sábado, 25 de septiembre de 2010

LA SANTA VERÓNICA REVISITADA

PITÓN DERECHO En esta más reciente visita a Madrid, visité a la Madre de todas las Verónicas a la cual hace tiempo le había dedicado una columna y que he adosado a ésta. Santa Verónica está en el salón alemán del Museo Thyssen-Bornemisza con la autoría de Derik Baegert, y ahí se narra visualmente el momento, clave para la tauromaquia, en que la piadosa mujer, después llamada Santa Verónica, presenta a unos caballeros el lienzo donde quedó grabada la imagen divina, en un ademán que le dio nombre a la suerte de capa.

PITÓN IZQUIERDO Tres de los cuatro evangelistas hablan de la corona de espinas (S. Mateo, S. Marcos, S. Juan), mismos que no mencionan mujeres en el viacrucis. En su oportunidad S. Lucas hace referencia a las Hijas de Jerusalén, en e episodio del viacrucis, pero sin registrar la corona de espinas. Eso quiere decir que Santa Verónica apenas está insinuada en los Evangelios.

PITÓN DERECHO Al consolidarse en el santoral católico, la piadosa mujer que enjugó el rostro divino, nos dio a los taurómacos, además de la vera icona, vinculaciones milenarias. Las tradiciones son tan fuertes como los eventos comprobados por el carbono 14. Por ejemplo, la manzana de Adán que no aparece en el Génesis pero muchos hasta la tienen atorada en la garganta, o los inexplicables ombligos de Adán y Eva que no faltan en ninguna de las pinturas con que nos recuerdan a nuestros ancestros. ¿Se imaginan a un Adán con hoja de parra, pero sin ombligo? ¿Y qué decir del Grillito Cantor, que es el único grillo verde?

PITÓN IZQUIERDO En esta nueva apreciación de Santa Verónica descubrí, como es usual cuando se vuelve a lo ya visto, un nuevo elemento. Resultó ser un panel, no una pintura sencilla. En el panel se acostumbra mostrar cuando menos dos momentos de la misma narración visual; en este caso son dos pinturas en las que aparece Santa Verónica con su lienzo, aunque no hay solución de continuidad en el escenario.

PITÓN DERECHO En primer plano se encuentra Santa Verónica, como había comentado, sosteniendo el lienzo, inclinando su cara y extendiendo los brazos para presentar el rostro grabado al espectador, lo que semeja el inicio de la verónica de frente. En el fondo de la pintura, pero en la otra mitad del panel, a lo lejos está un grupo entre el que se encuentra ella misma, ya con la imagen en el lienzo, mientras se ve a Jesús todavía camino al Gólgota.

PITÓN IZQUIERDO Esto es, en el primer plano aparece lo más reciente y en el fondo lo previo. Si fuera una película el momento anterior hubiera sido un flash back; como se trata de pintura, se hizo un panel. Para mi asombro este venturoso hallazgo enriqueció el acervo ya de por si extensísimo, de la pinacoteca taurina. Son dos pinturas las que captan el nacimiento de la verónica. Alguien menos devoto de la tauromaquia dirá que son simples pinturas como hay miles. Para nosotros fue un premio por haber estado absorto. ¿Alguien frente a la obra de Baegert, pintada en 1477 vería también lo que nosotros hemos admirado?

PITÓN DERECHO Puede dudarse. Un domingo en la tarde, un torero de cuyo nombre no quiero acordarme, fascinó a un compadre y entre los dos desglosamos la corrida con cervezas y vino de por medio y al final de la noche, caímos en cuenta que habíamos estado en distintas corridas, en una de ellas había participado el mejor de todos y en la otra un mamarracho que no podía torear más alejado y raudo porque se le hubiera dislocado el brazo, en el primer caso y salido borroso en la fotos, en el otro. Como testigos, hubiéramos sido descartados.

PITÓN IZQUIERDO Hay pues, dos historias en todo momento humano, una historia real, volátil, inasible y otra periodística o tertuliana: éstas entresacan los vestigios que encajan en la redacción del discurso oficial o las preferencias y una más, la escandalosamente distinta a las anteriores, que periódicamente se descubre y que tal vez no tenga relación con lo ocurrido. En el caso de Santa Verónica esta columna, sin pretensiones de historiadora, apenas ha encontrado evidencia alguna en las Escrituras. Pero el hallazgo pasmoso se ha multiplicado: aparece primero en 1477, luego en el mencionado museo, después en el barrio de Atocha, en donde preside una calle. Y, por si fuera poco, al ver las verónicas de Ponce, de El Juli, de Morante, de Manolo, de Camino, tiene uno que reconocer que en los vuelos de sus capas florecen flores raras y a la vez insinúan algo sagrado porque los toreros pueden suspender el tiempo real para que el aficionado pueda adentrarse en el deleite.

RECORTE Descubrí pues, “otra” pintura. ¿Qué seguirá? Hay que regresar a Madrid al menor pretexto y hacer la peregrinación a Santa Verónica. Y ya que hemos recortado la columna con ella, habrá que añadir a nuestra devoción la de los fotógrafos, pues es la Santa de ellos

martes, 21 de septiembre de 2010

LA MADRE DE TODAS LAS VERONICAS

PITÓN DERECHO Francisco Montes “Paquiro”, en su Tauromaquia Completa de 1836, dedica el capítulo VI a la suerte de capa y el artículo II lo integra con su idea "De la suerte a la verónica, o sea de frente." Por la forma de redactar este encabezado se deduce que en ese entonces era más conocido el lance como suerte de frente que como a la verónica. Leyendo artículo II, aprende uno que para realizar la verónica se citaba de frente, el torero se pondrá “…de tal modo que sus pies estén mirando (sic) hacia las manos del toro” y cuando el animal estuviera embarcado, se cargaba la suerte y se sacaba el capote debajo de los belfos sin mandarlo, sino más bien dejando que la inercia fuera la que hiciera el trabajo de volver a ponerlo en jurisdicción. .

PITÓN IZQUIERDO Eso fue en el siglo XIX y paralelamente a la larga sucesión de temporadas la verónica, como pase fundamental, fue variando poco a poco. Así fue como pasó de ser un modo de burlar las embestidas con el engaño movido bruscamente cuando el animal parecía engancharlo, al modo de crear belleza citando de perfil y llevando al toro con lentitud y languidez, antes de depositarlo en el terreno para disfrutar la repetición. Para muchos, es el pase de pases.

PITÓN DERECHO Claro que con un toro de embestidas descompuestas no se podría hacer algo más que los que hacía “Paquiro”, pero los señores ganaderos mediante los encastes, ligas y demás adelantos en la crianza, cambiaron al toro y con éste obligaron a los diestros a otra técnica de torearlos y de paso, les permitieron hacer un arte de lo que anteriormente era pura supervivencia defensiva.

PITÓN DERECHO, OTRA VEZ Recordamos a El Calesero, Manolo Martínez, Paco Camino ya ausentes de los ruedos, inolvidables porque fueron orfebres del pase. Mariano Ramos, El Pana, Enrique Ponce y José Tomas, todavía en activo, no la describieron con palabras, que nosotros sepamos, sino que la ejecutan y detienen la duración del óle cuando las hacen florecer en medio de la tarde.

PITÓN IZQUIERDO El encanto de este pase estriba en que su tersura se da frente al toro en plenitud de hachazos, cuando aún no se le disminuye con las varas. El capote extendido y sedoso recibe el embate virginal del toro que no soporta la provocación y que ataca pero algo desvanece el capote y lo desaparece por momentos sólo para volver de nuevo a extenderse en el vacío, vulnerable, fácil de atacar.

PITÓN DERECHO Otro rasgo de este pase, es que de todos los que se practican frente al toro, es el único que se ubica en el principio, no de la tauromaquia sino del mismo cristianismo. La referencia histórica está bien documentada y resulta que el primer cite registrado de la verónica fue dado nada más, ni nada menos, que por una Santa. Santa Verónica, por más señas. Va la historia.

PITÓN IZQUIERDO Aclaremos; más que historia, es tradición católica. Camino al calvario una buena mujer enjugó la frente de Jesús y en el lienzo quedó la huella del rostro lacerado. Sería la única imagen real del divino rostro, la vera icona, la verónica. Luego se conoció a la piadosa mujer como Santa Verónica. Tiene su espacio en el santoral y varias capillas e iglesias diseminadas en el anchuroso mundo católico. Se dice que el manto auténtico está en San Pedro, en el Vaticano.

DESPLANTE Pues bien, el pintor Derik Baegert tuvo a bien pintar en 1477, casi 400 años antes que “Paquiro” escribiera su obra, un óleo de aproximadamente un metro y medio por dos de alto, en que aparece un grupo de hombres que rodean a una mujer quien tiene extendido su manto en el que se distingue el rostro divino. El cuadro original llamado La Verónica y un Grupo de Caballeros, está en el museo Thyssen-Bornemisza de Madrid. La mujer está, como ya dijimos, presentando el manto con el rostro de Jesús y lo notable del caso es el lenguaje corporal que adopta para hacerlo.

PITÓN IZQUIERDO Tiene tomado el manto con los pulgares e índices y con las palmas al frente. Las manos separadas no más allá de la anchura de sus hombros. La mano derecha un poco más alta. Y el rostro inclinado sobre su derecha. Es decir la forma de iniciar la suerte, según “Paquiro”.

