domingo, 5 de agosto de 2012

LA NEGRA NOCHE ASCIENDE



PATIO DE CUADRILLAS Las películas y los juegos de video son dos de los educadores favoritos para explicar la conducta de algunos truhanes. Recientemente, en su estreno con matanza, la película The Dark Knight Rises ha vuelto a colocar, como tópico, las viejas tesis jamás verificables que postulan (1º), La circunstancia vivencial como determinante de la conducta del individuo y (2º),  La tesis alterna que afirma que éste, como criatura responsable a la vez que racional, ejerce su libre albedrío y escoge del entorno social los hilos de conducta que a su entramado ético convienen.


PASEÍLLO Antes tomar esta masacre como arranque para hablar de toros, hemos de comentar lo siguiente: Las palabras homófonas inglesas knigth y nigth, caballero y noche, respectivamente, permiten que un anglo hablante, pronunciando el título de la película The Dark Knight Rises, oiga indistintamente lo que en español sería ¨El Caballero Negro Asciende¨ o ¨La Negra Noche Asciende¨. Además del doble contenido hay otro dato que hace paradójico el nombre de esta película de Batman: las noches, a diferencia de los amaneceres, no ascienden, sino que caen, por lo que no deja de ser sugerente la expresión ¨La Negra Noche Asciende¨

¡AL TORO, AL TORO! ¿Un Murciélago con orejas de Dóberman (!!), de pezones y abdominales de plástico (!!!), fue quien influyó en el pobre desgraciado para que se peinara con gel de zanahoria y disparara andanadas contra centenares de asistentes al estreno? 
PITÓN DERECHO Las preguntas que nos obliga nuestro taurinismo son ¿Cuántos casos documentados similares y vinculados a lo taurino, se conocen?  ¿Cuál hubiera sido la reacción de los ULB anti taurinos, si en una fecha promisoria, digamos la presentación de José Tomás en Nimes, a la entrada de la Arena un aficionado con ojos de porcelana se aplicara a banderillar a los asistentes?

PITÓN IZQUIERDO ¿Qué clamor globalizado, con bocas prestadas hubiera orquestado Juana de Arco y su escudero, quienes  desprecian, sin conocer, la manifestación artística y cultural de las corridas de toros? Y de darse el evento, nuestros legisladores ¿finalmente se hubieran puesto a leer… algo, lo que fuera, antes de garabatear una prohibición? Órale.

PITÓN DERECHO Las atrocidades de lesa cultura usualmente han estado a cargo de ignorantes, fanáticos o desquiciados. Así ocurrió con la Biblioteca de Alejandría, con los códices precolombinos, con la arquitectura de Mesoamérica, con los museos del medio oriente, con varias lenguas africanas y del desierto Norteamericano y de la Amazonia. Ahora se incluye la tauromaquia en las manifestaciones culturales asediadas por la ignorancia. La Negra Noche Asciende.


miércoles, 18 de julio de 2012

EL MIEDO NO DA VENTAJAS

PITÓN DERECHO Arévalo y del Moral dedican un libro importante y ameno a la vida y muerte del torero Francisco Rivera, Paquirri. Cuentan que en el patio de cuadrillas de Pozoblanco, antes de iniciar el que sería el último paseíllo de su temporada española y que resultó también el último de su vida, uno de sus alternantes, El Yiyo, le hace una pregunta:

PITÓN IZQUIERDO --¿Maestro, cómo son estos toros?

PITÓN DERECHO Era la sexta vez que Paquirri torearía ese ganado y había comentado horas antes que los toros de Bandrés Sayalero le embestían bien y solía estar muy a gusto. A punto de partir plaza para alternar con quien hizo la pregunta y El Soro, Paquirri responde:

PITÓN IZQUIERDO --La corrida es muy bonita. Ahora te enterarás.

PITÓN DERECHO Es decir, contesta otra cosa y no comparte con su alternante la importante información. Por supuesto que conocía el encaste, pero no dio el parte informativo que, en cualquier tarde, puede propiciar el triunfo y evitar la cornada. No dar ningún tipo de ventaja es un rasgo que en todo el libro parece formar parte del estilo de Paquirri. 

PITÓN IZQUIERDO En el cuarto de la tarde (su 2º), Paquirri veroniquea a Avispado. Hay una foto donde el diestro está de perfil, como despreciando los cuernos, viendo a las gradas, no la embestida. El toro ataca por su cuenta al capote extendido. Es una la las cinco verónicas que dio a pies juntos. Es un pase temerario.

PITÓN IZQUIERDO, OTRA VEZ Después de ese momento inmovilizado para siempre, salen los picadores y Paquirri al sostener al toro para que se coloque el picador, es embestido. Evita un primer arreón pero no el segundo, que sería el último que verá en su vida. Es empitonado a fondo. Del centro del ruedo a donde el toro lo llevó cabeceando lentamente, lo rescatan y se dirigen a la enfermería. Tienen que quebrar el vidrio para tener acceso. A partir de ese momento El Yiyo se encargó del toro.

PITÓN DERECHO Lo aprovecha y corta dos orejas. Una hazaña considerada por muchos, cuando menos impertinente, si no es que baja,  ya que el torero se esmera para triunfar con un toro que ha herido a un compañero. El Yiyo ya había cortado las dos orejas a su primero, luego esa dos al de Paquirri y, en el 5º de la tarde, su 2º, otras dos.

PITÓN DERECHO, OTRA VEZ Seis orejas; El Yiyo tampoco concedió ventajas esa tarde en que Paquirri fue herido letalmente.

PITÓN IZQUIERDO Durante la temporada 2011 de San Isidro entrevistaron a un torero en retiro, cuyo nombre he olvidado. Este diestro rememoró que una vez alternando con Paquirri, éste tenía ya asegurada la salida por la Puerta Grande por una de sus acostumbradas faenas de garra. El torero entrevistado también abriría la Puerta Grande si cortaba otra oreja, a éste su último toro. Entró a matar bien, pero la estocada fue de lento efecto. Tuvo que buscar el descabello. Al colocarse para intentarlo, Paquirri se acercó y no lo hizo para ayudar sino que distrajo una y otra vez la atención del moribundo para que no fijara la cerviz y fallara el descabello. Hubo varios intentos fallidos. Finalmente Paquirri salió sin compañía por la Puerta Grande.

PITÓN DERECHO Suele darse otro tipo de competencia desleal y es la que se puede establecer con el toro. Algunas veces los aficionados descubrimos que el torero que con tal de no enseñar el cobre por su falta de técnica, valor o creatividad, por desgano, o todo a la vez, para resolver charadas con cuernos, denuncia públicamente que el toro es intratable. Por supuesto que hay toros que son difíciles, pero hay toreros que se esfuerzan más por echar el público en contra del toro que por encontrar la lidia adecuada al galimatías con cuernos. Hay plazas donde la afición no se deja engatusar; pero en otras terminan devolviendo al toro o chiflándole en el arrastre y reconociendo el afán del torero.

RECORTE FINAL Si un torero tiene la entereza de ánimo para salirle al toro, sabiendo que se le puede ir la vida a borbollones en una cornada repentina, ¿cómo es posible que caiga en la tentación de las pequeñas mezquindades? Es que los hijos del Miedo son todos los Peligros que están agazapados detrás de todo. El torero tiene que descubrir dónde están los demonios para exorcizarlos. Se tiene que aferrar a todo lo que pueda significar seguridad, confianza. Se tranquiliza el ánimo con el color del corbatín, la disposición de los enseres del cuarto del hotel, la presencia o ausencia de una mujer, los sueños de la siesta, los temas de la conversación menuda, tallando las zapatillas sobre los aros; iniciar con el pie derecho. Hace todo lo que se tiene que hacer.   

sábado, 14 de julio de 2012

DOS EQUÍVOCOS y TRES INFUNDIOS SOBRE LA TAUROMAQUIA






1er Equívoco
La tauromaquia es un deporte
1er Infundio
La tauromaquia no es cultura
2do Infundio
La tauromaquia no es arte
  3er Infundio
Los taurinos disfrutan la tortura
2do Equívoco
La tauromaquia es un espectáculo fuera  de nuestro tiempo





La intención de este ensayo es contribuir al entendimiento de una manifestación cultural sui generis. Tanto la ignorancia como el dolo con que es atacada la tauromaquia se pueden amainar persuadiendo con información del domino público. Es imposible erradicarlas completamente ya que ninguna fobia humana puede serlo. Ambas formas de atacar el arte taurino configuran un caso de lesa cultura y están arraigadas en el simple desdén por entender lo que se ataca y aunque la ignorancia puede reducirse a corto plazo, su costra, que es el dolo, puede llevarse más tiempo en ablandarse.




