viernes, 19 de noviembre de 2010

¿QUIÉN CAMBIÓ LA FIESTA?

PITÓN IZQUIERDO Es aceptado por unanimidad que el toro es el protagonista de la fiesta. Pero la realidad es que muchas veces es partiquino del lucimiento del Empresario o de la Figura. También el público compra con su entrada la oportunidad de ser el protagonista. Si llega a embelesarse con faenas a novillos o toros inofensivos puede recibir la repetición del evento. El púbico manda y puede echar a perder la fiesta a los “conocedores” y, por si fuera poco, cuando el empresario, el torero, o el ganadero se imponen y le quitan al público la iniciativa, carcomen generalmente la esencia a la fiesta. Con algunas variantes siempre se han dado las simulaciones en la fiesta lo cual no cancela el peligro de muerte que se balancea en la cornamenta de los animales que podrán ser de la nobleza taurómaca pero no dejan de representar peligro.

PITÓN DERECHO La idea que quisimos desarrollar en la columna anterior sostiene que los ganaderos de reses bravas, al cambiar el tipo de toro, tarea en la que se aplicaron por más de un siglo, obligaron al MATADOR a hacerse TORERO y a lidiar de otra manera más templada y prolongada. Este estilo de toreo, que fue posible por el nuevo toro, finalmente hizo que los del tendido encontraran en los pases y no en la estocada, el cogollo para su deleite taurino. Se superó así, la magra satisfacción de conformarse con faenas en las que la sola estocada merecía la oreja, y se llegó a la nueva experiencia de presenciar lidias prolongadas en que a pesar de la ineficaz toledana, se pedían, no pocas veces con bronca, el corte de trofeos.

PITÓN IZQUIERDO Pero ésta sólo es una de muchas formas de contar lo que pasó. Si el diestro, MATADOR a principios del XX se había convertido en TORERO en los finales, también los CONOCEDORES fueron superados numéricamente por la MASA. Lo anterior no niega que aún existan MATADORES así como tendidos ocupados por CONOCEDORES, pero estamos hablando de las tendencias. Las mayorías que se formaron con el tránsito del tiempo terminan por imponer sus gustos.

PITÓN DERECHO También dijimos que cada toro tiene lidia, y ahora recordemos que cada torero también tiene una forma de lidiar diferente debido, ente otras cosas, a su muy personal técnica, valentía y creatividad estética. Las combinaciones son infinitas. De igual manera cada corrida tiene sus particularidades y cada cronista o comentador, haría una narración propia. De nuevo, las combinaciones son infinitas.

PERDIÉNDOLE LA CARA AL TORO Por lo mismo podemos postular que todas las historias, la de las religiones, las de las naciones, las de revoluciones, las de pingüinos, de la medicina, la de cualquier asunto, pueden contarse de distintas maneras, aunque sean aparentemente los mismos hechos los narrados. Entonces, si es tal, podemos proponer distintas narraciones del mismo hecho del cambio que tuvo del toro de lidia que pasó de enemigo a socio.

PITÓN IZQUIERDO Una versión distinta sería decir que fue el gusto del público y no el de los ganaderos, el que obligó a los empresarios a presentar, y a los toreros a enfrentar, un toro que complaciera el gusto del público, que es el que paga. Entonces, la mutación del toro habría sido fue por exigencia de las entradas, la genética fue buscada por cada ganadero para complacer a los tendidos. El pagador, el que se “retrata” en la taquilla, fue quien obligó con sus preferencias, a la evolución del toro y con esto, además de forzar al criador en sus cruces, ligas y refrescos para evitar lo pernicioso de la consanguinidad cercana, le marcó al torero el sentido de su desempeño y al empresario la integración de carteles.

PITÓN DERECHO Hay otra versión y ésta diría que es el héroe taurino, la Figura, el Mandón, quien genera el milagro de los entradones. El que agota las entradas y el que produce el negocio. Es el que hace que el aficionado prefiera abarrotar el coso y no la despensa familiar. La Figura enciende, entusiasma, impone condiciones y una de ellas, tal vez la que más le importa, es la de escoger la ganadería que quiere lidiar. Así fuerza (Los globalizados dicen forza), al ganadero a esmerarse en la selección para su gusto y al empresario a confeccionar (Nunca mejor empleada la palabra), los carteles.

PITÓN IZQUIERDO Una vez leídas las versiones propuestas, viene la pregunta final, ¿Quién indujo al cambio de la catadura y conducta del toro? ¿Fue el ganadero, el público, el artista, el aficionado? Recuerde que pasamos, en más de un siglo, de las faenas de un solo pase a otras que pueden abarcar varias decenas. ¿A quién le atribuiremos la proeza?

DESPLANTE Si el lector cree tener una respuesta justa, entonces ejercite esa misma lógica entrándole al siguiente marrajo corraleado:

La eventual aparición de las corridas “verdes”, es decir las celebradas a la usanza de Portugal y de Las Vegas, que se ven venir a lo lejos, en las que no hay divisa, picas, banderillas y menos aún estocadas, piense Usted: ¿Sería por la decisión (1), del ganadero de reses bravas que quiere seguir siéndolo (2), del empresario buscando la retribución a sus riesgos (3), del aficionado, que “De eso a nada…”(4), de los toreros que ya no serán, o no quieren ser matadores o (5), del público ablandado en su pasión a causa de las ponencias ecologistas vociferadas desde los balcones “verdes”?

REMATE Les hacemos entrega de los trastos. Escoja su versión de lo que puede ocurrir y mientras tanto, no deje de acudir a las corridas rojas.

sábado, 13 de noviembre de 2010

EL MOMENTO HISTÓRICO





PITÓN DERECHO La crianza de ganado bravo es el conjunto de talantes psicológicos y de trapíos que los ganaderos intentan fijar en sus encastes. Lo hacen siguiendo una escrupulosa secuencia de ensayos y rechazos, tientas y acosos, aciertos y fracasos siguiendo algún paradigma que tengan para el tipo de juego que quieren que sus pupilos den en las corridas. Por supuesto que no lo logran al cien por ciento, porque trabajan con los límites que la naturaleza del Bous Taurus les impone. Los más afortunados terminan por mandar a las corridas encierros de comportamiento previsible que, con buena suerte, propicien el lucimiento de sus animales y del diestro que les toque en suerte.

PITÓN IZQUIERDO Aquí podríamos introducir un tema no muy frecuente en las tertulias taurinas donde, por lo general comentan que los diestros tuvieron suerte con un lote de algunas características que les permitieron lucimiento, o que su tarde fue mala también por el lote en suerte. Pues bien, podemos decir que los ganaderos, cuando son escrupulosos, y muchos lo son, tal vez la mayoría, al mandar sus toros quieren que les toque en suerte un diestro que les hagan resaltar las virtudes y, sobre todo, que las aprovechen para disfrute del público. Ya que TODOS los toros tienen lidia, los ganaderos cada tarde sienten que la gran mayoría de los toros son destazados desaprovechados, por la abulia o ignorancia de los toreros. Difícilmente ellos se atreverían a decirlo y esperarían a que los comentaristas lo hicieran.

PITÓN IZQUIERDO, OTRA VEZ Esto es, en vez de decir que los toreros no tuvieron suerte con los lotes, hay que ponernos en el lugar de criadores y lamentar que algunos encierros no tuvieron la suerte de caer en las manos aptas de verdaderos profesionales del toreo. No todos los criadores de especies animales son iguales (Además, nadie lo ha dicho) Por ejemplo lo que rechaza un ganadero de reses bravas, por no ser apto para la lidia o vientre de toros de lidia, se manda al corral para un aprovechamiento usual (Carne, leche, reproducción), en su caso, el criador de perros Pastores Alemanes manda sacrificar cuantos perros nacen blancos.

PITÓN DERECHO Para mantener atractivo el espectáculo de las corridas desde tiempos remotos, los promotores de la fiesta han tenido la preocupación de escoger animales que se presten al juego. Uno ejemplo, entre miles que deben estar por ahí entre los antiguos libros de temas taurinos, está el episodio narrado por el escritor con el seudónimo de Tío Puntilla en la obra Lecturas Taurinas del Siglo XIX.