PITÓN DERECHO 531 años separan ese cuadro de lo que escribe M. Blasco el autor de la Enciclopedia Taurina de la A a la Z, quien solamente dice que el pase tiene el nombre de la Santa Verónica porque así presentaba el lienzo, pero no menciona el Museo ni a Baegert. En el barrio madrileño de Atocha, fortuitamente encontramos una callejuela con el nombre de la Santa. En la esquina tiene como identificador de la rúa un mosaico con ella y su presentación del lienzo. No es parecida a la de Baegert porque no es de cuerpo entero, ni está rodeada de mirones, pero da la idea.

RECORTE Amig@ taurómac@, cuando Usted llegue a Madrid, además de armar la tremolina y cumplir con la obligación de meterse en Las Ventas, mesones, figones, fondas y tabernas anexas que alcance a ver, visite también a La Verónica y un Grupo de Caballeros. Experimentará algo parecido a la languidez de una verónica frente a un toro que, aunque inexistente, embiste furiosamente y será porque al quedarse quiet@, a Usted l@ estará templand@ nada menos que la historia. Óle.

LA MADRE DE TODAS LAS VERONICAS

miércoles, 1 de septiembre de 2010

LO TAURINO COMO ELEMENTO DE NACIONALISMO

PITÓN DERECHO El arte taurino puede llegar a ser un componente de la identidad del grupo que lo practique. Por lo tanto, puede ser un elemento de nacionalismo en cuanto sirva de distinción y cohesión grupal cuando hay cotejos, que pueden llevar a enfrentamientos, con entidades distintas que no lo poseen. Tal ocurre con otras manifestaciones populares como el criquet, los deportes a caballo en los que el objetivo arrebatar el cadáver de una cabra a los otros jinetes. El ulama, la charrería, etc.

PITÓN IZQUIERDO En el caso que nos ocupa, los catalanes habían asimilado las corridas de toros, a la usanza española, y como están un proceso independentista la tauromaquia que es la ¨fiesta nacional española¨ tenía sus días contados y era un buen blanco y que además atrajo las simpatías de los protectores de animales.
PITÓN DERECHO Antes de la prohibición ya en Cataluña habían decidido multar a los que anunciaran su comercio en español. Han prohibido las corridas de toros y a diferencia de algunos grupos vascos que son violentos en sus aspiraciones separatistas, los catalanes lo hacen pergeñado las leyes conducentes. Este planteamiento legal, comparándole con el terrorista, promete resultados duraderos, aunque más tardados. Sin embargo las corridas de toros, a la usanza española en tierras vascas, continúan dando a la región un sello que se diferencia del resto del panorama taurino español. Ellos mismos se encargan de pregonar su Feria. Mientras tanto en Catalunya estarán prohibidas a partir del 12. ¿Por qué los vascos no sienten en riesgo su identidad realizando corridas de toros a la usanza española? ¿Por qué los catalanes sí?

PITÓN DERECHO, OTRA VEZ La Feria de Bilbao nos hace ver que las cornamentas amedrentadoras aun en el arrastre, son indispensables para que el arte taurino se eleve a emoción trágica. El miedo pánico que se hincha ante media tonelada encornada, se armoniza con la coreografía que lo amalgama en una casi inefable emoción única. En esta Feria de Bilbao, en el país vasco, cinco veces tuvimos que interrumpir el arrebozo porque resultaron heridos, con mayor o menor seriedad, cinco toreros.

PITÓN IZQUIERDO Los bilbaínos se ufanan, justificadamente, del tamaño de la cuerna, de la seriedad de las caras, de la báscula honesta comparando sus encierros con los lidiados en otras ferias. Los comentaristas (Muñoz, Caballero, Chenel), fueron de primera por su experiencia como toreros. Los apuntes que hacían de momentos claves fueron estupendos. En alguna ocasión que por nuestra ignorancia lo que se daba sobre la arena no tenía elementos novedosos, ellos con dos o tres observaciones transformaban lo ¨trivial¨ en enseñanza. Lo que habían aprendido esforzadamente nos heredaban generosamente.

PITÓN DERECHO Tenemos que recordar que ya algunas veces lo hemos dicho: Nosotros los mexicanos hemos suavizado dos de las importaciones españolas: el habla, que no nos sale tan áspera, y la embestida de los toros, tan suave que obliga a torearlos con temple. Pues bien, esos comentaristas mencionaron el temple mexicano en varias ocasiones. Aunque también el tamaño y presencia de lo lidiado en nuestras plazas. Inconscientemente también ilustraron lo áspero del habla española: hubo momentos en que no pescábamos lo que Muñoz y Caballero decían, aunque mal que bien nos beneficiamos de su sabiduría, pero fue imposible discernir el habla de Chenel, que se la pasó crepitando como leño húmedo.

PITÓN IZQUIERDO A propósito de un toro que ¨estaba hecho un marmolillo¨ Muñoz recordó que los mexicanos decimos, en los casos en que el toro ya no embiste ni camina, que ¨se agarra al piso¨. Muñoz no dijo por qué traía a colación nuestra expresión, pero nosotros entendimos el disparate, porque que los toros no tienen garras, sino pezuñas.

PITÓN DERECHO Muchas imágenes perdurables nos dejó la Feria de Bilbao: Tres alguacilillos. El lanzamiento de la llave que hace el Presidente a la alguacililla, quien trata de embocarla en el sombrero de tres picos. Luego la música que es a criterio del Presidente porque al diestro no le conceden la facultad de pedir ¨la de aquí¨. Cuando el torero brinda al público es porque presiente un buen desempeño con las condiciones del astado. En otros lados frecuentemente el diestro brinda al público para conchabárselo, no porque haya visto condiciones aprovechables en el toro. Otro descubrimiento: la salida final a campo abierto, partiendo de nuevo la plaza que tienen que hacer los diestros, uno por uno, para recibir las palmas o rechiflas por su desempeño.

PITÓN IZQUIERDO La ausencia de vendedores de bocadillos y líquidos durante la lidia. Que ideas tan buenas. Las butacas se ven cómodas y holgadas, no como las de La Maestranza. Luego esas tomas de cámara sensual sobre aficionadas de Bilbao tan hermosas como las de Calafia, que tienen lo suyo.

REMATE ¿Vieron la eficacia con que Ponce se libró del marrajo perpetrador de las cornadas de Fandiño? Le bastó un abaniqueo, la entrada a matar y un descabello que desplomó al astifino que había hecho ver su suerte al matador herido.

jueves, 12 de agosto de 2010

CATALUÑA ANTITAURINA

PITÓN DERECHO La prohibición de las corridas de toros redactada y pregonada con alborozo el miércoles 28 de julio del 2010 y con vigencia a partir del 2011 en Cataluña, es una decisión determinada en el parlamento catalán, no en La Generalitat de Catalunya, de la cual es componente, junto al presidente de la Generalitat y el Consell Executiu.

PITÓN IZQUIERDO Nosotros postulamos que el factor determinante para la prohibición la fiesta nacional española fue el NACIONALISMO CATALAN cultivado, justificada o injustificadamente, en el caldo de los rencores centenarios. El tono de la reacción pública que se dio, oculta el verdadero resorte nacionalista porque planetariamente se subrayó la protección a los animales, sin desenvolver del paquete al nacionalismo catalán que fue el verdadero triunfador del forcejeo parlamentario. Los grupos ambientalistas aprovecharon el viaje para lucirse mundialmente.

PITÓN DERECHO Quienes decidieron el acuerdo prohibitivo vigorizaron su dictamen por supuesto, con otros factores sociales que resultan secundarios, pero que convergen en tal decisión conmovedora. Llamo factores secundarios a varios: 1º El repudio al derrame de la sangre por la divisa, la pica, banderillas, rejones, o estoques, dentro de la liturgia centenaria, 2º El confundir una forma artística sui generis, que es el arte taurino con un ejercicio de gladiador, con un deporte, en los cuales siempre queda un vencido, un humillado. 3º El derrame de la bondad verde ecologista que se extiende caprichosamente por algunos tópicos de la vida planetaria.

PITÓN IZQUIERDO Digo caprichosamente, porque si se trata de la protección de los hermanos animales ya estaría vigente su ternura ofrecida a los millones de guajolotes (Los globalizados les dicen pavos) que se sacrifican anualmente, en un solo día, como agradecimiento por los favores recibidos. O bien, ponderarían el sacrificio que se somete a los vacunos para que con cada una de las zaleas resultantes, se alcancen a forrar 27 pelotas para el juego de béisbol, de las que se desechan decenas cada nueve entradas. O bien deplorarían los hígados suculentos de distintas especies de cuadrúpedos, con los que se embijan las galletas como complemento recomendable de muchas bebidas.

PITÓN DERECHO A los analistas les pareció una especie de prohibición legitimada el hecho que la siguiente corrida convocada en Barcelona, una vez publicado el interdicto, haya tenido una asistencia escasa que, por las fotos ofrecidas, no llegaría a mil asistentes. Esta magra taquilla fue contabilizada por algunos comentaristas como un aval dado por los faltantes, a la prohibición votada. Peor aun, como una capitulación incondicional ante las huestes anti taurinas.