Eugenio Guerrero Güemes
Mexicali, B.C., verano del 2012




1er Equívoco
¨La tauromaquia es un deporte¨

El lema olímpico compuesto por tres palabras latinas Citius, Altius, Fortius ¨Más Rápido, Más Alto, Más Fuerte¨ si bien describe la gran mayoría de lo esfuerzos con que se ganan los lauros en las competiciones olímpicas, no se emparenta ni lejanamente con la sustancia de una corrida de toros. Esa sola consideración bastaría para excluir al toreo del listado de los deportes.
¨Más Rápido, Más Alto, Más Fuerte¨ es la redacción de un triple imperativo para la cuarentena de disciplinas deportivas que se incluyen en los Juegos Olímpicos. Ese imperativo parece sobre volar la gimnasia artística, el nado sincronizado y los saltos de trampolín y plataforma. Esto es, el ideal deportivo señalado parece excluir los únicos eventos olímpicos que se orientan más a la apreciación de la belleza rítmica que a la admiración y culto del músculo espasmódico. En el caso de las pruebas hípicas, únicos deportes en que participan animales y que por eso pudiera asociarse en algo con la tauromaquia, no van más allá con la analogía porque en la Copa de las Naciones tampoco se busca la belleza, sino el reconocimiento al adiestramiento y doma de los equinos.
Hay otro asunto olímpico y lateral no asimilable a lo taurino: los zapatos, trusas, camisetas y los adminículos utilizados en las justas olímpicas constantemente reciben adelantos tecnológicos que los hacen casi indetectables por la báscula, cada tres o cuatro olimpíadas. El desarrollo tecnológico visible en los materiales y confección de los indumentos utilizados por los atletas olímpicos es imparable. También los pisos, pistas, medios y superficies e instrumentos se mejoran para que los afanes de los atletas tengan marcas más rápidas, más   altas, más fuertes. Cada cuatro años la competición mundial estrena adelantos significativos para hacer tersas las cadencias humanas mediante el uso de los materiales desarrollados planetariamente para superar los logros.
En el caso de los trajes de los toreros, ni siquiera el menos informado de La Fiesta diría que son los más adecuados para los movimientos que exige bregar con un toro bravo. Los tres principales componentes del traje: la chaquetilla, el chaleco y la taleguilla, tienen hombreras, alamares, borlas y bordados metálicos con un peso que puede llegar a los cinco kilos. La arena sobre la que se juega la vida el torero tradicionalmente no recibe tratamiento artificial. Sigue siendo transportada desde las riveras de ríos, dunas del desierto o faldas de volcanes y sometida a procesos físicos.
Para concluir este rápido deslinde del deporte con la tauromaquia todavía quedarían por considerarse dos deportes, no olímpicos y con gran aceptación mundial y en los que, como en la corrida de toros, tienen un papel indispensable los animales: se trata de la pesca y caza. Por lo general en las tres actividades terminan muertos los animales. Digo ¨por lo general¨, porque en la pesca muchas veces no. Recordamos que hay modalidades en que reintegran al agua el pescado (volviéndole así su condición de pez), una vez que le arrancan de las fauces el anzuelo con que lo sacaron a fuerzas de su hábitat. Si no es el caso, simplemente lo dejan que se asfixie. En la cacería el animal es abatido, frecuentemente, sin haber cruzado miradas con su cazador que lo pudo acechar con miras telescópicas a medio kilómetro de distancia. Pero esa semejanza no es suficiente para hacer del torero un deportista mientras que el pescador y el cazador si merecen el apelativo. Aún otra diferencia: el cazador y el pescador practican un deporte relativamente seguro para ellos, mientras que el torero oficia un rito y mientras esté el toro en el ruedo, el oficiante puede ser herido de muerte en cualquier momento. 
Por cierto, a pesar de causar tantas bajas a la fauna salvaje, una de las razones por las que la caza no es asediada con su evaluación moral ni asaetada por los insultos ULB es porque resulta ser parte de uno de los negocios de jugo verdaderamente globalizado: la venta de armas. ¡Con los grandes negocios habrían topado!

 1er Infundio
¨La tauromaquia no es cultura¨

Los humanos somos criaturas que cumplimos con las encomiendas biológicas de la especie: nacemos, crecemos, nos alimentamos, nos reproducimos y morimos. Ninguno de esos eventos es producto cultural aportado, sino coexistencia de los instintos y vísceras compartidas con el resto de los animales. Lo que si es un aderezo humano es el guateque y alborozo que hacemos los padres cuando nacen nuestros críos. Asimismo lo es la preparación y condimento aromático de los nutrientes con lo que satisfacemos la necesidad de alimentarnos. El rito de iniciación a la pubertad también es cultural. Para cumplir años basta con estar vivo, es un momento biológico, pero hacer una fiesta y decorar un pastel con velas encendidas convierte este elemental acto, que en el fondo es ver pasar el tiempo, en un hecho cultural. Llegar a ¨la edad de las ilusiones¨ o a ¨ la de merecer¨, es un acontecimiento folclórico. La alimentación es otra necesidad animal: utilizar tenedores y cucharas y no hacer ningún acto de limpieza en la mesa, otro que no sea desmancharse los labios, es cultura. Matar un animal para conseguir los elementos nutricios para nuestra permanencia terrestre es una necesidad; torearlo vestido de luces, exponiendo la vida antes de darle muerte para después comerlo, es un evento cultural. La necesidad de aparearse corresponde a la bienvenida y celebrada urgencia de la especie; vestirse de gala y comprometerse ante Dios y los hombres e intercambiar anillos para bendecir y legalizar la cohabitación y procreación,  es una conspiración cultural.
Morir es otro acontecer inevitable de la especie humana. Llevar el cadáver en una procesión lenta y rendirle cultos familiares, cívicos o religiosos y construir un cenotafio es una ceremonia cultural. Controlar la natalidad del planeta por medio de millones de abortos es un evento brutal, pero no deja de pertenecer a la cultura. Matar al que pone en peligro nuestra vida es reacción visceral, hacerlo con rifles, bombas o dosificando una descarga eléctrica, es acontecimiento que, vestido con la formalidad de una declaración oficial, pertenece al ámbito de la cultura. 
Los afeites con que se acicalan las actrices del cine así como los simples trazos con gomas y anilinas de los bosquimanos pertenecen a la cultura humana; lo mismo las pinturas más exquisitas en los lienzos expuesto en el Hermitage, Louvre, Getty o del Prado, son tan inherentes a la cultura como las hermosas y extrañas elaboraciones dibujadas bajo los peñascos de Piedra Gorda, a un lado de La Rumorosa, en Baja California.
La tauromaquia es componente del acervo cultural de la humanidad. No será del gusto de todos, pero eso no la desamarra del legajo actual de la cultura mundial.
¿Qué ejemplo habría de alguna expresión cultural que fuera de aceptación universal? ¿Conoce Usted a alguien que se aburra en los museos, o con Wagner? ¿Con la música rockera, hip-hop o grupera? ¿Conoce a alguien que no haya leído El Quijote de la Mancha?
¿Qué actitud debemos adoptar con algo que  no sea del gusto de todos?