PITÓN IZQUIERDO Ahí se narra un encierro despachado por Bernardo Gaviño que tuvo lidias de un solo pase, otra de dos, algunas de ninguno. Eso fue hace un siglo y casi tres cuartos. Se refiere a una proeza entre miles de la corriente interminable de corridas cuando la aspereza del toro hacía que faenas de uno, dos, tres pases dejaran satisfecho a los asistentes que también, por la evolución de la fiesta se bifurcaron en público y en afición. Con el paso del tiempo y las notas que el ganadero llevaba para generar animales de lidia cada vez más prolongada, fueron saliendo por toriles animales más adecuados para el lucimiento artístico, con mayor nobleza y menos genio y proclives a humillar.

PITÓN IZQUIERDO, OTRA VEZ Solo que para lograrlo tuvieron que seleccionar mediante la endogamia. Es decir la crianza entre los animales de la misma ganadería, lo que al tiempo, producía toros con algunos caracteres no deseables. El dilema es refrescar la sangre y arriesgarse a perder identidad en el Hierro intentando otras combinaciones con sementales y vientres exogámicos.

PITÓN DERECHO El dilema que han vivido los ganaderos desde hace siglo y medio es despojarle a Darwin la iniciativa de la selección natural y escoger y decidirse: ¿Un toro para los aficionados o para el público?

PITÓN IZQUIERDO Porque la crianza meticulosamente lograda desemboca en la satisfacción de alguien: ¿Del público, que es el que paga, o del aficionado o Juez que puede echar para atrás lo que sale de chiqueros? El público, que es el que paga, asiste a divertirse, a gritar, a pasar el rato. El aficionado más solemne, asiste para ponderar al toro, al torero, la marcha de la lidia, disfruta del trapío, ubica los terrenos en que debería darse la lidia, etc. ¿A quien debe dedicarse lo criado en las fincas taurinas?

PITÓN DERECHO Aquí viene el tema central de esta columna. Los ganaderos han optado por el toro noble, de muchos pases y con este resultado el toro cada vez ha tenido más de socio, de compañero que se presta al lucimiento que de enemigo, de contrincante mortal. Un toro dócil que genera la conmiseración del público, porque no da la sensación de peligro y al final de la lidia, flota en la plaza la pena del público que ha sido educado en la idea que lo central de la fiesta son los pases, no la muerte reglamentaria.

PITÓN IZQUIERDO Por eso se han ido alejando de los tendidos en muchas plazas. No quieren ver sangre. El fantasma que recorre los ruedos desolados es un fantasma verde, ecologista, bonachón y condoliente. Para el colmo regional, el terremoto de abril desmoronó algunos muros de nuestra plaza y hace casi inapetente su reconstrucción millonaria. ¿Cuándo tendremos toros en Calafia?.

RECORTE Los aficionados a la cacería de animales silvestres, cuando no respetan vedas temporales o definitivas, pueden erradicar del planeta, especies insustituibles. Por el lado de las corridas de toros, en las que los animales mueren reglamentariamente, no existe el peligro de extinción de la especie porque el toro de lida es criado precisamente para ese desempeño, para que con sus embestidas propicie el arriesgado arte taurino. La fiesta no acaba con ninguna especie animal.

martes, 5 de octubre de 2010

¿HAY DE MUERTES A MUERTES?


AVISANDO AL TORO Un fundamentalista repudiado por aquellos que toleran todo, menos los principios religiosos, al ver cementerios de mascotas, servicio de clonación para favoritos entrañables y gastos para la educación, atención “estética” y cuidado quirúrgico de perros, gatos, pericos, cuyos, tortugas y demás alimañas caras al hombre y su salud, se preguntaba ¿Qué no hay niños en esa sociedad?

PITÓN DERECHO El 27 de septiembre de 2010, se dijo que en la ciudad de México, se había interrumpido “legalmente el embarazo” a 46, 777 mujeres. Es un eufemismo para informar sobre el infanticidio autorizado. Se puede afirmar que si hubieran llegado a término esos embarazos la sociedad habría albergado, con el paso del tiempo, pederastas, benefactores, ladrones, atletas, políticos, premios literarios, artistas, genios, asesinos, artesanos y ninis. La sociedad se hubiera renovado con sus lacras, pero también con las esperanzas de trascenderlas.

PITÓN IZQUIERDO En ese período que va de abril del 2007 a la fecha, se mataron en las corridas de la ciudad de México, unos 600 toros. Una vez muertos, los toros fueron destinados a ser alimento y ser transformados en artículos de piel. Ninguno de los restos de esos toros tuvo un destino distinto a los que se engordan para consumo humano en los corrales o praderas.

PITÓN IZQUIERDO, OTRA VEZ 46,777 abortos, 600 toros estoqueados. Esto significa que por cada unidad de Bos Taurus “atormentado”, hubo 78 “embarazos legalmente interrumpidos” del Homo sapiens. Ojo, por cada corrida normal en que se torea y da muerte a seis toros, corresponderían 468 “embarazos interrumpidos legalmente”.

PITÓN DERECHO La lidia de reses bravas, se realiza buscando la emoción estética (lo que la define como arte). El torero expone la vida el torero en cada pase durante cuya ejecución busca esa dimensión estética. En el mundo cibernético, donde realmente se practica la libertad de expresión, como en ningún otro ámbito de la vida, alguien dice que son pocos los toreros que mueren (En realidad dijo “que deberían morir”) y en cambio son centenares de toros que son sacrificados. No hay pues, equilibrio entre los participantes del “deporte” salvaje. Se pudiera solicitar, para ser congruentes, estadísticas de cuántas mujeres mueren en los abortos “legalmente producidos” o cuántos médicos que los practican.

PITÓN IZQUIERDO La fiesta taurina está bajo la presión ecologista. La hermandad franciscana con los animales es, indudablemente, un espacio amplísimo para armonizare con la naturaleza. Pero este vuelco verde recientemente dado se hace para mantenerse en el planeta sin desquiciar su composición biológica. Parece ser una especie de consuelo que tiene la humanidad, por no haber logrado durante tantos milenios la paz entre las etnias, nacionalidades y religiones planetarias que saben encontrar o inventar, cualquier razón para enredarse en su naturaleza humana belicista. Parecen proponer, los ecologistas, que si no se construye la paz entre los humanos, después de tantos milenios, puede conseguirse, en cambio, vivir en paz con la naturaleza.

PITÓN DERECHO Esto hace del toreo, que es una rara avis, un blanco inmóvil para los cazadores verdes. Decimos rara avis porque siendo un arte, le hacen un campito en las secciones de deporte y aunque menudo se habla de los toreros como artistas, pocas veces reciben menciones oficiales como tales. Los ataques invariablemente lo enfocan como deporte salvaje.

PITÓN IZQUIERDO Recientemente en uno de esos espacios televisivos en que se embelesa a la audiencia con noticias tremendistas, gritadas por silicones y botox restirados, chatarra visual en toda la extensión de la palabra, echaron las campanas al vuelo por los abortos “legalmente producidos” Llegaron a congratularse porque esos 46, 777 abortos, habían impedido muertes de las madres. Entiéndase: hubo satisfacción porque con los 46, 777 abortos se habían evitado “muchas” otras muertes. En su descargo hemos de reconocer que la persona encargada de una de las asociaciones promotoras de los decesos, se veía apesadumbrada.

PITÓN DERECHO Ya que estamos tratando actividades mortales echemos un vistazo, sin mencionar los caídos en las guerras, “justas” e “injustas”, a las muertes producidas por los topes y caballazos que se dan en el fut americano. De 1931 al 2007, se registraron 1006 muertes de jóvenes deportistas en los emparrillados escolares y profesionales de la USA. ¿Qué hacer?

PITÓN IZQUIERDO En el espacio cibernético se dio difusión de alta definición a la cornada tremenda del matador de toros Aparicio en la que el cuerno le hendió ascendentemente el maxilar inferior con salida por la boca. Abrumadoramente el comentario estuvo integrado por cibernautas anti taurinos: “Lo tuvo merecido”, “Así sabrá lo que siente el toro”, “No cuenta con mi empatía”, “¡Qué bueno!” Solamente uno dijo que si se dolían por los toros muertos, deberían pensar en los abortos humanos. El mensaje siguiente fue: “Estamos hablando de toros, no de abortos”
RECORTE En esta columna si hablamos de toros y de abortos y no puede uno menos que cavilar en la naturaleza humana. Como ya comentamos en otra, la naturaleza humana nos da la opción de ser mortíferos. La pregunta es, fue y será: ¿Al servicio de qué idea ponemos esa capacidad letal? ¿En qué, en dónde ponemos en práctica ese abrumador legado?