PITÓN IZQUIERDO Pues, no. ¿Querría decir que los aficionados dejaron de asistir porque supieron que serían prohibidas HASTA EL AÑO ENTRANTE? Es decir, ¿Estaban esperando la prohibición, efectiva el año próximo, para dejar de ir este domingo? Aquí es donde encajo la respuesta del nacionalismo catalán.

PITÓN DERECHO Dejaron de ir porque en la prohibición solamente flotó en la superficie como defensa a los animales, pero en el fondo del alegato se retorcía el encono contra algo que es esencialmente español. Por lo tanto, los asistentes catalanes a cualquier corrida que se dé de aquí al próximo año, serán pocos, porque ir a la corrida, tal como está planteada la tentación, sería restañar lo español y carcomer la identidad catalana. Dejar de ir a la corrida no es, pues, un acto de conmiseración a la criatura vacuna sino un contrafuerte, tal vez puesto a regañadientes, a la identidad de Catalunya

PITÓN IZQUIERDO La pregunta es, ¿Cuál será la reacción frente a la presión pública catalana, española y mundial de La Generalitat de Catalunya, cuando tenga que pronunciarse con respecto a lo definitivo del dictamen? Los catalanes resintieron que en el estatuto propuesto recientemente, no haya sobrevivido la palabra NACIÓN, para referirse a Cataluña. Otro motivo de resentimiento.

SALIÉNDOSE DE LA SUERTE Algo similar ocurrió en nuestra república con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, que tuvo un rechazo oficial porque en México solamente hay un ejército, el constitucional, y por lo tanto, el llamado zapatista no sería ejército. Por eso siempre se refieren al E Z L N. En el territorio ibérico no puede extenderse otra nación que la española, ni catalana, valenciana, o vasca. Andorra por supuesto, sería otro asunto.

miércoles, 4 de agosto de 2010

CONVERSACIÓN CON EL JULI


PITÓN DERECHO Los banquetes nos ponen la mesa para celebrar los grandes eventos con que la vida nos apapacha. Desde los Diálogos de Platón, hasta las bodas de Canaán, apenas habrá un episodio humano que no merezca los manteles planchados, con cuchillería de lujo, o los modestos tablones para comer a mano limpia, al aire libre, las viandas, apenas para sobrevivir las vacaciones, o bien degustando un menú gourmet suculento, lleno de opciones en un aposento cómodo ajeno al ajetreo exterior.
PITÓN DERECHO, OTRA VEZ El acontecimiento se colma si se da una conversación de aguas mansas sobre amigos idos, de bodas próximas, de heridas restañadas, de la afición sin límite de los artistas, de la colocación de palabras para que digan de otra manera lo que se ha dicho tantas veces. De hurgar en la memoria gustativa para recordar el sabor de un vino. De hablar de toros y toreros
PITÓN IZQUIERDO La ocasión del banquete que voy a rememorar fue dio después de una misa en San Ginés, bajo cuyas naves estuvieron las cenizas de mi amigo, mismas que después se esparcieron en la finca de Julián López. Todo lo acontecido fue en el Madrid, al que siempre se regresa, aún sea la primera vez que uno lo pise. Fue el banquete en recuerdo del amigo Ricardo que ya está allá y que siempre estará aquí.
PITÓN DERECHO Tras os Montes es el nombre del restaurante portugués, en Madrid. Se asignó un comedor para una veintena de comensales. Los platillos merecían una página a colores. En cada copa de vino bullían el sol y sabores de Portugal. Por si fuera poco entre los convidados estuvo El Juli, amigo de Ricardo quien me presentó con el matador, aquí en Calafia, en ocasión de la segunda de las dos tardes que ha estado entre nosotros. Ahora compartimos la mesa. -- Matador, sus amigos, la gente cercana a Usted, ¿Le dicen cómo debe torear?
PITÓN IZQUIERDO La pregunta debió parecerle insólita, con toda razón y yo no la hubiera soltado sino fuera porque recordé un episodio, del que no fui testigo, donde mi amigo Óscar Esquer le había dicho a Paco Camino cómo se daban los naturales.
PITÓN IZQUIERDO El Juli frunció la frente y me dijo que no. Yo mantuve en mis adentros el regocijo sin entrar a los detalles de tan peregrina curiosidad. Otro comensal le preguntó si se había recuperado del percance de la semana anterior. Dijo que sí.
PITÓN DERECHO Le hice otra pregunta menos delatora de mi salud mental. Contestó que sí, que sí recordaba a otros toros pasados, cuando estaba toreando. Que comparaba la lidia dada al otro, mientras atendía la condición del presente. Al hablar del toro mexicano reconoció su temple y muchos pases y apareció en la conversación Pepe Chafik y la ganadería San Martín que había puesto en España. El matador dijo que el ganadero mexicano ya se había desecho de ella.
DESPLANTE A Pareció extraño debido a que de tarde en tarde se sabía que la ganadería tenía éxitos, tanto en la península como en plazas francesas. ¿Será que quieren evitar que cambie el gusto de la afición española por otro tipo de toro?
PITÓN IZQUIERDO El matador mostró interés por las corridas verdes de Las Vegas. Consideró que ese rondín que hacen a caballo las modelos barbies, con las banderas correspondientes a las naciones de los matadores alternantes, era poco serio. Yo recordé, aunque no se lo dije, cómo los dos alguaciles de Pamplona circulan por el ruedo, trazando círculos contrarios que cuando se cruzan el público estalla en regocijo esperando, tal vez, el encontronazo.
PITÓN DERECHO Entre las damas comensales, alguna le preguntó a la señora Rosario si iba a todas las corridas de su esposo. Dijo que no a todas. Ni a La Maestranza ni a Las Ventas, así como otras similares. Si los toreros están hechos de una materia distinta al resto de los mortales, también sus esposas deben corresponder a una especie de heroínas singulares.
PITÓN IZQUIERDO Seguían las viandas y los vinos. La conversación se fragmentó. Se percibió que El Juli no es protagonista, fuera de la plaza. Sencillo y conciso en sus intervenciones. Cuando se tocó el tema de los anti taurinos de Cataluña, todos atendimos la opinión del diestro. Dijo que era cuestión de gustos.
DESPLANTE Por mi cuenta pienso dedicar dos columnas a ese tema.

sábado, 17 de julio de 2010

MI AMIGO RICARDO TORRES SERNA



PITÓN DERECHO Ricardo Torres Serna, llevó un nombre iterado entre los toreros en los últimos cien años, aunque él no fue torero, sino taurófilo. Lo conocí cuando El Juli le brindó un toro en Calafia, lo que a su vez, propició entrevistarlo cuando devolvió la montera. El contenido de otra columna se la dediqué, en vida, al buen amigo Ricardo Torres, recientemente fallecido.

ENGANCHÓN Que el español agente de vinos Ricardo Torres Serna, estuviera en Calafia y El Juli le brindara un toro y que el suscrito fungiera como entrevistador, tiene su historia.

PITÓN IZQUIERDO Ésta se enlaza con un episodio muy anterior. Luis Sánchez, primer juez de Calafia que presidió una novillada hará unos 30 años, también fue amigo nuestro y el causante indirecto de la entrevista que dio lugar a que yo conociera a Ricardo. Su ceguera --la de Luis-- me urgió a narrar la corrida en un pequeño aparato que después le dejé para que escuchara lo acontecido. Por su enfermedad El Güicho ya tenía tiempo que ni pegado a la pantalla del televisor discernía las imágenes.

PITÓN DERECHO Con aires de narrador radiofónico, grabé para su consumo toda la corrida y le entregué la evidencia. En esa grabadora quedó la entrevista que hice al aficionado distinguido por el brindis y al que no se conocía en Calafia. Sentí que sería rematar toreramente mi debut y despedida de los micrófonos taurinos, si recogía su opinión sobre la rechifla con que despidieron a El Juli. ¿Consideraba justas las protestas por el desempeño del diestro?

PITÓN DERECHO, OTRA VEZ Por supuesto que las desechó por frívolas y superficiales con argumentos que también quedaron grabados. Ya fuera de micrófono, seguimos con la charla y supe, además de su nombre, que él acompañaba en su periplo mexicano y con sus propios medios, a El Juli. Estaba firmemente convencido que era el mejor. Iniciamos una charla de taurófilos y precisamente esa misma noche me presentó a El Juli, quien amablemente me dedicó una biografía que un autor español había escrito sobre su vida.

PITÓN IZQUIERDO Nos vimos en dos o tres ocasiones en España, en ambiente inmejorable: toros, caldos, vino, tapas, empanadas, gambas, jamones. Extrañamente nunca señaló las razones de su inconmovible preferencia por El Juli. Él daba como hecho que ahí estaba lo que hacía El Juli frente al toro, ¿Qué caso tenía discutirlo? , y seguíamos con el simposio.

PITÓN DERECHO Este tipo de afición hermética, que no suelta prenda, tuvo su versión cachanilla con Vásquez Villalobos, también fallecido recientemente. Con él participé en varias tertulias en el Hotel Bremen, de Sevilla y aunque conocía a muchos toreros, jamás mostró --al menos frente a mí--, preferencia por ninguno. Decía cómo era tal o cual pase y cómo se ejecutaba de acuerdo a los cánones de la tauromaquia, pero nunca le escuché poner un ejemplo de carne y hueso, vestido de luces.