Todavía más, la Fiesta de los Toros no sólo es una proeza cultural, es un rito escénico. La reconocemos como cultura por ser creación humana y la definimos como rito porque es pompa y circunstancia que se integra con usos, costumbres, cánones y prácticas muy extrañas a otras manifestaciones artísticas. Los elementos de esta, que pudiéramos llamar, liturgia pagana, deben observarse minuciosamente tarde a tarde porque cuando se incurre en omisión no falta alguno de los participantes: los toreros, la autoridad de la plaza, los aficionados quisquillosos, los cronistas, que se exijan unos a otros el cumplimiento del canon. En todos los casos se espera una enmienda pública, un buen regaño y hasta la imposición de una multa de las que están previstas en los reglamentos que cada plaza de toros en el mundo tiene.
La consolidación de la tauromaquia como expresión cultural centenaria, se ha logrado por su apego al canon que en cada corrida se tiene que cumplir. La lidia de un toro es una ceremonia que ha ido ensartando con hilo de oro costumbres con las que finalmente recama con detalles significativos los veinte minutos que vive un toro sobre la arena. Hay que señalar que el ritual no solamente se da en esos veinte minutos sobre la arena, sino que se extiende por años antes de la corrida tanto en el campo bravo y durante semanas, días y horas en las corraletas, donde los toros aguardan.
Algo del ritual. Estamos en nuestro asiento y es la hora. Parches y bronces resuenan. Se empieza por ¨despejar la plaza.¨ Como se sabe, el uso del término ¨despejar¨ obedece a que antiguamente se toreaba en las plazas cívicas, mismas que se acondicionaban con troncos, tablones, graderías y cercas para permitir la presencia del público sin ponerlo en riesgo. Pues bien, como se trataba de una plaza de uso irrestricto deambulaban los paseantes, los buhoneros y vendedores de bocadillos. Poco antes de la corrida la autoridad representada por el jinete alguacilillo despejaba la plaza para que se diera el festejo. Una vez desalojada la caterva, ahora sí se presentaban los toreros que irían a participar ese día. Realizado el desfile de los artistas, la autoridad procedía a recoger las llaves para abrir los chiqueros y dejar a los toros desparramar el pánico. El rito actual sobre viviente es que cuando son tres los alternantes, el matador de mayor antigüedad se coloca a la izquierda, a su derecha en el otro extremo el siguiente en antigüedad y al centro, el más reciente. En ese orden es como torean, siendo el más antiguo el Director de Lidia, función que cada vez se desempeña menos. El que pisa por vez primera esa arena se descubre durante el paseo, esto es, lo hace con la montera en mano. El reglamento señala cuándo puede tocar la banda. Por costumbre sólo los matadores y los picadores pueden llevar bordados en oro. El matador no deberá tomar la espada con la mano izquierda, aunque en casos de herida, sí. Recientemente El Juli, lastimado del hombro derecho hizo una faena al toro con el estoque en la izquierda, misma mano que utilizó para darle muerte al animal. Pero eso es una rareza. Cualquier incumplimiento a la liturgia taurina, apenas esbozada en estas líneas, hace fruncir el seño.
Un momento ritual que se cumple en la gran mayoría de las tardes es el silencio que precede al momento en que el torero prepara la muerte del toro. Cuando el torero se perfila a matar, se hace el silencio, se calla la música, se apagan los gritos, se terminan los aplausos y el silencio techa la tarde. Aún si la faena previa no ha tenido mérito alguno y no haya entusiasmado a los asistentes, de todas maneras se hace el silencio por el inminente sacrificio del toro. Un silencio contenido que se desinfla en grito de decepción si falla el torero al primer intento o que estalla en alborozo si hay suerte de acertar la estocada y el toro muere rápidamente. Por mucho que el público haya aclamado la actuación del torero, pidiendo música, gritando óles o celebrando con coros: ¨¡Torero, torero!¨, si no da muerte rápida al toro, entonces no logrará ninguno de los trofeos que usualmente se otorgan.

2do Infundio
¨La tauromaquia no es arte¨

La gran mayoría de los que acuden a las corridas de toros lo hacen por divertirse, es cierto, pero eso no le quita un ápice al arte taurómaco. Sería como pensar que las oleadas de turistas que se distraen en los museos, con su frivolidad le descuentan valores artísticos a las obras que los divierten tanto. Pasa lo mismo con las corridas de toros: La obra de arte del torero se da porque ha sido diseñada con intención estética, aunque sólo la disfruten minorías y las mayorías la consideren como simple diversión.
Las evoluciones que hace el torero frente al toro bravo corresponden a una coreografía formada por los aportes personales de miles de toreros que se han jugado la vida frente a centenares de ganaderías y que han acumulado con sus interpretaciones un acervo coreográfico del que se extraen, para repetirlos, lances tarde con tarde. Es un minué ritual que intenta conmover el espíritu del diestro y de los asistentes, plantándose frente al peligro mortal de un animal con cuernos, que ronda la media tonelada. La intención es la de generar belleza tirando de la cornamenta con los vuelos de un lienzo, mientras el torero solamente mueve los brazos para que las astas rasguen el aire frente a sus muslos arqueados en seda y oro. La quietud momentánea al tiempo que esa guadaña despliega su curva es lo que conmueve al hacedor y al espectador del arte taurino.
En efecto, postulamos que cuando un humano diseña una obra buscando la emoción estética para conmover a quien la vea o escuche, en ese momento hace arte y consecuentemente se transforma en artista. Por supuesto que no todos los que anhelan ese sobrecogimiento ante la hermosura lo logran, ni en la tauromaquia, ni en la música, ni en la mímica, ni en la pintura, ni en la literatura, ni en la escultura, ni en la actuación escénica. Pero la intención del autor es lo que define una obra de arte: la pretensión de crear éxtasis en el próximo; querer ser un taumaturgo. Puede resultar una fallida obra de arte y la gran mayoría así son por la irremediable escasez de talento y flagrante mediocridad del artista o por su técnica destartalada; pero el puro estro para generar emoción estética es suficiente para hacer del iluso un artista; que logre obras excelsas, es otro asunto.

