sábado, 18 de julio de 2009

LA INVENTIVA DE JOSÉ TOMÁS


PITÓN IZQUIERDO Al estar en la narración de la proeza de José Tomás encerrado en la monumental de Barcelona, Julio Téllez en su segmento Toros y Toreros dijo que alguna vez conversando con Paco Camino, sobre una buena tarde de éste, le preguntó si había intentado, al dar los pases, rendir un homenaje a la forma de torear de algunos toreros insignes. El de Camas contestó: “Todos los buenos toreros, nos parecemos”

PITÓN DERECHO Algo similar dijo Jorge Luis Borges (¿O es José Luis Borgues?). en alguna ocasión: tenía la sospecha que todos los buenos libros habían sido escritos por un mismo autor. Es que la calidad de los señalados, diríamos nosotros, se orienta a la perfección. Es fácil suponer que todo lo bueno tiende a la unidad. Al acercarse a la perfección, todos deben parecerse.

PITÓN IZQUIERDO Regreso con Tomás. En esa encerrona en Barcelona hizo una de las demostraciones de sencillez torera más vinculada a la calidad que hayamos visto. La elegancia es la sencillez. Y no sólo en el toreo sino en el vestir, en el hablar, en el escribir, en el galantear, en la búsqueda de su lugar en la vida. Este principio que rige los buenos gustos y mejores maneras, es tan difícil de seguir que a menudo caen, los que quieren ser elegantes a toda costa, en el barroquismo, que por definición es algo contrario a la sencillez.

PITÓN IZQUIERDO, OTRA VEZ Pues bien, Tomás fue sencillo, sobrio, sin ser insulso y elegante hasta sin toro. Un ejemplo: José Tomás citó y recibió con una tersa vitolina que pareció la extraía desde la creación del mundo. Cuando el toro terminó la embestida, todavía de espaldas el torero, se pasó la muleta a la izquierda y presentó el engaño del lado en que va el estoque y fue así como le dio la salida al toro, en un hermoso pase que no recuerdo haber visto antes.

PITÓN DERECHO Otra de las sutilezas con que ornó el uso del capote fue la veintena de verónicas a los cuatro toros que se reseñaron. En ninguna dio un paso atrás. Ni un solo paso atrás. Eso un día cercano al 12 de julio, que es uno de los dos que en el año se dedican a Santa Verónica. Fue mejor su homenaje que el que yo le dedique a la Santa. Hermosura tal recuerdo haberla disfrutado con Manolo, Mariano, Paco Camino y El Zotoluco. Ni un paso atrás. Aunque parezca consigna de insurrecto, es un principio para torear a la verónica.

PITÓN IZQUIERDO Otra de las finuras con que sosegó la tarde fue que al terminar cada tanda no la remataba con desprecio, sin desplegar expresiones vociferantes, no dio espadazos al aire, tampoco degradó al toro. De veras que respeta los aires que trae cada toro que sale a la arena. Sin retarlo a que le rompa el corazón, abriéndose la chaquetilla. Sin rebajarlo con desplantes desagradecidos, sin abandonarlo con despecho, después de haberle sacado pases de estuche. Qué torero es José Tomás. El próximo lunes 20 de julio en el Canal de IPN por la noche, habrá que ver el final de la corrida.

PITÓN DERECHO Con la leve diligencia con que José Tomas torea y de hecho con la que torean prácticamente todos los toreros actuales, nunca se había toreado. Obviamente, con aquellos toros ásperos, antes de que los ganaderos decantaran las características de los toros que han materializado en el toro actual, no se podía dar ese toreo sedoso.

PITÓN IZQUIERDO Me saco de la manga un artículo de Nicolás Rangel en su Historia del Toreo en México en que nos deja oír a Juan Suárez de Peralta: “Toros, no se encerraban menos de setenta y ochenta toros, que los traían de los chichimecas, escojidos (Sic), bravísimos que lo son a causa de que se debe de haber toro que tiene veinte años y no visto hombre, que son cimarrones,...”

PITÓN DERECHO No puede uno dejar de elucubrar en el tipo de lidia que exigirían o que se les podía dar a esos toros. Veinte años de edad y cimarrones. La imaginación apenas puede armar un escenario con toreros de aquel tiempo acodados en los burladeros viendo como torea José Tomás en el siglo XXI. Pensarían que habría un ingenio dentro de un cuerpo de toro.

PITÓN IZQUIERDO La diferencia entre aquellos animales y los actuales se explica por los años de selección de genes, de cruces, de encastes, de ligas, de pastos, de alimentos naturales y elaborados, de avances de la medicina veterinaria. Del gusto de la afición, de la opinión de las figuras en activo o retiradas, ya que algunos una vez sin coleta, se hacen ganaderos y por lógica elemental, tratarán de generar un toro muy acorde a su interpretación del toreo que los hizo mandones. Es una forma de influir en el gusto de la afición y de cambiar los toros y sus embestidas. Es una buena manera de entender cómo la cultura imperante marca los gustos de todo lo que se aplaude o se repudia y que en anteriores siglos tal vez fuera lo opuesto.

lunes, 13 de julio de 2009

El mundo taurino, Pamplona y peones y patanes



PITÓN DERECHO ¿Por qué nos apasionan los espectáculos públicos y los eventos multitudinarios? ¿Será porque nos permite proyectarnos e identificarnos momentáneamente con las proezas de quienes las ejecutan: los héroes deportivos, artísticos, políticos, literarios? ¿Por qué el mundo se conmovió con la muerte de Jackson? ¿Por qué el mundo lloró a Farrah Faucett?

PITÓN IZQUIERDO Si usted cree que realmente el mundo se haya conmovido, yo no. Para empezar, quiero que me excluyan de esos dos mundos dolientes. En el primer caso por que siento, aunque no puedo probarlo, que soy miembro de un sistema planetario distinto al de Jackson y en el otro mis fantasías están más cebadas en Michelle Pheiffer, que en el ángel recién ido.

PITÓN IZQUIERDO OTRA VEZ Esto también tiene vigencia en el mundo taurino. Cuando un diestro se retira yo no lo echaré de menos, necesariamente. Cuando otro muere, tampoco obligadamente voy a sentir que haya quedado un hueco. Depende del grado en que me hayan conmovido con su manera de hacer el arte taurino la intensidad de cómo los extrañaré.