PITÓN DERECHO, OTRA VEZ De regreso con Ricardo: Asistiré a un homenaje a sus cenizas y me quedaré de ahora en adelante, con un recuerdo amable de ese mi amigo con quien me hermané en parrandas memorables. No omito señalar, como se dice en el lenguaje institucional, que en una ocasión me invitó a unas corridas en España y me dejó plantado porque el había ido a las islas portuguesas de Cabo Verde, a unos 4 mil kilómetros, a promover una emisión de estupendos vinos portugueses. No podía estar conmigo en Madrid, pero me corrió la invitación de pasar esos días en las islas, misma que no acepté por considerarla sobrera, como toro de reemplazo.

DESPLANTE La remembranza de los idos tiene su aguinaldo: Ricardo ya no cambiará de sonrisa, no se hará viejo, no tendrá otra camisa, siempre estará sonriente, tendiendo la mano firme, invitándome a comer gambas a las 10 de la mañana, guardándose para sí las razones en que cimentaba su admiración por El Juli. Así mantendré su cercanía el resto de mis días. Adiós, Ricardo.

ENMENDANDO EL TERRENO La alternancia de El Juli, Ponce y El Zotoluco, a la que me referí como ejemplo del muy visible sesgo anti juliano, no fue en San Fermín, sino en la Isidrada del 2005.

miércoles, 14 de julio de 2010

LA FERIA DE SAN FERMÍN

A la memoria de Ricardo Torres Serna
PITÓN DERECHO En este serial de corridas (Las ferias de San Isidro y de San Fermín), quienes apoyan con los comentos las imágenes visuales de la tv, son dos toreros en retiro y otro en receso. Cuando se escucha el repertorio de conocimientos que con parquedad sueltan como apuntes conforme se va desarrollando la lidia, cae en cuenta que con lo que externan, se puede redactar una rutina de observación, una especie de vade mécum, un prontuario para el aficionado que pretenda abandonar la romántica Villa Melón.
PITÓN IZQUIERDO Este plan de observación sería para el uso del llamado aficionado torista, quien para disfrutar la fiesta, debe tomar en cuenta las condiciones del toro, la procedencia, el encaste, su trapío su peso, la cornamenta, su debilidad, la casta, su fuerza, la forma en que acomete y su parecido con otro que alguno de los comentaristas toreó alguna vez, o vio que alguien lo toreara.
PITÓN DERECHO Entonces el aficionado luego, si es que puede recordarlo, ya estará en condiciones de apreciar lo que hace el torero, sobre la arena, frente a tanto historial detrás de la cornamenta de miedo. Así el toro señoreando sobre la arena incita al torero a atender su bravura, o falta de ella, y siempre el toro provoca al torero a mostrar sus cartas, ¿Qué es lo que el torero ofrece como prueba que es realmente un torero? El toro está ahí para que ambos queden en evidencia.
PITÓN IZQUIERDO Nuestra opinión es que es necesario cuando menos tres componentes para proclamar que se tiene talento de torero: valor para parársele enfrente al animal, técnica con el objetivo de cumplir con la coreografía de la lidia y una necesidad emocional de expresarse estéticamente.
PITÓN DERECHO Los toreros “suicidas” son a los que se les nota solamente el valor y, aparentemente no tienen técnica depurada y pocas veces, si no es que nunca, se expresan artísticamente. Por otro lado los toreros que privilegian la técnica son considerados fríos, eficientes y solventes porque el valor, que indudablemente tienen es relegado por la eficiencia con que resuelven los problemas de la lidia.
DESPLANTE Esto viene al caso porque en la corrida del domingo 11 pasado se corrieron toros de Miura y el cartel incluyó a Padilla, aquel torero temerario que hizo pareja con El Zotoluco, hará cuatro o cinco años, cuando entre ambos mataron esa temporada una camada de Miuras. En esta corrida el primer toro que le salió a Padilla fue tan al estilo de los Miuras que no le dejó hacer mucho, solamente le obligó mostrar un valor escalofriante e hizo relegar algo de la técnica y mucho del arte. Lo ha zarandeado tanto que pareció haberlo cosido a cornadas innumerables, pero afortunadamente el reporte médico fue de algunas costillas vencidas y dos o tres pisotones. Interpreto que la oreja fue por su valor, no tanto por su técnica y mucho menos por su arte.
PITÓN IZQUIERDO Pero cuando llega el arte, es otra cosa. Este lunes 12 El Juli volvió a torear espléndidamente y de nuevo, el Presidente volvió a tratarlo mal. Los propios comentaristas mexicanos y españoles no se explican el origen de esa mala vibra que tiene con los presidentes de las corridas que le niegan las trofeos pedidos multitudinariamente. Este lunes toreó dos Miura de 600 kilos con unos cuernos de más de medio metro. Al primero lo pasó SIN PICAR y le hizo una faena tan artística que el valor pasó a la zona del reojo, y tan fluida que parecía que no había la aplicación de la técnica como se iba necesitando, sino una coreografía ensayada. Mató con un estoconazo y el público pidió las dos orejas pero el Presidente solamente concedió una. Se llevó un abucheo general pero el presidente se salió con la suya: tratarlo como mexicano, porque fue aquí donde pasó muchos años de becerrista y novillero y nadie puede decirles cómo se torea, si no lo ha aprendido allá.
PITÓN DERECHO Si existiera alguna duda que las etapas mexicanas de El Juli como torero, y para este caso del mismo Ponce, son detestadas por periodistas carpetovetónicos, lean la crónica de la corrida que torearon, alternando con El Zotoluco, en la Feria de San Fermín, en el 2002.
PITÓN IZQUIERDO Este lunes 12 de julio de 2010, en la faena del segundo en Pamplona El Juli recibió una cornada en el escroto. Aguantó el dolor y pudo matar con otra estocada bien puesta que le mereció otra oreja que le abriría la puerta grande. Sólo que como se internó en la enfermería antes del arrastre, no pudo disfrutar ese homenaje popular. Cuando torea El Juli estamos frente al encanto del los pases templados y no de trapazos que aprovechan el viaje del toro para adulterar la verdad de la lidia.
PITÓN IZQUIERDO, OTRA VEZ Hoy miércoles 14 volvió El Juli, aparentemente sin resabios por el desgarrón del escroto sufrido antier. Le mandaron un toro hinchado por alguna herida recibida en los corrales. Su segundo fue inservible. A Castella le premiaron con dos orejas una faena buena, pero no mejor que la hecha por El Juli, el lunes y que mereció una oreja.

viernes, 25 de junio de 2010

San Isidro

PITÓN DERECHO Decíamos ayer que se percibían grandes y pequeñas diferencias en las fiestas taurinas mexicana y española. Para empezar, el tamaño de toro exigido por la afición y acatado por las autoridades, por los ganaderos y por los apoderados. Allá el público que asiste exige toro, edad, cuernos, kilos y trapío. Esta escrupulosidad del respetable tiene una consecuencia que fortalece el profesionalismo de la corrida. Se trata de la relación entre ésta afición conocedora y la presidencia de la corrida. Hasta antes del paseíllo el Presidente ha sido el representante de la afición ante los ganaderos, empresarios, diestros. Pero una vez que empieza la corrida, la afición aparentemente sospecha que pudo haber sido omiso con algunas exigencias, particularmente en las condiciones de los toros y se pone de uñas. Esto en Madrid.

PITÓN IZQUIERDO Cuando menos en Calafia, la afición solamente protesta cuando se escatiman los premios y, ocasionalmente, cuando el picador se excede. Nunca por la presencia, edad, o cornamenta del toro. Menos aún si el subalterno induce al toro a chocar contra la barrera o le pisa el rabo mientras otro lo apuntilla, porque esas son sutilezas.

PITÓN DERECHO Como es sabido el presidente, o juez de plaza, desarrolla su cometido de la mejor manera si tiene una afición que lo apoye en contra de los incumplimientos de los empresarios, ganaderos o toreros. Ninguna exigencia sobe el trapío, peso, edad, cuernos, salud, puede cumplirse si a la afición no le importa o desconoce la solemnidad con que se viste la fiesta con un toro serio. Esta sería otra gran diferencia entre ambas fiestas: el apoyo de una afición exigente, aunque algunas veces pareciera exagerar la nota.

PITÓN IZQUIERDO El Juli en su segunda aparición toreó con temple y elegancia. La afición permaneció callada. Hay una frialdad de la Las Ventas hacia El Juli. No le reconocen lo que en Sevilla tanto le festejan; o en México .

PITÓN IZQUIERDO, OTRA VEZ Varios de los toros regresados, a lo largo de la feria, lo fueron porque no les pareció a los aficionados. Aunque tuvieran el peso, cuerna y edad reglamentaria a los aficionados les parecía que no era el caso y lo regresaban. Otros fueron devueltos a los corrales porque se les doblaban las manos, porque no acudían prestos, etc.

PITÓN DERECHO Cuando el presidente sacaba el pañuelo verde de devolución, era el momento para que el Florito se luciera con sus bueyes adiestrados. Este Florito es el mayoral a cargo del regreso de los toros rechazados en la arena. Salen los bueyes rodean al despreciado y lo rodean y acompañan al corral. Toda esa operación se cumple sin que, en la mayoría de los casos (Unos diez en toda la feria), el Mayoral hubiera tenido que presentarse en la arena arriando a sus bueyes. La manada se encarga de hacer el trabajo sin que, aparentemente, el Mayoral se los ordene.