3er Infundio
¨Los taurinos disfrutan la tortura¨
Para Fernando Sánchez Dragó
Creo que aquí reposa la limitación principal de los anti taurinos: su olvido que el principal vínculo de los humanos con lo que vale la pena, es el sacrificio. El concepto del sacrificio está arraigado en todas las culturas y aparece simultáneamente con la idea del pecado o un incumplimiento de ciertos valores o preceptos divinos. Algunas veces para congraciarse con los dioses son suficientes las ofrendas materiales; en otras es necesario el sacrificio de animales o de humanos. Conciliar mi arrepentimiento con el valor superior al que le fallé, me obliga a la inmolación, al sacrificio.  
Ya dos mil años aC  el concepto de sacrificio aparece ligado a la idea de la sangre para recibir el perdón, lavar culpas o apaciguar iras. Así multitud de jeroglíficos, petroglifos, huesos calcinados, estelas pétreas, gestas y mitologías sugieren o mencionan varias especies de animales como prendas propicias para lavar las faltas humanas y congraciarse con las deidades. La hecatombe griega significaba una manada de cien bueyes para ser sacrificados. Pero también los mismos dioses exigen ocasionalmente que las criaturas sacrifiquen a sus propios hijos para lavar con su sangre las afrentas recibidas y poder obsequiar el perdón. En ocasiones los humanos creen que el dios no requiere el sacrificio para perdonar, sino para evitar su ira y ser prensados contra el polvo. De acuerdo con la Biblia, la obra más influyente en la cultura occidental, también el sacrifico es la vinculación original de la criatura con su creador. Y este lazo puede elevarse o descender. Así Jehová permite desde sus alturas que Job sufra tribulaciones hasta hacerlo el modelo universal de la sumisión. También la ofrenda del sufrimiento puede originarse como una súplica elevada por el propio desvalido para propiciar la benevolencia divina. La renuncia a los bienes y vanidades terrenales es un sacrificio con tal de ver el Rostro. Las órdenes mendicantes, la vida conventual o monástica no es otra cosa que renunciación. El mismo Jesús fue ofrecido en sacrificio para la salvación de los humanos.
Ahora bien, cuando la ablución es a través de la sangre, ésta no tiene por que ser humana. Los chivos expiatorios son bestezuelas que se ofrecen en sacrificio para lavar culpas. Las gallinas, los corderos, los guajolotes, las vacas, y de hecho toda la fauna marina, aérea y terrestre es propicia para el sacrificio que el humano ofrece para su reconciliación.
Ya salidos del ámbito del Panteón, podemos constatar que en el mundo cotidiano prescindimos de la comida chatarra con tal de no trastabillar la báscula.  Aún más, nosotros los humanos con las mandas, las penitencias y las peregrinaciones presentamos modalidades de la decisión de pasar penurias, sufrir incomodidades deliberadamente, echarnos molestias intencionadas con tal de recibir, agradecer o merecer  un bien mayor.  Estamos dispuestos a dejar de comer estalactitas de hidrocarburos y melazas con tal de poder tocarnos las rodillas y no hacer otro hoyuelo al cinturón. Abandonamos las cobijas temprano para trotar, frenamos el tren de vida para realizar el viaje en jet. Estos tipos de esfuerzo pueden considerarse como la disposición de sacrificarse un poco con tal de acceder a un bien o gozo mayor. Recordemos que para dar gracias por las bendiciones recibidas cada año sacrificamos millones de guajolotes para que los humanos nos congreguemos en familia el Día del Agradecimiento. En ocasiones primero nos divertimos y luego nos sacrificamos, como en las dietas posteriores a las épocas festivas. Es más, preferimos el término ¨sacrifico¨ al de ¨matar¨ En el rastro municipal no se torturan las vacas para destazarlas, se ¨sacrifican¨. Tal vez vinculado al mandamiento de no matarás, optamos por decir que sacrificamos, no que matamos.
Regresando a nuestro tema: El rito de la corrida de toros incluye el sacrifico del toro y como todo rito, sus orígenes se pierden en las conjeturas vagas e inevitables que tiene toda manifestación cultural para tantear sus penumbras históricas. No sabemos cuando aparecieron los toros como víctimas expiatorias. El toreo tal como lo conocemos ahora, tiene un protocolo que exige la eventualidad de la muerte del humano y la certeza del sacrificio del animal. Aunque no ubiquemos el primer toro sacrificado, el sentido profundamente desconocido de su inmolación persiste en el rito taurino del Siglo XXI.
El artista oficiante está obligado a buscar el éxtasis estético frente al hálito de la muerte en acecho. El matador está obligado por el canon a estar aislado dentro de la muchedumbre. El torero atenazado por el miedo que no le deja retirarse realiza, cada tarde que torea, los que pudieran ser sus últimos lances de su vida, esto es, no sólo el toro tiene que sacrificarse, sino él mismo puede cruzar los umbrales del sacrificio. Una vez transcurridos los veinte minutos que el rito marca y la genética animal permite, el toro ha de morir. El toro ha de ser sacrificado. El cumplimiento de su culminación ritual tiene que ser a la primera estocada. Más intentos malogran el rito y se impide el reconocimiento del público. Si fuera divertida la tortura no sería rito y por lo mismo se premiaría al torero que más prolongara la muerte del toro. Por lo contrario, se premia la prontitud del sacrificio. Esa muerte ritual del toro de lidia es distinta a la que sufren los otros miembros de su especie que son victimas del llamado ¨pistón cautivo¨ y que mueren ocultos a la vista de todos los futuros comensales.
¿Por qué debe morir el toro? No podemos menos que especular en la persistencia del sacrificio milenario. ¿Morir es vivir para siempre y por eso el sacrificio, o vivir es el sacrificio para no estar muerto? ¿Será que el sacrificio del toro de las corridas es un avatar inevitable de las tragedias ancestrales en aras del éxtasis bárbaro? Niko Katsansakis en su obra El Que Debe Morir nos acerca a la imposibilidad de separar el binomio vida-muerte. Oriana Fallaci hace muy tenue la línea divisoria en Nada y Así Sea.
Órale.




2do Equívoco
¨La tauromaquia es un espectáculo fuera  de nuestro tiempo¨
Alegan sus detractores que está fuera del tiempo pero la razón es que no saben con qué compararla. No aciertan a encontrarle parecidos. No es actividad que pudiera empalmarse con ninguna otra. Al dictaminarla como fuera de nuestro tiempo lo que hacen es aceptar que su unicidad, su esencia incomparable, no tiene con qué cotejarse. Se puede describir, pero no se puede empalmar sobre otra actividad y recortarle las orillas. La característica sui generis que guarda la tauromaquia es estar más cerca de ser elemento amalgamador de nacionalismos que extenderse a ser espectáculo globalizado. Tiene más presencia en regiones donde previamente ha echado raíces y mantiene sus calendarios que perspectivas de recuperar países donde antaño estuvo o plantarse donde la conocen de oídas.
Si se hace el cotejo del torero con otros actores no se encontrarían rasgos comparables. El torero es un actor escénico. Sólo que a diferencia de los otros actores escénicos que representan un personaje ideado generalmente por un solo autor, el torero sigue un papel escrito por el autor colectivo integrado por todos los toreros que antes que él han sido y otros contemporáneos. En la confección de este papel de autor colectivo, algunos han aportado más que otros a la coreografía final. Aun otra diferencia que impide la búsqueda de los parecidos culturales: lo que le sucede al torero es real. Es un actor al que le pasan cosas reales. El miedo, el caballo, los picadores, las banderillas, el estoque, la muerte del toro, la sangre de las cornadas, el ojo botado por la punta de un cuerno, el paladar hendido por un derrote de asta. Los intestinos enarenados y sostenidos con manos sucias. Todo eso, en su momento es real. La puñalada de Tosca, el veneno de Julieta, la tisis de Mimí, la locura de Macbeth aunque verosímiles, no son reales. En cambio el torero es un actor que no revive o sana para recibir aplausos. En eso es diferente a todos los demás actores escénicos. 
Ahora atendamos cómo el torero danza frente al toro. No debe perturbar la fluidez de la coreografía porque desataría la embestida incontrolable. Tiene que situarse para que el toro lo detecte pero no incitarlo antes de estar preparado. Son movimientos parecidos a las evoluciones del ballet embellecidos por la lentitud. Sólo que no es ballet, porque el torero está envolviéndose en ritmo frente a un animal de medida tonelada que se dispone a embestir. ¿Qué otro artista hace evoluciones frente a un animal de peligro? ¿Los jinetes de las carreras de caballos realizan sus proezas al mismo tiempo que pretenden crear belleza? Los domadores de caballos mostrencos los montan y tratan de permanecer atenazados a ellos siete segundos, pero sin crear ni pretender éxtasis alguno. La unicidad de la tauromaquia la hace resaltar entre todos los espectáculos del hombre. Y su singularidad contribuye a su incomprensión. Todas las actividades con las que se pudiera forzar una comparación, son distintas; por esto da la impresión que la tauromaquia está fuera de los tiempos. No lo está porque se documentan miles de corridas al año en todo el mundo taurino. Lo que pasa es que no se encuentran parangones, ni analogías consistentes y no tiene pares entre los cuales acomodarse.

viernes, 29 de junio de 2012

Ella y Nimes

La sorpresa es la forma modesta que adoptan los milagros antes de maravillarnos. Acontece en una faena insulsa de un torero que labora con el toro remiso. De repente transforma la embestida en un lance de ballet con el lienzo presidiendo y precediendo la cornada cercana. También entre los rostros borrados por el anonimato insulso, de repente el milagro de una bella cara que desciende de Tribune Haute a Gradins y ofrece su sonrisa sin otro interés que maravillarnos con su cercanía y también hacernos suspirar por su lejanía.  

lunes, 25 de junio de 2012

TAMBIÉN ESTE SERÍA UN BUEN DEBATE




PITÓN DERECHO Conozco una anti taurina que no está al tanto de la precisión de mi GPS de ULB. Me gustaría que esta sigilosa Juana de Arco estuviera dispuesta a leer una obra que yo le propusiera y ella, a su vez, me señalara otra lectura. Así, ambos armados caballeros por lecturas compartidas, nos enfrentáramos en pactada tertulia televisada donde pudieran trazarse nuestros mejores mandobles para enriquecernos mutuamente con argumentos que, tal vez no nos harían morder el polvo ni cambiar de bando, pero nos hincharían el pecho con una nueva capacidad para dialogar republicanamente. Órale. Pero nada de prestarnos libros.
 