CAMBIO DE LIDIA Recuerdo el mandoble de El Pana al pastel con que se conmemoró un aniversario de Calafia. La innumerables veces que una figura reclamaba los apéndices inmerecidos para hinchar su record. Los muchos casos en que los peones estrellan al toro contra los burladeros para disminuirles su fuerza y aumentar el brillo de sus matadores. Los centenares de pasitos atrás entre óle y óle, y el aprovechamiento del viaje del toro para una vez pasado, ceñirse con enjundia. Todo eso es bochornoso pero nunca me causó vergüenza ajena, como si fue el caso reciente del lamentable espectáculo del deporte más popular de México y del mundo. Ese deporte del que alguien dijo que si uno leyera las reglas y luego viera en una cancha como se juega, pensaría que se trataba de un juego con reglas para caballeros pero jugado (Y dirigido, diríamos), por patanes.

APROVECHANDO EL VIAJE Peón y patán tienen vínculos que los hermanan etimológicamente con el pié. Peón era el torero pie que ayudaba en la faenas al caballero, es decir del que anda a caballo. Ahora le ha quedado el nombre aunque la más de las veces ayuda a otro a pié, que es el matador. En el ajedrez también el peón es el único del pueblo que participa en el combate entre reyes. El patán es que actúa con las agravantes de ser plebe, de manifestarse con las patas. .

PITÓN IZQUIERDO Será que soy aficionado a los toros y no a lo otro por lo que me escandaliza más la coz dada por el estratega nacional, que las innumerables marrullerías que frecuentemente se dan en las corridas de toros.

OTRO CAMBIO DE LIDIA Los Fermines en Pamplona han hecho que me sienta cercano a una fiesta que no conozco, la de correr los toros. Ver esa multitud bullanguera huir desaforadamente frente a los toros y después de ganar distancia, esperar a que se les aproximen de nuevo para sentir, eso parece, el jadeo bestial de un animal que añade a sus cuernos abiertos y puntiagudos la inercia de sus 500 kilos de bajada rumbo a la plaza llena.

PITÓN IZQUIERDO Ahí donde esperan los celebrantes el encierro definitivo de los animales que serán lidiados por la tarde, terminan su corto e intenso juego con la muerte. ¿Me atrevería a correr los toros?

PITÓN IZQUIERDO OTRA VEZ Nunca me había parecido tan profundamente humano el juego con los toros. Será, tal vez, que no se le pueda poner fecha a la corrida de toros de Pamplona. El atuendo usado por los feriantes es el mismo desde hace años. No puede "fecharse" ninguna corrida por la moda en el vestir. Es tan permanente que eso ayuda que vea uno, no la anécdota del momento, sino el episodio inamovible del juego mortal. Es una fiesta del los humanos con los toros. El respeto al peligro, el atrevimiento, el desafío sin utilizar las capas ni muletas. El lector sabe que esos corredores no pueden llevar ningún artículo que sirva de engaño, es decir no pueden defenderse más que con la velocidad y el quiebre angustioso de última esperanza.

DESPLANTE Aún así, huyendo en el último momento un corredor no pudo evitar la muerte en Pamplona. Un toro de la 4ª corrida le hirió la yugular y el infeliz no pudo sobrevivir. Pero si la fiesta que seguirá por siempre. Es raro y trágico pero esas tradiciones parece que se nutren más que del espectáculo del alto riesgo y de las muertes que provoca.

domingo, 5 de julio de 2009

LA LIDIA COMO PAS DE DEUX

PITÓN DERECHO Hace unos lustros un jugador de empujones y abrazadas de piernas llamado, o apellidado Herschell, aparecía en cortos televisivos para promover (Los globalizados decían ya desde entonces, hágame el favor, promocionar) entre los hombres la academia de ballet, creo que de Houston. Su figura muscular correspondía a ese porte que, aparentemente sólo los negros africanos pueden desarrollar, sin recurrir a las descargas hipodérmicas de menjurjes basados en silicones. Se veía en pantalla deslizándose con pasos de ballet y en ningún momento parecía delicado aunque sí armónico, como elástica pantera acechando a la víctima fascinada por el inminente zarpazo terminal.
PITÓN IZQUIERDO La idea, sin lugar a dudas era que si un espécimen tan viril y contundente como Herschell podría recibir clases de ballet sin menoscabo de su virilidad, entonces cualquier varón tendría la misma seguridad y estaría a salvo de un vuelco de la personalidad.
PITON IZQUIERDO, OTRA VEZ Eso viene al caso porque en los momentos “muertos“, esos que hay entre pase y pase, por lo regular los noveles toreros pierden el ritmo y se agazapan, se enconchan, corren sin cadencia, codean, en fin hacen muchos movimientos que no guardan parentesco con lo que hacen a la hora de enviar el toro, una vez embarcado, hacia los terrenos interiores. Les vendría bien unas clases de ballet, para saber qué hacer entre pases y pase.
PITÓN DERECHO Es decir el pase lo elevan, en su caso, a la altura del arte, pero el preámbulo antes de ligar el siguiente, lo trompican con desavenencia lamentable. Esto no es en todos los casos de los toreros, pero si muy frecuentes entre los novilleros.
PITON IZQUIERDO Por eso recordé a Herschell con el deseo que fueran los mismos toreros quienes reconozcan que torear es danzar en los umbrales de la tragedia en esos veinte minutos (Es la única vida que tendrá el toro) y en ocasiones, la última tarde del diestro. Por eso hacerlo bien es respetar a ambos. Danza tal merecería seguir una coreografía densa, solemne durante la entera duración de la misma y no solamente lucir al momento de pasarse los cuernos frente a los genitales, sino entre pase y pase, mientras enmiendan, corrigen, ligan y desahogan los siguientes.
PITÓN IZQUIERDO, OTRA VEZ Les vendría bien una contemplación acuciosa de un pas de deux clásico. De esa manera, si pudieran entresacar del ballet alguna conjunción y trasladarla a una lidia taurómaca ellos, nosotros, la fiesta, el mismo arte de Cúchares se beneficiaría. Así resulta sorprendente que Paco Camino declarara que él no practicaba en salón, sino sólo en tientas. Difícil de creer que pudiera prescindir de las correcciones que sólo el espejo, la sombra o el instructor da.
PITON DERECHO Ya que estamos en el tema de la suavidad de los pases y de la necesidad de hacer las ilaciones con tersura, hay que recordar, siguiendo a José Francisco Coello en su obra Novísima Grandeza de la Tauromaquia Mexicana, cómo en tiempos pasados fue tan lenta la evolución de las corridas, junto con la selección genética y la suavización de la embestida, cómo los lances eran correr tras, junto o adelantándose al toro, con lanzas, con perros de ataque (De ahí la frase que aún persiste de “echar los perros”), con cohetes, y sobre todo con la participación de un personaje que no es muy conocido y que fue protagonista de corridas de antaño: el famoso Dominguejo o Dominguillo, según el libro que consulte uno.
PITON DERECHO, OTRA VEZ Era un muñeco leve en la parte superior y con base cargada con material pesado de manera tal que por mucho que alguien golpeara al mono, no caería pero si se lograba el derribo después de bambolearse recuperaba la vertical y así continuaba recibiendo las tundas que alguien tuviera a bien administrarle. Esos monigotes tenían tamaño, puede uno imaginar, humano. El toro al entrar en la arena y en tema de ataque lo embestía y nunca lograba abatirlo. Algunas veces, dice Coello, le aderezaban con cohetes que tronaban al ser zarandeado. La muchedumbre no podía disfrutarlo más.
PITON IZQUIERDO En esas condiciones el toro no podía pasar tersamente a la siguiente etapa, para una lidia como las que ahora disfrutamos. Debieron ser los pases subsecuentes simples trapazos, parones o machetazos de supervivencia y retiro del engaño con prontitud y sin buscar el ademán elegante.
PITON IZQUIERDO, OTRA VEZ La fiesta de toros tenía esos rasgos y otro más cuya lectura es un divertimento. Ahora tan cambiada y tan suave apenas puede mantener su presencia fuera de España y Portugal. ¿Cómo es posible que cuando se suavizó tiene más detractores y menos aficionados? Se puso de moda repudiarle la muerte del toro. De nada sirve comparar las atrocidades que hacen para controlar la demografía, de los letales correctores de sistemas no-democráticos, de los que quieren globalizar y extinguir a las etnias monolingües. Ninguno de ellos, claro está, busca la belleza en la destrucción que en cada caso corresponde. Ellos, los preocupados por los toros, mientras comen hamburguesas, filetes y tasajos quieren salvarlos para que no sean lidiados artísticamente y pueden llevarse, ni lo permita Santa Verónica, entre sus lamentaciones la pintura, el cante, la poesía, las verónicas y los trincherazos, las gaoneras y el cuarteo y los óles. En fin, el arte taurino y eso sería mucho perder.
DESPLANTE Mientras que la fiesta languidece algunos empresarios creen que obligando al juez a derrochar orejas al menor trapazo la muchedumbre al cebarse en los premios, rebosará el aforo la siguiente fecha. Si eso fuera...