DESPLANTE ¿En el arte taurino? ¿En el deseo de cadenas de oro y autos polarizados? ¿En la fortaleza de nuestra religión, del sistema político que esté de moda? ¿En la extensión de la promiscuidad? ¿En qué momentos estamos dispuestos a causar la muerte? ¿En favor de la estabilidad política y eliminación de quienes la trastabillan? ¿En la utopía de un lugar sin tanto pobre? ¿En el esfuerzo para liberar a la mujer de la maternidad, sin despojarla de su compañero de alcoba? ¿En la pureza racial? La contestación que los mexicalenses, los mexicanos, los iberoamericanos, nosotros los terrícolas, ofrezcamos (Los globalizados dirían: ofertemos), es lo que nos definirá como individuos y como grupo.

sábado, 25 de septiembre de 2010

LA SANTA VERÓNICA REVISITADA

PITÓN DERECHO En esta más reciente visita a Madrid, visité a la Madre de todas las Verónicas a la cual hace tiempo le había dedicado una columna y que he adosado a ésta. Santa Verónica está en el salón alemán del Museo Thyssen-Bornemisza con la autoría de Derik Baegert, y ahí se narra visualmente el momento, clave para la tauromaquia, en que la piadosa mujer, después llamada Santa Verónica, presenta a unos caballeros el lienzo donde quedó grabada la imagen divina, en un ademán que le dio nombre a la suerte de capa.

PITÓN IZQUIERDO Tres de los cuatro evangelistas hablan de la corona de espinas (S. Mateo, S. Marcos, S. Juan), mismos que no mencionan mujeres en el viacrucis. En su oportunidad S. Lucas hace referencia a las Hijas de Jerusalén, en e episodio del viacrucis, pero sin registrar la corona de espinas. Eso quiere decir que Santa Verónica apenas está insinuada en los Evangelios.

PITÓN DERECHO Al consolidarse en el santoral católico, la piadosa mujer que enjugó el rostro divino, nos dio a los taurómacos, además de la vera icona, vinculaciones milenarias. Las tradiciones son tan fuertes como los eventos comprobados por el carbono 14. Por ejemplo, la manzana de Adán que no aparece en el Génesis pero muchos hasta la tienen atorada en la garganta, o los inexplicables ombligos de Adán y Eva que no faltan en ninguna de las pinturas con que nos recuerdan a nuestros ancestros. ¿Se imaginan a un Adán con hoja de parra, pero sin ombligo? ¿Y qué decir del Grillito Cantor, que es el único grillo verde?

PITÓN IZQUIERDO En esta nueva apreciación de Santa Verónica descubrí, como es usual cuando se vuelve a lo ya visto, un nuevo elemento. Resultó ser un panel, no una pintura sencilla. En el panel se acostumbra mostrar cuando menos dos momentos de la misma narración visual; en este caso son dos pinturas en las que aparece Santa Verónica con su lienzo, aunque no hay solución de continuidad en el escenario.

PITÓN DERECHO En primer plano se encuentra Santa Verónica, como había comentado, sosteniendo el lienzo, inclinando su cara y extendiendo los brazos para presentar el rostro grabado al espectador, lo que semeja el inicio de la verónica de frente. En el fondo de la pintura, pero en la otra mitad del panel, a lo lejos está un grupo entre el que se encuentra ella misma, ya con la imagen en el lienzo, mientras se ve a Jesús todavía camino al Gólgota.

PITÓN IZQUIERDO Esto es, en el primer plano aparece lo más reciente y en el fondo lo previo. Si fuera una película el momento anterior hubiera sido un flash back; como se trata de pintura, se hizo un panel. Para mi asombro este venturoso hallazgo enriqueció el acervo ya de por si extensísimo, de la pinacoteca taurina. Son dos pinturas las que captan el nacimiento de la verónica. Alguien menos devoto de la tauromaquia dirá que son simples pinturas como hay miles. Para nosotros fue un premio por haber estado absorto. ¿Alguien frente a la obra de Baegert, pintada en 1477 vería también lo que nosotros hemos admirado?

PITÓN DERECHO Puede dudarse. Un domingo en la tarde, un torero de cuyo nombre no quiero acordarme, fascinó a un compadre y entre los dos desglosamos la corrida con cervezas y vino de por medio y al final de la noche, caímos en cuenta que habíamos estado en distintas corridas, en una de ellas había participado el mejor de todos y en la otra un mamarracho que no podía torear más alejado y raudo porque se le hubiera dislocado el brazo, en el primer caso y salido borroso en la fotos, en el otro. Como testigos, hubiéramos sido descartados.

PITÓN IZQUIERDO Hay pues, dos historias en todo momento humano, una historia real, volátil, inasible y otra periodística o tertuliana: éstas entresacan los vestigios que encajan en la redacción del discurso oficial o las preferencias y una más, la escandalosamente distinta a las anteriores, que periódicamente se descubre y que tal vez no tenga relación con lo ocurrido. En el caso de Santa Verónica esta columna, sin pretensiones de historiadora, apenas ha encontrado evidencia alguna en las Escrituras. Pero el hallazgo pasmoso se ha multiplicado: aparece primero en 1477, luego en el mencionado museo, después en el barrio de Atocha, en donde preside una calle. Y, por si fuera poco, al ver las verónicas de Ponce, de El Juli, de Morante, de Manolo, de Camino, tiene uno que reconocer que en los vuelos de sus capas florecen flores raras y a la vez insinúan algo sagrado porque los toreros pueden suspender el tiempo real para que el aficionado pueda adentrarse en el deleite.

RECORTE Descubrí pues, “otra” pintura. ¿Qué seguirá? Hay que regresar a Madrid al menor pretexto y hacer la peregrinación a Santa Verónica. Y ya que hemos recortado la columna con ella, habrá que añadir a nuestra devoción la de los fotógrafos, pues es la Santa de ellos

martes, 21 de septiembre de 2010

LA MADRE DE TODAS LAS VERONICAS

PITÓN DERECHO Francisco Montes “Paquiro”, en su Tauromaquia Completa de 1836, dedica el capítulo VI a la suerte de capa y el artículo II lo integra con su idea "De la suerte a la verónica, o sea de frente." Por la forma de redactar este encabezado se deduce que en ese entonces era más conocido el lance como suerte de frente que como a la verónica. Leyendo artículo II, aprende uno que para realizar la verónica se citaba de frente, el torero se pondrá “…de tal modo que sus pies estén mirando (sic) hacia las manos del toro” y cuando el animal estuviera embarcado, se cargaba la suerte y se sacaba el capote debajo de los belfos sin mandarlo, sino más bien dejando que la inercia fuera la que hiciera el trabajo de volver a ponerlo en jurisdicción. .

PITÓN IZQUIERDO Eso fue en el siglo XIX y paralelamente a la larga sucesión de temporadas la verónica, como pase fundamental, fue variando poco a poco. Así fue como pasó de ser un modo de burlar las embestidas con el engaño movido bruscamente cuando el animal parecía engancharlo, al modo de crear belleza citando de perfil y llevando al toro con lentitud y languidez, antes de depositarlo en el terreno para disfrutar la repetición. Para muchos, es el pase de pases.

PITÓN DERECHO Claro que con un toro de embestidas descompuestas no se podría hacer algo más que los que hacía “Paquiro”, pero los señores ganaderos mediante los encastes, ligas y demás adelantos en la crianza, cambiaron al toro y con éste obligaron a los diestros a otra técnica de torearlos y de paso, les permitieron hacer un arte de lo que anteriormente era pura supervivencia defensiva.