PITÓN IZQUIERDO Por una razón: Los libros que dejaron oquedades permanentes en mis anaqueles son los que he prestado a amigos que nunca los iban a leer. Lo sé bien porque muchas veces me da por reclamarlos y ellos sonrientes y sorprendidos no recuerdan el préstamo. Cuando menciono algún pasaje selecto de la obra, ya secuestrada para siempre por su ignorancia despreocupada, lo encuentran profundo y ha veces hasta brillante y, por la cara que ponen sé que son sinceros porque se les aflora que jamás habían escuchado ni mucho menos leído, algo similar.
PITÓN DERECHO Pues bien propongo este escenario: frente a frente la anti taurina y el taurino, ambos cuando menos con dos lecturas compartidas blandiendo argumentos y contra argumentos afilados y pulidos, tratando de aclarar y señalar aspectos torales de las respectivas posiciones. Batiéndonos en campo abierto a la usanza de la mejor tradición polemista con un árbitro conductor del debate. Es muy fácil predicarle al coro, como dicen los anglos, pero dirigirse al contrario informado y con un público anónimo, esto es asunto de índole escabrosa y tal vez ociosa. Mucho más fácil y cómodo es alentar los insultos con lenguas prestadas aunque la ética personal quede como trebejo destartalado por algún rincón.
PITÓN IZQUIERDO ¿Recuerdan a aquel palurdo que llamaba a cuentas al muñeco del ventrílocuo, porque le parecían insultantes los chistes, en vez de reclamarle al humano que lo tenía sentado en su regazo? Eso equivale a dirigirse a la decena que con botes insultan a los miles de taurinos que pagan sus entradas a un evento legal. Alguien los tiene activados en el regazo.  Hay que hablar con quien redacta las palabras.
PITÓN DERECHO El deber moral de quienes sostenemos gustos o fobias por expresiones culturales controvertidas es el de estar dispuestos a su ventilación pública aunque esa altivez de ánimo para salir a la luz del día puede ser ajena a ciertos temperamentos que no han llegado a madurar fuera del closet en penumbras.
CAMBIANDO DE LIDIA Por si no lo habían advertido: El toreo no es deporte. Cuando presenciamos en las tribunas los alaridos del racismo y nacionalismo en la Euro Copa y las bofetadas y empujones que se acomodan antes, durante y después de los partidos, no asociamos nada con la tauromaquia, pero percibimos en las tribunas que el racismo es una especie de nacionalismo. El ser humano necesita identidades colectivas como es la afiliación a una raza o tener una nación.
PITÓN DERECHO Sólo que en vez de pensar que mi raza sea la superior, pienso que mi nación es lo máximo. O tal vez sería más atinada la idea diciendo que la soberbia que está en el fondo del racismo, es la misma que insufla al nacionalismo: la arrogancia de creer que mi raza,  mi nación, son superiores a cualquier otra. ¿Y en los toros?
PITÓN IZQUIERDO Aventarle plátanos al de piel oscura u ondear la bandera nacional cuando uno ¨de los nuestros¨ mete a puntapiés el balón entre las redes enciende el aliento patrio y con frecuencia se llega a la celebración agresiva.  Y  por lo que aflora en las griterías, se ve que el nacionalismo como pasión cegadora, es más enajenante que el racismo. Al menos en el futbol. Porque los anglos, nórdicos, teutones o eslavos se alborotan mucho cuando uno de los suyos, que puede llevar apellidos y color de origen africano, mete un gol. Lo mismo pasa con el resto de los equipos de naciones que mayoritariamente tienen el fenotipo ¨ario¨ o ¨caucásico¨ y que, con el resultado de tanto mestizaje ahora portan sus colores nacionales morenos, negros, rubios, de pelo ensortijado o lacio. Su racismo no llega a tanto como para evitar a otras ¨razas¨ se enfunden en su uniforme, porque su nacionalismo es inclusivo.  ¿Y en los toros?
PITÓN DERECHO En este siglo, el gentío claridoso de los estadios y arenas, tianguis y bloqueos tiene ya colada una legión joven de tuiteros, blogueros y texteros en las llamadas redes sociales. Estas nuevas masas tienen una ¨nueva presentación¨ y en cierto modo han sustituido a las anteriores chusmas con las que guardan un parecido porque siguen protegidas y envalentonadas por el mismo fuero del anonimato; armadas con note books, lap tops, net books, tabletas. I-phones  y blue berries se hacen presentes, con una contraseña críptica en los espacios ultramodernos que siguen siendo closets, sólo  que de conspiradores. ¿Y en los toros?
RECORTE FINAL Los pacifistas han librado batallas por siglos en contra de las guerras y no han evitado que la naturaleza humana prosiga con el desahogo de su belicismo. Los moralistas se han enfrentado a la prostitución y tampoco han reconocido lo que mejor puede aclararles su intriga de siglos: la desigualdad biológica entre los solicitantes y las proveedoras de los accesos sexuales. Los herbívoros han librado épicas batallas contra adeptos a la dieta cárnea. Los humoristas se han cebado por siglos con los políticos y tampoco los han diezmado. ¿Qué será lo que extermina algunos elementos de la sociedad? ¿Y dónde encaja el arte taurino?

sábado, 9 de junio de 2012

Manolo, Cáceres, y los “Adornos Mexicanos”

PITÓN DERECHO Cáceres, cercana a la frontera con Portugal,  es una ciudad merecidamente llamada Patrimonio de la Humanidad. Está señoreando unas alturas en Extremadura y tiene callejuelas, avenidas y paseos, torres y conventos, palacios y plazas innumerables: la Mayor, Santa María, de Santiago, San Jorge, Veletas, Candelas y por supuesto una  de toros, que no está en la cuadro histórico de tan hermosa ciudad.

PITÓN IZQUIERDO La plaza es chica con la particularidad que por lo que puede verse por fuera (No estaba abierta al público) no aparenta tener espacios como, digamos los de Calafia, para alojar los encierros. Tiene aledaña una zona residencial alguna de cuyas casas está estrechamente ubicada junto a una barda de la plaza que parece acotar los patios de cuadrillas, patio de picadores y entrada a los chiqueros.

PITÓN DERECHO Hay una puerta metálica en un muro de la plaza, a una altura que sugiere que el camión en reversa entrega los toros que serán lidiados. Pero, como  ya dijimos, no se perciben corraletas, patio de cuadrillas, etcétera. Lamentablemente, para nosotros, no pudimos resolver la intriga porque la próxima corrida está fuera de nuestro calendario.

PITÓN IZQUIERDO Fue en esta plaza donde Manolo Martínez recibió una de las cornadas más serias de la quincena acumulada durante su carrera de matador de toros. La enfermería tiene acceso por medio de una puerta metálica al espacio donde suponemos, los aficionados esperan ingresar las tardes de toros.




PITÓN DERECHO Una saludable caminata en ascenso serpenteante a la Plaza Mayor nos permite conocer infinidad de añejos pasajes y disfrutar de la comida regional. La calle de la Amargura merece el nombre pero aún más la media centena de escalones en espiral del campanario de la torre de la llamada Concatedral de Santa María. Desde ahí se intuyen tantas y tantas hazañas desconocidas  para nosotros,  pero igual de reales que tuvieron que sufrir los habitantes para defenderse en aquella batalla ya olvidada por la mayoría de los descendientes.

