martes, 23 de octubre de 2012

CIERRA SAN FRANCISCO

PITÓN DERECHO Termina la Feria de San Francisco 2012 con tres cuartos de entrada, que nos parece que queda debajo de lo que merecía tamaño cartel, asimismo inexplicable porque hay una veintena de ganaderías bravas en Hidalgo, lo que implica gente comprometida. Además, la afición hidalguense es entusiasta, la tarde soleada, con poco viento, toros de Mimiahuapan y la cercanía del DF.

PITÓN IZQUIERDO Los nombres de los ocho toros compusieron una despedida de cariño: Personaje Non. Siempre Alegre. Pepito Pepe. Corazón Grande. Inolvidable. Hermano Querido. Te recordaré. El azar no redacta tan bien los adioses. El primer toro de Saldívar (4º de la tarde), llevó un nombre raro: Cañandunga.

PITÓN DERECHO Vaya estampa del primero que fue para el Rejoneador Leonardo Hernández. Entre aplausos dio sus primeras vueltas y entre chiflidos los primeros cites del caballo, porque se quedaba sin toro. Pero cuando los peones desplegaban los capotes, atacaba con clase y bravura. ¡Que buen toro hubiera sido para los de a pie! Aunque se compuso algo durante la lidia no lució el rejoneador. La nobleza del toro quedó demostrada cuando tuvo prensado al caballo contra la barrera: no se vio la saña para herir. En su segundo el jinete mostró que clava sobre el estribo, es creativo y no tuvo suerte.

PITÓN IZQUIERDO El Zapata, en lo suyo. Tiene la consistencia de los maestros; tarde con tarde muestra la técnica, las ganas y asusta con su valor. Su primero fue protestado tal vez por compararlo con el anterior y a pesar de haber pasado con media puya, enganchó al diestro de la taleguilla y le hizo girar dos veces en el aire como molino de viento. Luego del costalazo, lo buscó. Se salvó Uriel Moreno y nos dio una demostración de enjundia. Una oreja. A su segundo tuvo que torearlo con otro traje. Le dio unas chicuelinas de las que sobresalió la primera, que fue a la altura de los muslos. Óle. El picador Morales recibió aplausos merecidos. Dos orejas.

PITÓN DERECHO Talavante empezó con el primor de sus verónicas. Auguraba más, pero no fue así. Los banderilleros olvidables. Luego con muleta bajaba de más la mano y nos quedó la impresión que no entendió al toro y que no quiso bregar. Con su segundo dio muestra de lo que es el mando, a pesar que La Bella Airosa empezó a hacerle honor al apodo. Talavante con las verónicas, los doblones suaves y la izquierda prodigiosa y la derecha no se diga, mandó las embestidas como los privilegiados lo hacen. Una oreja muy merecida que pocos pidieron, tal vez por el pinchazo.

PITÓN IZQUIERDO Saldívar empezó con verónicas templadas muy a su estilo elegante. Los derechazos con la muleta, superiores. Los naturales luminosos y con tanto mando que el aire no pudo desmerecerlos. Nos obsequió una tanda con la derecha que para rematarla, cambió de mano y termino con un natural. Tal vez el pase más memorable de la Feria. Óle.

PITÓN DERECHO En su segundo las cosas no pasaron de unas verónicas y un recorte decoroso. En cambio en la faena nos halagó con una colección de naturales y derechazos. En cada pase dejaba al toro donde tenía que recogerlo con el siguiente. Qué bien hilvana las tandas. Eso lo dominan pocos toreros. Las facultades de Saldívar auguran otra figura mexicana. Una afición como la hidalguense y una empresa con ese ímpetu, bien que la merecen.

RECORTE FINAL Una tarde, narrada en este espacio, Talavante engastó arrucinas con vitolinas en hermosas evoluciones, ante un toro serio. Lo hizo, para deleite de miles, varias veces. Esas talavantinas parecieron que iban a reaparecer e iluminar la tarde, la feria, la temporada pero todo quedó en una arrucina superior.




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