sábado, 20 de junio de 2009

Cuando hay cambio de lidia


PITÓN DERECHO En el artículo inmediato pasado empecé encastando ferias pueblerinas con festejos taurinos. También Santos patronos con fechas establecidas por años. Poco a poco entré en otro tema y rematé hablando de silencios y rechiflas. Si hubiera querido tratar lo que se conoce en la jerga taurina como cambio de lidia, ese hubiera sido un buen ejemplo. Los toros y los aficionados sabemos que un toro puede ser otro al del los inicios, y complicarle al torero la idea que tenía para lidiarlo. También algunos temas de esta columna se salen de sí mismos y desembocan en otros.

PITÓN IZQUIERDO Por razones de temperamento, raza, de peones que “tocan” al toro, pases de más, movimientos innecesarios y muchas otras calamidades que los toreros y aficionados repudian, un toro puede no cumplir, en el tercer tercio, con las expectativas que había generado en los dos anteriores. El matador en turno pudo visualizar, en los dos primeros segmentos, la adecuada lidia en el tercero, al ver como tomaba los engaños, metía la cabeza en el peto o perseguía a los banderilleros, como remataba, como se avisaba de lejos, o de cerca. Pero una cosa es esperar el estilo y otra que el toro cumpla las expectativas. El cambio no necesariamente es para mal. También el toro que no prometía, puede elevarse en un juego de calidad al final de su corta vida.

PITÓN DERECHO Se puede observar un comportamiento determinado en los dos primeros segmentos, observar un comportamiento pero luego, viene el cambio de lidia. Debiéramos puntualizar que para mayor eficacia en el lenguaje es el cambio que el torero debe hacer a su proyecto inicial, basado en lo que vio en los dos primeros tercios, una vez que el toro desarrolla otro comportamiento y exige consecuentemente, otro tipo de lidia. Para dar otro ejemplo de Cambio de lidia, en este momento se me ocurre corregir y ampliar algunos de las temas que intenté desarrollar en el anterior artículo.

PITÓN DERECHO, OTRA VEZ Dije que la Santa Verónica tenía dos fechas para celebrarse, el 3 de febrero y el 12 de julio. Pues bien, les tengo noticias, son dos las Santas Verónicas. La que interesa a los tendidos es la del 3 de febrero. La del 12 de julio es una Santa, ésta italiana, que vivió en el siglo XVII y que, equivocadamente el libro que consulté a su cortísima biografía le ponen una imagen en donde está extendiendo el lienzo en que se encuentra el rostro de Jesús. Es decir, ponen la imagen de la Verónica judía vinculada al toreo y no la otra que sin menoscabo de sus méritos de santidad, no puede ligarse a la fiesta de toros. Aún así, pienso celebrar a la de la solera el próximo 12 de julio.

PITÓN IZQUIERDO También aprovecho el viaje para ampliar lo de la plaza de La Petatera. Es una plaza que se construye, año con año, para los festejos del Santo Felipe de Jesús el 5 de febrero, en Villa de Álvarez, Colima, cercana a la capital homónima y que se arma sobre una estructura de barrotes, troncos y tablas atados y asegurados fuertemente. Lo que sería los muros y paredes son petates tejidos con palmas, de ahí el nombre. Cuando terminan los festejos se desarma y queda el campo despejado, hasta el otro año en que los tres mil aficionados vuelven a llenarla. No debería uno perderse esas tardes de toros en La Petatera.

PITÓN DERECHO Y ya que hablamos de aprovechar el viaje y ya que utilicé los términos, comentaré la diferencia entre lidia y faena. Depende del diccionario consultado, puede uno encontrar que faenar se refiere a destazar los cuerpos vacunos y, como consecuencia la faena taurina sería el proceso previo, es decir la preparación de la muerte del toro. La lidia, por otro lado, es el quehacer frente al toro. Esto es, en tiempos en que el torear era la preparación de la muerte del toro se hablaba de faena. Por eso se decía que el pase inicial, la verónica era para preparar la muerte, que la pica, que las banderillas, que los quites, que los doblones también cumplían esa función. Cuando empezaron los toreros a deambular suntuosamente no frente al toro sino con el toro, que era criado para ese efecto, entonces los pases dejaron de ser eslabones orientados para la muerte. Se convirtieron los lances en obras de arte individuales y de contenido estético. Entonces la faena dejó de significar solamente algoritmo para la muerte.