PITÓN IZQUIERDO Esta visita nos impidió presenciar la corrida en las Ventas de la cual Talavante salió en hombros. Pudo realizar ante el público  madrileño, según leemos, algunos “adornos mexicanos”. Tal vez se refiera el cornista a lo que en esta columna bautizamos como La Talavantina que  es una serie de pases en que se combinan arrucinas, que es un pase,  y vitolinas, que también son pases, con la misma embestida, y no son adornos.

PITÓN IZQUIERDO, OTRA VEZ Aún cuando sea muy vistosa la serie, está compuesta de verdaderos pases porque la cornamenta describe semicírculos con centro en los muslos y cintura del torero. No es como la regiomontana que, sin dejar de ser peligrosa, no tiene  el recorrido alrededor del diestro para nombrarse pase.

 RECORTE FINAL Siguiendo con el tema de los pases, ahora ya en los diarios de Madrid se recuperó el nombre de Zapopina a lo que en un tiempo tuvo el nombre de Juliana o algún otro que señalaba a El Juli como su creador.

DESPLANTE Por lo que percibimos en la prensa diaria los que están desorientados por lo que pasea en las corridas de toros, no son los aficionados sino los cronistas. La analogía irresistible es la del habla popular: Las tribulaciones de los literatos que sufren por el habla popular no perturban al pueblo que nunca tiene problemas para expresarse.

jueves, 31 de mayo de 2012

GARIBAY Y EL DIRECTOR DE LIDIA


PITÓN DERECHO A Pusieron a Garibay entre la espalda la pared: Un torero de 62 años y otro que venía de encerrarse con seis Miuras. Además, para añadir peso al sobresalto, el difícil aficionado de Las Ventas. A pesar de estar con voluntad y dar tres o cuatro evidencias de su temple, no hubo permanencia en su aceptación por la mansedumbre de los de Carriquirri.

PITÓN IZQUIERDO Cuando salió su primero ya había toreado el veterano. Se notó el cambio en las maneras de templar el capote pero no llegó a más. Luego con la muleta dos o tres pases ligados coreados pero sin permanencia. El toro huidizo, mansurreaba y para acabarla Garibay se desentendió de la lida y se convirtió en un espectáculo anómico ya que el veterano, a quien le correspondía el papel de Director de Lidia y que necesariamente tuvo que percibir la turbación de Garibay, no tuvo intervención alguna que el Reglamento le ordena.

PITÓN DERECHO La gritería fue grandiosa durante la corrida. Los toros, no quisieron tomar las varas en contra querencia, salvo el sexto que lo hizo desde los medios, tres veces, tres. Lo que valió la tarde. Pero cuando el toro prefería al picador de querencia, el público protestaba y no dejaba que lo picaran ahí, desatendiendo también el reglamento que coloca precisamente a un picador para esos casos.

PITÓN IZQUIERDO Después de la corrida acudimos a una conferencia de un notable del mundo taurino acompañado de dos personajes, que sin ser aficionados cabales, estaban próximos la tauromaquia por su afición al cine y lecturas. Esto bastó para establecer una conversación amena escuchada por los que habíamos asistido a la corrida. Todos les temas fueron alrededor o derivados de textos de Hemingway.

PITÓN IZQUIERDO, OTRA VEZ Al final el público asistente fue invitado participar y por ahí intervino un joven aficionado español que había convivido con El Pana algunos días durante los que permaneció el diestro de Tlaxcala, cuando vino a torear como consecuencia de aquella espectacular corrida en La México.

PITÓN DERECHO Por nuestra parte comentamos de la necesidad de entender el sacrifico como parte entrañable del arte taurino. Y derivada de esa naturaleza trágica la incompatibilidad con las películas porque nos han acostumbrado a los finales felices y al evitarse la muerte del toro, como centro de una película taurina, nos vamos por las convenciones joligudescas que desenvuelven al final de la cinta, casi cualquier drama en abrazos y besos.





martes, 29 de mayo de 2012

EL JULI EN NIMES

PITÓN DERECHO El cartel no podía tener ningún “pero” se trata de tres matadores muy por encima de la mayoría. Además, El Juli tomó la alternativa en Nimes, después de haber forjado su temperamento básico con toros mexicanos y así llegar después de centenares lidiados, a su  personalidad taurina. Mantuvo en consecuencia una lejanía de su lugar de nacimiento físico. Esta lejanía también se mantuvo durante la actual Feria de San Isidro en la cual ni él ni Ponce asistieron. Su presentación en Nimes tuvo, pues, el morbo de percibir si los óles se escucharían allende los Pirineos.


Lo acompañó Sebastián Castella,  francés de primer nivel en la tauromaquia mundial. De un toreo terso, si mucha emotividad,  pero de excelente técnica, según esta columna y no hizo  mala pareja con El Juli, ni desmejoraba la tercia con Jiménez Fortes quien confirmó.
PITÓN DERECHO Un lleno hasta el anfiteatro, que sería el equivalente a las entradas generales en donde loa asistentes tiene la opción de ver la corrida y también la de divisar el perfil urbano de la ciudad milenaria. Los toros de Garcigrande, esperaban desde hacía rato en los chiqueros (No cuenta la plaza con corraletas, según medio entiendo a un aficionado, cortés y medio indecifrable).
PITÓN IZQUIERDO Suena la Marcha El Toreador, de Carmen e inician el paseíllo los diestros que han de cruzar un centenar de metros por la parte alargada de la arena. Los aficionados palmotean alegres en esos momentos pero durante la lidia, ya lo habíamos observado, guardan un silencio de sala de concierto, como en Sevilla. Luego irrumpen en gritos cuando la tanda de pases ha mantenido el corazón en suspenso, mientras de integraba con cuatro, cinco y el remate.
PITÓN DERECHO Antes de relatar escuetamente la parte taurina, quiero referirme a una costumbre que en alguna ocasión también se tuvo en La México. Aquí, cuando empieza la corrida los ocupantes del  Anfiteatro se desenrollan como gran alfombra multicolor y cubren los lugares no ocupados, que son más caros. Después cuando llegan los retardados se hacen a un lado, pero no del todo y se quedan como si nada, más apretados. A  mí me tocó una madame muy parlanchina y con una gran capacidad de reacomodarse en el espacio incómodo.
PITÓN IZQUIERDO Otra peculiaridad de la arena es que las localidades no son “barreras, tendidos, generales, lumbreras, palcos”, sino mantienen su lejanía con la nomenclatura  usual en otras plazas.  Son diez, a saber (1) Premiere A &B. (2) Toril Bas B. (3) Toril Bas A, (4) Seconde A&B. (5) Toril Haut B. (6) Toril Haut A. (7) Tribune Présidence. (8) Tribune Toril. (9) Gradin-Gde Tribune & Tribune Haut, allí estuvimos la madame y yo, y (10)  Amphithéà`tre. En la más cara se pagan 106 Euros y en la más plebeya es de 21.
PITÓN DERECHO Con el corte de dos orejas sacan al diestro por la puerta de Los Cónsules que es la misma de el paseíllo y del arrastre y por ahí salió El Juli.  El Juli toreó como si no tuviera reconocimiento. Con toda capacidad de suavizar cualquier toro, de hacerlo pasar y cuando se quedaba corto, encontrar un cambio de muleta, una vuelta de cintura, un muñecazo leve. Todo lo hizo de manera tal que nunca pareció que algo se interrumpía. Un lento evolucionar en las distintas embestidas de un animal al que no puede ponerse de acuerdo, previamente y que sin embargo no deja de pertenecer al ritmo estético del buen torear que le obliga El Juli.
PITÓN DERECHO, OTRA VEZ También Castella hizo de la suyas, pero no atinó con la espada. Para mí fue inesperado el dictamen seco de los aficionados. No le regalaran premio alguno. No se dio la benevolencia que yo esperaba. El nacionalismo no turbó la tarde.
PITÓN IZQUIERDO Recuerdo una tarde con el El Zotoluco alternando con El Juli, creo que en Calafia o en Playas de Tijuana. Esa tarde los aficionados mexicanos gritaron “México,  México”  incansablemente. Esa tarde El Juli estuvo en El Juli y El Zotoluco en El Zotoluco. Pudimos disfrutar ambas versiones del arte.
PITÓN DERECHO En su segundo toro de esta tarde nimeña El Juli hizo algo que no le había visto: empezó la faena con naturales, sin ningún tanteo, sin alargar la pierna en el medio rodillazo acostumbrado. Genial.


domingo, 27 de mayo de 2012

NIMES, JUAN PABLO

PITÓN DERECHO Tuvimos la oportunidad de ver Juan Pablo en dos plazas que significan mucho para cualquier torero y en el caso del de Aguascalientes aún más, porque fue en Las Ventas donde confirmó una tarde en la que fue el único decoroso y luego al día siguiente en Nimes, plaza de su alternativa. En la corrida nimeña después de un pinchazo cortó la única oreja de la tarde. Este seguimiento a la figura, nos obligó al trajín de media semana típico de los viajeros que hablan solos cuando colocan por riguroso orden de uso doméstico lo que después aparecerá en otra maleta.