PITÓN IZQUIERDO No es cosa del otro mundo encontrar inconsistencias entre la afición exigente, como ejemplo ponemos el caso de una actuación antigua, que en su momento valió dos orejas e ipso facto, la salida en hombros de los colchoneros contratados, por la Puerta Grande. Pues bien, pudimos percatarnos que el segmento de la capa constó de cinco o seis verónicas y al marcar cada una de ellas no se pudo evitar el pasito atrás. ¿Esto, en Las Ventas? Pues sí, en Las Ventas.

PITÓN DERECHO Aquí viene como anillo al dedo lo que los sevillanos (De la Maestranza), dicen de los madrileños (De Las Ventas), al hablar de un torero que triunfa en Madrid, “Algo ha de hacer mal, porque ha gustado en Madrid.”

PITÓN DERECHO, OTRA VEZ Antes de televisar las corridas de San Isidro y las que, sin ser del serial, pasaron los días siguientes, los comentaristas realizaban una encuesta entre los asistentes a las corridas y entresacaban las contestaciones chuscas. Les pedían que dieran el significado de términos que, sin duda alguna la mayoría de los asistentes hubieran contestado correctamente, pero, al escoger cuidadosamente las contestaciones más disparatadas de la minoría villamelónica, nos hicieron pasar buenos ratos con las contestaciones a preguntas como ¿Qué es un toro pregonado? ¿Cuál es la taleguilla del torero? ¿Qué un toro hondo? ¿Qué hace un toro cuando barbea? Una vez escuchadas todas las respuestas, entre las cuales estaban las correctas, remataban el lance citando a Cossío, con lo cual cerraban las puertas a cualquier inconformidad. Puede uno aprender sin aburrirse.

martes, 18 de mayo de 2010

TIEMPOS DE COMPRENDER


En preparación de una misión peligrosa que involucraría un mortal tráfico de diamantes, James Bond, analiza la transparencia y pureza de un cristal. Se sorprende por el fulgor y brillantez de la piedra. Pero luego M le presenta otra para que la observe. En esta ocasión si se trata de un diamante puro. El Agente 007 después de analizarlo y comparar mentalmente con el anterior, dice escuetamente: “Comprendo”

Algo similar nos ha sucedido. Después de las primeras corridas de toros de la feria de San Isidro 2010, en las que vimos aproximadamente diecisiete pares de cuernos insólitos en los ruedos mexicanos, comprendimos cómo pueden corear los ibéricos los olés ante pases tan despegaditos y rapidones. Es que la dimensión de los cuernos nos hacen entender el mérito de tenerlos tan cerca. Los olés coreados correspondieron a lances que se daban frene a toros toros, que cuando los vi, después de compararlos con los cuernos que recordaba en México, no pude menos que decir: “Comprendo.”

Cuando El Cejas tomó la muleta en la tarde de su presentación en San Isidro y templó algunos pases entonces, señores, fue mi turno y no pude menos que decir: “¿Comprenden?”, refiriéndome a la diferencia entre, por un lado dar pases aprovechando el ataque del torazo y por el otro, imprimir el ritmo del torero en el ataque espeluznante, conforme la carga va entrando a jurisdicción. Se trata de el temple.

Existe, en el temple, una sincronía entre el engaño que quiere detener el tiempo y la velocidad de las astas que aparecen irresistibles porque las empujan media tonelada de carne. Se siente, cuando se da el temple, el imperio total de la muleta que tira del animal alrededor de la cintura, mientras que ésta hace juego paralelo con los vuelos de salida. Óle.

Olé, si tratamos de españoles. Porque también en el grito hay diferencia.

Luego en su presentación El Juli, español que torea con el temple que maduró en México, hizo lo mismo, sólo que en grande. Eso es templar, eso es torear, eso es emocionar, eso es torear de veras. Olé. La repetición en la entrada a matar fue lo que le impidió el corte de oreja.

Precisamente, para adentrarnos en la observación que pretende ser objetiva y tener en cuenta las astas, los kilos, la exigencia de la afición, asistimos este domingo a la corrida de Tijuana. Al día siguiente de los pases de El Juli y los de Castella. En Tijuana torearon Santos, El Conde, Mauricio y Michelito. Señores, eso es otra cosa..

Decía Bernard Shaw que Inglaterra y los Estados Unidos eran dos naciones separadas por el mismo idioma. México y España estarían, si recogemos el símil, separados por la misma fiesta de toros. Si desglosamos la fiesta como tradición, como espectáculo, como negocio y como un singular arte, podríamos aventurar los parecidos y las desemejanzas entre ambas prácticas.

Los españoles guardan más la tradición en el paseíllo, en el respeto al presidente, en el anuncio del próximo toro, en la ejecución de la pica, en la vendimia durante la corrida, en el silencio antes de la estocada. En estos momentos y en otros que no menciono, hay más abolengo, más rito, más ceremonia. Como espectáculo el tamaño de los cuernos y los kilos debajo de ellos son más impresionantes. Nos parece que los aficionados españoles, al menos los de Las Ventas, asisten más que a divertirse a analizar y dar el visto bueno a los toros y al torero. Los mexicanos lo hacemos para divertirnos y cuando llegamos a protestar por los tamaños y la cuerna, da la impresión que lo hacemos más por el jolgorio ante los alardes de los toreros frente a los novillotes y la desfachatez de quienes autorizaron la báscula tan destartalada con que pesaron a los animalitos. La pura diversión, pues.

En la México, en Aguascalientes en Guadalajara de repente se ponen de puntas los aficionados, pero solamente de repente. La otra vez a El Juli, en Aguascalientes, le permitieron torear un novillo.

Se dice que como negocio lo es más en España, porque ahí se paga más. Pero se exige también más y en México, no se exige tanto y, entonces, lo que se paga resulta generosa paga. Quedaría por dictaminar ¿Dónde se paga mejor? Eso queda para ser analizado por esos que no entienden las finanzas mundiales, pero que viven de ellas como si lo hicieran. Dejaríamos para otro macheteo el trato de las diferencias.

viernes, 14 de mayo de 2010

JOSÉ TOMÁS HERIDO. LA FERIA DE SAN ISIDRO.


PITÓN DERECHO Al terminar un pase con la derecha, José Tomás no le quitó el engaño a Navegante y preparó el de costado. Luego cuando lo embarcó hizo el lento cambio de mano y lo recortó con suavidad y como lo dejó muy cerca el toro casi con desgano le hendió el muslo izquierdo. Los subalternos se desprendieron de las tablas cuando aún el matador rodaba para alejarse de la cornamenta que lo buscaba. El diestro observó la herida, cuando ya lo llevaban en brazos.
PITÓN IZQUIERDO El subalterno Alejandro Prado, en cuanto vio la cornada corrió hacia el caído, dejó el capote y puso la mano sobre la herida para detener los borbollones rojos. El apoderado de El Payo, alternante de José Tomás, Alberto Elvira recuerda que todos ponían la mano para detener la hemorragia. Se hacía eterno el camino.
PITÓN DERECHO El médico de la plaza Alfredo Ruiz, tocayo de nuestro Miura, necesitó quince pinzas para cortar las emanaciones de otros tantos vasos que habían sido rotos. Ya no sentían el ritmo, así que fue un alivio cuando las arterias empezaron a pulsa, cuando estaban en la enfermería de la plaza. El padre del torero, pasado un día (No pudo soportar la angustia de estar presente), reconoció que Alfredo Ruiz, había sido un monstruo porque había hecho el salvamento casi sin instrumentos.
PITÓN IZQUIERDO A partir de ese momento se dejaron venir las opiniones, algunas de ellas basadas en las declaraciones y reportes médicos. Máximo García, cirujano jefe de Las Ventas, se preocupa porque le pusieron sangre de varias personas. Corre el riesgo haber recibido junto con la sangre de distintos tipos otras tantas enfermedades. Luego dice que él no cree que en México, en Aguascalientes la gente sepa cual es su grupo sanguíneo. Luego el médico carpetovetónico dice, según El País, que “ni siquiera lo sabe la gente de la calle en España.”
PITÓN IZQUIERDO, OTRA VEZ Este percance saca a la superficie el asunto tan difícil de tratar que se refiere a los servicios médicos en las plazas de toros. En efecto, los toreros casi ni quieren saber de eso. Les parece que es de mala suerte. En cambio los empresarios si se ocupan de proporcionarlos. Aquí entra otro tipo de consideración. ¿Deberán poner lo necesario para que, en caso de necesitarse, solamente se asegure la estabilización del herido, para luego trasladarlo a servicios más en forma, o en la propia plaza deber tenerse un quirófano instalado para atender al torero allí mismo?
PITÓN DERECHO Ramón Villa el cirujano jefe de la Real Maestranza de Sevilla, es cauto porque no aventura una opinión, ya que solamente sabe del percance por la televisión y las partes médicas. Pero dice que si la herida se compara con la que tuvo Pepe Luis Vargas, entonces José Tomás se podrá recuperar en no menos de un año.
PITÓN DERECHO, OTRA VEZ Por las aportaciones de tantos que quieren denunciar la penuria médica en las plazas de toros mexicanas, un comentarista que ondeó la tricolor dijo que recordáramos las instalaciones médicas de Linares y de Pozo Blanco.
DESPLANTE Todos los suertudos que podemos ver en vivo la feria de San Isidro por la magia de la televisión, nos conmovimos con la aparatosa, y tal vez grave, cogida que sufrió este domingo 9 el diestro Joselilo a quien, en un pase natural, se le coló el sexto de la tarde. Los subalternos parecieron tardarse más, tal vez por el tamaño del ruedo, en llegar al quite que sus colegas de Aguascalientes. El toro hizo varias veces por él y uno de los embates finales fue el que causó la mayor herida. Lo que sí se vio claramente fue el orden en el camino a la enfermería y, por el circuito cerrado, cómo fue esperado y la forma en que se controló el asedio de los medios de comunicación, por lo general más interesados en cubrir la noticia que en taparse y no ser estorbo.
PITÓN IZQUIERDO En esa feria de San Isidro un empresario, creo que dijo que se llamaba Alejandro, anunció sus corridas californianas, todo el sur del estado y aunque solamente dijo que había contratado a “un torero de Valencia”, declaró que había mucho interés en las corridas tipo Portugal. No mencionó Las Vegas, en el cercano estado de Nevada, pero dijo que todo iba en auge. Muy conocedor el grupo de comentarista en Las Ventas que incluye al torero Caballero, de gran parecido facial con Manolo Martínez tanto así, que atiza rumores de revista de Corazón.