DESPLANTE Aunque no todos los aficionados las disfrutan, hay lidias que consisten de pases aislados, uno aquí, otro por allá y, por supuesto, hay otras que son coreografías estructuradas que se arman ligando los pases adecuados a la condición del toro y al dominio del torero, que luego son rematadas con la estocada. Entonces la lidia y faena, en ocasiones intercambiables en estos tiempos, no tuvieron el mismo significado en anteriores.

PITÓN DERECHO, OTRA VEZ Entonces, la faena se ha convertido en el tercio de los pases de muleta y de la estocada, claro. Ya no solamente el preámbulo de la sacrifico del toro. No, además se esperan los pases por alto, doblones, naturales, derechazos, dosantinas, poncinas, vitolinas, manoletinas, arrucinas, capetillinas, martinetes, macheteos y un larguísimo etcétera de lances que por si solos crean belleza y parecieran desprenderse, cuando resultaban hermosos, del resto de la tarde. Son autónomos de la muerte del toro

PITÓN IZQUIERDO Si estamos en México, esperamos muchos pases de muleta, en otras latitudes, no. Es decir, en otros ambientes taurinos el tercer tercio sigue siendo, más o menos, el preámbulo del volapié. Pocos pases, luego a matar.

DESPLANTE ¿Ahora si pude explicar lo que es cambio de lidia?

domingo, 7 de junio de 2009

Celebración de la Verónica


Eugenio Guerrero

PITÓN IZQUIERDO Hay muchas fechas del santoral católico ligadas a la tauromaquia. Para empezar veamos las ferias de Sevilla que se realiza inmediatamente después de la Semana Santa, que tiene fecha móvil. A la feria de Madrid se le menciona como la Isidrada por el santo que se celebra el 15 de mayo. La de Pamplona también conocida como San Fermines, por San Fermín, el 7 de julio. Las de Aguascalientes por San Marcos el 10 de abril. La corrida de toros de Villa de Álvarez, Colima, es en honor de San Felipe de Jesús, aunque la plaza es más conocida que el santo varón por los agnósticos, ya que se trata de La Petatera.
PITÓN IZQUIERDO, OTRA VEZ Luna plaza en Sudamérica se llama La Macarena, virgen patrona de los toreros. Sería muy prolijo dictar el listado nominal de los santos y vírgenes de santas y santos, mártires y beatos y beatas que han presidido seriales de festejos taurinos. También la primara corrida celebrada en la capital de la Nueva España el 13 de agosto de 1529 fue para celebrar a San Hipólito en cuyo honor el virrey dispuso que se siguiera celebrando esa fiesta, en años venideros, por ser el día en que habían conquistado la gran Tenochitlan.
PITÓN DERECHO La celebración del 3 de febrero le corresponde a Santa Verónica aquella mujer piadosa que, según la tradición católica, enjugó el rostro de Jesús y dejó en su lienzo la faz verdadera, la vera icona, la verónica. De ahí pudiéramos postular que la santa que está más ligada, al menos por el nombre, a la tauromaquia es precisamente Santa Verónica, pues es en su honor que se ha bautizado el pase tan trascendental en la tauromaquia. Como se dijo, se celebra en febrero que es un mes no tan taurino en España, mas no en México porque es el mes en que se da la corrida más importante de nuestra fiesta mexicana, el aniversario de la México, dos días después del día de Santa Verónica, el 5 de Febrero. Algunos calendarios señalan el día de Santa Verónica el 12 de julio fecha cercana en cuyo momento celebraremos porque nos acomoda mejor.
PITÓN IZQUIERDO Esta vinculación toros-liturgias puede tener muchas explicaciones, pero la que mejor embona en el fondo de la tauromaquia es que la necesaria asociación de fiesta que no puede desligarse del eventual sacrificio que puede resultar mortal. Las lentas evoluciones parecidas al deambular por el altar, el rígido ropaje bruñido en oro y el respetuoso silencio previo a la estocada tienen analogía con ámbitos litúrgicos de mayor solemnidad. Luego viene el júbilo por la superación de la muerte
PITÓN DERECHO Hablando de silencios. El silencio que se hace en La Maestranza antes de la salida del toro es como desplomarse por entre la puerta de toriles y esperar que del oscuro corredor salga el oscuro toro con leña a más no poder, oteando por alguien que lo desafíe. El silencio que se pide a todos los aficionados y a la banda de música o del CD, para observar el intento de muerte, debe llamar la atención de los neófitos tanto como de los que ya llevamos años de ver cites y estocadas. Siempre habrá un momento de suspenso de respeto a la inminente muerte del toro y a la probable carne hendida del torero. No puede tener otro origen ese silencio que se pide antes de, que se concede durante y que se quiebra cuando la estocada derrumba al toro.

DESPLANTE El silencio, también es parte de la fiesta. Las rechiflas, también. Un torero oficia dentro del silencio, en medio de los óles y naufraga en las rechiflas. ¿Habrá un artista que tenga ese tipo de público? Cuando el torro se juega la vida y el público es indiferente y le pone más interés a las bocadillos que le ofrecen (Resulta que los globalizados ahora dirían, le ofertan) También cuando enciende la vela del arte e ilumina más que el sol, los truenos de los óles lo elevan en el cuenco de la adoración. El fracaso del torero empieza casi siempre por el fracaso de su hombría, porque se le nota el miedo. Hay un silencio que no es de nave catedralicia. Luego continúa por la falta de arte y la precaria técnica para resolver los problemas de un toro descastado, manso o resabiado, o bravo, que sería lo peor para un frustrado. La rechifla de esos momentos terminará siendo inolvidable para el torero y perfectamente trivial para los miembros de la sinfónica de silbidos. Uno como aficionado no puede imaginar a cuántos toreros les habrá cortado la afición con los chiflidos. Pero ellos bien que lo recordarán.