PITÓN DERECHO, OTRA VEZ Recordamos a El Calesero, Manolo Martínez, Paco Camino ya ausentes de los ruedos, inolvidables porque fueron orfebres del pase. Mariano Ramos, El Pana, Enrique Ponce y José Tomas, todavía en activo, no la describieron con palabras, que nosotros sepamos, sino que la ejecutan y detienen la duración del óle cuando las hacen florecer en medio de la tarde.

PITÓN IZQUIERDO El encanto de este pase estriba en que su tersura se da frente al toro en plenitud de hachazos, cuando aún no se le disminuye con las varas. El capote extendido y sedoso recibe el embate virginal del toro que no soporta la provocación y que ataca pero algo desvanece el capote y lo desaparece por momentos sólo para volver de nuevo a extenderse en el vacío, vulnerable, fácil de atacar.

PITÓN DERECHO Otro rasgo de este pase, es que de todos los que se practican frente al toro, es el único que se ubica en el principio, no de la tauromaquia sino del mismo cristianismo. La referencia histórica está bien documentada y resulta que el primer cite registrado de la verónica fue dado nada más, ni nada menos, que por una Santa. Santa Verónica, por más señas. Va la historia.

PITÓN IZQUIERDO Aclaremos; más que historia, es tradición católica. Camino al calvario una buena mujer enjugó la frente de Jesús y en el lienzo quedó la huella del rostro lacerado. Sería la única imagen real del divino rostro, la vera icona, la verónica. Luego se conoció a la piadosa mujer como Santa Verónica. Tiene su espacio en el santoral y varias capillas e iglesias diseminadas en el anchuroso mundo católico. Se dice que el manto auténtico está en San Pedro, en el Vaticano.

DESPLANTE Pues bien, el pintor Derik Baegert tuvo a bien pintar en 1477, casi 400 años antes que “Paquiro” escribiera su obra, un óleo de aproximadamente un metro y medio por dos de alto, en que aparece un grupo de hombres que rodean a una mujer quien tiene extendido su manto en el que se distingue el rostro divino. El cuadro original llamado La Verónica y un Grupo de Caballeros, está en el museo Thyssen-Bornemisza de Madrid. La mujer está, como ya dijimos, presentando el manto con el rostro de Jesús y lo notable del caso es el lenguaje corporal que adopta para hacerlo.

PITÓN IZQUIERDO Tiene tomado el manto con los pulgares e índices y con las palmas al frente. Las manos separadas no más allá de la anchura de sus hombros. La mano derecha un poco más alta. Y el rostro inclinado sobre su derecha. Es decir la forma de iniciar la suerte, según “Paquiro”.

PITÓN DERECHO 531 años separan ese cuadro de lo que escribe M. Blasco el autor de la Enciclopedia Taurina de la A a la Z, quien solamente dice que el pase tiene el nombre de la Santa Verónica porque así presentaba el lienzo, pero no menciona el Museo ni a Baegert. En el barrio madrileño de Atocha, fortuitamente encontramos una callejuela con el nombre de la Santa. En la esquina tiene como identificador de la rúa un mosaico con ella y su presentación del lienzo. No es parecida a la de Baegert porque no es de cuerpo entero, ni está rodeada de mirones, pero da la idea.

RECORTE Amig@ taurómac@, cuando Usted llegue a Madrid, además de armar la tremolina y cumplir con la obligación de meterse en Las Ventas, mesones, figones, fondas y tabernas anexas que alcance a ver, visite también a La Verónica y un Grupo de Caballeros. Experimentará algo parecido a la languidez de una verónica frente a un toro que, aunque inexistente, embiste furiosamente y será porque al quedarse quiet@, a Usted l@ estará templand@ nada menos que la historia. Óle.

LA MADRE DE TODAS LAS VERONICAS

miércoles, 1 de septiembre de 2010

LO TAURINO COMO ELEMENTO DE NACIONALISMO

PITÓN DERECHO El arte taurino puede llegar a ser un componente de la identidad del grupo que lo practique. Por lo tanto, puede ser un elemento de nacionalismo en cuanto sirva de distinción y cohesión grupal cuando hay cotejos, que pueden llevar a enfrentamientos, con entidades distintas que no lo poseen. Tal ocurre con otras manifestaciones populares como el criquet, los deportes a caballo en los que el objetivo arrebatar el cadáver de una cabra a los otros jinetes. El ulama, la charrería, etc.

PITÓN IZQUIERDO En el caso que nos ocupa, los catalanes habían asimilado las corridas de toros, a la usanza española, y como están un proceso independentista la tauromaquia que es la ¨fiesta nacional española¨ tenía sus días contados y era un buen blanco y que además atrajo las simpatías de los protectores de animales.
PITÓN DERECHO Antes de la prohibición ya en Cataluña habían decidido multar a los que anunciaran su comercio en español. Han prohibido las corridas de toros y a diferencia de algunos grupos vascos que son violentos en sus aspiraciones separatistas, los catalanes lo hacen pergeñado las leyes conducentes. Este planteamiento legal, comparándole con el terrorista, promete resultados duraderos, aunque más tardados. Sin embargo las corridas de toros, a la usanza española en tierras vascas, continúan dando a la región un sello que se diferencia del resto del panorama taurino español. Ellos mismos se encargan de pregonar su Feria. Mientras tanto en Catalunya estarán prohibidas a partir del 12. ¿Por qué los vascos no sienten en riesgo su identidad realizando corridas de toros a la usanza española? ¿Por qué los catalanes sí?

PITÓN DERECHO, OTRA VEZ La Feria de Bilbao nos hace ver que las cornamentas amedrentadoras aun en el arrastre, son indispensables para que el arte taurino se eleve a emoción trágica. El miedo pánico que se hincha ante media tonelada encornada, se armoniza con la coreografía que lo amalgama en una casi inefable emoción única. En esta Feria de Bilbao, en el país vasco, cinco veces tuvimos que interrumpir el arrebozo porque resultaron heridos, con mayor o menor seriedad, cinco toreros.

PITÓN IZQUIERDO Los bilbaínos se ufanan, justificadamente, del tamaño de la cuerna, de la seriedad de las caras, de la báscula honesta comparando sus encierros con los lidiados en otras ferias. Los comentaristas (Muñoz, Caballero, Chenel), fueron de primera por su experiencia como toreros. Los apuntes que hacían de momentos claves fueron estupendos. En alguna ocasión que por nuestra ignorancia lo que se daba sobre la arena no tenía elementos novedosos, ellos con dos o tres observaciones transformaban lo ¨trivial¨ en enseñanza. Lo que habían aprendido esforzadamente nos heredaban generosamente.

PITÓN DERECHO Tenemos que recordar que ya algunas veces lo hemos dicho: Nosotros los mexicanos hemos suavizado dos de las importaciones españolas: el habla, que no nos sale tan áspera, y la embestida de los toros, tan suave que obliga a torearlos con temple. Pues bien, esos comentaristas mencionaron el temple mexicano en varias ocasiones. Aunque también el tamaño y presencia de lo lidiado en nuestras plazas. Inconscientemente también ilustraron lo áspero del habla española: hubo momentos en que no pescábamos lo que Muñoz y Caballero decían, aunque mal que bien nos beneficiamos de su sabiduría, pero fue imposible discernir el habla de Chenel, que se la pasó crepitando como leño húmedo.

PITÓN IZQUIERDO A propósito de un toro que ¨estaba hecho un marmolillo¨ Muñoz recordó que los mexicanos decimos, en los casos en que el toro ya no embiste ni camina, que ¨se agarra al piso¨. Muñoz no dijo por qué traía a colación nuestra expresión, pero nosotros entendimos el disparate, porque que los toros no tienen garras, sino pezuñas.

PITÓN DERECHO Muchas imágenes perdurables nos dejó la Feria de Bilbao: Tres alguacilillos. El lanzamiento de la llave que hace el Presidente a la alguacililla, quien trata de embocarla en el sombrero de tres picos. Luego la música que es a criterio del Presidente porque al diestro no le conceden la facultad de pedir ¨la de aquí¨. Cuando el torero brinda al público es porque presiente un buen desempeño con las condiciones del astado. En otros lados frecuentemente el diestro brinda al público para conchabárselo, no porque haya visto condiciones aprovechables en el toro. Otro descubrimiento: la salida final a campo abierto, partiendo de nuevo la plaza que tienen que hacer los diestros, uno por uno, para recibir las palmas o rechiflas por su desempeño.