martes, 20 de abril de 2010

CORRIDA GOYESCA

PITÓN DERECHO La corrida del domingo 18 de abril, en Mérida fue de las llamadas Goyescas. La primera de las cuales tuvo lugar en Ronda, que es la plaza de toros más extensa de España. Los toreros para esa ocasión visten de blanco, con pasamanería negra medias blancas y bicornio. Aunque Goya tiene dos obras taurinas La Tauromaquia y Los Toros de Bordeaux, aparentemente los indumentos de los participantes en esas celebraciones, son copias de pinturas y grabados de la época de Goya (Principios del siglo XIX) y no de esas celebérrimas obras.Goya, como todo mundo sabe, fue un pintor mujeriego, testigo de la ocupación francesa en España, autor de obras famosas como La Maja Vestida y la Maja Desnuda. Mejor conocida ( O al menos, más observada), esta última. Se trata de una Condesa que posó por largas y intensas tardes, para ambos retratos.

PITÓN IZQUIERDO Dice la historia que ella pasaba mucho tiempo en el estudio del artista que de repente dejaba a un lado los pinceles. Súpolo el Conde quien le dio por echar un vistazo por debajo de los cuernos, al cuadro. Y como el cuadro en que había estado trabajando era el desnudo, y eso no se lo podía presentar al buenazo del Conde, Goya tuvo que atestar brochazos a otro lienzo, rápido y furioso para ocultar su agandaye. Se pintó en tiempo Guinnes el cuadro de la Maja Vestida. Pero los afortunados que hemos visto ambos originales, nos percatamos que en la Vestida los pincelazos no son los de los impresionistas que lo hacen rápido para captar la fugacidad de la luz, sino que Goya pintó con celeridad para que cuando llegara el noble Conde viera que realmente ambos habían estado en sesiones de posar y pintar. En cambio la sensualidad detallista y la tersura de los trazos de la Maja Desnuda, son otra cosa por la lentitud con que obliga al espectador a disfrutar la pintura. .

PITÓN DERECHO Bueno, ¿ Y..?

PITÓN IZQUIERDO Goya y Lucientes dibujó a la aguarfuerte la célebre colección de La Tauromaquia y Los Toros de Bordeaux. Existe una versión de 33 grabados entre los cuales Goya pone al Cid Campeador alanceando un toro, vestido con traje del siglo XV. También Goya se benefició (Otros dirían plagió) de las ilustraciones de la Tauromaquia de Pepe Hillo, publicada unos pocos años antes.

PITÓN DERECHO Todo esto es porque no podemos ser tan exigentes con los emeritenses en su corrida Goyesca, por tanto cabo suelto. Es sombrero bicornio pareció haber sobrevivido un pisotón de aplanadora. Luego algunos con medias rojas y otros con blancas. Si ponemos a un lado La Tauromaquia de Goya y vemos lo que sucedió en la plaza de Mérida tendríamos que concluir que lo de Goya ha de ser por los cuernos de los toros y por otras de sus pinturas (Recuerdo con admiración la llamada El Parasol, que es un prodigio de juegos de luces) En La Tauromaquia torean moros con pantalones holgadísimos y con turbantes. Algunos sombreros con alas anchas, hasta una chistera, gorros y redes y solamente tres bicornios. Uno en la portada lucido por el mismo Goya y otros dos en una de las láminas, de dos personajes secundarios.

PITÓN DERECHO, OTRA VEZ Otro servicio prestado por el análisis de La Tauromaquia es la evidencia que en un principio, la muleta necesariamente tuvo que haber sido una banderola cuya asta evolucionó hasta convertirse en estaquillador, mientras que la tela terminó por montarse y cubrir los dos lados..

PITÓN IZQUIERDO Volviendo a la corrida con ganado de Rosas Viejas, lo mas memorable fueron las chicuelinas de Garibay. Casi eran desdenes martinistas, porque evitaba ese torniquete de envoltorio, que nos parece detestable. Recogía al toro con el capote extendido, estando de frente, sacaba suavemente el percal y despedía al toro con un ligero vuelo de la puntita del capote. Óle.

PITÓN DERECHO Los comentaristas le dieron un pequeño achuchón a la geografía. Al igual que otros humanos que conozco, ignoran los puntos cardinales. Cualquier escolar de los últimos años de primaria está al tanto que Mérida, la capital de Yucatán está en el paralelo 21 latitud norte y por lo tanto MÁS AL NORTE que la ciudad de México, que reposa un poco arriba del paralelo 19. Entonces, ¿De dónde sacan que está al sureste? Les digo... Fuera de ese pequeño envión, habrá que decir que la erudición de ambos comentaristas es provechosa para nosotros los aficionados que no terminamos de aprender. El erudito debe ser generoso con su conocimiento.

DESPLANTE Luis Niño de Rivera, aquel del estupendo libro “Sangre de Llaguno, La razón de Ser del Toro Bravo Mexicano”, y otro aficionado cuyo nombre no capté han enriquecido la afición taurina con su sabroso programa México Bravo, justamente antes de Toros y Toreros, pero en otro canal. Ligados ambos segmentos como pases tenemos una hora de templado disfrute taurino. En hora buena. Óle.

viernes, 2 de abril de 2010

EL MEJOR


PITÓN DERECHO Alguna vez dijo Alfonso Reyes que vivía tan enamorado de la vida, que el último que le hablaba, tenía la razón. Podríamos parafrasearlo y decir que nos gusta tanto la fiesta taurina que el último torero que se sublima en el ruedo, nos parece que desplaza a los anteriores para convertirse en la nueva figura.
PITÓN IZQUIERDO ¿Cuál ha sido el mejor torero mexicano? Para empezar, ¿Se puede hablar de El mejor? ¿No será como si se preguntara uno cuál sea el mejor pintor? ¿El mejor novelista? ¿El mejor cantante? ¿El mejor, cualquier cosa? Seleccionar el mejor de cualquier asunto es eliminar al resto del grupo de notables..
PITÓN DERECHO Estamos hablando de el mejor, no el más completo, ni el más artista, no el más consistente, no el más famoso, no el que más les podìa a los toros, no el más carismático, sino EL MEJOR. Pues bien, no hay ningún personaje, de los que han llegado a la excelsitud no solamente del toreo, sino dentro del amplio mundo del arte, que pueda ocupar el trono de El Mejor.
PITÒN DERECHO, OTRA VEZ ¿Mejor Goya que Van Gogh?, ¿Mejor Pavarotti que Caruso? ¿Nureyev que Barishnikov? ¿Rubenstein que Van Cliburn? ¿Sutherland que Caballé? ¿Hopkins que Nicholson? ¿Llopis que Flores? ¿Casals que Yo-yo? ¿Netrebko que Esther Lozano? ¿Rodin que Botero? ¿Wright que Calatrava? Por supuesto que en cada una de esas colosales mancuernas y de otras miles que pueden armarse, habrá algún remate de mis preferencias. Mas sería sólo eso; una preferencia
PITÓN IZQUIERDO Todo esto viene al cuento porque desde la blanca Mérida La Tikiní me peguntó cual había sido el mejor torero mexicano. Empecé por evadirme de responder y terminé por escoger a Armillita Sus asesores taurinos (Carcano y Pérez) la orientaron y ella me replicó: ¿Y Gaona? Pues sí, Gaona no merecía la eliminación. Pero lo mismo hubiera ocurrido si hubiera preferido a Garza porque me hubieran requerido por El Soldado y si no por Arruza y si no por Pepe Ortiz y si no por Manolo Martínez, Y si no, entonces David Silveti, y si no...
PITÓN DERECHO Aprovechando que estamos en la Semana Mayor, confieso que alguna vez, en esta columna casi cometí el error de señalar al mejor de una serie de pares de toreros. Fue un desliz, hermanos, que ahora reconozco. Pero de eso a decir que porque un torero me conmueve más que otro, resulte ser el mejor, dista mucho.