jueves, 14 de mayo de 2009

CAPETO II

PITÓN DERECHO En mi anterior macheteo recordé que el médico Xavier Campos Licastro no había atendido a Manuel Capetillo en ocasión del hoyanco de tórax que le dejó Camisero en marzo del 59. Pues bien, la razón es sencilla: Campos Licastro entró al personal médico de la México hasta 1963, aunque sí supo de la intervención quirúrgica del Dr. Niebla indirectamente por la evolución que públicamente se conocía de la recuperación de Manuel Capetillo. Además, en la Cruz Verde atendía un sinnúmero de accidentes, incluyendo cornadas de toros.
PITÓN DERECHO, OTRA VEZ Si hemos de creerle al propio Campos Licastro en su obra Solo (Sic)...50 años de Operar Toreros resulta que la cornada no fue bien atendida y que se tardó más de lo técnicamente esperado para su restablecimiento. Se trató de una iatrogenia, como se denomina técnicamente lo que nosotros que no parlamos la jerga del quirófano, conocemos como negligencia médica. Durante toda su obra literaria Campos Licastro pondera su técnica y aportes (indudables) a la cirugía taurina y de refilón tiende al sol algunos trapitos percudidos de los habitantes del planeta taurino y en el caso que nos ocupa nos dice que Capetillo era proclive a la difusión, entre más gratuita mejor y que exageraba la importancia de los cates, buscando publicidad, porque los de la fuente querían estímulos.
PITON IZQUIERDO En el caso del cuerno derecho de Camisero nadie, en su juicio, puede negar que se quedó corto unos centímetros para causar la muerte. La gravedad del percance no se infló, ni se tuvo que exagerar la probabilidad de un siniestro desenlace.
Recordemos que nuestro juez de plaza el Dr. Leonardo Sepúlveda, era de la idea, a diferencia de Campos Licastro, que en los dominios de Hipócrates no había tal cirugía taurina o que no llegaba a ser una disciplina particular. En todo caso bastaba un buen traumatólogo para atender los eventos de lesiones en el ruedo que pudieran darse debido a las astas de toro. En este momento, habría que recordar aquel torero que recibió una cornada aquí en Mexicali y posteriormente en la Ciudad de México se le encontró otro recorrido interno de cuerno, que había pasado desapercibido o bien, le había tocado en suerte otra iatrogenia o un tratamiento chambón de su lesión. Por su parte Campos Licastro eleva la atención de heridas por cuerno a una rama de la cirugía y mucha de la satisfacción que se llevó a la tumba es el hecho que, por su tenacidad, se celebren en el planeta de los toros congresos dedicados a la cirugía taurina. Muchísimas iatrogenias, incluyendo la rodilla del Rey David, fueron notadas por Campos Licastro en tan interesante libro.
PITÓN IZQUIERDO, OTRA VEZ La tragedia es parte del público de las corridas. Sólo que es un tipo de espectador que en el momento menos pensado brinca como espontáneo, es decir, se aparece cuando regularmente nadie lo espera y se encarama en la testuz armada. Causa tanta conmoción que borra al resto de los participantes cuando sangra al embestido. Es tan patética la cornada que cuando hace carne con alguna seriedad, sienta sus reales y margina al resto de la tarde y de los asistentes
PITON DERECHO Como ejemplo de lo anterior, pocos recuerdan que cuando murió Sánchez Mejías su alternante fue Armillita, cuando se dio el dúo Islero-Manolete, lo fueron Dominguín y Gitanillo de Triana (Rafael), cuando murió Gitanillo de Triana (Francisco), se trató de Lalanda. En Pozoblanco cuando Paquirri, fue el Yiyo, cuando le llegó el turno a éste, fue Antoñete. Cuando murió Joselito fue Ignacio Sánchez Mejías. En la tarde aciaga de Balderas recibió la alternativa Andrés Blando. En la tarde de Camisero-Capetillo alternaron Lorenzo Garza, en su segunda etapa y El Ranchero Jorge Aguilar.
DESPLANTE Tengo que volver a los muletazos de Capetillo y como el mensaje de la imagen muchas veces es superior al de palabras, observen la inclinación de Capeto, la longitud del envío, el letargo del instante, la somnolencia del momento, el ademán parecido a Silverio. Casi como variación del tema del paso doble de Lara, parece que se asoma para verse torear a sí mismo ¿Cómo pudieron ser captados todos esos detalles portentosos por los pinceles de Pancho Flores?

sábado, 9 de mayo de 2009

CAPETO




PITÓN DERECHO Para ser buen fotógrafo de cualquier actividad, el fotógrafo tiene que adentrarse en el tema y hasta disfrutarlo porque si no lo hace, las fotos nomás salen, sin decir nada, simples testimonios sin magnitud de la trascendencia. Ahora imaginemos a un pintor taurino. Está claro que si no le gusta el arte taurino solamente le salen los cuadros con toros y toreros y capotazos. Aunque venda mucho los cuadros. Pero si su afición taurina se adosa a la destreza técnica entonces con el pincel podrá abrir el lienzo como ventana para que se cuele la estética inmovilizada de un pase conmovedor.

PITÓN IZQUIERDO En la Tauromaquia de Pancho Flores, entre un medio centenar de óleos, aflora un derechazo de Capetillo. Con esa pintura Pancho Flores dice todo lo que se ha dicho con motivo del recientemente fallecido artista de la tauromaquia. Además, a colores. Se percibe el porte altísimo, para ser torero, de Manuel Capetillo. Necesitaba la inclinación para la reunión con el toro. Alto, de brazos longos sus muletazos tardaban en despedir al toro. Era el mismo tiempo que se dilataba el óle en las gargantas. La pintura de Flores cristaliza el momento pero, y esto es la magia del arte, deja que el ritmo siga embelleciendo el pase. La magia también aparece en las fotos de los periódicos.


PITÓN IZQUIERDO, OTRA VEZ Ese alargamiento de brazos, piernas y tiempo obligaba al temple. Sin el temple un pase con ese formato de geometría y duración no sería otra cosa que un largo trazo desabrido. Pero con la sazón del temple, con esa sincronía de latidos y óles unísonos y el amalgamiento de muleta y cornamenta lo superfluo se margina y sólo quedaba la belleza evolucionando con telas, colores, cuernos y oros. Eso lo lograba Manuel Capetillo con mucha frecuencia y según aprecio, su hijo Guillermo hubiera sido el heredero de tan distinguida dote taurómaca. Lástima que se le haya ido la enjundia entre tanta tele comedia, pero según el supra escrito, Guillermo Capetillo resulta ser el gran deudor de la dinastía porque no quiso disfrutar el sol y el oro y prefirió los reflectores.