PITÓN IZQUIERDO La ausencia de vendedores de bocadillos y líquidos durante la lidia. Que ideas tan buenas. Las butacas se ven cómodas y holgadas, no como las de La Maestranza. Luego esas tomas de cámara sensual sobre aficionadas de Bilbao tan hermosas como las de Calafia, que tienen lo suyo.

REMATE ¿Vieron la eficacia con que Ponce se libró del marrajo perpetrador de las cornadas de Fandiño? Le bastó un abaniqueo, la entrada a matar y un descabello que desplomó al astifino que había hecho ver su suerte al matador herido.

jueves, 12 de agosto de 2010

CATALUÑA ANTITAURINA

PITÓN DERECHO La prohibición de las corridas de toros redactada y pregonada con alborozo el miércoles 28 de julio del 2010 y con vigencia a partir del 2011 en Cataluña, es una decisión determinada en el parlamento catalán, no en La Generalitat de Catalunya, de la cual es componente, junto al presidente de la Generalitat y el Consell Executiu.

PITÓN IZQUIERDO Nosotros postulamos que el factor determinante para la prohibición la fiesta nacional española fue el NACIONALISMO CATALAN cultivado, justificada o injustificadamente, en el caldo de los rencores centenarios. El tono de la reacción pública que se dio, oculta el verdadero resorte nacionalista porque planetariamente se subrayó la protección a los animales, sin desenvolver del paquete al nacionalismo catalán que fue el verdadero triunfador del forcejeo parlamentario. Los grupos ambientalistas aprovecharon el viaje para lucirse mundialmente.

PITÓN DERECHO Quienes decidieron el acuerdo prohibitivo vigorizaron su dictamen por supuesto, con otros factores sociales que resultan secundarios, pero que convergen en tal decisión conmovedora. Llamo factores secundarios a varios: 1º El repudio al derrame de la sangre por la divisa, la pica, banderillas, rejones, o estoques, dentro de la liturgia centenaria, 2º El confundir una forma artística sui generis, que es el arte taurino con un ejercicio de gladiador, con un deporte, en los cuales siempre queda un vencido, un humillado. 3º El derrame de la bondad verde ecologista que se extiende caprichosamente por algunos tópicos de la vida planetaria.

PITÓN IZQUIERDO Digo caprichosamente, porque si se trata de la protección de los hermanos animales ya estaría vigente su ternura ofrecida a los millones de guajolotes (Los globalizados les dicen pavos) que se sacrifican anualmente, en un solo día, como agradecimiento por los favores recibidos. O bien, ponderarían el sacrificio que se somete a los vacunos para que con cada una de las zaleas resultantes, se alcancen a forrar 27 pelotas para el juego de béisbol, de las que se desechan decenas cada nueve entradas. O bien deplorarían los hígados suculentos de distintas especies de cuadrúpedos, con los que se embijan las galletas como complemento recomendable de muchas bebidas.

PITÓN DERECHO A los analistas les pareció una especie de prohibición legitimada el hecho que la siguiente corrida convocada en Barcelona, una vez publicado el interdicto, haya tenido una asistencia escasa que, por las fotos ofrecidas, no llegaría a mil asistentes. Esta magra taquilla fue contabilizada por algunos comentaristas como un aval dado por los faltantes, a la prohibición votada. Peor aun, como una capitulación incondicional ante las huestes anti taurinas.

PITÓN IZQUIERDO Pues, no. ¿Querría decir que los aficionados dejaron de asistir porque supieron que serían prohibidas HASTA EL AÑO ENTRANTE? Es decir, ¿Estaban esperando la prohibición, efectiva el año próximo, para dejar de ir este domingo? Aquí es donde encajo la respuesta del nacionalismo catalán.

PITÓN DERECHO Dejaron de ir porque en la prohibición solamente flotó en la superficie como defensa a los animales, pero en el fondo del alegato se retorcía el encono contra algo que es esencialmente español. Por lo tanto, los asistentes catalanes a cualquier corrida que se dé de aquí al próximo año, serán pocos, porque ir a la corrida, tal como está planteada la tentación, sería restañar lo español y carcomer la identidad catalana. Dejar de ir a la corrida no es, pues, un acto de conmiseración a la criatura vacuna sino un contrafuerte, tal vez puesto a regañadientes, a la identidad de Catalunya

PITÓN IZQUIERDO La pregunta es, ¿Cuál será la reacción frente a la presión pública catalana, española y mundial de La Generalitat de Catalunya, cuando tenga que pronunciarse con respecto a lo definitivo del dictamen? Los catalanes resintieron que en el estatuto propuesto recientemente, no haya sobrevivido la palabra NACIÓN, para referirse a Cataluña. Otro motivo de resentimiento.

SALIÉNDOSE DE LA SUERTE Algo similar ocurrió en nuestra república con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, que tuvo un rechazo oficial porque en México solamente hay un ejército, el constitucional, y por lo tanto, el llamado zapatista no sería ejército. Por eso siempre se refieren al E Z L N. En el territorio ibérico no puede extenderse otra nación que la española, ni catalana, valenciana, o vasca. Andorra por supuesto, sería otro asunto.

miércoles, 4 de agosto de 2010

CONVERSACIÓN CON EL JULI


PITÓN DERECHO Los banquetes nos ponen la mesa para celebrar los grandes eventos con que la vida nos apapacha. Desde los Diálogos de Platón, hasta las bodas de Canaán, apenas habrá un episodio humano que no merezca los manteles planchados, con cuchillería de lujo, o los modestos tablones para comer a mano limpia, al aire libre, las viandas, apenas para sobrevivir las vacaciones, o bien degustando un menú gourmet suculento, lleno de opciones en un aposento cómodo ajeno al ajetreo exterior.
PITÓN DERECHO, OTRA VEZ El acontecimiento se colma si se da una conversación de aguas mansas sobre amigos idos, de bodas próximas, de heridas restañadas, de la afición sin límite de los artistas, de la colocación de palabras para que digan de otra manera lo que se ha dicho tantas veces. De hurgar en la memoria gustativa para recordar el sabor de un vino. De hablar de toros y toreros
PITÓN IZQUIERDO La ocasión del banquete que voy a rememorar fue dio después de una misa en San Ginés, bajo cuyas naves estuvieron las cenizas de mi amigo, mismas que después se esparcieron en la finca de Julián López. Todo lo acontecido fue en el Madrid, al que siempre se regresa, aún sea la primera vez que uno lo pise. Fue el banquete en recuerdo del amigo Ricardo que ya está allá y que siempre estará aquí.
PITÓN DERECHO Tras os Montes es el nombre del restaurante portugués, en Madrid. Se asignó un comedor para una veintena de comensales. Los platillos merecían una página a colores. En cada copa de vino bullían el sol y sabores de Portugal. Por si fuera poco entre los convidados estuvo El Juli, amigo de Ricardo quien me presentó con el matador, aquí en Calafia, en ocasión de la segunda de las dos tardes que ha estado entre nosotros. Ahora compartimos la mesa. -- Matador, sus amigos, la gente cercana a Usted, ¿Le dicen cómo debe torear?
PITÓN IZQUIERDO La pregunta debió parecerle insólita, con toda razón y yo no la hubiera soltado sino fuera porque recordé un episodio, del que no fui testigo, donde mi amigo Óscar Esquer le había dicho a Paco Camino cómo se daban los naturales.
PITÓN IZQUIERDO El Juli frunció la frente y me dijo que no. Yo mantuve en mis adentros el regocijo sin entrar a los detalles de tan peregrina curiosidad. Otro comensal le preguntó si se había recuperado del percance de la semana anterior. Dijo que sí.
PITÓN DERECHO Le hice otra pregunta menos delatora de mi salud mental. Contestó que sí, que sí recordaba a otros toros pasados, cuando estaba toreando. Que comparaba la lidia dada al otro, mientras atendía la condición del presente. Al hablar del toro mexicano reconoció su temple y muchos pases y apareció en la conversación Pepe Chafik y la ganadería San Martín que había puesto en España. El matador dijo que el ganadero mexicano ya se había desecho de ella.
DESPLANTE A Pareció extraño debido a que de tarde en tarde se sabía que la ganadería tenía éxitos, tanto en la península como en plazas francesas. ¿Será que quieren evitar que cambie el gusto de la afición española por otro tipo de toro?
PITÓN IZQUIERDO El matador mostró interés por las corridas verdes de Las Vegas. Consideró que ese rondín que hacen a caballo las modelos barbies, con las banderas correspondientes a las naciones de los matadores alternantes, era poco serio. Yo recordé, aunque no se lo dije, cómo los dos alguaciles de Pamplona circulan por el ruedo, trazando círculos contrarios que cuando se cruzan el público estalla en regocijo esperando, tal vez, el encontronazo.
PITÓN DERECHO Entre las damas comensales, alguna le preguntó a la señora Rosario si iba a todas las corridas de su esposo. Dijo que no a todas. Ni a La Maestranza ni a Las Ventas, así como otras similares. Si los toreros están hechos de una materia distinta al resto de los mortales, también sus esposas deben corresponder a una especie de heroínas singulares.
PITÓN IZQUIERDO Seguían las viandas y los vinos. La conversación se fragmentó. Se percibió que El Juli no es protagonista, fuera de la plaza. Sencillo y conciso en sus intervenciones. Cuando se tocó el tema de los anti taurinos de Cataluña, todos atendimos la opinión del diestro. Dijo que era cuestión de gustos.
DESPLANTE Por mi cuenta pienso dedicar dos columnas a ese tema.