martes, 16 de marzo de 2010

LA FIESTA EN CASA DE SEGURIDAD

PITÓN IZQUIERDO La desfalleciente fiesta taurina en Mexicali y en el resto de la frontera México-sajona no está, afortunadamente, dejada a la buena de Dios, porque tiene como refugio tres espacios supletorios que hacen las veces de casa de exilio aclimatado, de santuario y casi, casi de casa de seguridad. En estos espacios la fiesta ha encontrado refugio provisional, mientras no tengamos corridas nosotros, los fronterizos.
PITON IZQUIERDO, OTRA VEZ Uno de ellos es el espacio virtual, es decir la región cibernética donde la corrida parece no decaer porque en los programas de televisión con frecuencia aparecen heroicas tardes con triunfadores legendarios. Allí la fiesta no envejece aunque Manolete, Armillita, Gaona, Calesero, Silverio, Valente, tienen ternos en blanco y negro. En esas pantallas televisivas la fiesta fulge. Es el santuario virtual donde las corridas se arrebujan y los años no pasan por ellas.
PITÓN DERECHO Otra dimensión virtual donde se cobijan es el programa de la tv norteamericana 60 Minutes. Este domingo 7 volvieron a presentar a toreros españoles comentando sus sufrimientos, triunfos y vicisitudes. Aparecen, sorprendentemente los momentos en que entran a muerte Recordemos que en otro DE PITÓN A PITÓN, mencionamos que si bien era cierto que en ese programa habían abierto las puertas a toreros y sus lances, editaron en todo momento con tijeras puritanas los momentos en que el toro era herido o que exhibía el zarzo sobre un lomo ensangrentado.
PITÓN IZQUIERDO Tenemos que en esta última programación, si se derramó el fluido vital, si se vio cómo el diestro entra a matar y hace contacto con la muerte. Si se vieron las banderillas hacer carne. Es sorprendente que ya se presenten lances hemáticos en ese espacio virtual y hay que reconocer que es una forma de conservar la fiesta en el mundo bidimensional, mientras no llega la versión verdadera, con sol, sombra, oros, sacrificios y muerte de los protagonistas, aquí en Calafia, en la Monumental de Tijuana, en la Balderas de Juárez..
PITÓN DERECHO Hay otros redondeles en que la fiesta despliega sus colores y emociones. Se trata de España, Francia, Ecuador, Venezuela, Colombia y las plazas mexicanas alejadas de la frontera norte mexicana. Allí, en la mayoría de las ferias importantes tienen buenas entradas la mayor parte de sus festejos. La fiesta no solamente subsiste en esos alberos sino que se enriquece con figuras señeras de reciente ingreso a la galaxia de la tauromaquia.
PITÓN IZQUIERDO Las Vegas es también otro espacio donde se conserva la fiesta taurina, en su advocación verde. Ahí reposa como en sala de mimos intensos y, al igual que en Portugal, la fiesta ecologista se celebra, sin sangre, banderillas, picadores ni estocadas ante un público no muy ducho (En el caso del veguense). Mientras tanto en territorio bajacaliforniano nuestro aburrimiento solemne durará hasta que volvamos a subirnos a los tendidos y revivamos el asombro con la verdad en dos cuernos intactos y pandos y sobre una cara de respeto. Es en ese momento, tan alejado, el sol iluminará media plaza sobre los oros, sedas, sangre y óles.
PITÓN IZQUIERDO, OTRA VEZ Eso es, la fiesta ausente en la frontera, por el momento está bajo custodia en ruedos, estadios, circos romanos. Los curadores verdes tendrán que percatarse de la naturaleza profunda de la tauromaquia y llegará el momento en que caigan en cuenta que no puede subsistir ni reproducirse en terrenos “light”. Llegará la feliz tarde en que nos resarzan con la fiesta de fiestas ya tan extrañada por la ausencia lamentable.
PERDIÉNDOLE LA CARA AL TORO Lo mismo ocurrió en la mitología greco latina cuando las manzanas de oro fueron hurtadas del Jardín de las Hespérides. El delincuente fue nada menos que Hércules que así cumplía la penúltima de sus doce tareas. Pues bien, dichas manzanas de oro no pudieron prevalecer fuera del jardín de origen y al tiempo, tuvieron que ser devueltas a regañadientes.
PITÓN DERECHO Que Santa Verónica así lo disponga, que regrese la fiesta a Mexicali, después de que las cortes ecologistas terminen de ejercer su patria potestad que asegura su supervivencia y no su engrandecimiento.
DESPLANTE ¿Por cierto, vieron a Luis Bolívar, el colombiano? ¿Y que llegara a ser lo que se vislumbra?

martes, 23 de febrero de 2010

PANCHO VILLA Y OTROS HÉROES, TOREROS

PITÓN DERECHO Ahora que estamos en los festejos anacrónicos del centenario y bicentenario de dos episodios torales en la historia mexicana, hurgando anécdotas de Villa para exponerlo en una charla literaria, reencontré un escritor norteamericano, injustamente excluido de los catálogos de los historiadores importantes de México, que da noticias del Centauro del Norte como sólo los fuereños pueden hacerlo.
PITÓN IZQUIERDO Se trata de John Reed, reportero norteamericano que estuvo con Villa unos años acompañándolo en sus batallas y gozó la oportunidad de conversar mucho con él. Escribió una pequeña obra llamada México Insurgente, que por cierto fue motivo de un rollo fílmico deplorable. De esas pláticas dio cuenta sabrosa de los temas que surgieron al chisporroteo de las fogatas y que nos dicen mucho de Villa y por supuesto del mismo Reed, cuyas preguntas y métodos para abordar la conversación eran (y son ) envidiables.
PERDIÉNDOLE LA CARA Este John Reed tuvo tanta certeza en sus reportes y sagacidad en su periodismo que convivió con los comunistas durante la revolución rusa del 17. Escribió “Diez Días que Conmovieron al Mundo”, un libro tan hecho al gusto de los triunfadores, que durante mucho tiempo el fue el único norteamericano sepultado en el Kremlin, ya que murió muy joven, en tierras rusas.
REGRESANDO AL TORO Nos cuenta que Villa era muy aficionado a las peleas de gallos y a las corridas de toros. Dice Reed, “Nunca perdía una corrida de toros, todas las tardes, a las cuatro, se le encontraba en la gallera, donde peleaban sus propios gallos con la entusiasta alegría de un muchacho (...) En ocasiones ya avanzada la mañana, mandaba buscar con un correo rápido a Luis León, el torero; llamaba personalmente por teléfono al matador, preguntando si tenían algunos toros bravos en el corral. Casi siempre los tenían y entonces corríamos a caballo por las calles, como más de medio kilómetro a los grandes corrales de adobe.”
PITÓN DERECHO Sigue Reed, “Veinte vaqueros separaban al toro de la manada, lo derribaban y ataban apara recortarle los cuernos. Entonces, Villa, Luis León y todo el que quería, tomaba las capas rojas profesionales del toreo y bajaba a la arena. Luis León, con la cautela del conocedor, Villa tan porfiado y tosco como el toro, nada ligero con los pies, pero rápido como un animal con el cuerpo y los brazos. Villa se iba directamente hasta el animal que piafaba enfurecido, y lo golpeaba, atrevido, en la cara, con la capa doble y así, por media hora, practicaba el deporte más grande que jamás he visto. Algunas veces, los cuernos recortados del toro alcanzaban a Villa en las asentaderas de su pantalones y lo lanzaban a través del coso; entonces se revolvía y cogía al animal por los cuernos luchaba con él, bañado de sudor el rostro, hasta que cinco o seis compañeros se colgaban de la cola del toro y lo arrastraban bramando y levantando una gran polvareda”
PITÓN DERECHO, OTRA VEZ Otro personaje de la revolución centenaria, quien por cierto prohibió las corridas de toros de 1916 a 1920, fue Venustiano Carranza. Por supuesto que algunos lo aplaudieron (Los aprehensivos de los lagos hemáticos) y otros debieron refunfuñar insultos (Los gaonistas del momento) Pero lo que no alcanzó a saber el Varón de Cuatro Ciénegas, porque se atravesó Tlaxcalantongo, fue que uno de sus sobrinos nietos partiría plaza enfundado en un terno de luces y marcaría la tauromaquia mexicana para siempre.
PITÓN IZQUIERDO Manolo Martínez toreó con tal arte que recompensó sobradamente a la afición mexicana de aquel lustro ayuno por tosquedad e insensibilidad su tío abuelo. Su arte va a durar por generaciones ya que, quienes lo vimos, dejaremos modestas letras al menos para lectura de algunos y para los más, tendrán imágenes cibernéticas replicadas al infinito de quienes no tuvieron la suerte de pasmarse con su señorío en tiempo real, como ahora se estila decir.
PITÓN IZQUIERDO, OTRA VEZ Regresemos al toro del bicentenario: la vena taurómaca de Miguel Hidalgo y Costilla es más conocida y comentada: fue ganadero de reses bravas y además torero, al igual que Morelos y Allende, quienes sin apacentar ganado, echaban la pierna enfundada en botas federicas, frente al toro.
DESPLANTE Si hablamos de las dos celebraciones belicosas, tendremos que reconocer las ricas personalidades de esos nuestros héroes de corazones con fondo suficiente para que pudieran coexistir anhelos de libertad colectiva y un sentido de sacrifico por ideales invisibles y, también con espacio para las verdades tangibles, como es el toreo donde el que muere, también lo hace de veras.

martes, 16 de febrero de 2010

ESTRELLA DE DAVID Y EL FANTASMA DEL RUEDO

PITÓN IZQUIERDO También Por la Puerta Grande se percataron que Castella traía bordada en oro la estrella de David en la espaldar. Sólo que uno de los tertulianos se preguntó si eso significaba que muy supersticioso. En ese caso lo debiera preguntarlo a todos aquellos toreros que traen imágenes santas en sus capotes de lujo y cruces sobre el corbatín. Esa observación el empleo del sustantivo “superstición” me parece inadecuado.