PITÓN DERECHO Tuve la rara fortuna de ver aquella cogida del tórax en la México, Corrida 13 de la temporada, en marzo del 59. Cuando el toro Camisero lo prendió Capetillo se asió firme y desesperadamente del cuerno y con ambas puños crispados hizo una especie de arandela para que no siguiera el cuerno hendiendo carne y astillando huesos rumbo al corazón. Esa defensa no impidió que el toro lo zarandeara durante algunos segundos interminables pero evitó mayores daños. Tampoco se salvó de una convalecencia larga y expectante. Conservó la vida y todavía entregó algunas tardes memorables.

PITÓN DERECHO, OTRA VEZ En Las Cornadas, Ignacio Solares transcribe las palabras de Capetillo, quien recuerda que una medalla de oro que portaba esa tarde aciaga había desaparecido durante el trágico zangoloteo. Tiempo después el valuador de una oficina del Monte de Piedad y se la devolvió abollada y con valor sentimental acrecentado. .

PITÓN IZQUIERDO No fue Campos Licastro el médico que lo atendió sino Luis Niebla Ruiz.

DESPLANTE Otro eslabón de una gran dinastía que se incorpora a la memoria colectiva de los aficionados.

domingo, 26 de abril de 2009

Toros en la TV norteamericana

PITÓN DERECHO Debajo de las vestimentas culturales tan variadas, existe la sustancia humana tan homogénea. Por muy humanitarias que aparentan ser algunas culturas que impiden la celebración de las corridas de toros, no por eso sus miembros cancelan su proclividad a la práctica de actividades violentas como la cacería, la guerra exportadora de la democracia, los abortos, los torneos boxísticos, los topes que se dan con cascos diseñados para el efecto, la lucha olímpica y torsiones de brazos y piernas de volúmenes esteróidicos (Si se permite el neologismo), las atroces leyes anti migrantes, el arrobo con que contemplan películas que borbotean sangre, la humillante discriminación a mujeres, el diseño de video juegos que desembocan en lagos hemáticos, el arponeo certero de ballenas, los garrotazos a focas recién nacidas, el sádico arrasamiento de regímenes no afines. Et cétera.
PITÓN DERECHO, OTRA VEZ Como la propensión a la violencia de las sociedades no encuentra desembocaduras en todos los países, entonces la condición humana las busca en el extranjero. En el caso de las corridas de toros, a la usanza española, la afición que no cuenta con permiso para realizarlas y no tienen la oportunidad de ir al extranjero, llevan a cabo simulacros taurinos dentro de sus fronteras. Por ejemplo, los anglos efectúan corridas con toros sin picadores, banderilleros ni estocadas. Es decir lo hacen sin rasguñarlos. Por eso creo que resultará interesante lo que a continuación relato:
PITÓN IZQUIERDO Este domingo 19 de abril atestigüé en un canal de televisión el programa 60 Minutes, que es una de las muchas ideas de la TV norteamericana copiadas diligentemente por nuestros creadores de programas “mexicanos” que clonan a los que se dejan pero que, sin duda alguna lo hacen para vigorizar nuestra cultura tan desguanzada por la globalización.
PITÓN DERECHO En este programa dominical, uno de los tres sectores que lo forman, fue dedicado a los dos hijos toreros del español Paquirri Rivera quien murió casi en cuanto se descolgó del astifino Avispado, de Sayalero y Bandrés, en 1984. Lo sorprendente del caso es que pasaron trozos de algunas faenas de los hijos de Paquirri ya con los toros picados, banderillados y con cordeles de hemoglobina. También vimos las entradas a matar sin que se les diera mucho espacio en pantalla, pero se reconocía la espada, el cite, la carga y la clavada. Esto en TV norteamericana, en hora de gran audiencia.
PITÓN DERECHO, OTRA VEZ Sorprendente. Además, ambos hermanos tuvieron sendas entrevistas con preguntas que orbitaban su afición, sus miedos y su forma personal de hacer el efímero arte taurino. Aunque, como es sabido por todos, los anglos dicen bullfight y bullfighters (Combate de toros y combatientes de toros, respectivamente), lo que es un disparate que arraiga la idea de una actividad de gladiadores que se afanan en un deporte extremo. Sólo que en este caso, por el sentido dado a las entrevistas no quedó la impresión que el reportero cubriera un X- Sport, sino que en verdad, se adentraba a un arte lleno de miedo y de un ballet en el que la materia prima con que se complementa el torero, resulta ser una fiera que puede herirlo mortalmente. Esto, tengo que repetirlo, en TV norteamericana y en tiempo de gran audiencia.
PITÓN IZQUIERDO Increíblemente hasta osaron pasar el momento de la cornada a Paquirri, su penoso traslado a la enfermería precaria de Pozoblanco y las últimas instrucciones, ya muy demacrado, a los mirones pasmados por el percance. Era de esperar que presentaran también al torero que mató a Avispado, El Yiyo, quien a su vez, murió cornado en Madrid un año después por el agónico sexto de la tarde Burlero, de Marcos Núñez Este toro herido de muerte lo tiró a la arena y lo levantó con el cuerno metido en el corazón. Algún periodista aventura la sospecha que ambos murieron al mismo tiempo. Pero en el programa de TV ni mencionaron a este único torero que ha matado dos toros que han causado la muerte a sus respectivos lidiadores. Tal vez hubiera colmado la tolerancia del público norteamericano tan afecto a los records.
PITÓN IZQUIERDO, OTRA VEZ Esperemos el próximo domingo el sabroso comentario colectivo de la audiencia, si es que se inconforma con la aparición de los bullfighters en la pantalla cada vez menos puritana. El canal acostumbra sacar al aire las opiniones adversas a sus programas; nunca las favorables, ya que éstas las miden con el por ciento de los mirones habituales.
PITÓN DERECHO Una golondrina no hace verano, de acuerdo, pero cómo nos gustaría que ese programa fuera una luz por donde se colara la afición taurina norteamericana (Recuerden que hay unas cincuenta peñas taurinas en el Internet, localizadas en territorio de los EUA) para realizar más corridas incruentas y que por las modalidades que necesariamente incorporarían, aportarían otro elemento autóctono del continente americano que, eventualmente, enriqueciera la fiesta nacional española, para agüite de los carpetovetónicos y júbilo de los demás aficionados.
PITÓN IZQUIERDO La pesadilla para los carpetovetónicos sería que, así como ahora los norteamericanos son ya una potencia continental en el soccer varonil y campeones mundiales en el femenil, después de pocos años y de inversiones millonarias en las escuelas, lo descollaran en la tauromaquia incruenta con sus respectivas ganaderías fumigadas y escuelas de bullfighters, con porristas en levis, peinetas multicolores y la hermosura y desparpajo de las american girls evolucionando en las arenas con aire acondicionado.¿Llegará ese día?
DESPLANTE Ozú.

sábado, 18 de abril de 2009

Las confusiones

Eugenio Guerrero

PITÓN DERECHO Confundir a una Manola con una Flamenca es como asegurar que la plaza de Las Ventas es lo mismo que la plaza de La Maestranza. Los linajes de cada plaza son distintos y ambos estupendos. Las Manolas son tan madrileñas como las Flamencas andaluzas y cuando uno las ve venir ambas traen su aire cautivante y avasallador. Los mantones de seda con que cubren sus hombros son de Manila. La Nao de China (En realidad debiera decirse de las Filipinas) vía la Nueva España aportó al folclore de la Madre Patria el mantón y el abanico. Dicho esto, evitemos confundir las manolas con las flamencas o a los chulos con los mafiosos.