PITÓN DERECHO, OTRA VEZ En Nimes, descubrimos el hilo negro: es otro tipo de afición. Los alrededores del coso romano de dos mil años de antigüedad bullen con puestos bien ordenados, con baratijas toreras, libros taurinos que uno quisiera beberlos, comida y mujeres típicas, una y otras olorosas a leña de otro hogar; cerveza oscura helada muy al tono del calor nimeño de fines de mayo.

RECORTE Lo intrigante es que es otra afición, pero con el mismo toro español. Son pocas las ganaderías de toros bravos que pastan en sur de Francia, así que, si es el mismo toro lidiado en las arenas españolas, ¿cómo se explica la diferencia del comportamiento de la afición? Tendría uno que recurrir a la tradición, al gusto, a la idiosincrasia del francés del MIDI que ha defendido la permanencia de la fiesta, lo que no ha ocurrido en la amplia zona del norte de Francia, que incluye a Paris, donde las corridas de toros están prohibidas.

PITÓN IZQUIERDO La plaza de Nimes, ya se sabe, es oblonga. Una sola entrada para las cuadrillas, el arrastre y la del Cónsul, la triunfal. La banda de música toca a su criterio y la afición palmea. Escuchamos Las Chiapanecas con tonos y palmas francesas. Las escalinatas reconstruidas algunas y otras construidas modernamente pero instaladas con cuidado para no romper la visión romana. Se ofrece, dentro de las restricciones propias, la comodidad del espectador moderno a gusto disfrutando de una corrida de toros, dos mil años después de que se hubieran apagado los gritos en bajo latín. 
  
PITÓN DERECHO  En el folletón francés de la corrida 18 de la feria de Nimes, aparece un párrafo que más que anunciar, parece denunciar el cartel: dos figuras “médiatiques”, Paquirri y El Fandi y Juan Pablo Sánchez, el otro torero. Y así fue la corrida, el Paquirri a quien no se le extingue la facha de novillero voluntarioso, apuesto y El Fandi un acróbata de las banderillas. Así torearon pero como dicen los chavos, “luego llegó la verdura”. Es decir llegó la verdad.

PITÓN IZQUIERDO Y la verdad en el toreo se llama ligazón pausada. El aporte fue de Juan Pablo; le dio continuidad a las embestidas de un toro serio, le metió los muslos, giro la cintura, dirigió con lentitud, pinchó y estocada; oreja. La  única. Dieron a ganas de gritar, “¡Arriba Aguascalientesnn!”

PITÓN DERECHO Pero los nimeños tan silenciosos como los sevillanos, se hubieran extrañado del grito. Estamos hablando de un coso donde los bestiarios durante siglos habían lidiado leones y, según sugiere una fuente antiquísima, cocodrilos. Pero por algún mutante cultural enmudeció el palenque y en estos días un alarido de ese tipo hubiera significado salirse de la costumbre local. Qué silencio tan respetuoso. Viva la France.

PITÓN DERECHO El silencio de Nimes es consanguíneo del sevillano. Unas tandas, en este caso las de Juan  Pablo que valdrían, cada una, cinco óles en México, aquí fueron aplaudidas hasta que se remataron. Pero durante el engarce de las tandas de cinco pases, tal silencio incomoda a nosotros los gritones de los pases uno por uno. Es tanto el silencio que en un momento un chillido infantil se pudo escuchar en el coso (que además, fue en francés), cuando toreaba bien Juan Pablo.

 PITÓN IZQUIERDO El viaje había sido un sacrificio con la esperanza de ver el triunfo de uno de casa. Las instrucciones en las terminales de trenes y autobuses son tan despiadadas en su celeridad para farfullar tres idiomas incluyendo el español, que es un milagro que uno no termine de turista despistado en otra ciudad. Pero el mundo taurino es otro planeta. El toro pone a todos en su lugar. Uno queda donde debe estar. Es un regalo que tanta diferencia en el idioma, en la indumentaria, en los rostros, en la cultura del antojito (vi a un francés comiendo churros con nieve), nos ponga a todos en fila para entrar a ver los toros. 

PITÓN DERECHO Y a la salida vimos a los aficionados toreando y dando explicaciones en un idioma que nos parece, a primera vista (¿a primera oreja?), tan ajeno al mundo de los toros, pero que viéndolo bien, es consustancial a él. Pongamos por ejemplo que en el mes de agosto, aquí en este mismo coso se presentará la Ópera Carmen de autoría de un autor francés Bizet, que por si fuera poco incluye la pieza más escuchada en el mundo taurino y no taurino y es con la que se parte plaza en infinidad de alberos, incluyendo Guadalajara y Texcoco y por supuesto en Nimes. 




RECORTE  Hoy torea El Juli en las arenas donde también, recibió la alternativa. Se hizo acompañar por Castella y Jiménez Fortes. ¡El Juli en Nimes! Los mantendré informados.  

jueves, 24 de mayo de 2012

CONFIRMACIÓN DE JUAN PABLO SÁNCHEZ

PITÓN DERECHO Se asocian más los meses finales del verano con los percances a los toreros por la mayor edad y, tal vez, el aburrimiento en los corrales que padecen los toros destinados a las últimas corridas de las ferias. Asimismo, los diestros punteros con muchas fechas cumplidas van conviviendo con el peligro y haciéndole confianza a los cuernos y algunos terminan por sufrir las consecuencias. Por eso resulta extraño el presente caso de dos diestros de primer nivel, heridos por cuerno a mitad del mes de mayo y que tuvieron que borrarse a última hora, de dos carteles de la feria de San Isidro.  

PITÓN IZQUIERDO El caso es que tanto Sebastián Castella como Cayetano no se presentaron el 22 y 23 de mayo y sus lugares fueron ocupados por Iván Fandiño y Talvante, respectivamente. Fue así que la confirmación de Juan Pablo Sánchez fue atestiguada por Talavante, el astro en ascenso. La confirmación corrió a cargo de Morante de la Puebla. 

PITÓN DERECHO La tarde fue mala para todos, con la probable excepción de Juan Pablo porque su primero, el de confirmación, fue apodado fallidamente Danzarín, porque no dio un solo trote con la elegancia que le va al toro bravo. Sánchez le marcó verónicas opacadas por la despreocupación del toro, así como unas izquierdas con el mismo destino. Lo despachó de una estocada. En su segundo las cosas marcharon mejor, sin llegar a salvar la tarde. Invitó a Morante y éste hizo un quite por verónicas de calidad. También Sánchez dio dos tandas con la mano izquierda de buena factura que, si no hubiera aburrido tratando de sacar algo artístico del bulto irremediable, pudo haber ser invitado a salir al tercio, cuando menos. También acertó con la tizona.

PITÓN IZQUIERDO Sus alternantes de tan gran renombre tampoco lucieron. Sus toros casi se jubilaron por los aceros tan romos. Algunos momentos de Morante, aplaudidos más por la magia que creen verle, que por su fondo estético. El que si me sorprendió fue Talavante; en esta ocasión quiso aprovechar, no crear, las condiciones de su lote. Me dejó la impresión que no quiso corregirle ninguno de los defectos y se aprovechó los pocos elementos a su favor, sin llegar a superar la desidia. ¿Otra de mis fallas al vislumbrar figuras?