sábado, 17 de julio de 2010

MI AMIGO RICARDO TORRES SERNA



PITÓN DERECHO Ricardo Torres Serna, llevó un nombre iterado entre los toreros en los últimos cien años, aunque él no fue torero, sino taurófilo. Lo conocí cuando El Juli le brindó un toro en Calafia, lo que a su vez, propició entrevistarlo cuando devolvió la montera. El contenido de otra columna se la dediqué, en vida, al buen amigo Ricardo Torres, recientemente fallecido.

ENGANCHÓN Que el español agente de vinos Ricardo Torres Serna, estuviera en Calafia y El Juli le brindara un toro y que el suscrito fungiera como entrevistador, tiene su historia.

PITÓN IZQUIERDO Ésta se enlaza con un episodio muy anterior. Luis Sánchez, primer juez de Calafia que presidió una novillada hará unos 30 años, también fue amigo nuestro y el causante indirecto de la entrevista que dio lugar a que yo conociera a Ricardo. Su ceguera --la de Luis-- me urgió a narrar la corrida en un pequeño aparato que después le dejé para que escuchara lo acontecido. Por su enfermedad El Güicho ya tenía tiempo que ni pegado a la pantalla del televisor discernía las imágenes.

PITÓN DERECHO Con aires de narrador radiofónico, grabé para su consumo toda la corrida y le entregué la evidencia. En esa grabadora quedó la entrevista que hice al aficionado distinguido por el brindis y al que no se conocía en Calafia. Sentí que sería rematar toreramente mi debut y despedida de los micrófonos taurinos, si recogía su opinión sobre la rechifla con que despidieron a El Juli. ¿Consideraba justas las protestas por el desempeño del diestro?

PITÓN DERECHO, OTRA VEZ Por supuesto que las desechó por frívolas y superficiales con argumentos que también quedaron grabados. Ya fuera de micrófono, seguimos con la charla y supe, además de su nombre, que él acompañaba en su periplo mexicano y con sus propios medios, a El Juli. Estaba firmemente convencido que era el mejor. Iniciamos una charla de taurófilos y precisamente esa misma noche me presentó a El Juli, quien amablemente me dedicó una biografía que un autor español había escrito sobre su vida.

PITÓN IZQUIERDO Nos vimos en dos o tres ocasiones en España, en ambiente inmejorable: toros, caldos, vino, tapas, empanadas, gambas, jamones. Extrañamente nunca señaló las razones de su inconmovible preferencia por El Juli. Él daba como hecho que ahí estaba lo que hacía El Juli frente al toro, ¿Qué caso tenía discutirlo? , y seguíamos con el simposio.

PITÓN DERECHO Este tipo de afición hermética, que no suelta prenda, tuvo su versión cachanilla con Vásquez Villalobos, también fallecido recientemente. Con él participé en varias tertulias en el Hotel Bremen, de Sevilla y aunque conocía a muchos toreros, jamás mostró --al menos frente a mí--, preferencia por ninguno. Decía cómo era tal o cual pase y cómo se ejecutaba de acuerdo a los cánones de la tauromaquia, pero nunca le escuché poner un ejemplo de carne y hueso, vestido de luces.

PITÓN DERECHO, OTRA VEZ De regreso con Ricardo: Asistiré a un homenaje a sus cenizas y me quedaré de ahora en adelante, con un recuerdo amable de ese mi amigo con quien me hermané en parrandas memorables. No omito señalar, como se dice en el lenguaje institucional, que en una ocasión me invitó a unas corridas en España y me dejó plantado porque el había ido a las islas portuguesas de Cabo Verde, a unos 4 mil kilómetros, a promover una emisión de estupendos vinos portugueses. No podía estar conmigo en Madrid, pero me corrió la invitación de pasar esos días en las islas, misma que no acepté por considerarla sobrera, como toro de reemplazo.

DESPLANTE La remembranza de los idos tiene su aguinaldo: Ricardo ya no cambiará de sonrisa, no se hará viejo, no tendrá otra camisa, siempre estará sonriente, tendiendo la mano firme, invitándome a comer gambas a las 10 de la mañana, guardándose para sí las razones en que cimentaba su admiración por El Juli. Así mantendré su cercanía el resto de mis días. Adiós, Ricardo.

ENMENDANDO EL TERRENO La alternancia de El Juli, Ponce y El Zotoluco, a la que me referí como ejemplo del muy visible sesgo anti juliano, no fue en San Fermín, sino en la Isidrada del 2005.

