, pero que viéndolo bien, es consustancial a él. Pongamos por ejemplo que en el mes de agosto, aquí en este mismo coso se presentará la Ópera Carmen de autoría de un autor francés Bizet, que por si fuera poco incluye la pieza más escuchada en el mundo taurino y no taurino y es con la que se parte plaza en infinidad de alberos, incluyendo Guadalajara y Texcoco y por supuesto en Nimes. 




RECORTE  Hoy torea El Juli en las arenas donde también, recibió la alternativa. Se hizo acompañar por Castella y Jiménez Fortes. ¡El Juli en Nimes! Los mantendré informados.  

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