PITÓN IZQUIERDO Esto viene al cuento porque en la anterior columna dije que el domingo 29 de marzo de 2009, el torero Rivera había salido a torear con atuendo de mafioso, como Don Corleone. Pues no, salió como chulo madrileño. Pero no dejó de llamar la atención porque sus acompañantes lo hicieron como camperos y él lo hizo como garbeando por la calla de Alcalá. Recordé también, al verlo tocado por sombrero de ala ancha, al Spirit, aquel personaje fantástico de los pasquines de otra épocas brumosas por los años que han pasado. Vaya la solicitud de una disculpa a un miembro de tercera generación de la dinastía de los Rivera.

PITÓN DERECHO Y a propósito de Curro Rivera. Aquí en Calafia le vimos algunas faenas memorables. La primera bronca de Calafia lo tuvo a él como protagonista. Esa tarde por el sonido se dijo que el que tuviera más premios ganaría el trofeo El Curro hizo lo mejor de la tarde, pero no tuvo el premio que le correspondía. Disparatadamente sometieron a aplauso la entrega de los otros alternantes y él no quiso participar en el sainete. El ganón fue uno, sin pudor, que se lo agandalló con gran sonrisa. Pero si hablamos de faenas memorables debemos recordar el domingo 22 de mayo de 1972 en que fue cortado el último rabo en Las Ventas por un torero a pié. Ese rabo lo cortó el español Palomo Linares y muchos exigentes ( Y Las Ventas casi se rebosa con exigentes), creyeron que fue excesiva la premiación, tal vez la mayoría había pensado en dos orejas, pero el presidente mandó cortar el rabo. Esa tarde Palomo alternó con Curro Rivera y otro que quedó en el olvido y creo que ahí está la explicación de por qué, a pesar que no fue en ese sentido la solicitud, se cortó el rabo. Esta columna, graduada en el sospechosismo, cree tener el hilo explicatorio del evento.

PITÓN DERECHO, OTRA VEZ El caso es que Curro Rivera estaba en plenitud de su excelencia como torero. Esa tarde ya había cortado dos orejas a su primero y lo mismo había hecho Palomo Linares en el suyo. Ahí se apareció el fantasma que recorre los ruedos de España conocido por el nombre de Carpetovetónico. Por cerrarle puerta a un posible empate ante la concurrencia conocedora, otorgaron el rabo en el segundo de Palomo y San se Acabó. Y después de ser tan parcos los madrileños para cercenar rabos (El último había sido cortado en 1942 por Lalanda y el anterior seis años antes. precisamente por el novillero Lorenzo Garza, en 1936) no iban a cortar un segundo la misma tarde. Sin embargo Curro no se amilanó y, cómo habrá toreado que el público aún saboreando la faena del de Linares, apreciaron lo que hizo el Curro y le concedieron otras dos orejas al mexicano. Es conocido el hecho que al Señor Juez lo corrieron al otro día por dadivoso.

PITÓN IZQUIERDO Este rabo para Garza merece un párrafo completo. Según Garza en la entrevista que le hace Pagés Rebollar fueron dos y fue la tarde en que El Soldado mató citando con un pañuelo y cortó rabo. Luego Garza en el siguiente toro citó a cuerpo limpio y también cortó rabo. Estamos hablando de las Ventas de Madrid, nada más, ni nada menos. Esto es, dos rabos la misma tarde en Las Ventas y ambos para mexicanos. Después de la proeza pasaron años antes del corte de uno por Lalanda.

PITÓN IZQUIERDO, OTRA VEZ Debemos acallar las campanas patrioteras porque según el libro que consulte uno, son los premios y éxitos. Es así como desaparecen las hazañas homéricas que uno como mexicano disfrutaba en su autenticidad hasta que no llega el mentís de algún aparentemente mejor informado. Por ejemplo, todos sabemos que una tarde memorable Armillita después de pinchar cinco, seis veces, cortó las orejas y el rabo a un toro en Madrid. Pues bien, un taurino más o menos amigo mío, pero español, dijo que no. Que no se dio tal proeza. Que en ningún libro dice esto de la premiación . Yo le dije que en cuando menos tres libros de mi propiedad se asentaba esa noticia. El me contestó “Hombre, los habrás escrito tú”

PITÓN DERECHO El propio Armillita recuerda otra de sus memorables actuaciones: “La tarde más espectacular de mi vida, Pepe, tuvo lugar en Barcelona una vez que alterné con Belmonte y Lalanda. Belmonte cortó una oreja, Lalanda dos orejas, un rabo y una pata. Yo por primera vez en la historia del toreo corté cuatro patas, dos orejas, el rabo y los testículos de Clavelito, toro de la ganadería Justo Puente” Esto aparece en el libro “Los machos de los toreros” de José Pagés Rebollar, Página 6.

PITÓN IZQUIERDO Pero algo hay de inconsistencia en la historia. Paco Malgesto, en su libro “Armillita, Maestro de Maestros”, dice que fue el 26 de julio de 1934. Coincide en los nombres de los alternantes, pero aquí Belmonte sólo dio la vuelta al ruedo. Los premios de Lalanda y de Armillita son los mismos, el toro si fue Clavelito pero fue de Vicente Martínez. Página 104. En esta corrida del 29 de marzo en Calafia, el toro de Rivera llevó precisamente el nombre de Clavelito.

DESPLANTE En una ocasión discutía con otro aficionado de unas actuaciones y ponderábamos las faenas de los toreros con tan distintos criterios que un recién llegado nos preguntó:”¿Están hablando de la misma corrida?” Así pudiéramos cerrar esta columna preguntándonos, ¿Estaremos hablando de las mismas tardes?