PITÓN DERECHO Cuando la tarde de toros es insulsa se encuentran más divertimientos en los tendidos. Unos italianos recibían información de un asesor espontáneo que les explicaba a los ragazzos que los toros eran malos porque no eran alegres. “¿Alegres?” dudaron los italianos.

PITÓN DERECHO, OTRA VEZ “Si, alegres; de alegría” respondió el consigliere.

PITÓN IZQUIERDO Después de la corrida un encuentro en las afueras de Las Ventas, con el resto de los de Contoromex y los amigos españoles. La conversación, los tarros, los vinos, las tapas, las copas desde cuyo fondo emergió el sobresalto del próximo viaje a Nimes, fue buen remate de la tarde madrileña. 




RECORTE FINAL A poco que rasque uno emerge la certeza de los españoles que la prohibición en Cataluña fue por razones de nacionalismo y no de hermandad, tipo Arca de Noé.

miércoles, 23 de mayo de 2012

Tarde de toros en Las Ventas

PITÓN DERECHO De acuerdo al reglamento local, si se sustituye algún torero o ganadería y se anuncia previamente pueden devolver las entradas a quien no le guste el cambio. Si algunos ultra de Castella corneado unos días antes, prefirieron no ir, fueron sustituidos a su vez porque el lleno se dio esplendoroso. Iván Fandillo sustituyó al francés. Las corridas, también esto es tradición de verano, inician dos horas antes de la puesta del sol.

PITÓN IZQUIERDO Para matar el tiempo, asistimos a la gran carpa que alberga un Espacio de Arte y Cultura con una exposición fotográfica de ambiente taurino en la que cada imagen congelada fue una ebullición de recuerdos suscitados y de datos “inolvidables ya olvidados”, como dice Borges. Porque aun cuando ni siquiera los hubiéramos visto, ya no digamos toreando, sino vivos, los héroes taurinos para nosotros los aficionados son motivo de tapitas, botanas, recuerdos y vino de la casa,  compartidos con amistades instantáneas que se convierten, al poco tiempo,  en borrones amables.

PITÓN DERECHO Un par de aficionados, después supe que eran extremeños, me preguntaron que si en mi bota el vino ya se había calentado. Les dije que no y quisieron confirmarlo. Órale. Pero antes les advertí que era vino corriente porque me lo había recomendado un chino en una de las diez mil misceláneas que tienen en Madrid.

PITÓN IZQUIERDO --No, hombre que los chinos no saben de vino. --Lo dijo al tiempo que desaparecía, como Traga Espadas de circo, un metro de lento chorro rojo oscuro, sin derramar una gota.

PITÓN DERECHO --Bueno, no está tan mal, y me  devolvió la bota.

PITÓN IZQUIERDO Ya dentro de la plaza ocupé el Balconcillo Alto #5. No sé porqué supuse que la localidad era de tal alcurnia que hasta iba a escuchar pormenores del elefante recientemente abatido. No fue así. Resultó que estaba orientado perfectamente para recibir el sol de lleno la primera hora y media del festejo; no es el fogón de Mexicali, pero algo es algo. Además, gané con la conversación menuda y amable usual en las tardes de toros. Tax y Mariló integran un matrimonio de poco tiempo. Él vasco, ella de Madrid. Cuando soltera, vivió con su familia en el DF durante mucho tiempo y reconstruye las aromas de sus recuerdos con sopes picantes y platos de mole rojo.

PITÓN IZQUIERDO, OTRA VEZ La corrida no tuvo gran éxito artístico El Cid batalló para hacerse presente, Fandiño tuvo momentos, Perera se esforzó. Alcurrucén pasó lista. Las Ventas prevalece como el pisa papel de la historia taurina mundial, todo lo que merece ser recordado y vale la pena, está en sus anales.

PITÓN DERECHO Bueno, casi todo, porque parodiando el dicho: “Lo que natura non da, Las Ventas non presta” Hay muchos que han triunfado ahí y se batalla para recordarlos y otros que no, y que recordamos mucho. Órale.




PITÓN IZQUIERDO Algo llama la atención, en la explanada de la plaza hay carpas con venta anunciada de entradas con un 20% adicional ¿La reventa oficializada?

REMATE FINAL En la siguiente tarde será la confirmación de Juan Pablo Sánchez, buena ganadería: Juan Pedro Domecq. Alternantes a la altura: Morante de la Puebla y Cayetano. Al día siguiente Sánchez también torea en Nimes. Estamos en contacto.

sábado, 19 de mayo de 2012

Si los que legislan, leyeran; si los que leen, legislaran…

PITÓN DERECHO Obligados por la premura del tiempo, los reporteros tienen que apretujar las ideas en pocos párrafos y por lo tanto no es del todo justo comentar como si fuera un pensamiento acabado, lo que se publica.

PITÓN DERECHO, OTRA VEZ Aún así, nos atrevemos a comentar la nota aparecida el 17 de mayo en otro periódico en la que se ventila la proposición de prohibir la entrada a menores a corridas de toros, porque “van en sentido opuesto al derecho de los niños a la satisfacción de sus necesidades de sano esparcimiento para su desarrollo integral”. 

PITÓN IZQUIERDO La pregunta inmediata al diputado postulante sería: ¿Cómo satisface la pena de muerte de los secuestradores, que propone su partido, las necesidades del desarrollo integral de los menores?

PITÓN DERECHO Esta idea la promueve un miembro del partido que pide la pena de muerte para los secuestradores, y que pondera la sana idea de prohibir la entrada a los niños menores de 12 años a las corridas de toros. Alega que asistencia de los niños a las corridas no es conveniente, además, da otras varias razones que, si borramos la referencia a las corridas, pudieran ser válidas para evitar la entrada de los ixcuintles tanto a las peleas de box, juegos de fútbol, profesionales y de aficionados, de la lucha libre, de los festivales de vino y mariscos, de béisbol, de la cerveza fest y de las Fiestas del Sol, así como del básquetbol  porque allí, decimos nosotros y los saben todos, se consume mucha cerveza, tal vez no de manera ilimitada, pero si mucha.

PITÓN IZQUIERDO Luego, se mete con las fábulas porque generan en el espíritu infantil enormes distorsiones. ¿Estará hablando de las fábulas de Esopo, La Fontaine, Kafka, Samaniego? Entonces no tenemos la misma interpretación de las fábulas. ¿O tendrá otra bilbliografía?

PITÓN IZQUIERDO, OTRA VEZ Si la Comisión de Gobernación, Legislación y Puntos Constitucionales quisiera ponderar tamaña ocurrencia, debiera convocarnos a los taurinos a unas sesiones públicas con los anti taurinos, para cuyo ingreso fuera necesario, para ambas partes y también para el árbitro, haber leído algo sobre lo que se va a discutir.

PITÓN DERECHO Sería congruente con la obra legislativa de escuchar previamente los argumentos. Ahora bien, si ambos grupos tiene posiciones documentadas sobre el asunto a ser debatido, tanto mejor. Pero si se legisla, pongamos por caso, atendiendo a la veintena que grita en las tardes de toros y sin tomarse en cuenta los miles que están dentro de la plaza, ¿dónde se encuentra la cordura del legislador? 

PITÓN IZQUIERDO Si no pudiera cumplirse con la lectura preparatoria para los polemistas interesados en el proyecto de ley y para el inminente legislador, ni se convocara a los interesados, estaríamos mal; porque se legislaría atendiendo lo que entra por una sola oreja. Este legislador asimétrico (¿habrá tal término en la jerga parlamentaria?), sería un personaje incongruente que sacaría una ley formalmente establecida, pero en el fondo, ilegítima.






RECORTE FINAL Muy parecido al hecho disparatado de cultivar el silencio sutil del lenguaje corporal para la elevación de ideas y simultáneamente orquestar en el mismo lugar y con la misma gente, la gritería peyorativa para hacer pública alguna opinión. Órale.