miércoles, 14 de julio de 2010

LA FERIA DE SAN FERMÍN

A la memoria de Ricardo Torres Serna
PITÓN DERECHO En este serial de corridas (Las ferias de San Isidro y de San Fermín), quienes apoyan con los comentos las imágenes visuales de la tv, son dos toreros en retiro y otro en receso. Cuando se escucha el repertorio de conocimientos que con parquedad sueltan como apuntes conforme se va desarrollando la lidia, cae en cuenta que con lo que externan, se puede redactar una rutina de observación, una especie de vade mécum, un prontuario para el aficionado que pretenda abandonar la romántica Villa Melón.
PITÓN IZQUIERDO Este plan de observación sería para el uso del llamado aficionado torista, quien para disfrutar la fiesta, debe tomar en cuenta las condiciones del toro, la procedencia, el encaste, su trapío su peso, la cornamenta, su debilidad, la casta, su fuerza, la forma en que acomete y su parecido con otro que alguno de los comentaristas toreó alguna vez, o vio que alguien lo toreara.
PITÓN DERECHO Entonces el aficionado luego, si es que puede recordarlo, ya estará en condiciones de apreciar lo que hace el torero, sobre la arena, frente a tanto historial detrás de la cornamenta de miedo. Así el toro señoreando sobre la arena incita al torero a atender su bravura, o falta de ella, y siempre el toro provoca al torero a mostrar sus cartas, ¿Qué es lo que el torero ofrece como prueba que es realmente un torero? El toro está ahí para que ambos queden en evidencia.
PITÓN IZQUIERDO Nuestra opinión es que es necesario cuando menos tres componentes para proclamar que se tiene talento de torero: valor para parársele enfrente al animal, técnica con el objetivo de cumplir con la coreografía de la lidia y una necesidad emocional de expresarse estéticamente.
PITÓN DERECHO Los toreros “suicidas” son a los que se les nota solamente el valor y, aparentemente no tienen técnica depurada y pocas veces, si no es que nunca, se expresan artísticamente. Por otro lado los toreros que privilegian la técnica son considerados fríos, eficientes y solventes porque el valor, que indudablemente tienen es relegado por la eficiencia con que resuelven los problemas de la lidia.
DESPLANTE Esto viene al caso porque en la corrida del domingo 11 pasado se corrieron toros de Miura y el cartel incluyó a Padilla, aquel torero temerario que hizo pareja con El Zotoluco, hará cuatro o cinco años, cuando entre ambos mataron esa temporada una camada de Miuras. En esta corrida el primer toro que le salió a Padilla fue tan al estilo de los Miuras que no le dejó hacer mucho, solamente le obligó mostrar un valor escalofriante e hizo relegar algo de la técnica y mucho del arte. Lo ha zarandeado tanto que pareció haberlo cosido a cornadas innumerables, pero afortunadamente el reporte médico fue de algunas costillas vencidas y dos o tres pisotones. Interpreto que la oreja fue por su valor, no tanto por su técnica y mucho menos por su arte.
PITÓN IZQUIERDO Pero cuando llega el arte, es otra cosa. Este lunes 12 El Juli volvió a torear espléndidamente y de nuevo, el Presidente volvió a tratarlo mal. Los propios comentaristas mexicanos y españoles no se explican el origen de esa mala vibra que tiene con los presidentes de las corridas que le niegan las trofeos pedidos multitudinariamente. Este lunes toreó dos Miura de 600 kilos con unos cuernos de más de medio metro. Al primero lo pasó SIN PICAR y le hizo una faena tan artística que el valor pasó a la zona del reojo, y tan fluida que parecía que no había la aplicación de la técnica como se iba necesitando, sino una coreografía ensayada. Mató con un estoconazo y el público pidió las dos orejas pero el Presidente solamente concedió una. Se llevó un abucheo general pero el presidente se salió con la suya: tratarlo como mexicano, porque fue aquí donde pasó muchos años de becerrista y novillero y nadie puede decirles cómo se torea, si no lo ha aprendido allá.
PITÓN DERECHO Si existiera alguna duda que las etapas mexicanas de El Juli como torero, y para este caso del mismo Ponce, son detestadas por periodistas carpetovetónicos, lean la crónica de la corrida que torearon, alternando con El Zotoluco, en la Feria de San Fermín, en el 2002.
PITÓN IZQUIERDO Este lunes 12 de julio de 2010, en la faena del segundo en Pamplona El Juli recibió una cornada en el escroto. Aguantó el dolor y pudo matar con otra estocada bien puesta que le mereció otra oreja que le abriría la puerta grande. Sólo que como se internó en la enfermería antes del arrastre, no pudo disfrutar ese homenaje popular. Cuando torea El Juli estamos frente al encanto del los pases templados y no de trapazos que aprovechan el viaje del toro para adulterar la verdad de la lidia.
PITÓN IZQUIERDO, OTRA VEZ Hoy miércoles 14 volvió El Juli, aparentemente sin resabios por el desgarrón del escroto sufrido antier. Le mandaron un toro hinchado por alguna herida recibida en los corrales. Su segundo fue inservible. A Castella le premiaron con dos orejas una faena buena, pero no mejor que la hecha por El Juli, el lunes y que mereció una oreja.

viernes, 25 de junio de 2010

San Isidro

PITÓN DERECHO Decíamos ayer que se percibían grandes y pequeñas diferencias en las fiestas taurinas mexicana y española. Para empezar, el tamaño de toro exigido por la afición y acatado por las autoridades, por los ganaderos y por los apoderados. Allá el público que asiste exige toro, edad, cuernos, kilos y trapío. Esta escrupulosidad del respetable tiene una consecuencia que fortalece el profesionalismo de la corrida. Se trata de la relación entre ésta afición conocedora y la presidencia de la corrida. Hasta antes del paseíllo el Presidente ha sido el representante de la afición ante los ganaderos, empresarios, diestros. Pero una vez que empieza la corrida, la afición aparentemente sospecha que pudo haber sido omiso con algunas exigencias, particularmente en las condiciones de los toros y se pone de uñas. Esto en Madrid.

PITÓN IZQUIERDO Cuando menos en Calafia, la afición solamente protesta cuando se escatiman los premios y, ocasionalmente, cuando el picador se excede. Nunca por la presencia, edad, o cornamenta del toro. Menos aún si el subalterno induce al toro a chocar contra la barrera o le pisa el rabo mientras otro lo apuntilla, porque esas son sutilezas.

PITÓN DERECHO Como es sabido el presidente, o juez de plaza, desarrolla su cometido de la mejor manera si tiene una afición que lo apoye en contra de los incumplimientos de los empresarios, ganaderos o toreros. Ninguna exigencia sobe el trapío, peso, edad, cuernos, salud, puede cumplirse si a la afición no le importa o desconoce la solemnidad con que se viste la fiesta con un toro serio. Esta sería otra gran diferencia entre ambas fiestas: el apoyo de una afición exigente, aunque algunas veces pareciera exagerar la nota.

PITÓN IZQUIERDO El Juli en su segunda aparición toreó con temple y elegancia. La afición permaneció callada. Hay una frialdad de la Las Ventas hacia El Juli. No le reconocen lo que en Sevilla tanto le festejan; o en México .

PITÓN IZQUIERDO, OTRA VEZ Varios de los toros regresados, a lo largo de la feria, lo fueron porque no les pareció a los aficionados. Aunque tuvieran el peso, cuerna y edad reglamentaria a los aficionados les parecía que no era el caso y lo regresaban. Otros fueron devueltos a los corrales porque se les doblaban las manos, porque no acudían prestos, etc.

PITÓN DERECHO Cuando el presidente sacaba el pañuelo verde de devolución, era el momento para que el Florito se luciera con sus bueyes adiestrados. Este Florito es el mayoral a cargo del regreso de los toros rechazados en la arena. Salen los bueyes rodean al despreciado y lo rodean y acompañan al corral. Toda esa operación se cumple sin que, en la mayoría de los casos (Unos diez en toda la feria), el Mayoral hubiera tenido que presentarse en la arena arriando a sus bueyes. La manada se encarga de hacer el trabajo sin que, aparentemente, el Mayoral se los ordene.

PITÓN IZQUIERDO No es cosa del otro mundo encontrar inconsistencias entre la afición exigente, como ejemplo ponemos el caso de una actuación antigua, que en su momento valió dos orejas e ipso facto, la salida en hombros de los colchoneros contratados, por la Puerta Grande. Pues bien, pudimos percatarnos que el segmento de la capa constó de cinco o seis verónicas y al marcar cada una de ellas no se pudo evitar el pasito atrás. ¿Esto, en Las Ventas? Pues sí, en Las Ventas.

PITÓN DERECHO Aquí viene como anillo al dedo lo que los sevillanos (De la Maestranza), dicen de los madrileños (De Las Ventas), al hablar de un torero que triunfa en Madrid, “Algo ha de hacer mal, porque ha gustado en Madrid.”

PITÓN DERECHO, OTRA VEZ Antes de televisar las corridas de San Isidro y las que, sin ser del serial, pasaron los días siguientes, los comentaristas realizaban una encuesta entre los asistentes a las corridas y entresacaban las contestaciones chuscas. Les pedían que dieran el significado de términos que, sin duda alguna la mayoría de los asistentes hubieran contestado correctamente, pero, al escoger cuidadosamente las contestaciones más disparatadas de la minoría villamelónica, nos hicieron pasar buenos ratos con las contestaciones a preguntas como ¿Qué es un toro pregonado? ¿Cuál es la taleguilla del torero? ¿Qué un toro hondo? ¿Qué hace un toro cuando barbea? Una vez escuchadas todas las respuestas, entre las cuales estaban las correctas, remataban el lance citando a Cossío, con lo cual cerraban las puertas a cualquier inconformidad. Puede uno aprender sin aburrirse.

martes, 18 de mayo de 2010

TIEMPOS DE COMPRENDER


En preparación de una misión peligrosa que involucraría un mortal tráfico de diamantes, James Bond, analiza la transparencia y pureza de un cristal. Se sorprende por el fulgor y brillantez de la piedra. Pero luego M le presenta otra para que la observe. En esta ocasión si se trata de un diamante puro. El Agente 007 después de analizarlo y comparar mentalmente con el anterior, dice escuetamente: “Comprendo”

Algo similar nos ha sucedido. Después de las primeras corridas de toros de la feria de San Isidro 2010, en las que vimos aproximadamente diecisiete pares de cuernos insólitos en los ruedos mexicanos, comprendimos cómo pueden corear los ibéricos los olés ante pases tan despegaditos y rapidones. Es que la dimensión de los cuernos nos hacen entender el mérito de tenerlos tan cerca. Los olés coreados correspondieron a lances que se daban frene a toros toros, que cuando los vi, después de compararlos con los cuernos que recordaba en México, no pude menos que decir: “Comprendo.”