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sábado, 4 de abril de 2009

TORO CHICO

PITÓN DERECHO Lo que vimos el domingo 29 de marzo fue un festival con animales al tamaño de lo acostumbrado en festivales. Hablamos de tamaño, no de edad. Los de pié sin el miedo de la catadura y con la confianza de los cuernos casi de utilería, tomaron las cosas con tranquilidad Y por momentos se adentraron en el arte de la tauromaquia y torearon.
PITÓN IZQUIERDO La pregunta que se hace en esta columna es ¿Por qué cuando se torea bien, se olvida un poco o un mucho, el tamaño del animal? Los exigentes no aceptan nada que no sea frente a una mole con cuernos masivos. Toro grande aunque no embista. Caballo grande, aunque no ande. Los que somos tolerantes, nos parece que lo bien toreado, aunque sea en un salón.
PITÓN DERECHO Decía Manolo, cuando alguien le mostraba como dar los pases, “ Ya nomás te falta el toro” Con lo que descartaba lo que no fuera hecho ante un toro, no tendría valor. Si fuéramos recalcitrantes eso le pudo haber dicho a los del domingo. Pero yo no y menos si vistieron como camperos aunque uno pareció mafioso.
PITÓN IZQUIERDO Siguiendo con el ítem del tamaño. Antonio de la Villa escribió su libro Manolete Otra época del toreo. Editorial Leyenda S.A. México, 1946. Libro que encontré en una miscelánea chilanga y que compré en 15 pesos, en 1978. Ese mismo autor tiene la biografía Belmonte, de 1928 y por la cual estaría yo dispuesto pagar el doble.
PITÓN DERECHO Menciono la biografía de Manolete porque en ella el autor entrevista al Monstruo de Córdoba y le pregunta sobre el tamaño de los toros. Sin que nadie pudiera vislumbrar que al año siguiente saldría a la arena Islero. Ya se sabe que muchos afirman que eso de “el toro chico y billete grande” tuvo su culminación, si no es que su inauguración como triquiñuela usual, en la época de Manolete. ¿Por qué puede la muchedumbre perdonarle a las figuras tamaño embuste?
PITÓN DERECHO, OTRA VEZ Por la razón que arriba insinué: Lo bien toreado, aunque sea en un salón. En este Festival de la Dinastía Arruza banderilló bien. JR Ramírez dio buenos naturales. H. Flores nos obsequió con verónicas sin pasito atrás, a pié juntos, ¡Y esos naturales!. El Calesa nos regaló verónicas con clase de la familia. A. Gutiérrez se prodigó con sus verónicas, mandiles, chicuelinas actuales y antiguas, banderillas, quiebres, el violín acalafiado, los naturales de pintura en medio de un vendaval de navegación a vela. F. Rivera vestido como Don Corleone no tuvo suerte. Los animales todos ellos chicos fueron picados en la barrera de matadores.
PITÓN IZQUIERDO Pues bien, Manolete contesta a De la Villa con la sensatez de la que hacía gala cuando toreaba,:”Esto es todo un cuento Y sobre él se ha venido hablando en todos los tiempos. El toro, lo mismo da que sea grande, que sea chico. Lo esencial es que tenga casta, que embista y que no saque malas intenciones.”
PITÓN DERECHO Sigue Manolete: “Yo he leído mucho de toros y toreros y da la casualidad que me he encontrado siempre con algo sintomático, que es una triste lección en la tragedia. Vea Ud. El caso del toro Perdigón que acaba con la vida de Espartero en Madrid. Un gran revistero de aquella época los describe en esta forma ´Negro, escurrido de carnes, agalgado, pequeño y con pocas armaduras´¨ .
PITÓN DERECHO, OTRA VEZ Ilustra Manolete: “Del veragueño que segó en flor la vida de aquel otro gran torero valenciano que se llamaba Granero, coincidieron los apologistas en decir que era el más pequeño de todos los lidiados. Para añadidura ahí está Bailador (Sic) que en Talavera termina con aquella gran potencia de maestro, llamado Joselito, y que era un verdadero becerro en todos los aspectos.” Para complementar lo dicho por Manolete nos cuenta una anécdota que Joselito murió precisamente por contestarle a un aficionado que le hizo burla por el tamaño de Bailaor. Cuando Joselito encarando al inconforme decía que todos los toros eran de cuidado, recibió la cornada.
PITÓN IZQUIERDO Pues bien, si Usted ha tenido la fortuna de deambular por el museo de la Maestranza de Sevilla le habrán señalado la cabeza de la madre de Islero diciendo que el ganadero de Miura no soportaba tener en sus dehesas a la madre del toro que había quitado la vida a Manolete. por eso la había sacrificado. Pero el caso es que Manolete fue herido en Linares, no en Sevilla y es en esta ciudad donde se encuentra la cabeza de Islera.
PERDIÉNDOLE LA CARA AL TORO Y la pregunta obligada es, ¿Dónde está la cabeza de Islero? Algunos escritores dicen que precisamente por el tamaño de la cornamenta y el arreglo correspondiente es por lo que no aparece dicha cabeza asesina en ningún escaparate de España. No la exhiben, porque se exhibirían. Y eso que se trata de Manolete, que nunca se inconformó por la pequeñez de los toros que despachaba.
PITÓN IZQUIERDO Entonces, ¿Cuál es el caso de menospreciar lo que se hizo ante animales de tan escasa romana en este festival calafeño, si se trataba de figuras en el retiro, o en activo, pero que torean poco?
PITÓN DERECHO Recuerdo la única vez que he sido juez en un festival, en el Lienzo Charro, ahora arrasado para darle paso a un zoco globalizado Los animales eran de reducido tamaño. Martín del Campo, Juan y Quico Santana presentaron a los novilleros Iñaki, Galindo, La Hoz y Cantú. Ganado de La Fortuna y de La Misión. Fue el domingo 7 de abril de 1991. A Cantú le concedí una oreja por solicitud del respetable. Juan Santana me organizó un coro: “Uuunaaaa, doooos, treeesss...&%#” el Juez” del ya no tan respetable, porque no le concedí un premio a Galindo. En mi apreciación el tamaño del animal no fue razón para desmeritar el desempeño del torero.
DESPLANTE Ahora, si queremos tamaño ¿Cuándo traen a El Pana? Ese si anda cargando con animales considerables. Cuando tienen trapío los animales hacen retemblar la arena con sus kilos y seriedad, pero los pequeños bravos también emocionan cuando los toreros los tratan con arte.