PITÓN DERECHO Es la fe legítima de las criaturas temerosas que se adentran a un rito en que pueden morir. La fe no solamente es refugio de los afligidos por el miedo, sino componente de la patria apacible de la mayoría de las creyentes. Y la forma en que los humanos, en esas condiciones de pánico, recurrimos a lo sagrado, cuando estamos a punto de reunirnos con él.

PITÓN IZQUIERDO Lo que también el suscrito percibió es que Castella, en el patio de cuadrillas antes de iniciar el paseíllo del Mano a Mano con Ortega, se persignó. Se entiende que no es de la confesión judía.¿Por qué trae, entonces, la estrella de David? ¿Algún obsequio para una persona que quiere distinguir?

PITÓN DERECHO Ya está claro que el único personaje taurino que no tiene inclinación por el engaño, es el toro. Lo pueden anunciar como toro, siendo novillo y a la mera hora con su inocencia aclara su edad. También se le hace salir bajo un letrero que lo anuncia con media tonelada y con su carrera de galgo le bastan dos vueltas para corregir la báscula. No engaña.

PITÓN IZQUIERDO Algunas tardes un fantasma llega a la corrida. Monosabios, peones, toreros, picadores y el público, cambian de semblante. Y no porque les eche a perder la tarde, sino porque los enfrenta a la verdad. Casi se puede escuchar el jadeo ominoso del fantasma. Luego se apersona en el ruedo que parece ampliarse para que quepa la verdad.

PITÓN DERECHO Se trata del toro-toro. La cornamenta arqueada, vuelta, pronta, amplia, aguda, astillando las maderas y con un cuerpo que no acaba de pasar frente a las miradas concentradas bajo las monteras bien caladas. Örale.

PITÓN DERECHO, OTRA VEZ Cuando sale el toro-toro como fue el caso de la corrida de Ochoa, Juan Bautista y Pepe López las cosas se aclaran y se notan los alcances y el temple de los toreros. Casi es escucha el reacomodo de los criterios para evaluar lo que se haga frente al señor Taurus.

PITÓN IZQUIERDO Nos pareció que Ochoa aprovechaba los viajes numerosos de un toro pronto y no pudo pararlos y luego templarlos, como lo hace con los viajes de toros más suaves. En cambio Juan Bautista, tal vez más hecho a ese tipo de toro, paró y pudo templar y muy bien. en el último tramo del muñecazo. Templaba que era un primor con poca permanencia en el tiempo, pero muy reposado y ahondando la despedida. Óle .

PITÓN IZQUIERDO, OTRA VEZ El viento estuvo de colado insoportable. El francés armó la muleta con el estoque prensando el pico, no envuelto por éste. Ni así evitaba el ondear peligroso del engaño. Pero fue ocasión de apreciar la técnica que cada diestro posee para resolver el lote que tuvo en suerte. Ninguno naufragó, y hasta hubo momentos de luz. El fantasma no echa a perder las corridas, las hace recuperar seriedad, arrogancia y a los aficionados nos sumerge en esa prodigiosa alegoría de la luminosa vida y de la intrigante muerte.

DESPLANTE Rafael Loret de Mola en su obra “Si los Toros no dieran cornadas” relata una estupenda anécdota. En una conversación entre Silverio y José Vasconcelos, el escritor, político, filósofo y mujeriego mexicano se sorprendió de los que ganaba Silverio por corrida, cuando estaba en su apogeo. “Yo, dicen que dijo Vasconcelos, gané una fracción de eso con mi novela Ulises Criollo, que es de las más leídas en México y tú ganas eso y mucho más en una corrida.” Entonces el Compadre respondió con sorna: “Pues a torear, Don Pepe, a torear”

jueves, 11 de febrero de 2010

CRUZARSE CON EL TORO

PITÓN DERECHO En el no tan exitoso Mano a Mano entre Castella y Ortega, éste sufrió dos achuchones que fueron más aparatosos que lesivos y cuando el médico lo dejó continuar con la faena, recordé el caso de aquel novillero herido en Mexicali, Jorge Benavides, al que no le descubrieron una trayectoria del cuerno y por poco pierde algo más que su carrera. La autorización que dieron a Ortega fue porque había sido sólo un rayón. La revolcada que le dio el toro presagiaba algo verdaderamente serio. Afortunadamente, “solo fue un rayón”.

ENMENDANDO LA DISTANCIA Una corrección: el mes de 2010 en que Don Bull dejará ayuna a la población taurina de Las Vegas será marzo, no abril. Las corridas serán el último sábado de cada mes, con excepción de diciembre en que partirán plaza el sábado 18.

PITÓN DERECHO, OTRA VEZ Como en todas las corridas, ese mano a mano fue motivo para aprender de la fiesta. Por ejemplo, no todos los manos a manos se entiende la razón para haberlos armado Los festejos mano a mano tradicionales son apetecibles, cuando hay dos toreros que hacen de los domingos un asunto impostergable y hasta bipolar entre la afición. Es decir, solamente dos interpretaciones delirantes. El resto del mundo taurino bien puede desaparece unos días. También se dan mano a mano que la afición no pidió pero que el empresario, con mucha sabiduría, los combina y logr un atarde memorable.

PITÓN IZQUIERDO Tal vez Usted como aficionado ya se percató de la manera en que el francés se cruza con el toro. Más bien cómo maniobra para cruzar al toro. Lo hace así: con la muleta en la derecha y ante un toro remiso, se coloca entre el toro y el engaño, en línea recta. Luego oscila la muleta hasta que toca al toro por el cuerno derecho, estando él entre la muleta y el socio. El toro se reacomoda para embestir y queda cruzado.

PITÓN DERECHO Hay momento de espera. Aquí el pase puede tener dos salidas por la espalda o derechazo. Si el toro acude al engaño por el cuerno derecho, con la muleta atrás del torero, Castella saca un angustioso pase por la espalda. Si el toro es tocado cuando la muleta está acomodada para un derechazo, Castella aprovecha para embarcarlo y darle una comba suave, templada y larga porque el toro estaba cruzado al momento de iniciar el trazo.

PITÓN IZQUIERDO Eso sería cruzar al toro sin necesidad de cruzarse el torero. Como Castella lo hace son suavidad y parsimonia de movimientos, pareciera que ese sería uno de sus aportes a la fiesta. Ponce en la tarde en que abrió por primera vez ante la afición mexicana, el regalo de La Poncina, también cruzaba el toro meciendo la muleta. En la preparación de La Poncina y en otros pases. Entonces, no es una novedad. Algunas veces El Zotoluco lo hace. Pero tan seguido como Castella, no.

PITÓN DERECHO Que cartel tan bien hecho tuvieron los aficionados de Guadalajara el domingo 7 de febrero: El Juli, Castella, El Conde. Órale. Las noticias locales no dijeron esta boca es mía. No supimos cuál había sido fue el saldo artístico de la tarde.

PERDIÉNDOLE LA CARA AL TORO Las noticias no hablaron de esa corrida, pero si nos pusieron al tanto de que un equipo había humillado a otro. Como si las justas deportivas fueran para humillar al vencido. Deberían incluir en las campañas contra la contaminación, la que hacen del lenguaje. Revisar el empleo de los verbos, sustantivos, adjetivos, algunos tan fuera de sentido. Mientras que los del micrófono dicen: Corrió para doscientas yardas. ¿Y que nos dicen de intercepción, en vez de interceptación? Y luego eso de que no pueden estar en la cancha de futbol, sino que “Estamos en lo que es la cancha de futbol ...” No dicen que están en el antro Bar Bar: Dicen, “Estamos en lo que es el antro Bar Bar”.¿Habrán alguna vez abierto un diccionario? O para decirlo como lo harían ellos: ¿Habrán abierto alguna vez lo que es un diccionario?

DESPLANTE Claro que lo que dicta el anterior párrafo es la irritación porque la fiesta taurina no recibe tanto espacio. Nos taladran con tantos y tantos nombres de jugadores de básquet, de tenis, de fut sóquer (Sé que en inglés se escribe basketball, tennis, football soccer), que serán olvidados dentro de un año en los libros de la trivia. Todos reciben más espacio que los artistas de los que seguiremos reconstruyendo sus faenas por mucho tiempo. Eso cala.

LEVANTANDO AL TORO A este aficionado ha llamado la atención la presencia de un símbolo judío en la fiesta de los toros. Las veces que ha toreado Castella este año, en la espalda de su casaquilla trae bordada en oro la estrella de David. Esa que se traza con dos triángulos equiláteros y que es distintivo hebraico. No deja de llamar la atención su presencia en el espaldar del francés. Don Pepe Alameda escribió un libro llamado El Toreo, Arte Católico con su habitual destreza idiomática.