Cuando El Cejas tomó la muleta en la tarde de su presentación en San Isidro y templó algunos pases entonces, señores, fue mi turno y no pude menos que decir: “¿Comprenden?”, refiriéndome a la diferencia entre, por un lado dar pases aprovechando el ataque del torazo y por el otro, imprimir el ritmo del torero en el ataque espeluznante, conforme la carga va entrando a jurisdicción. Se trata de el temple.

Existe, en el temple, una sincronía entre el engaño que quiere detener el tiempo y la velocidad de las astas que aparecen irresistibles porque las empujan media tonelada de carne. Se siente, cuando se da el temple, el imperio total de la muleta que tira del animal alrededor de la cintura, mientras que ésta hace juego paralelo con los vuelos de salida. Óle.

Olé, si tratamos de españoles. Porque también en el grito hay diferencia.

Luego en su presentación El Juli, español que torea con el temple que maduró en México, hizo lo mismo, sólo que en grande. Eso es templar, eso es torear, eso es emocionar, eso es torear de veras. Olé. La repetición en la entrada a matar fue lo que le impidió el corte de oreja.

Precisamente, para adentrarnos en la observación que pretende ser objetiva y tener en cuenta las astas, los kilos, la exigencia de la afición, asistimos este domingo a la corrida de Tijuana. Al día siguiente de los pases de El Juli y los de Castella. En Tijuana torearon Santos, El Conde, Mauricio y Michelito. Señores, eso es otra cosa..

Decía Bernard Shaw que Inglaterra y los Estados Unidos eran dos naciones separadas por el mismo idioma. México y España estarían, si recogemos el símil, separados por la misma fiesta de toros. Si desglosamos la fiesta como tradición, como espectáculo, como negocio y como un singular arte, podríamos aventurar los parecidos y las desemejanzas entre ambas prácticas.

Los españoles guardan más la tradición en el paseíllo, en el respeto al presidente, en el anuncio del próximo toro, en la ejecución de la pica, en la vendimia durante la corrida, en el silencio antes de la estocada. En estos momentos y en otros que no menciono, hay más abolengo, más rito, más ceremonia. Como espectáculo el tamaño de los cuernos y los kilos debajo de ellos son más impresionantes. Nos parece que los aficionados españoles, al menos los de Las Ventas, asisten más que a divertirse a analizar y dar el visto bueno a los toros y al torero. Los mexicanos lo hacemos para divertirnos y cuando llegamos a protestar por los tamaños y la cuerna, da la impresión que lo hacemos más por el jolgorio ante los alardes de los toreros frente a los novillotes y la desfachatez de quienes autorizaron la báscula tan destartalada con que pesaron a los animalitos. La pura diversión, pues.

En la México, en Aguascalientes en Guadalajara de repente se ponen de puntas los aficionados, pero solamente de repente. La otra vez a El Juli, en Aguascalientes, le permitieron torear un novillo.

Se dice que como negocio lo es más en España, porque ahí se paga más. Pero se exige también más y en México, no se exige tanto y, entonces, lo que se paga resulta generosa paga. Quedaría por dictaminar ¿Dónde se paga mejor? Eso queda para ser analizado por esos que no entienden las finanzas mundiales, pero que viven de ellas como si lo hicieran. Dejaríamos para otro macheteo el trato de las diferencias.

viernes, 14 de mayo de 2010

JOSÉ TOMÁS HERIDO. LA FERIA DE SAN ISIDRO.


PITÓN DERECHO Al terminar un pase con la derecha, José Tomás no le quitó el engaño a Navegante y preparó el de costado. Luego cuando lo embarcó hizo el lento cambio de mano y lo recortó con suavidad y como lo dejó muy cerca el toro casi con desgano le hendió el muslo izquierdo. Los subalternos se desprendieron de las tablas cuando aún el matador rodaba para alejarse de la cornamenta que lo buscaba. El diestro observó la herida, cuando ya lo llevaban en brazos.
PITÓN IZQUIERDO El subalterno Alejandro Prado, en cuanto vio la cornada corrió hacia el caído, dejó el capote y puso la mano sobre la herida para detener los borbollones rojos. El apoderado de El Payo, alternante de José Tomás, Alberto Elvira recuerda que todos ponían la mano para detener la hemorragia. Se hacía eterno el camino.
PITÓN DERECHO El médico de la plaza Alfredo Ruiz, tocayo de nuestro Miura, necesitó quince pinzas para cortar las emanaciones de otros tantos vasos que habían sido rotos. Ya no sentían el ritmo, así que fue un alivio cuando las arterias empezaron a pulsa, cuando estaban en la enfermería de la plaza. El padre del torero, pasado un día (No pudo soportar la angustia de estar presente), reconoció que Alfredo Ruiz, había sido un monstruo porque había hecho el salvamento casi sin instrumentos.
PITÓN IZQUIERDO A partir de ese momento se dejaron venir las opiniones, algunas de ellas basadas en las declaraciones y reportes médicos. Máximo García, cirujano jefe de Las Ventas, se preocupa porque le pusieron sangre de varias personas. Corre el riesgo haber recibido junto con la sangre de distintos tipos otras tantas enfermedades. Luego dice que él no cree que en México, en Aguascalientes la gente sepa cual es su grupo sanguíneo. Luego el médico carpetovetónico dice, según El País, que “ni siquiera lo sabe la gente de la calle en España.”
PITÓN IZQUIERDO, OTRA VEZ Este percance saca a la superficie el asunto tan difícil de tratar que se refiere a los servicios médicos en las plazas de toros. En efecto, los toreros casi ni quieren saber de eso. Les parece que es de mala suerte. En cambio los empresarios si se ocupan de proporcionarlos. Aquí entra otro tipo de consideración. ¿Deberán poner lo necesario para que, en caso de necesitarse, solamente se asegure la estabilización del herido, para luego trasladarlo a servicios más en forma, o en la propia plaza deber tenerse un quirófano instalado para atender al torero allí mismo?
PITÓN DERECHO Ramón Villa el cirujano jefe de la Real Maestranza de Sevilla, es cauto porque no aventura una opinión, ya que solamente sabe del percance por la televisión y las partes médicas. Pero dice que si la herida se compara con la que tuvo Pepe Luis Vargas, entonces José Tomás se podrá recuperar en no menos de un año.
PITÓN DERECHO, OTRA VEZ Por las aportaciones de tantos que quieren denunciar la penuria médica en las plazas de toros mexicanas, un comentarista que ondeó la tricolor dijo que recordáramos las instalaciones médicas de Linares y de Pozo Blanco.
DESPLANTE Todos los suertudos que podemos ver en vivo la feria de San Isidro por la magia de la televisión, nos conmovimos con la aparatosa, y tal vez grave, cogida que sufrió este domingo 9 el diestro Joselilo a quien, en un pase natural, se le coló el sexto de la tarde. Los subalternos parecieron tardarse más, tal vez por el tamaño del ruedo, en llegar al quite que sus colegas de Aguascalientes. El toro hizo varias veces por él y uno de los embates finales fue el que causó la mayor herida. Lo que sí se vio claramente fue el orden en el camino a la enfermería y, por el circuito cerrado, cómo fue esperado y la forma en que se controló el asedio de los medios de comunicación, por lo general más interesados en cubrir la noticia que en taparse y no ser estorbo.
PITÓN IZQUIERDO En esa feria de San Isidro un empresario, creo que dijo que se llamaba Alejandro, anunció sus corridas californianas, todo el sur del estado y aunque solamente dijo que había contratado a “un torero de Valencia”, declaró que había mucho interés en las corridas tipo Portugal. No mencionó Las Vegas, en el cercano estado de Nevada, pero dijo que todo iba en auge. Muy conocedor el grupo de comentarista en Las Ventas que incluye al torero Caballero, de gran parecido facial con Manolo Martínez tanto así, que atiza rumores de revista de Corazón.